viernes, abril 27, 2018

Una pasión argentina: Charly agotó en 15 minutos

Charly García en el Teatro Coliseo. (Foto: Martín Bonetto)
Charly García sigue rompiendo récords. En cuestión de minutos, precisamente en 15, el prócer del rock nacional agotó las localidades del teatro Gran Rex, donde se presentará el próximo lunes.

Desde la noche del jueves, cientos de personas aguardaban que abran las boleterías del teatro de la calle Corrientes. Ya en plena madrugada hubo cuatro cuadras de cola para sacar entradas de un nuevo show de García, denominado "La torre de Tesla".

Como ocurrió en su pasado recital de febrero, realizado en el Teatro Coliseo, Charly volvió a agotar las localidades en cuestión de minutos. Aquella vez ocurrió en media hora. Y esta vez, los fanáticos arrasaron las boleterías y el sistema Ticketek en tan sólo 15 minutos. Así, García batió un nuevo récord: se agotaron las entradas para verlo en la mitad del tiempo en un teatro, como el Gran Rex, que duplica en capacidad de espectadores al Coliseo.

El espectáculo que brindará Charly se llamará, nuevamente, "La torre de Tesla", y estará acompañado por sus conocidos de siempre, entre ellos, el Zorrito Von Quintiero, Kiuge Hayashida, Carlos González y Toño Silva, según refleja la foto de un ensayo, posteada por el productor José Palazzo en su cuenta de Instagram.

martes, abril 24, 2018

Lo prometido es deuda: Show confirmado

Charly García se quedó con ganas de más luego del impecable show que brindó en febrero pasado en el teatro Coliseo. Tanto él, como su entorno, prometieron más shows para este año. Promesa que es un hecho: el prócer del rock nacional se presentará en el teatro Gran Rex el próximo lunes 30 de abril.

Allí, Charly estará acompañado por sus conocidos de siempre, el Zorrito Fabián Quintero en teclados, Kiuje Hayashida en guitarras, Toño Silva en batería, Carlos González en bajo y Rosario Ortega en voz.

A diferencia del último show que García y los suyos brindaron en el teatro Coliseo, -llamado "La torre de Tesla", anunciado dos días antes y agotado en media hora de venta online-, esta vez cambiarán "un poco" el listado de temas, según confirmaron desde el entorno de Charly a Clarín.

De este modo, se seguirán enfocando en compartir algunas canciones de Random -el álbum que García lanzó hace un poco más de un año y que cosecha siete nominaciones a los premios Gardel-, como Lluvia, Rivalidad, La máquina de ser feliz, entre otros, además de sus innumerables y eternos clásicos.

Dando cuenta de su notable mejoría, Charly García vuelve al ruedo musical. Luego de su recital en el Coliseo, de haber tocado junto a Turf en Vorterix el sábado 7 de abril, y de haber grabado hace pocos días los temas La otra salida y Todo a pulmón de Lerner junto a él y Geoff Emerick en el estudio El Pie, García cumple su promesa de volver a presentarse en vivo este año y demuestra que su capricho es ley, más allá de la fragilidad de su salud.

Las entradas estarán a la venta "a partir de esta semana". Sería otra vez a través de Ticketek y en la boletería del teatro.

Fuente: Clarín
El blog de Charly García (hecho por DIOS)

martes, abril 03, 2018

La música es mi oxígeno

Charly García en la noche del 27 de febrero. "Compuse mis últimos tres discos sin salir de esta cama.". Foto: RollingStone/ Nora Lezano
Es la casa de siempre, pero es otra casa. un departamento de paredes blancas, con el baño reciclado, el mobiliario sobrio, los pisos flotantes y un dormitorio que conserva el rastro de los años de pánico, locura y constant concept: la alfombra bordó, picada como el pellejo de un animal rapiñado por los buitres. La habitación, ese símbolo nacional con vista al Alto Palermo, es una zona mixta entre el pasado y el presente. Hay un televisor de mil pulgadas clavado en mute en el canal América, cajas de sonido apiladas en las mesas de luz, más elementos de audio sobre la colcha -un parlante Bang & Olufsen en forma de cilindro, el iPad mini en el que graba su música nueva, vinilos de Lennon y Bowie girando en una valija tocadiscos Crosley celeste-, y montones de artefactos en desuso almacenados en un placard sin puertas. Acostado en falsa escuadra, a los 66 años, con una remera negra de los Who y las secuelas de una fractura de cadera ya solidificada, Charly García contempla el espectáculo del mundo desde su lugar de siempre.

"Compuse mis últimos tres discos en esta cama", dice Charly, con las heridas a la vista pero el ánimo bastante arriba. "Yendo de la cama a la cama."

Cuando dice "mis últimos tres discos" se refiere al semimaldito Kill Gil (2009), a Random (2017) y a uno que todavía está en proceso, tentativamente titulado La torre de Tesla (el mismo nombre que le dio a su extraordinario show del 15 de febrero en el Teatro Coliseo), que por el momento se compone de siete archivos salvados en una carpeta de iTunes.

¿Cuál es la idea detrás de todo esto?

Tesla, la utopía, desconcertar.

¿En qué se va a diferenciar de Random?

A mí Random me va más para el corazón. Me parece un disco amoroso, bueno. Era un disco aleatorio, justamente. Éste quiero que sea riguroso. No sé por qué. Debe ser por eso de 2001, de que las máquinas dominan el mundo.

Para explicar menos y escuchar más, Charly conecta el iPad al parlante y hace sonar versiones regrabadas de "In the City that Never Sleeps" y "King Kong", dos bellas canciones de Kill Gil con las que parece tener una fijación. En el Coliseo había dicho, antes de tocar esos temas, "esto lo grabé ayer", y en su casa repite el comentario: "Ésta la grabe ayer", "esta otra antes de ayer". Puede ser un loop mental, o puede que esté buscando en estas canciones las pistas difusas para un rumbo nuevo ("así como la gente tiene sueños recurrentes, yo tengo melodías recurrentes", le dijo a Rolling Stone hace veinte años), y por eso las va registrando una y otra vez.

"Es su manera de trabajar", dice Tato Vega, un ultrafan convertido en asistente de tiempo completo y técnico de grabación en esta etapa de Charly. "Capaz que puede estar una semana grabando un mismo tema de los Beatles y después no lo vuelve a escuchar más. Busca inspiración en el trabajo."

También busca inspiración en las películas de Stanley Kubrick y en toda la música que lo formó: además de los Beatles, recurre a los Byrds, The Who, Todd Rundgren... Esos nombres aparecen en la conversación a cada rato, en anécdotas sobre los encuentros que tuvo con ellos a través del tiempo y que lo hacen sentir parte de una aristocracia internacional del rock, sobreviviente de una casta mítica a punto de desaparecer. Evoca la zapada que compartió con Jim McGuinn, de los Byrds, cuando vino a la Argentina en 2011. Habla de su encuentro con Pete Townshend ("uno de mis ídolos máximos") en La Plata: "Me dijo que a veces hay que aprender a morir, más que a vivir". La vez que conoció a Rundgren ("mi versión de 'Influencia' le pareció muy moderna") o cuando pasó a saludar a Ringo Starr en el Luna Park ("le di un poco de miedo"). También nombra a Andrew Loog Oldham, el legendario primer manager de los Rolling Stones, con el que mantiene una relación de años. "Me presentó a Tony Bennett. Yo estaba en un pasillo de un estudio, grabando 'Happy and Real' y Bennett me dijo: 'Es el mejor tema de los últimos cinco años'. Y yo me morí." Hay lugar para el resto de los Stones, obviamente: "A Mick Jagger le doy un poco de cosa. El fan mío es Keith Richards. ¿Será verdad que se esnifó al viejo?".