miércoles, junio 28, 2017

El mayor rockstar criollo

Carlos Alberto García Moreno tocó un piano por primera vez a los tres años. Era de juguete, pero su fascinación por el instrumento fue premonitoria: a los 12 años ya era profesor de piano, teoría y solfeo, merced a un disciplinado estudio en el conservatorio Thibaud-Piazzini. Fue un alumno brillante y aplicado, aunque en los últimos tiempos volvía locos a sus profesores improvisando sobre piezas de Mozart o de Chopin.

Corría 1964 y los planes de la familia de verlo convertido en concertista sufrían un cambio inesperado: la aparición de The Beatles en la escena musical le vuela la cabeza al joven García. Desde que escucha “Twist and shout” por primera vez, lo único que quiere es ser rockero. Aprende a tocar la guitarra y rápidamente forma su primer grupo: To Walk Spanish -algo así como “caminar en español”-.

Ya autobautizado como Charlie (sic), cursa el secundario en el Instituto Dámaso Centeno de Caballito, donde conoce a Carlos Alberto “Nito” Mestre, quien tenía otro grupo. Ambos forman Sui Generis, primero como banda y finalmente como dúo acústico. Tres discos de estudio entre 1972 y 1974 y numerosos shows los convierten en los artistas más populares del rock argentino, hecho que se vería coronado el 5 de septiembre de 1975, cuando convocan a más de 25.000 personas en dos shows apoteóticos en el estadio Luna Park, para “Adiós Sui Generis”. Para sorpresa de todos, se despedían en el mejor momento, con canciones ya compuestas para un cuarto disco que nunca llegó a grabarse y hasta tenía título: “Ha sido”.

Como todo genio, Charly se cansaba pronto de sus proyectos y buscaba nuevos rumbos. Influenciado por el estilo musical de los ingleses de Yes, Genesis y Pink Floyd, forma un súper grupo llamado La Máquina de Hacer Pájaros, primera banda argentina de rock que tenía dos tecladistas: Carlos Cutaia y el propio García. Dos discos en dos años y una pared extraordinaria de sonidos fue el legado de la banda.

En el verano de 1978, Charly convence a David Lebón para que lo acompañe a Buzios a componer material para una nueva banda. Luego de unos meses convocan a Oscar Moro -ex baterista de Los Gatos y de La Máquina- y a un adolescente Pedro Aznar, a quien García había escuchado en Buenos Aires tocando virtuosamente el bajo sin trastes a lo Jaco Pastorius. Después de unas horas de ensayo todos supieron que había nacido Serú Girán, la mejor banda del rock nacional de todos los tiempos. El nombre formaba parte de un lenguaje inventado por García y Lebón en aquellos primeros meses en Brasil, al igual que títulos como “Seminare” y algunas palabras de sus canciones.

Incomprendidos y criticados al principio, terminaron siendo aceptados y llamados por muchos “los Beatles argentinos”. La banda contaba con cuatro músicos extraordinarios, y mostró en todo su esplendor a Charly como ácido observador de la situación del país. Se despidieron en marzo de 1982 con dos conciertos en Obras Sanitarias que quedaron registrados en el disco “No llores por mí, Argentina”.

miércoles, junio 21, 2017

El Papa ya tiene el disco de Charly García

Fabián Quintiero entregándole al Papa el vinilo de Random, el nuevo disco de Charly García.
Los caminos del Zorrito Von Quintiero por Italia finalmente condujeron a Roma, como señala la antigua y conocida expresión. En un viaje familiar por tierras tanas, con su hermano Cristian, su hijo Dante, su primo Hoby de Fino, que tenía como destino principal Calabria, sitio que no conocía y en donde nacieron sus padres, finalizó hoy, en la Santa Sede, enaltecido en un encuentro especial con el Papa Francisco. Como anticipó a Clarín a principios de mes, Fabián "Zorrito" Quintiero le llevó al Sumo Pontífice una copia en vinilo de Random, el último disco que hasta aquí grabó Charly García, dedicado de puño y letra, y con un mensaje del emblema del rock nacional.

"Charlamos un poco, le llevé disco de Charly, dedicado de puño y letra con un mensaje de él, y le dejé otros discos también. Quise entregarle regalos de nuestra cultura de rock argentino. Mandó bendiciones para todos, y a Charly le mandó un gran cariño y un abrazo. Fue muy amable", cuenta Fabián Quintiero, en diálogo con Clarín, acerca de su experiencia junto a Francisco y que, además del vinilo de Random -se lo entregó también en formato CD-, le dio Alma de Diamante, de Luis Alberto Spinetta y otro álbum de Los Ratones Paranoicos. "Se me ocurrió preguntarle si tenía un tocadiscos, y se empezó a reír a carcajadas. Me contestó: 'Creo que hay uno', riéndose mucho. De esa charla surgió la foto que los dos nos estamos riendo", agrega Quintiero.

El músico, cocinero y mano derecha de García, pudo concretar este encuentro con el Sumo Pontífice gracias a "Guille" su compañero de primaria, de banda, y vecino de su cuadra. ¿Quién es "Guille"? Hablamos del Monseñor Guillermo Karcher, a quien el mundo conoció en la asunción de Francisco, sosteniéndole el micrófono, y quien ocupa un lugar importante en la Oficina de Protocolo del Vaticano, como maestro de ceremonias. "Con 'Guille' tocábamos la guitarra en el grupo del colegio... hacíamos folclore, tango y temas de Sui Generis. Hace mucho que estábamos invitados y recién ahora pudimos venir. Nos consiguió esa primera fila, pero él también ya había hablado con el Papa de que íbamos a ir. Francisco, apenas me vio, me dijo: 'Sé quién sos, sabía que venías'", detalla al respecto.

A su vez, El Zorrito no sólo dialogó con el Papa en términos musicales. Francisco, reconocido hincha de San Lorenzo, recibió por parte de la familia Quintiero agradecimientos por "la ayuda" del Ciclón a Boca: ganándole a River y, posteriormente, a Banfield para la anticipada consagración Xeneize. "Estaba desinformado de eso, de la ayuda de San Lorenzo a Boca. 'No sabía nada', me dijo riéndose", completa un emocionado Zorrito, luego de cerrar la charla con un "Misión cumplida".

jueves, junio 15, 2017

Charly dio un show sorpresa en el Hotel Faena

Abrazado a un nuevo disco, un activo Charly García (65) volvió a tocar anoche varias canciones de Random, su flamante álbum lanzado en febrero de este año, en el marco de un recital sorpresa, de dos horas con pequeños intervalos, en el hotel Faena.

Dentro de un ámbito donde se siente a gusto, García comenzó tranquilo a tocar el piano del Library Lounge del hotel Faena pasadas las 21. En solitario, el ícono vivo de nuestro rock arrancó a ejercitar los dedos y, al instante, irrumpió con temas de Random, además de algunos clásicos de su extenso repertorio, como Fanky, del excelso álbum Cómo conseguir chicas (1989) y covers como Should I Stay Or Should I Go? de The Clash.

Es habitual que García presencie a las bandas que tocan en el Library Lounge, y cada vez que quiere, y puede, aprovecha para unirse a los grupos. Anoche le tocó el turno a The Oreos y el ex Sui Generis y Serú Girán dio un recital, en conjunto, para el deleite de los presentes.



viernes, junio 09, 2017

Los caminos del rock que conducen al Papa Francisco

Es sabido, los senderos del Señor son insondables. Y, por otra parte, el dicho asegura que todos los caminos conducen a Roma. Y allí es precisamente donde vamos a terminar esta columna, en Roma, en el Vaticano.

En una charla informal con Fabián “El zorrito” Quintiero -cocinero y músico, mano derecha de Charly García, alguna vez “el cuarto Soda Stereo” y el único que aparece fotografiado en un disco con los otros tres- me contaba que por estos días iniciaba un viaje familiar (su hermano, su hijo, su primo) por Italia, que tenía como destino principal Calabria, sitio que no conoce y en donde nacieron sus padres, y que iba a terminar el 21 de este mes en la Santa Sede. Pero no nos apuremos.

Hablando de cómo se inició en la música, Quintiero recordó que cuando cursaba tercer grado en la escuela Costa Rica, de Saavedra, una maestra pasó por las aulas buscando postulantes para el grupo de folclore del colegio. El y un compañerito -Guille- levantaron la mano y allí fueron, a ensayar zambas y chacareras con otros alumnos más grandes, de séptimo grado. Además de despuntar su temprana pasión por las melodías, formar parte de “la banda del colegio” habilitaba para salir de clase bastante seguido, rumbo al salón de música. En los ratos libres, los chicos de séptimo se salían del repertorio folclórico y le daban al rock nacional: Almendra, Los Gatos, Vox Dei y... Sui Generis. En ese ámbito escolar, Quintiero conoció las canciones de Charly García.

Los años pasaron. El Zorrito mutó de guitarrista amateur y fan del rock argentino a músico profesional, con paradas importantes en roles de tecladista y bajista de bandas como Suéter, los Ratones Paranoicos, el mismo García y los mencionados Soda. Guille, su compañerito, también siguió su vocación temprana, que no era la precisamente la música. Estudió Teología, se consagró como religioso y hoy es también mano derecha de un número uno, el Papa Francisco.

Hablamos de Guillermo Karcher, a quien el mundo conoció en la asunción de Francisco, sosteniéndole el micrófono. Pues bien, Guille -al menos así lo continúa nombrando El zorrito: “No le voy a decir Monseñor, jaja”- ocupa un lugar importante en la Oficina de Protocolo del Vaticano, como maestro de ceremonias. Su condición de argentino y su conocimiento profundo de Jorge Bergoglio, ahora Francisco, a quien le había organizado la ceremonia de consagración episcopal en 1992, en la Catedral de Buenos Aires, lo hacen un hombre influyente en el entorno papal.

Es él quien llevará a Quintiero y los suyos a conocer al Papa, en una audiencia el 21, y también quien va a mostrarle la foto que el Zorrito aún conserva de los dos compañeritos de colegio al Sumo Pontífice.