miércoles, mayo 30, 2018

Para hacer rock hay que sangrar

Premios Gardel 2018. Say No More volvió para quedarse, y de paso ganar seis estatuillas.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y, en el medio de ellos, el Gardel de Oro . En un camarín improvisado, en un primer piso y en la diagonal que muestra la lluvia intensa y la intersección vacía de Leandro Alem y Corrientes, Charly exhibe las siete estatuillas con las que cierra un ciclo: el de su regreso al disco (Random) y el de su retorno a los escenarios (este año ya se presentó en dos oportunidades, en los teatros Coliseo y Gran Rex). Rodeado de sus músicos y amigos Fabián "Zorrito Von" Quintiero, Kiuge Hayashida y Toño Silva, nos recibe con una sonrisa, muy buen humor y predispuesto a conversar.

En el cierre de la ceremonia número veinte de los Premios Gardel , Charly recordó a músicos vitales en su trayectoria. Les dedicó el premio a María Gabriela Epumer, Luis Alberto Spinetta, El Negro García López, Prince, Gustavo Cerati y también a Gardel, ese símbolo que abraza a todos los músicos argentinos. "Me dolió mucho cuando se fueron El Negro García López, Gabriela, realmente eran amigos míos. Lo dije de corazón. Y es gente que hizo mucho por mí en situaciones bravas".

Cuando se le pregunta si este Gardel de Oro, el tercero de su cosecha, tiene un gusto especial, el autor de "Inconsciente colectivo" (canción con la que cerró la ceremonia junto a la Sinfónica dirigida por Popi Spatocco) apela a su ´humor característico. "Recién le pasé la lengua para saberlo". Después, ya más serio, hablará de que lo disfruta como una venganza, aunque prefiere recordar a sus amigos. A los que ya no están, pero también a los que siguen acá, a su lado. "Como Palito que recién vino a verme".

-Estos siete premios Gardel te sorprenden en un muy buen momento. Es tu año más activo en una década.

-Y estoy preparando otro disco, La torre de Tesla. Como cualquier utopía cuesta pero va a salir.

Charly García se llevó por tercera vez en 20 años el premio Gardel de Oro

Palito Ortega le entregó a Charly García el Gardel de Oro
El gran Charly García se llevó esta martes aplausos, ovaciones y el cariño de todo el ambiente musical en la entrega de los Premios Gardel que lo tuvo como gran protagonista, ya que se llevó seis estatuillas, incluido el de oro,  por su último trabajo discográfico "Random".

El referente del rock nacional, que publicó "Random" a comienzos de 2017, obtuvo cinco galardones en la jornada organizada por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF): Mejor Álbum Artista Masculino de Rock, Producción del Año, Mejor Videoclip, Mejor Diseño de Portada e Ingeniería de Grabación y Álbum del año.

"Recibimos estos premios en nombre del jefe", agradeció el bajista Fabián "Zorrito" Quintiero al obtener uno de los premios en nombre del artista, que llegó recién al final de la premiación para recibir la estatuilla dorada.  Mientras que Rosario Ortega, que acompaña con su voz a Charly, subrayó que el histórico artista es "lo mejor que le pasó a la música argentina".

Durante la gala en el Centro Cultural Kirchner (CCK) hubo espectáculos de Miss Bolivia, León Gieco, David Lebón, Leo García y Benito Cerati, entre otros artistas.

Recordemos que Charly García ya recibió el galardón de Oro en 2002 y 2003. Con este  igualó el récord de Abel Pintos, que ya tiene tres estatuillas doradas, de las ediciones de 2013, 2014 y la del año pasado.

Mejor Diseño de Portada: "Random" - Charly García/Alejandro Ros

Mejor Video Clip: "Lluvia" - Charly García

Producción del Año: "Random" - Charly García

Ingeniería de Grabación: "Random" - Charly García / N. Ottavianelli / Nelson Pombal / Joe Blaney / Ted Jensen / G. Vega / Fernando Caloia

Mejor álbum artista masculino de rock: Charly García – Random

Álbum del año: "Random" - Charly García - Gardel de Oro


En el final de la gala, Charly dedicó el premio a Carlos Gardel, María Gabriela Epumer, el "Flaco" Spinetta,  el "Negro" García López, Prince y Cerati. Luego, el genial cantante interpretó "Inconsciente colectivo" junto a la Orquesta Sinfónica.

Fuente: Infobae
 
El blog de Charly García (hecho por DIOS)

martes, mayo 29, 2018

Premios Gardel 2018: Charly García arrasa en la primera parte de la entrega

El músico puso primera en su duelo con Luciano Pereyra por el Oro de la 20 edición de los premios, al ganar cinco de las siete ternas en las que está nominado, entre ellas, las de Producción del año y Mejor Video Clip.
"Random", de Charly García, se llevó la categoría Ingeniería de Grabación. (Foto: Martin Bonetto)
Si bien el plato fuerte de la entrega de los premios con los que CAPIF reconoce las producciones discográficas del año está programado para después de las 22, desde las 17 se entregan en la Sala Argentina del CCK las estatuillas correspondientes a diferentes ternas.

Mejor Diseño de Portada: "Random" - Charly García/Alejandro Ros

Mejor Video Clip: "Lluvia" - Charly García

Producción del Año: "Random" - Charly García

Ingeniería de Grabación: "Random" - Charly García / N. Ottavianelli / Nelson Pombal / Joe Blaney / Ted Jensen / G. Vega / Fernando Caloia


sábado, mayo 05, 2018

Billy Bond: "Voy a hacer el musical de Charly García"

Bond-García: como hermanos
Fue uno de los grandes momentos del show de Charly García en el Gran Rex, el lunes pasado. Al piano, el anfitrión recibió con loas a su par, Billy Bond, quien fuera su primer productor y artífice. Juntos, se zambulleron en una potente versión de Loco, un clásico de historia cruzada: fue uno de los temas iniciales de Serú Girán, aunque nunca lo grabaron. Sí, en cambio, fue grabado por Bond en la banda fantasma Billy Bond and the Jets, que no eran otros que los Serú camuflados.

Como sea: Charly sonreía como un niño y su amigo, leyenda del rock argentino, volvía a cantar en Buenos Aires después de 44 años. “Sí, yo creía que la última vez había sido aquella del incidente histórico en el Luna Park, cuando la gente todavía dice que pedí que rompan todo, pero ahora que me hacés acordar la última fue en el Circo de Carlitos Balá, en la calle Las Heras. Así éramos con La Pesada, también estuvimos en Argentinos Juniors en el show del triunfo peronista del ‘73 y, varias veces, en la Villa 31 porque yo era muy amigo del Padre Mugica”, sintetiza el saludable señor de 74 años, bautizado hace esa cantidad de tiempo como Giuliano Canterini, en su Italia natal.

El tipo que fuera dueño de La Cueva, gestara La pesada del rock and roll y produjera unos 100 álbumes del rock argentino, asegura que no se alimenta de lo que fue, sino de lo que es. “A mucha gente le falta una parte de Billy Bond. En Brasil hace décadas que produzco y dirijo grandes espectáculos de teatro. En los últimos 20 años hice Los Miserables, La Bella y la Bestia, Rent, El beso de la mujer araña. Tengo un staff de 200 tipos y soy socio operacional de más de diez teatros en todo Brasil. Yo vivo en San Pablo, pero la red tiene en San Pablo, Rio, Porto Alegre, Recife, Fortaleza y Natal”.


-¿Entonces?

viernes, mayo 04, 2018

¿Por qué seguimos eligiendo a Charly?

Había un chiste en un viejo libro de historietas sobre Woody Allen que mostraba la caricatura del director de cine de niño, en un circo, mirando a un nutrido grupo de payasos entrando de a uno en un auto minúsculo. El pequeño Woody tenía una reflexión típica de su carácter: “Cuando todos se preguntan cómo hacen (entrar tantos en un auto), yo me pregunto por qué lo hacen”.

El chiste sirve de pretexto para unir a dos genios, ambos muy cinéfilos -uno como realizador, actor y guionista, y el otro como músico y ocasional actor-: Allen y Charly García.

Porque la idea de esta columna, más que contar el cómo, es intentar descubrir el porqué de lo que sucede con Charly García.



El cómo lo sabemos: casi desahuciado por sus problemas físicos, con una cadera que lo tiene a maltraer y una vida de excesos, el año pasado Charly se despachó con un muy buen disco, Random, con canciones originales. La industria lo festejó: con siete candidaturas, es el más nominado a los Premios Gardel. La gente lo festejó aún más: sólo anunciándolo en las redes, en una tarde de marzo de 2017 agotó las 385 butacas del teatro Caras y Caretas; en febrero de 2018 en 30 minutos consiguió lo mismo con las 1.600 localidades del Teatro Coliseo; y su show del lunes pasado en el Teatro Gran Rex necesitó solamente de 15 minutos de venta para tener sus 3.200 butacas ocupadas.

Los tres conciertos mencionados tuvieron una característica común, público de varias generaciones. A Charly lo siguen sus contemporáneos (tiene 66 años) y los hijos y los nietos de sus contemporáneos. Es notable en sus shows ver cómo chicos de 20 o 21 cantan verso por verso cada una de sus canciones, aunque sea Instituciones, fechada en 1974. En el Coliseo me tocó estar sentado al lado de una chica de esa edad que mientras cantaba Los dinosaurios (1983) lloraba sin parar, en una catártica combinación de angustia y alivio.

Entonces, ¿por qué Charly?

martes, mayo 01, 2018

Lo hizo de nuevo

Ph: Infobae
20,30 hs. decía la entrada en letras negras y fondo amarillo. Mi ansiedad pudo más, treinta minutos antes de lo pactado ya estaba sentado en mi butaca. Con el programa en la mano, donde “Charly García Lange” presenta La Torre de Tesla, o: Como Deje De Preocuparme Por El Gobierno y Ame La Torre. Un claro guiño al afiche de la película “Dr. Strangelove” de Stanley Kubrick.
A los pocos minutos la primera ovación. La gente se para, comienza a aplaudir y un tímido David Lebon saluda al casi repleto teatro. Le cuesta llegar a su asiento, la cantidad de fotos de los fans y el “David, David”, que rebota por las paredes.

Se acerca el comienzo y un segundo estruendo, ésta vez para uno de los fundadores de Divididos, el gran Ricardo Mollo. Claramente, nadie se quiere perder la fiesta, mucho rostro famoso. Pero sobre todo, los fieles, esos que van siempre. Los aliados, le dicen algunos, la banda de Say No More o El aguante, como usted guste. Como Walter Congil,  Omar González o Freddy Berro, por nombrar sólo a tres.

Faltan diez minutos para las 21,00 horas, las luces se apagan y se escucha la voz del Maestro dicendo: “telón”, junto con los primeros acordes de “No soy un extraño”.
 Es el momento clave, no puedo dejar de emocionarme, se me nubla la vista, ahí está él, vestido de negro, impecable con un sombrero que le da un toque de distinción. Nuevamente, en el maravilloso Gran Rex, donde tantas veces nos hizo feliz. Se me vino a la mente la presentación de “Parte de la religión” en 1987, en el mismo Teatro.  Más de 30 años y cientos de shows después la magia sigue intacta.

Disculpen. Volvemos al show, sigue con “Instituciones”. Luego “Cerca de la revolución” y ya nadie está sentado.
Lúcido, ácido, atento, contento, dispuesto a mandar mensajes a propios y a extraños, como ayer, como hoy, como siempre.

Juego de luces y Charly larga: “decían que estaba acabado y que no podía componer más…”, pausa y hace sonar a “La máquina de ser feliz”. Y lo logra. Esas 3.200 almas presentes son felices.
Sigue con “King Kong” y luego “Lluvia” de su último disco, Random. Y allí me doy cuenta, que este “extraterrestre musical, nos está revolcando por distintas décadas. Del 70 nos lleva al 90, de allí al 2010, luego a los 80, para traernos de un sopapo a hoy. Que decirles que ya no sepan? queridos lectores, pero la vigencia, la narración de cada una de las épocas vividas, es una de las tantas virtudes de éste señor. Siempre tiene algo para decir, para contar, para describir. Para musicalizarnos la película de nuestras vidas.

Por eso en la próxima entrega de los Premios Gardel tiene 7 nominaciones, ahora, en este 2018. Hola! Capif? Graben en el de oro el nombre de Charly García. No perdamos tiempo. Ups, me sale el fan.
Sigue la catarata de hits con “Rezo por vos”, en coautoría con Luis Alberto Spinetta. Es el momento que no hace falta que nadie arriba del escenario la cante, estamos todos abajo haciéndolo.

Allí están, los infaltables chilenos (Toño Silva, Kiuge Hayashida y Carlos González) junto a Rosario Ortega, los cuatro con guardapolvos blancos. A la derecha en teclados, con impecable saco, también de color blanco el Zorrito Quintiero, el que tiene la discografía del Maestro grabada a fuego en su cerebro y nunca dejará un bache o un acorde sin sonar. A la derecha, nuestro Chopin contemporáneo, en un sillón de cuero negro. En el medio del escenario, la Torre de Tesla, atrás en pantalla dividida, se proyectan imágenes durante todo el recital. Es aquí que quiero mencionarles que deberíamos hacer una crónica exclusiva de la parte visual. Cada una de las imágenes, fragmentos de péliculas, fotos, etc. están pensadas cuidadosamente. Nada está librado al azar. Y viendo cada una de ellas, sabemos quién las eligió. El cinéfilo, el dibujante, el pintor, Carlos Alberto García Lange.
Espero que algún colega amigo se ocupe de contar sobre ello.

La música no para, le acercan una guitarra, corre el teclado y “Fax U” es lo que sigue. Después viene “Otro” y “Reloj de plastilina”. Lástima nacer y no salir con vida”, una de las mejor frases del “Quía”.
Rosario se saca el guardapolvo y aparece con un sexy vestido, a lo cual Charly grita: “rompan todo”. Nos cuenta que la siguiente canción se la hizo a su vecina (N. de la R.: cuando vivía en la calle Ugarteche). Y comienza con “Rivalidad”.

Termina y mira al público comentando con voz socarrona: “con ésta canción, empezó mi decadencia”. Y las carcajadas inevitables junto a los primeros acordes de “Yendo de la cama al living”. Tira el sombrero, la gente corea “Charly, Charly,!!! El nos hace el acompañamiento con el teclado. La comunión ya estaba dada.
Cuenta que: “este es mi primer éxito en Estados Unidos y suena “In the City that never sleeps”, con nuevos arreglos, modernos, contundentes.

Un fuerte grito sale de la platea: “Vamos Charly !!!”
“A dónde?” pregunta el bigote bicolor.

Es el turno de “Asesíname”y el clásico final beatle , “one, two, three, four, five, six, seven, all good children go to heaven. Love, love, love, John Lennon”.
Como no iban a estar los cuatro de Liverpool? Si fueron quien despertaron a ese niño prodigio de sólo 13 años, que ya era Profesor de Piano”.