martes, junio 27, 2023

La salud de Charly García: qué dicen desde su entorno

Los seguidores de Charly García (71 años) expresaron su preocupación luego de que, al aire en A24, el periodista Esteban Trebucq diera una alarmante información sobre la salud del reconocido músico.

“Hay mucha preocupación en el entorno de los músicos que lo quieren tanto a Charly. Los que lo han visto en los últimos días cuentan que casi no habla ni camina. Su entorno, que está muy preocupado por todo esto, trata de que muy poca gente se acerque a Charly”, aseguró el periodista.

“Lo visitaron y lo vieron algunos músicos muy conocidos, que no voy a nombrarlos. Una persona que lo quiere muchísimo me dice que, en estos días, su estado es muy parecido a lo de (Diego) Maradona... Esperemos que no tenga el mismo desenlace, por Dios”, sumó Trebucq en su ciclo, La cruel verdad (América 24).

Esto generó que rápidamente el nombre de Charly se convierta en Tendencia en las redes sociales, donde muchos expresaron su preocupación y pidieron conocer más detalles sobre la salud del músico.

Pero, desde el entorno cercano a Charly salieron a desmentir la información brindada por Trebucq, dejando en claro que la salud del cantante, ex integrante de Sui Generis, PorSuiGieco, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Giran, no sufrió variaciones en su salud.

Rosario Ortega, integrante de la banda que acompañó al músico en sus últimas presentaciones en vivo, aseguró en su cuenta de Twitter: "Charly está tranquilo, mirando una peli, nada cambio en estos días, armo un revuelo solo por querer decir algo el pelado de A24…".

Beto Casella, en la misma red social, informó: "Afortunadamente, Charly García no padeció ningún percance en su salud en las últimas horas o días. Está haciendo sus trabajos de kinesiología, escucha música, ve películas y hasta toca su tecladito, siempre acompañado de su inseparable compañera Mecha y su amado hijo Migue".

"Su familia agradece las innumerables muestras de preocupación y cariño de parte del público", sumó el conductor de Bendita (El Nueve), trasmitiendo el mensaje de los seres queridos y más cercanos a Charly, quien está trabajando en su próximo disco.

Lo cierto es que el compositor y cantante, emblema del rock nacional, no sufrió ningún nuevo achaque en su salud, aunque sí continúa con sus problemas de movilidad, al punto que se maneja en silla de ruedas, tal como se lo vio en una de sus últimas apariciones públicas, como fue el festejo de su cumpleaños número 71, en octubre del 2022, en un bar de Palermo, al cual asistieron muchos de sus amigos.

Fuente: Clarín

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

viernes, abril 28, 2023

Cómo es "La lógica del escorpión", el nuevo álbum de Charly García, que por fin ya está listo para salir

Después de varios años de idas y vueltas, el músico finalmente consiguió las autorizaciones legales que necesitaba. Ahora solo debe entregar todo a la compañía y se publica enseguida.

Charly García con la remera de "La lógica del escorpión" en el CCK. Foto gentileza muestra Argra 2021/ Fernando Gens

Charly García con la remera de "La lógica del escorpión" en el CCK. Foto gentileza muestra Argra 2021/ Fernando Gens

Durante los últimos años, se dijo en muchas oportunidades que Charly García tenía listo un álbum nuevo llamado La lógica del escorpión, el sucesor de Random, de 2017.

Sin embargo la información no era del todo correcta, porque le faltaba algo muy importante para concretar el lanzamiento: no tenía las autorizaciones legales para hacer un tema de autoría ajena que quería incluir sí o sí.

Ahora, una fuente muy cercana al "universo García" confirmó a Clarín esta semana que ya estaba la bendita autorización del tema Watching the wheels, de John Lennon, que García había asegurado que iba a conseguir porque era amigo de Yoko Ono, o sino por intermedio del guitarrista Fernando Kabusacki, que tenía llegada a Sean Lennon.

Charly Garcia en el CCK, cuando cumplió 70 años. Foto: Martín Bonetto

En Sony Music confirmaron que está la autorización que faltaba, pero subrayaron que Charly aún no entregó el arte de tapa ni la grabación en sí.

De esta manera, el disco bautizado La lógica del escorpión podría salir dentro de muy poco tiempo. Un amigo del músico anticipó con entusiasmo que el material es muy bueno, "y hay dos o tres hits buenísimos".

Más detalles del disco
El último trabajo de Charly fue Random, en 2017, grabado principalmente en el estudio de Palito Ortega en Luján. Aquí habría algunas sesiones realizadas en esa época, pero luego García hizo numerosos retoques y agregados en un estudio de grabación cerca de Parque Centenario.

García también trabajó con su arsenal de iPads en su casa de Coronel Díaz y Santa Fe, preparando algunas bases y sampleando recortes de canciones ajenas.

Convocó a músicos como Fabián Quintiero, Fernando Samalea, Rosario Ortega, Fernando Kabusacki e Hilda Lizarazu, además de sus fieles laderos chilenos Kiuge Hayashida (guitarra) y Toño Silva (batería), que declaró hace poco que el sonido es "rockero y moderno".

Hilda Lizarazu en el homenaje a Charly en 2021. Ella también grabó en el disco nuevo. Foto Martín Bonetto

En diciembre del año pasado, Rosario Ortega contó en una entrevista con Gillespi en FM Nacional Rock que ella grabó algunas voces en 2021 y 2022.

“Canté con él -dijo- pero ya estaban grabadas las bases. Para las baterías tomó pedazos de una canción, no sé… de Prince, ponele, y después vino Samalea y tocó arriba. Algunas cosas las quiso dejar así. Él tiene una forma de trabajo no convencional”.

Otra pista fue dada por el propio Charly en un reportaje radial con Roberto Pettinato, donde explicó: “La lógica del escorpión es que… ¡no hay lógica! Hay suerte, como en la película Match Point de Woody Allen, donde están jugando al tenis y dicen: ‘Si la pelotita pasa…’. Entonces Woody Allen dice: ‘La mayoría de la gente no se da cuenta de lo importante que es tener suerte’. ¡La suerte es más importante que muchas boludeces!”.

En aquella entrevista también mencionó algunos títulos: una nueva versión de Te recuerdo invierno, de la época de Sui Generis, grabado en Estaba en llamas cuando me acosté, en 1995.

Otro tema de La lógica del escorpión sería Rock and Roll Stars, versión en castellano de Do You Want to Be a Rock ‘N’ Roll Star, de The Byrds, que Charly tocó en vivo 2006 en un programa de Juan Alberto Badía.

Otro allegado a Charly aseguró que el disco incluiría una nueva versión de Juan Represión, un tema de Sui Generis que fue censurado en la época de Pequeñas anécdotas sobre las instituciones, y que recién se grabó en el 2000 para el álbum del regreso de Sui, Sinfonías para adolescentes.

El arte de tapa
El primer anticipo del arte de tapa fue el año pasado, cuando Charly García cumplió 70 años y fue a tocar al CCK. Tenía puesta una remera negra con un escorpión realizado por Renata Schussheim, su vieja amiga, artista plástica y escenógrafa.

Renata Schussheim con Charly García y Luis Alberto Spinetta, en la época de "Piano bar" en el Luna Park, 1985.

Consultada recientemente por la revista Rolling Stone, Renata dijo: “Todo quedó parado desde que Charly tuvo un accidente en el que se quemó. Yo dudo que el disco esté por salir porque mi trabajo para el arte no está terminado. Entre otras cosas, me faltan los créditos y debería reunirme con Sony para presentarle los originales. Por ahora solo hay bocetos”.

Aclaró además que la tapa que circula en Internet con el nombre del álbum en letras góticas no es de su autoría.

Otras fuentes comentaron que luego la propia Renata tuvo problemas de salud y que la demora vino por ese lado.

Charly y las autorizaciones
Este largo, larguísimo, retraso en la publicación de un nuevo trabajo de Charly García tiene un antecedente similar de la época del disco El aguante, en 1999.

Aquella vez estaba empecinado en grabar una versión suya del clásico Con su blanca palidez, de Procol Harum, pero la banda no le autorizaba a hacer una traducción que no fuera la oficial. El tema finalmente no se incluyó.

Charly García junto a Carlos Menem, que debió ponerse el brazalete "Say No More" en la Quinta de Olivos, donde se grabó el disco pirata "Charly & Charly".

También se mencionó en muchos discos que Charly quería grabar una versión en castellano de un tema de Neil Young, Out on the weekend, que ya había incluido en el disco pirata Charly & Charly, grabado en la Quinta de Olivos con Carlos Menem entre el público.

En cuanto a las idas y vueltas con Watching the wheels, que Lennon grabó en 1981, el mayor impedimento fue que Yoko no autorizaba una versión en otro idioma. Además, Charly agregó un recitado en la introducción.

Charly García con Yoko Ono, en 1998. Atrás, Gustavo Cerati..

La confianza de García en conseguir el visto bueno de la mujer de Lennon se debía al hecho de haberla conocido el 15 de octubre de 1998, en una exposición en Recoleta llamada En Trance. Es más, de esa conversación, y la interpretación de un sueño que le contó Charly, luego surgió el concepto del espectáculo Líneas paralelas en el Teatro Colón, en 2013.


Por Marcelo Fernández Bitar

Fuente: Clarín

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

jueves, abril 20, 2023

Misterio, hermetismo y un obstáculo inesperado: ¿qué pasa con el nuevo disco de Charly García?

Ilustración: RNDR Martínez
 

Durante los días de aislamiento por el Covid-19, en 2020, Charly García se dedicó a registrar las canciones de La lógica del escorpión, un disco que aún permanece inédito. Grabada y masterizada, la esperada nueva obra del músico se encuentra demorada indefinidamente, según pudo saber ROLLING STONE, debido apenas a un detalle: la autorización necesaria para la inclusión de un cover de un artista internacional.

Sin lista de canciones definida ni gráfica terminada, el trabajo tampoco tiene fecha de lanzamiento a corto plazo. Desde Sony Music, el sello que lo editaría, explican que el proyecto está parado porque García “quiere incluir algo que requiere autorizaciones, y estamos a la espera de eso”.

El sucesor de Random (2017), según logró reconstruir ROLLING STONE, contaría con algunas reversiones de viejos temas del propio Charly, inéditos de la época en la que vivió en la quinta de la familia Ortega en Luján, y covers de clásicos del rock inglés y norteamericano traducidos al castellano, como lo ha hecho ya en discos anteriores.

Charly y una de sus bandas, con los chilenos al frente (Foto: Soledad Aznarez/La Nación)

García trabajó inicialmente con pistas en su casa, preparando algunas bases y sampleando recortes de canciones. Después, continuó el proceso creativo en un estudio porteño, adonde fue convocando a diversos colaboradores. Entre los que participaron están Fabián “Zorrito” Von Quintiero, Fernando Samalea, Rosario Ortega, Fernando Kabusacki, y Kiuge Hayashida (guitarra) y Toño Silva (batería), dos de los músicos chilenos que acompañaron a García en vivo durante los últimos años.

“Él empezó a grabarlo solo durante la pandemia y con Kiuge no pudimos viajar a Argentina hasta octubre de 2021, que estuvimos en su cumpleaños número 70”, dijo desde Chile el baterista Toño Silva. “Después, estuvimos en su departamento, nos hizo escuchar el disco de una sola pasada y fuimos al estudio a grabar algunas cosas puntuales en dos o tres temas. Me quedó la sensación de que este disco será más rockero que el anterior, aunque con un sonido más moderno”.

En diciembre pasado, Rosario Ortega contó en una entrevista con el programa de Nacional Rock La hora líquida, conducido por Marcelo Gillespi, que en algunos momentos de 2021 y 2022 fue al estudio con Charly a grabar voces para La lógica del escorpión. “Canté con él, pero ya estaban grabadas las bases”, dijo la cantante, que lo acompaña desde 2011. “Para las baterías tomó pedazos de una canción, no sé… de Prince, ponele, y después vino Samalea y tocó arriba. Algunas cosas las quiso dejar así. Él tiene una forma de trabajo no convencional”.

Según contaron allegados a Charly, entre las canciones reversionadas con letra en español que tienen grandes chances de ser incluidas en LLDE se encuentra “Out on the Weekend”, de Neil Young, grabada por primera vez en castellano para el pirata Charly & Charly, en 1999. Pero desde Sony aclaran que aún no está confirmado que el tema sea parte de LLDE: el paso del tiempo y la demora en la salida del material podrían derivar en modificaciones para un músico que se ha caracterizado por ser tan genial como imprevisible.

“Charly quiso cambiar algo de una letra de una canción. Hay traducciones oficiales del inglés al español que se pueden usar –explicó Rosario Ortega–. Pero cuando querés meter algo tuyo, cambiar un concepto, tenés que pedir autorización. Imaginate que ir a las oficinas de [Paul] McCartney… Pueden pasar 20 años hasta que te respondan”.

En los últimos dos años, tanto García como su entorno más cercano ofrecieron algunas pistas acerca de las composiciones que estuvo preparando. En una de sus últimas apariciones mediáticas, en víspera de su cumpleaños número 70, en 2021, el músico habló con Roberto Pettinato en el programa ¿Genio o idiota?, que el saxofonista conducía en Pop Radio 101.5. En esa corta entrevista describió su situación personal con humor y habló de un nuevo disco. “Estoy sexualmente bien, económicamente tirando y emocionalmente como se puede”, reveló entre risas y explicó sobre el título de su futuro disco: “La lógica del escorpión… Es que… ¡no hay lógica! Hay suerte, como la película de Woody Allen [Match Point, de 2005] que están jugando al tenis y dicen: ‘Si la pelotita pasa…’. Entonces Woody Allen dice: ‘La mayoría de la gente no se da cuenta de lo importante que es tener suerte’. La suerte es más importante que muchas boludeces”.

Rosario Ortega y Charly, a dúo (Foto: Rodrigo Alonso)

Además, detalló entonces que había grabado una nueva versión de “Te recuerdo invierno”, una de las primeras canciones que compuso hace cincuenta años, con Sui Generis, que finalmente grabó en estudio en 1995 para Estaba en llamas cuando me acosté, el álbum que registró a nombre de Casandra Lange. También confirmó la participación de Pettinato en saxo y adelantó el título de otra canción grabada para su nuevo trabajo “que habla de los malos mánagers que deberían buscarse un trabajo honesto”. Se trata de “Rock and Roll Stars”, versión en castellano de “Do You Want to Be a Rock ‘N’ Roll Star”, de The Byrds, que Charly tocó en 2006, en un programa de Juan Alberto Badía, “dedicada a los Airbags que han aprendido cómo se hace”. La letra, con varios cambios de la original, decía: “Andá al centro y buscate ya un representante que te haga triunfar/ Vendé tu alma a la corporación/ Vestite cool y robá una canción”.
Unos días después de aquella entrevista con Pettinato, García festejó su cumpleaños 70 con un show en el CCK, acompañado de gran parte de la banda con la que grabó Piano Bar en 1984. Esa noche, debajo de un traje blanco, lució una remera negra con un escorpión, realizado por la artista y escenógrafa Renata Schussheim para la gráfica de su nuevo material.

Después de comenzar 2022 con un accidente doméstico que le ocasionó quemaduras severas en una de sus piernas, Charly García volvió a ser noticia en octubre cuando se anunció que realizaría por primera vez una muestra como artista plástico en la feria de arte contemporáneo ArteBA. Las obras del músico, dibujos similares a los que formaron parte de su libro Líneas paralelas (Planeta, 2013), con la firma de Carlos Alberto García Moreno, arrancaban en los 600 dólares y se vendieron enseguida.

La artista plástica Marta Minujín fue una de las compradoras que se acercaron en la inauguración hasta el sector Utopía de la feria en Costa Salguero y se llevaron una de las obras del músico exhibidas. Según contó Jo Johannes, curador de arte y amigo de Mecha Iñigo, pareja de Charly, entre los dibujos vendidos en ArteBA se encontraba uno inspirado en “una de las canciones principales del nuevo disco”, en referencia al tema “Estrellas al caer”, registrado en febrero de 2022 en SADAIC a nombre de Carlos García Moreno, junto a otras composiciones nuevas: “Autofemicidio”, “Yo ya sé”, “Rompela” y “El club de los 27”.
Alejado del centro de la escena, Charly reapareció públicamente el día de su cumpleaños 71 en un evento para amigos y familiares en Bebop Club, Palermo. Llegó sonriente alrededor de las 22, con un look totalmente de negro, zapatillas, chalina animal print de leopardo, remera de Los Ramones, gafas oscuras, uñas pintadas de rojo, una lata de Coca-Cola en la mano y ayudado de una silla de ruedas, que le sirvió para trasladarse desde el auto hasta el interior del boliche.

Palito Ortega, Juanse, Joaquín Levinton, Lali Espósito, Nito Mestre, Mecha, y su hijo Migue fueron algunos de los presentes en la fiesta privada para alrededor de cien personas. La noche terminó con un minishow en el que Charly –con Von Quintiero, Rosario Ortega, Samalea y Fernando Kabusacki– tocó “Yendo de la cama al living”, “No voy en tren”, “Promesas sobre el bidet”, “Anhedonia”, “Fanky”, “Demoliendo hoteles”, “Nos siguen pegando abajo”, entre otros temas, y una reversión de “Break It Up”, grabado originalmente en Kill Gil (2010), ahora con letra en castellano y el título de “Rompela”, que tiene grandes chances de formar parte de LLDE.

Esa misma noche, en las redes sociales del diseñador Nicolás Cuño, responsable del vestuario del músico, se filtró otra de las canciones que esperan salir a la luz, “El club de los 27”. Dice en un fragmento: “El club de los 27/ es donde voy a estar/ El club de los 27/ es el mundo traicionero y digital/ Hay algo que no me cierra/ Algo sobrenatural”. “Este es nuevo, nuevo, nuevo y con David (Lebón)”, explica en el video el creador de la marca Key Biscayne, mientras García reproduce el tema en un iPad.

Consultado por sus seguidores en un Live de Instagram, en la intimidad de lo que parecía ser una zapada hogareña con el músico uruguayo Dinamita Pereda, Von Quintiero sentado al piano también se animó a ofrecer algunos adelantos. Ante las reiteradas preguntas tocó partes de “Te recuerdo invierno”, “Adiós Nonino” y, al terminar, mencionó a “Sure Know Something”, el clásico de Kiss: “Qué linda es esa canción… Esa va a ir en El escorpión, esto es un adelanto exclusivo. Me estoy atreviendo a adelantar esto. Es una locura…”.

Charly llega a la fiesta de su cumpleaños número 71 (Foto: Gerardo Viercovich/La Nación)

Esta no sería la primera vez que un disco de Charly se retrasa por los trámites burocráticos que demandan el pedido de autorización para reversionar un tema original de otro autor modificando la letra. Veinte años después del lanzamiento del éxito de Procol Harum “A Whiter Shade of Pale”, Charly se obsesionó con la canción a tal punto que, además de tocarla en sus shows de los 90 con letra traducida por él y bajo el título de “Con su blanca palidez”, intentó incluirla en El aguante, de 1998. Pero los ingleses le negaron el permiso porque consideraron que la traducción desvirtuaba el sentido de la composición que, según ellos, no tenía nada que ver con las drogas.

“Desde que Charly tuvo un accidente en el que se quemó, todo quedó parado”, dice Schussheim consultada por Rolling Stone, y aclara que la posible tapa que circula en Internet con el nombre del álbum en letras góticas no es de su autoría. “Dudo que el disco esté por salir porque mi trabajo para el arte no está terminado. Entre otras cosas, me faltan los créditos y debería reunirme con Sony para presentarle los originales. Por ahora solo hay bocetos”.

Recluido en su casa, al mismo tiempo que grababa nuevas canciones, Charly reconoció que pasaba gran parte de sus días mirando videos y escuchando en YouTube a músicos que tocaban aislados durante la pandemia. “Me encanta ver videos de gente extranjera que reacciona a mis canciones, para ver cómo lo hacen”, contó en una entrevista. “Hay muchos americanos. Algunos se agarran la cabeza, no pueden creerlo, dicen: ‘¿Por qué este músico no es famoso en todo el mundo?’. Hasta ahora, no encontré a ninguno que no le gustara lo que hago”.

Mientras la suerte de La lógica del escorpión se define, los fanáticos de Charly García esperan también ansiosos la publicación de la película Líneas paralelas, el collage cinematográfico que incluye registros documentales de archivo y el espectáculo que ofreció en el Teatro Colón en 2013 con su banda The Prostitution y un doble cuarteto de cuerdas dirigido por Patricio Villarejo.

“En la película se ven los camarines del Colón en blanco y negro, muy Kubric, que a él le encanta, mezclados con la fiesta de Caras, en la que se fue saludando a Moria –dijo Ortega–. Deseo que ese material alguna vez salga, es algo que se debería compartir”.

Por Bruno Larocca

Fuente: Rolling Stone

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

miércoles, abril 19, 2023

A 40 años de "Clics Modernos": Charly García tendrá su esquina en Nueva York

 

Walker Street & Cortlandt Alley,1983 y 2023.

Un argentino que reside en Manhattan comenzó la campaña. Ahora, la esquina de Walker Street & Cortlandt Alley tendrá una referencia al músico argentino.

Charly García será homenajeado en Nueva York, a 40 años de su disco insignia “Clics Modernos”, cuyo diseño de tapa se hizo en una esquina de la Gran Manzana. La obra, que representa una crítica a las tendencias predominantes de esa época y un registro claro del momento histórico del país, se convirtió en un clásico del rock argentino y es considerado por muchos como su mejor trabajo solista.

El 6 de noviembre a las 11 de la mañana (hora de Estados Unidos) es la fecha elegida por el organizador para perpetuar el nombre del máximo exponente del rock argentino, en la mítica esquina de Walker Street & Cortlandt Alley, donde García se sentó para inmortalizar la portada del álbum que salió el 5 de noviembre de 1983 y fue gestado completamente en Manhattan.

"Hace mucho tiempo venimos con esta idea. Estamos con el Consulado argentino, detrás de la habilitación hace meses y ahora podemos confirmarlo", relató a Página/12  Mariano Cabrera, actor argentino que reside en Nueva York y es el gestor del homenaje.

La esquina de Charly, 1985.

"Hace mucho tiempo venimos con esta idea. Estamos con el Consulado argentino, detrás de la habilitación hace meses y ahora podemos confirmarlo", relató a Página/12  Mariano Cabrera, actor argentino que reside en Nueva York y es el gestor del homenaje.

La pared original, donde estaba el grafiti, fue pintada, y pertenece a un edificio donde actualmente funciona un hotel, cuyo chef principal es el argentino Fernando Trocca.

"El municipio no permite que se pinte porque es una propiedad privada y para evitar el vandalismo, pero ese día se va a colocar una señal que marque que desde ese momento es "Charly García Corner”, aclaró Cabrera.

"Esperamos que Charly pueda venir. De todas formas, esta va a ser siempre su esquina”, resaltó Cabrera.

Un viaje de compras que terminó con un disco emblemático
Un viaje a Estados Unidos de ocio y compras, terminó siendo uno de los mejores discos del rock argentino. Clics Modernos fue lanzado en 1983. Y cuatro décadas después, es considerado uno de los trabajos más importantes de Charly y uno de los más influyentes en la música argentina y latinoamericana.

En Electric Lady Studios, con el productor Joe Blaney.

El álbum, autoproducido y compuesto por García, fue grabado casi totalmente en el Electric Lady Studios, que había sido creado por el guitarrista estadounidense Jimi Hendrix, en Greenwich Village.

El disco cuenta con canciones como "No soy un extraño", "Nos siguen pegando abajo", "Los dinosaurios", "No me dejan salir" y "Ojos de videotape", entre otras, que reflejan la perspectiva del compositor sobre la sociedad argentina de dese momento y de su inconformidad con ciertas tendencias.

“No viajé para hacer un disco. Pero en ese lugar, todo inspiraba. Me gusto la energía y quise componer y juntarme con algunos músicos para hacer algo”, contó el músico en una entrevista.

Instalado en Nueva York, se dedicó a profundizar en la escena musical de la Gran Manzana y a comprar equipos para hacer su próximo disco. Cuando el concepto estaba, eligió el título y llamó a Uberto Sagramoso, su histórico fotógrafo, para que lo retrate en algún lugar de Manhattan.

“La idea era escribir con aerosol en una pared, “Nuevos Trapos”, así se iba a llamar el disco”, aclaró García en una nota.

Pero una imagen de una silueta negra - pintada por el grafitero canadiense Richard Hambleton- le trajo a la memoria las imágenes difundidas por las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo sobre los desaparecidos y todo cambió.

"Al lado de esta silueta había un mensaje “Modern Clix”. Pensé que era perfecto, mi idea de poner con aerosol Nuevos Trapos se perdió en ese mismo momento”, recordó Charly sobre el nacimiento de lo que luego fue título y foto de tapa del álbum.

Fuente: Página 12

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

lunes, diciembre 26, 2022

A 40 años del Ferro de Charly García

Junto a Charly actuaron Sueter y Los Abuelos de la Nada, que aportaron músicos a su banda. Télam.

El primer concierto de rock argentino en un estadio dejó una marca indeleble, desde la impactante puesta de Renata Schussheim a un recorrido de canciones que marcó el inicio de la carrera solista del ex Serú Girán.

A bordo de una limusina rosa junto a los músicos de su banda, luego de ser anunciado por un presentador francés y con la melodía de una reconocida “chanson” de fondo, Charly García ingresó al escenario montado en la cancha de Ferro la calurosa noche del domingo 26 de diciembre de 1982 para protagonizar un memorable show que daba inicio formal a su etapa solista. Un show que quedó grabado a fuego en la memoria colectiva por su impactante final en el que un bombardeo de pirotecnia destruyó la ciudad armada como escenografía, como corolario de la elíptica interpretación de “No bombardeen Buenos Aires”.

Pero más allá de esta inolvidable escena, el concierto realizado bajo la excusa de la presentación oficial del disco Yendo de la cama al living, registrado por Canal 9, se ubica como uno de los más emblemáticos en la historia del rock argentino por contar con una gran cantidad de ingredientes que marcaron un antes y un después en la escena local.

Fue el primer recital de rock argentino realizado en un estadio, una gran apuesta para la época; tuvo sus guiños al pasado en varios aspectos, pero fundamentalmente marcó el rumbo de la nueva época que se abría para el movimiento vernáculo; y, además, se planteó como un espectáculo integral a la altura de un show internacional, bajo la dirección artística de Renata Schussheim.

Con el termómetro marcando picos cercanos a los 40 grados y con algunos típicos chaparrones veraniegos, la jornada organizada por Daniel Grinbank se inició temprano con la actuación de Los Abuelos de la Nada y continuó con Sueter, banda que no fue muy bien recibida por la público.

Finalmente, el actor Jean François Casanovas vestido de frac presentó a Charly en francés, momento en que el artista hizo su ingreso en una limusina rosa, junto a los músicos de su banda para la ocasión, conformada por Willy Iturri en batería y Los Abuelos de la Nada Andrés Calamaro (teclados), Cachorro López (bajo) y Gustavo Bazterrica (guitarra).

A través de 22 canciones, Charly recordó parte de su pasado en Sui Generis, Serú Girán y La Máquina de Hacer Pájaros, pasajes en los que tuvo como invitados a Nito Mestre y Pedro Aznar -Bazterrica, por su parte, había sido parte de La Máquina de Hacer Pájaros-; pero también mostró su nuevo material y anticipó la gloriosa década que le esperaba.

También estuvieron como invitados León Gieco y Mercedes Sosa, en tanto que se esperaba a Luis Alberto Spinetta, pero no pudo llegar al escenario desde el mangrullo, lugar elegido para presenciar el concierto, según contó luego el propio Charly. Pero el mayor impacto se produjo cuando, en una alegoría a la reciente Guerra de Malvinas, una lluvia de pirotecnia derribó la gran ciudad armada como escenografía.

“El disparador de eso fue Charly diciendo que quería que algo se destruyera. Ahí surgió la idea de hacer esa ciudad, para la que fui en busca de un gran amigo, el escenógrafo Juan Lepes, que tenía un gran taller como para armar eso”, recuerda Renata Schussheim.

Para el “bombardeo”, se habían tirado unos alambres desde el mangrullo por donde se desplazarían unos cartuchos con pólvora a fines de que impactaran contra los perfiles de edificios del fondo del escenario, pero una gran incertidumbre sobrevoló toda la jornada, no solo por la imposibilidad de poder testear previamente el truco, sino también por los inoportunos chaparrones que amenazaron con arruinar todo.

“El día que se hizo el show, estaba en el mangrullo con Luis Alberto (Spinetta) y empezó a llover, ante lo cual pensé que nada iba a suceder porque todo se iba a humedecer y no iba a estallar nada. Así que junto con la lluvia caían mis lágrimas de desesperación y angustia. El tema es que sí funciono y voló por el aire todo. Fue una locura. Los chicos que estaban tocando vieron que se caía la escenografía y ellos mismos estaban muy sorprendidos”, narró la artista. Y concluyó: “Son esos momentos que yo siempre digo que a Dios le gusta el teatro y los espectáculos, porque no se podría haber hecho eso sin ningún ensayo, pero salió todo absolutamente maravilloso”. Schussheim también hace hincapié en otros aspectos del show pensados desde su dirección artística, como la limusina rosa o la presentación en francés de Casanovas. “Hubo un montón de chistes que tenían que ver con todo el show”, remarcó.

De esta manera, Charly institucionalizaba cierta imagen glamorosa para el rock local, muy resistida bajo argumentos puristas, pero que no obstante se establecería como moneda corriente en la renovación de la escena en esa década. El ingreso de la marca de jeans Fiorucci como sponsor alimentaría a los detractores, pero también abriría una nueva era en tal sentido. El mismo Charly se burlaría de ello en su canción "Transas", grabada un año más tarde en Clics Modernos.

Osvaldo Marzullo era periodista de la revista Pelo, y rememora algunas de las cuestiones por las cuales el concierto quedó en la historia. “El disco había tenido un impacto muy fuerte y cuando se dijo que este recital iba a ser en una cancha de fútbol fue raro porque era mucho. El público de rock no era tan grande en ese momento. Creo que el más convencido que eso iba a andar bien fue el propio Charly. Él convenció a todos y armó un show que realmente fue espectacular. Lo recuerdo como esos shows que te vuelan la cabeza”, dijo el periodista.

Además de destacar el gran cancionero con el que contaba Charly a esa altura y “la descomunal puesta” de Renata, Marzullo reflexiona sobre el valor simbólico que tuvo la entrada en la limusina. “Fue medio raro porque creo que no andaba y la entraron empujando, así que tuvo esa cosa de rockstar de Charly, pero a la vez de rockstar argento, pero estuvo bueno”, apuntó, a la vez que, a título personal, destaca que el “bombardeo” no fue de las más partes que más disfrutó del show, a pesar de su fuerte impacto. “Que Charly haya realizado un recital de esa envergadura y que haya terminado bien fue un gran espaldarazo para futuras aventuras de ese tipo. Lo recuerdo como uno de los shows más grosos de aquella época”, concluye el periodista especializado.

El guitarrista Jorge Minissale estuvo ese día arriba del escenario como integrante de Sueter, un grupo maltratado en esa jornada, luego de la buena recepción que habían tenido Los Abuelos de la Nada. Cuarenta años después, el músico tiene su lectura de lo ocurrido. “La gente quería ver a Charly. Ya habían tocado Los Abuelos para que los músicos que luego iban a tocar con Charly tuvieran un descanso; así que cuando vinimos nosotros la gente ya estaba un poco inquieta. No éramos conocidos y era una época hostil y agresiva del público cuando no le gustaba algo. Yo todavía tengo por ahí la Stratocaster con la marca de un monedazo”, narra, para luego aceptar que, a largo plazo, esa exposición fue positiva para la banda.

A diferencia de la “amargura” que sentía el líder de Suéter, Miguel Zavaleta, quien confrontó a quienes agredían al grupo, Minissale logró sortear emocionalmente ese momento y disfrutó a pleno el concierto de Charly. “Fue maravilloso, fantástico, al igual que la puesta en escena de Renata. También fue maravilloso el post show con la cena en la Costanera con todos los músicos. Estar sentado en la mesa con Charly, en esa noche tan especial, siendo muy joven, me hacía sentir que ya estaba perteneciendo a ese mundo que veía en las revistas. Como que iba por el buen camino. Fue una noche importante para mí y para todos, para la cultura nacional”, remarcó el guitarrista.

“La escenografía fue monumental y todo ese recital fue increíble pero digamos que las cosas sucedían porque el que quería que las cosas sucedieran era Charly. Él era el que convocaba y tenía una idea. Cada vez que trabajé con él, traté de acercarme lo más posible a sus sueños, dentro de lo que es estar en el Tercer Mundo y todo eso, pero siempre logré estar bastante cerca de sus sueños y de todos nosotros. Eso lo tengo claro”, remata Renata Schussheim.

Fuente: Página 12

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

lunes, octubre 03, 2022

Charly García expondrá sus cuadros por primera vez

Charly García. Además de música, también dará a conocer sus pinturas. Foto Maximiliano Vernazza

Con su nombre completo, Carlos Alberto García Moreno, POPA galería de arte y La fundación Make Art Not War anunciaron que Charly García expondrá por primera vez sus obras pictóricas en el marco de ArteBA 2022.

Siempre se supo del interés de Charly García por la pintura y él mismo ha hecho conocer algunos de sus dibujos. Es más, la tapa de su último disco hasta hoy -Random, de 2017- fue hecha por el propio músico.

También pintó una acrílico que fue la contratapa del disco Pettinato plays García, en la que Roberto Pettinato interpretaba temas de Charly, e incluso en algunos de ellos con la participación de García.

"Random", el disco de Charly García de 2017, en el que el músico hizo también el arte de tapa.

Lo que no se sabía era que tenía una colección de obras que podían llegar a exponerse formalmente.

Cómo definen su obra
En el catálogo de la muestra, el filósofo Dani Mundo intenta dar cuenta del universo pictórico de Charly García, en esta cita textual:

Charly García, dibujo en su disco con Pettinato.

"Como pintor, García representa un movimiento artístico que en nuestro país casi no tuvo repercusión, el art brut. Las imágenes salvajes que atentan contra los contornos y los significados claros que pinta Charly recuerdan imágenes de sujetos esquizofrénicos, que desde hace unas décadas vienen considerándose obras de arte como cualquier otra...

"Pero la pintura de Charly, como también su obra musical desde los años 90, es una pintura para la que el color, el rayón y la macha bastan...

"Las imágenes del “arte bruto” son como traducciones del inconsciente a una lengua que solo existe en esas imágenes...

Charly García expondrá sus obras plásticas bajo la curaduría de Rodolfo Johannes en Galería POPA.

"Las pinturas de Charly están en carne viva. En el rayón trash es como si la mano misma (si el inconsciente se hallara en la mano) pintarrajeara y coloreara sin ningún simbolismo ni mediación...

"En el álbum de SNM (Say No More) las ilustraciones ya están atribuidas a Charly García. En ese cd ya despunta el rayón. Oscuridad y rayón, una buena manera de representar a esa sociedad menemista que en ese momento disfrutaba a pleno de la fiesta modernizadora, aunque lo hiciera sobre las ruinas y la miseria de la mitad de la población...

"Si bien Charly no provoca en la pintura la misma revolución que trató de desencadenar en la música, es posible pensar que su obra pictórica acompaña esta búsqueda destituyente de la tradición musical. Dan cuenta del mismo yo. Ojalá haya una exhibición de esa obra pictórica que, por ahora, conocemos de modo fragmentado y subalterno".

Otra de las obras de Charly García que se podrá ver en ArteBA 2022.

Dónde y cuándo ver las obras de Charly
POPA Galería estará en el Stand C23 UTOPIA en el Centro Costa Salguero (pabellones 1, 2, 3 y 4) en Av. Costanera Rafael Obligado 1221, del 7 al 9 de octubre de 12 a 20. la curadoría de las obras de Charly García pertenecen a Rodolfo Johannes.

En tanto, se espera con muchísima expectativa un nuevo álbum musical de Charly, que al parecer tendría ya grabado y estaría en su faceta final de mezcla y masterización.

Más de la obra pictórica de Charly García.

Alguno de los músicos que tocaron con él en este nuevo disco, como el baterista Fernando Samalea, consideran que hay al menos cuatro grandes hits en su nueva producción.

Pero Charly no termina de entregarlo. Se entiende, él es el autor de la frase de que los discos "no se terminan, se abandonan", ya que siempre se puede seguir trabajando sobre ellos y agregando alguna capa más.

El 23 de octubre próximo Charly cumplirá 71 años. A su primera muestra como pintor sería ideal que también le agregue la salida de su nuevo álbum.

Fuente: Clarín

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

miércoles, diciembre 22, 2021

La reedición del primer disco de Serú Girán viene con una exigencia de Charly García


El Instituto Nacional de la Música (INAMU) anunció la reedición del primer disco de Serú Girán, en formato vinilo y en CD. Una tarea que no fue nada sencilla, ya que se trata de un material que había quedado en manos de la discográfica Music Hall que no había podido recuperarse en 20 años y a lo que además Charly García le sumó una condición inapelable: que se recuperarán las fotos originales que se habían tomado en San Pablo para la ocasión.

Este tiempo tan amargo por los dos años -que no sean más- de la pandemia, también trajo el auge de revisión de los grandes capítulos de la historia de la música del siglo pasado y eso se celebra. Como ocurrió con el estreno de “Get back”, el documental de 9 horas que muestra a los Beatles intentando crear en tiempo récord su álbum “Let it be”. Un material que late, porque, al fin de cuentas, narra el prefacio de un final.

Este 2021 también fue el de “los 70 de Charly García”, “los 70 de León Gieco”, el reconocimiento público de estas personas por su legado y por existir y, en el ocaso de este 2021, llega la noticia de la remasterización del primer disco de “los Beatles argentinos”: los Serú Girán.

Este álbum no fue el primero de la banda que se reeditó: ya lo habían hecho con “La Grasa de las capitales” que fue una de las últimas actividades que pudo hacer el INAMU antes de la pandemia. Ahora, igual que entonces, Pedro Aznar fue uno de los encargados de tomar esos sonidos recuperados, limpiarlos y lograr que sonaran con la mejor calidad posible.

¿Por qué ocurre esto 43 años después de su lanzamiento en 1978? Porque este fue uno de los álbumes que quedó retenido en los galpones recónditos de Music Hall. El catálogo de la discográfica -de más de 1.500 discos- estaba retenido porque la empresa se había declarado en quiebra y el síndico a cargo decidió que “o se vendía todo el repertorio junto o no se vendía nada”. Entonces los músicos que intentaban recuperar sus grabaciones no podían hacerlo porque no querían venderles sus archivos por separado.


Así pasaron 20 años: desde 1994 al 2014 los discos que estaban en ese catálogo no se podían editar o, lo que terminaba sucediendo es que se hacían ediciones truchas que perdían calidad en el camino. Fue el periodista Alfredo Rosso quien acercó esta inquietud al INAMU y a partir de entonces comenzaron a hacer la lista de qué discos estaban “atrapados” en el archivo de Music Hall.

Investigaron los expedientes sobre el proceso de quiebra de la discográfica y finalmente llegaron a los archivos musicales. El catálogo estaba en condiciones de ser recuperado y desde el INAMU se hizo la oferta a la jueza a cargo para recuperar el material y darles a los artistas principales una licencia de la venta del formato físico, la explotación digital y la sincronización de lo recuperado. Con este movimiento León Gieco recuperó sus diez primeros discos, Gustavo Santaolalla los primeros cuatro de Arco Iris, y muchísimos artistas más de los más variados géneros se reunieron con su material.

Serú Girán remasterizado por ellos mismos
La propuesta del INAMU tiene la peculiaridad de hacer participar a los artistas de la banda en la tarea de recuperación de sus discos y, en el caso del disco de Serú Girán, además de Pedro Aznar, tanto Charly García como David Lebón siguieron de cerca el proceso de remasterización.

“En este disco hubo una dificultad extra porque cuando fuimos a verlo a Charly a la casa, él nos pidió que se recuperaran las fotos de José Luiz Pederneiras que había hecho la sesión que se usó para el disco, entonces eso se convirtió en una causa para nosotros”; confesó Diego Boris, presidente del INAMU.

José Pederneiras es el hermano de Zoca, pareja de Charly en aquel entonces y quien había hecho la sesión de fotos en San Pablo, Brasil. Encontrar al fotógrafo fue sencillo, pero lo complejo era que él diera con aquellos negativos. Finalmente, todo se logró, los negativos aparecieron y el disco incluye esas fotos inéditas hasta la fecha.


"Tantos años después recibo esta invitación para ser parte de este lindo proyecto”, dijo el propio Pederneiras emocionado. “Recuerdo que, en los intervalos de las grabaciones, caminábamos por las calles y parques de la ciudad de Sao Paulo, y registraba esos encuentros. El reencuentro ahora con esas fotos, es como revivir un poco aquellos días maravillosos”, agregó.

Al igual que para la edición del 40 aniversario de "La Grasa de las Capitales", en la restauración y remasterización del sonido también participó Ariel Lavigna y, fue realizada en conjunto por el Instituto Nacional de la Música y Altafonte. Contó con la producción Diego Boris, y de Gustavo Gauvry de la Asociación Argentina de Técnicos e Ingenieros de Audio (AATIA) y a partir del miércoles 22 podrá conseguirse en las disquerías.

La reacción de los protagonistas
"Este disco es un encuentro entre cuatro amigos. Me emociona y me pone feliz que los jóvenes hoy puedan escuchar lo que hacíamos nosotros en nuestra juventud. Esta reedición es una manera de hacer que ese amor y esa música no se pierdan nunca", dijo David Lebón luego de conocer la noticia, en tiempos muy sensibles para el músico que perdió a su hija Tayda este año.



Charly García también hizo llegar su mensaje: "Estoy muy emocionado, me dejó muy contento como quedó el disco". Pedro Aznar recordó que la banda marcó un antes y un después en su vida. “Forjó en nosotros una hermandad muy importante que nos hizo crecer a los cuatro, nos puso en contacto con pares. Verse espejado en alguien que tiene exactamente el mismo nivel de pasión por la música, es una cosa muy importante, es algo que te da alas para volar más lejos. Eso creo que es lo que significó Serú Girán para cada uno de nosotros”.

Hace casi 2000 años
En 1977 Charly García se había enamorado de Zoca, la bailarina brasileña que le insistió al músico que armara algo con David Lebón. Así fue. En Búzios la dupla comenzó a darle forma a lo que más adelante sería Serú Giran, pero fue en San Pablo donde se consolidó (el sonido de ese país se cuela en “Autos, jets, aviones, barcos”), ya con Oscar Moro y Pedro Aznar confirmados. Les llamaron “Los beatles argentinos” y José Luiz Pederneiras les hizo algunas fotos que recordarían las clásicas imágenes del grupo británico.



Hoy Serú Girán es una banda icónica del rock nacional, con algunas canciones más “accesibles” y otras que ofrecen alguna resistencia, pero que sin duda concentra piezas brillantes como “Eiti Leda”, la canción que abre el primer disco. Este álbum también incluye “Seminare”, otro ingrediente principal de eso que llamamos rock nacional. El LP se completa con “El mendigo en el andén”, “Separata”, “Autos, jets, aviones, barcos” en el lado A y en el lado B aparece “Serú Girán”, “Voy a mil” y “Cosmigonón.

Y, a pesar de que esa música se creó 43 años atrás, cuando Charly todavía no había llegado a los 30 años, sigue estando vigente porque le “habla a tu corazón”, es que García, como escribía Miguel Grinberg en 1990 “no es un héroe, es apenas un hermano al que las cosas que conocemos le duelen tan hondo, que su modo de defenderse es crear cosas para el corazón de quién quiera”. 

Por Rosario Bernasconi

Fuente: Perfil

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

miércoles, octubre 27, 2021

Las locuras de Charly

Ahora es fácil ser fan de Charly García; ahora que no hay peligro, ahora que ya pasó la desintoxicación, ahora que Charly está encerrado en su casa, en una cuarentena que empezó mucho antes que la del coronavirus. Ahora que la prensa especializada y los encuestadores del canon revistero ya ordenaron definitivamente sus discos en listas en las que los primeros puestos siempre son para otros. Charly es ahora ese viejito que hizo las canciones que hizo, que cantó en clave las letras con las que el rock narró los 70’ en esta parte del mundo; ahora es ese “ser” (¿Spinetta dixit?) que nos puso a bailar cuando todavía nadie salía a bailar el rock; el que en 2009 volvió desde no se sabe dónde o desde la quinta de Palito (¿o era una estancia?). El homenajeado; el Doctor Honoris Causa; el que fue al velorio de casi todos los demás (de Soriano a Cerati); el que llegó “al Colón” (el que suspendió un Colón); el que en dos horas de venta de tickets llena cualquier sala argentina para un recital que probablemente durará un poco menos. Ahora no sólo es fácil ser fan de Charly García, ahora es casi un deber del buen argentino.

Pero no siempre fue así; hubo un tiempo, que fue hermoso, en el que seguir a Charly tenía un costo, había consecuencias sociales, había que dar explicaciones. Los mayores nos decían que Charly ya había cantado para ellos, que los discos que importaban habían salido cuando nosotros todavía no habíamos empezado la primaria. Algunos de nuestros congéneres (los que se seguían “llamando chabones”) se alistaban en las filas de esas bandas cuya línea genealógica termina en República Cromañón pero que, si la remontamos, conduce inequívocamente a Los Redondos. Otros se reconocían en las playlist de “Los 40 principales” y sus satélites; o se volcaban de lleno a la “guerra de los colores” y a viajar “a 2000” por las rutas argentinas del cuarteto. Todos, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política” convenían en que Charly García estaba loco.

Hacia mediados de los 90, la idea de que Charly estaba loco era un elemento constitutivo de la atmósfera cultural argentina; en la tele, en los diarios, en la radio, en la escuela, en las discusiones familiares, la frase “Charly está loco” pululaba como un argumento irrebatible que pretendía neutralizar cualquier intento de vindicación o defensa; deslumbrados por su magnética lucidez, nosotros éramos eso, los seguidores de un “loco” que, dos semanas después de presentar Say no more en el Ópera, aseguraba estar librando una “guerra contra la nada” (la enigmática frase era una alusión que pasó desapercibida pero que remitía a la alegoría central de La historia sin fin).

El dilema, por supuesto, era un poco más escabroso. La paulatina figuración de la locura de Charly comienza mucho antes de que los medios masivos lo redujeran a materia prima del escándalo. El primer diagnóstico del que tenemos noticia, de 1972 pero anterior a la grabación de Vida, se lo debemos a una institución que, según  su propio lema, “nació con la patria en mayo de 1810”: el Ejército Argentino. Su jefe, Alejandro Agustín Lanusse, oficiaba de Presidente de facto al mando de la autoproclamada Revolución Argentina. Según Sergio Marchi, la frase precisa que utilizaron fue “maníaco-depresivo, con personalidad esquizoide” y se convirtió en el salvoconducto que, a los pocos meses de comenzado, liberó a Charly García del Servicio Militar Obligatorio. Es raro decirlo, pero la institución disciplinadora hizo su trabajo con perspicacia y descubrió a Charly García incluso antes que el mercado, la industria y Jorge Álvarez.

Ese diagnóstico funda la locura de Charly y, al mismo tiempo, propicia el movimiento especular con el que Charly responderá a esa acusación durante los años siguientes, y aún durante las próximas décadas. Ahí es donde empieza a tomar forma el “ejército loco” de esa canción que termina diciendo “porque para ellos el loco era yo”. Pero Charly da un paso más, porque la democracia argentina también está signada por ese ejército. De una forma menos evidente, esa respuesta especular aparece también en “Juan Represión” (“está tan loco el pobre”), una letra que juega con el nombre propio más común de nuestra lengua y a la vez el más singular de nuestra historia política: el de Juan Perón. Las hipótesis de lectura se multiplican pero hay algo en la letra que se trasluce de manera distintiva, la duplicidad del protagonista y su percepción invertida de la realidad: se viste de bueno con el disfraz de villano (¿un león herbívoro?), los malos de la historia son los héroes cotidianos, quiso ser un superhombre pero la realidad se le escapó de las manos, los reprimidos serán sus amigos cuando se quite la máscara. La fábula pareciera encriptar las coordenadas históricas que rodean la génesis de esta canción, en 1974: la “bipolaridad” y la doble identidad del peronismo en el regreso del líder, ese Juan que, Charly parece no olvidar, también formó parte del Ejército loco que, durante el siglo XX, asumió la función ejecutiva por todas las vías que tuvo a su alcance.


Estas apreciaciones resultan menos sospechosas a la luz de dos datos. El primero es la participación de Sui Generis, entre otros “conjuntos de música moderna”, en el “Festival del Triunfo Peronista”, en marzo de 1973; la crónica de la revista Pelo menciona la presencia del vicepresidente Solano Lima y la precipitación de una intensa lluvia que marcó el final del multitudinario festival antes de que terminara el set de la segunda banda. El otro son las letras de “Música de fondo para cualquier fiesta animada” e “Instituciones” que no quedaron en el disco y las variaciones en vivo (registradas en el monumental trabajo de Di Pietro) cuyas alusiones a “padres que acaricien mi espalda” y a “un presidente hablando sobre un pueblo en paz” (no ya a un difuso rey, imaginario o no) alientan esta lectura. Menos que instancias de una militancia sostenida u orgánica, parecen indicios de una experiencia de politización y desencanto que, felizmente aunque censura mediante, redundó en la necesidad de Charly de desmarcarse de la lírica “panfletaria” (Nito Mestre dixit) para intensificar la filosa polisemia que en adelante marcará su obra.

Aquella experiencia de Charly en la colimba se suele contar de manera anecdótica y risible; sin embargo, ese acontecimiento se vuelve significativo a partir de sus efectos. De un modo casi directo, le debemos a las Fuerzas Armadas “Canción para mi muerte”, “Botas locas” y, aunque de manera menos inmediata, parte de lo que vino después, entre Pequeñas anécdotas…  y Clics modernos. Mirada de cerca, esta idea anodina es una de las hipótesis estéticas más fuertes de la cultura argentina; un planteo que atraviesa transversalmente nuestra historia. David Viñas la instala cuando dice que “la literatura argentina empieza con Rosas”, es decir, cuando Esteban Echeverría, Sarmiento, Juan María Gutiérrez y Alberdi escriben contra Rosas y se proponen instaurar las bases de una literatura nacional. No es del todo distinto lo que ocurre, por ejemplo, con Borges, cuyos cuentos más potentes, los incluidos en Ficciones y El Aleph, fueron escritos en buena medida contra el modelo cultural (y político) que dominó durante el primer peronismo. No se trata, entonces, de una cuestión temática o contestataria sino de la potencia estética y crítica de esas canciones en cuya complejidad está operando también el poder de un enemigo divisado. Charly se lo explicaba a Mariana Enríquez de esta forma:

Lo que voy a decir ahora puede parecer fascismo, pero no lo es, nada que ver. La situación de que haya un enemigo claro, y que te tengas que jugar por algo, hace la hamburguesa de la canción. El arte era mejor cuando estaban los militares.

No es casual que hayan aparecido aquí el nombre de David Viñas y su hipótesis sobre la literatura (en nuestro caso el rock) según la cual la disidencia política puede redundar, para ciertos artistas, en una densidad estética y crítica particularmente significativa. Fue justamente Viñas el nexo que Jorge Álvarez eligió para acelerar la maduración política de Charly en términos teóricos menos ingenuos; de Beatriz Sarlo a Jorge Álvarez, todos (menos Sergio Marchi) dan testimonio de esos probablemente fugaces encuentros previos a la composición de Pequeñas anécdotas sobre las instituciones. Tampoco es casual que tanto “Botas locas” como “Juan Represión” hayan quedado fuera de la primera edición del disco.

Hasta aquí, podemos decir que cuando el Ejército argentino funda la locura de Charly, éste le devuelve su propia imagen invertida; pero hay más. La primera declaración pública de Charly negando su locura data nada menos que del especialísimo año de 1976, cuando desde el número 77 de Pelo afirmaba que no era un “loquito” (lo dice dos veces), al tiempo que se refería a “cierta gente” que, “sobre todo en el interior”, se le acercaba no por lo que era “como músico” sino por considerarlo “una especie de triunfador” que gana “mucha plata” o cual si fuera “un fenómeno de circo”. En ese breve “reportaje”, dado entre el final de Sui Generis y el comienzo de La máquina (de hecho participan otros integrantes de la banda), Charly señala que varios medios habían “inflado” un aspecto “absolutamente superficial” de su personalidad y que quiere transmitir una imagen “más real” acerca de quién es. Superficialidad, exitismo, dinero, publicaciones que aceleran el índice inflacionario de “falsas imágenes” consumidas “por tipos que viven de esa manera”. A los 24 años, Charly lanzaba hacia el futuro, en una línea paralela a su obra, un breve diagnóstico en el que no nos cuesta demasiado encontrar un perfil que se acentuaría en buena parte de la sociedad argentina durante las próximas décadas; quizá la locura ya era, como había cantado poco antes, “poder ver más allá”.

La locura reaparecerá como negación atenuada en “Yo no quiero volverme tan loco”. El adverbio “tan” y los “delirantes por ahí” tensan la cuerda que distingue entre lo que “no quiero” y lo que sí “quiero”, entre la locura política (“vestirme de rojo”, “saber lo que hiciste”, “sembrar la anarquía”, “vivir como digan”) y el delirio cultural (“bailando en una calle desierta”, “mundo de fiesta”). Esta canción, que forma parte del repertorio final de Serú Girán pero que será grabada recién en Yendo de la cama al living (donde también aparecen “los hambrientos, los locos, los que se fueron, los que están en prisión” de “Inconsciente colectivo”), es la escala previa a la expansión histérica de “Cerca de la revolución” (“todo el mundo loco y yo sin poderte ver”) y a la tautología invertida de “Raros peinados nuevos” (“el más cuerdo es el más delirante”); dos temas con explícitas connotaciones políticas (“no es solo una cuestión de elecciones”, “el pueblo pide sangre”, “y si vas a la derecha y cambiás hacia la izquierda”) que, teñidas de psiquiatría y farmacopea (“analistas”, “enfermero”), dan continuidad a la saga justo cuando la democracia empezaba a vacilar en la antesala de los Juicios a las Juntas.

A partir de Filosofía barata y zapatos de goma, aquella “cierta gente” que lo miraba como a un “loquito” parece haberse multiplicado; las alusiones a quiénes lo tildan de loco parecen definir un sujeto más amplio, en un crescendo paulatino que va desde el “no pienses que estoy loco”, de “De mí”, al “dicen que estoy loco, haga lo que haga”, del cover de “Mirando las ruedas”, grabado para Kill gil. Estos últimos ejemplos indican con claridad que ya no se trata de que las fuerzas represivas del Estado (“ellos”) lo tilden de loco o de la mirada extrañada que decía haber percibido en el interior del país sino de una idea socialmente extendida, que, como el mapa de Borges en “Del rigor de la ciencia”, se superpone palmo a palmo con la Argentina, a excepción de nosotros, “los aliados”. Así, a quienes ya lo atacaban desde los 80’ al grito de “puto” y “falopero” y a los fans desencantados que dejaron de seguirlo en torno al regreso de Serú Girán, se les sumó esa parte de la sociedad para la que Charly, como el Maradona maldito de los 90 (Zariello dixit), es un símbolo nocivo de la Argentina.


El arco temporal de esa dilatada y diferida “respuesta” quizá sea el primer indicio de eso que a fuerza de énfasis y repetición derivó en la idea común y transversal de que Charly estaba loco; no es descabellado pensar que esa es su mecánica ante la herida, ante el trauma. Entre la escena del diagnóstico inicial y Kill gil han pasado más de treinta años, en los que Charly, de algún modo, siguió contestando. Esta especie de conducta recurrente puede entenderse como que Charly es alguien que tiene que seguir explicando todo a través de los años, pero también como una mecánica de defensa y ataque que funciona por acumulación. Charly sigue contestando indefinidamente a los desaires que recibe (que son constantes); es algo que ocurrirá con cada una de las escenas tratadas inicialmente como escándalos por el periodismo (de las bajadas de pantalones al salto mendocino) pero también con cada uno de los rechazos estéticos (de Serú Girán o Clics modernos a Say no more; de la acusación de ser “blando” o de no ser un pianista tan jazzero como Diego Rapoport, para el “Tema de Nayla”, al “después te empezaste a copiar vos”, de Jorge Lanata).

Si, como decíamos al comienzo, para mediados de los 90’ la idea de que Charly estaba loco era un elemento constitutivo de la atmósfera cultural argentina, quizá resulte significativa una de las escenas más difundidas de aquellos años. El 5 mayo de 1994, en el hall del Teatro San Martín, Charly presentó algunos temas del inédito La hija de la lágrima en un recital gratuito y sin publicidad. El show es por momentos errático pero la lista de temas no parece azarosa, estará particularmente salpicada de alusiones significativas a la locura como la incorporación de “De mí” o el “será que estoy crazy Macaya”, en “Andan”, ente otras de sentido semejante. Esa tarde, veinte años después de que quedara afuera de aquel disco de Sui Generis, con el pelo no “muy corto” sino incendiado de rubio, Charly volvería a cantar “Botas Locas”. Es una ejecución con guitarra acústica y en solitario (es una forma de decir, el público canta casi toda la letra y le ayuda a recordarla), en la que va intercalando comentarios. Toda la versión sobre el “ejército loco” parece orientada a subrayar el consabido “porque para ellos el loco era yo”, de hecho le cede ese verso al público en algunas ocasiones pero él luego lo repite y subraya con un comentario actualizado: “la confusión subsiste” (también cantará “maté un par de tipos y decidí largarme”).

Al día siguiente, los periódicos (¿sensacionalistas?) hablaban de lo caótico que había resultado el improvisado show y del visible homenaje que, a un mes exacto del suicidio del líder de Nirvana, Charly llevaba en el pelo y en la remera. Curiosamente, nadie asoció la ejecución de “Botas locas” con la aparición del cadáver del conscripto Omar Carrasco, en el cuartel de Zapala, un día después de la muerte de Cobain (ni siquiera los exégetas que habían decodificado “Canción de Alicia en el país”). Ese era Charly a mediados de los 90’, cuando casi toda la Argentina pensaba sobre él lo mismo que el Ejército en 1972. Pasaron otros veintitantos años; ahora no sólo es fácil ser (o volver a ser) fan de Charly García, ahora es casi un deber del buen argentino. 

 

Por Martín Pérez Calarco

Fuente: Panamá Revista

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martes, octubre 26, 2021

Charly encendió el CCK con un concierto histórico

La estrella homenajeada se subió al escenario del CCK y tocó varios temas  acompañado por Fito Páez, Hilda Lizarazu y Rosario Ortega, entre varios músicos. A lo largo de la tarde del sábado más de cien músicos tributaron a su figura y su marca dentro del rock y la música argentina.

 

Charly García se presentó de improviso en el CCK en la celebración de su cumpleaños y armó una fiesta flamígera en el Auditorio Nacional, donde a lo largo de la tarde más de cien músicos tributaron a su figura y su marca dentro del rock y la música argentina.

Lo que era un recital celebratorio y disfrutado por el público se transformó en un torbellino emocional con la aparición del hombre del bigote bicolor -con saco blanco, sombrero, brazalete Say No More y remera negra- que dio un show cargado de significados y de una potencia arrolladora.



Flanqueado por las vocalistas Rosario Ortega e Hilda Lizarazu -dos históricas del gran García- Fito Páez y el zorrito Von Quintiero, Charly volvió a ser él mismo el día de su cumpleaños, luego más de un año de silencios y en combustión con su gente, muchos de los cuales pasaron horas para conseguir una entrada redituó el sacrificio previo.



El gran rockstar argentino apareció sin aviso previo para cantar un rabioso "Cerca de la revolución", al que siguió "Promesas sobre el bidet" y "Raros peinados nuevos", en impagables versiones, en las que cantó sentado a los teclados.

Seguidamente la banda propuso y Charly cantó "Demoliendo hoteles" y después llegó el Feliz Cumpleaños a Charly cantado por todo el CCK.


"Una vieja canción que me transportó al estrellato argentino", dijo Charly al arrancar "Canción para mi muerte", el gran éxito de "Vida" el primer LP de Sui Generis de 1972, la última de las inolvidables canciones que esta tarde cantó en el CCK.

El concierto del CCK y en particular el segmento donde estuvo Charly fue seguido por una multitud congregada en las afueras del exCorreo Central, donde una pantalla gigante seguía las alternativas de lo que sucedía en el Auditorio Nacional en vivo y era visto centenares de jóvenes que no consiguieron entrada y se acercaron para seguirlo desde la plaza adjunta.


Antes de eso hubo otras dos secciones y después una cuarta pero lo que se llevaron todos en la memoria fue la aparición sorpresiva y de notable prestanza de Charly sobre el escenario.

El concierto arrancó con un recorrido camarístico por la obra de Charly a cargo de una orquesta de cámara de tres violines, tres violas, dos cellos, contrabajo, corno, oboe, flauta, piano y percusión.

El grupo académico, a través de un delicado trabajo arreglístico fue uniendo distintas piezas de García, poniendo de manifiesto la riqueza melódica de las creaciones del máximo rockstar argentino, maleables y dispuestas a asumir distintos formatos, registros e interpretaciones, que jugaron a modo de reformulaciones que nunca olvidaron el original del cual provenían.

Una platea atenta, colmada, expectante, recibió la música que llegaba desde el escenario con alegría y fue transitando sin excesos este reencuentro extraño de música, gente e interpretaciones en vivo en la pospandemia, en un concierto plagado de sensaciones afectivas por el tributo que rinde y la dimensión del creador al que celebra.

El momento culminante de este primer bloque, donde la música de Charly fue bañada por delicadas líneas académicas fue el desierto existencial que dibujó García en "Yendo de la cama al living", que arrancó las primeras palmas siguiendo la música e inyectó adrenalina a un concierto de mucha suavidad y densidad aérea.

Los arregladores Julián Caeiro y Pablo Salzman hicieron un recorrido casi cronológico por el repertorio de García uniendo distintas épocas del músico.

Luego llegó un segmento que dejó de manifiesto la inabarcable variedad de lecturas y marcó un profundo arco de influencias del creador de "Clics modernos" en músicos de las generaciones posteriores.

Desde una versión de "Pasajera en trance" en arpa y voz por parte de Sonia Alvarez, a una conmovedora interpretación de "Rezo por vos" en percusión de Santiago Vázquez que puso la piel de gallina, pasando por Darío Jalfin en una clásica pero bella puesta de "Canción de dos por tres", las músicas de García parecieron ampliarse y alcanzar nuevos aires en el Centro Cultural Kirchner.

En formato solista, a dúo o en trío, once grupos o artistas pasaron y entregaron una canción cada uno en homenaje al músico que cumplió 70 años y pusieron en acto la penetración de una música y un modo de hacer música argentina inolvidable que seguirá percutiendo por años y décadas.


Hubo apuestas más arriesgadas, un interesante acercamiento en teclado y caja de ritmos y sonidos de Nico Sorín a "Quizás, porque" -único tema del primer longplay de Sui Generis, "Vida" de 1972, que se tocó en el CCK- y otras absolutamente viradas a la improvisación jazzera como "Ojos de videotape" del trío de Ernesto Jodos (piano), Sergio Verdinelli (batería) y Mariano Otero (contrabajo), y "Nos siguen pegando abajo" de Diego Schissi acompañado por Diana Arias en contrabajo.

Hernán Jacinto y Andrés Beeuwsaert en piano, cada uno por su lado, marcaron también los amplios horizontes que puede encerrar la música de Charly y que como un tesoro puede expandirse y alcanzar dimensiones insospechadas que hacen aún más queridas las versiones originales.



Por Pedro Fernández Mouján y Martín Olavarría

Fuente: Télam

El blog de Charly García (hecho por DIOS)

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