jueves, septiembre 06, 2018

Charly García volvió para celebrar, pero su salud impidió un mejor final

Por sus problemas de salud, Charly García tuvo que cancelar el show de anoche en la exRural.  Ph: Virginia Benedetto
Charly volvió a tocar a Rosario después de cinco años y lo que se vio anoche en el ex predio de La Rural fue el mejor show que pudo hacer. Porque las 4.000 personas que colmaron el hangar del Parque Independencia fueron a ver a García y su circunstancia. Hizo sólo 14 temas, que comparado con los 25 que tocó en Córdoba y en el Gran Rex tienen sabor a poco, es cierto. Pero es lo que hay, demasiado que pudo brillar lo que brilló en la hora y monedas del recital. La producción del show confirmó que a Charly le subió la presión y los médicos decidieron preservar su salud. Larga vida a Charly García.

El show arrancó con "El aguante". Era una suerte de convocatoria a la resistencia, en el sentido más metafórico y militante, si se quiere, pero también literal. "Olelé, olalá, si este no es el aguante, el aguante donde está", diría la gente cuando Charly amagaba que iba a volver y no volvería más.

El recital tuvo interrupciones, pero al igual que los romances de verano: fue hermoso mientras duró. Porque entre los 14 temas interpretados (según la producción sólo faltaban cuatro), fue una felicidad enorme volver a escuchar algunas perlitas. Como el caso de "Instituciones", justo en el día que se cumplían 43 años de aquel memorable "Adiós Sui Generis" del 5 de septiembre de 1975 en el Luna Park.

Después fue el turno de "No soy un extraño". Ahí empezaba ese reencuentro con amigos en un fogón. Porque Charly lo interpretó demasiado bien para su presente, los agudos sonaron dignos y el disfrute estaba cerca. Después de agradecer de un modo algo confuso la designación de visitante distinguido, que la nombró como "ciudadano ilustre", llegó "Cerca de la revolución". Fiesta.

Luego de "La máquina de ser feliz" vino "King Kong", con video en blanco y negro de la mítica película original, y cayó el telón. Fue la primera interrupción. Antes había amagado con que iba a hacer "un break de dos horas y media" y no sonó tan a chiste.

Para la vuelta, ya con Rosario Ortega sentada al lado porque por momentos el cuerpo de Charly se inclinaba involuntariamente lejos del micrófono, llegaría "Lluvia", lejos el mejor tema de "Random", su último disco.

Hubo otra pausa más y con el telón caído empezaron las dudas de la gente. Pero fue todo medido. Se sabía que eso podía pasar. Hubo un par de temas en inglés: "Believe" e "In the City" y hasta una zapada de "Una ayudita de mis amigos", de Los Beatles.

Entre los buenos momentos hay que destacar también "Yendo de la cama al living", aunque se extrañó la sincronía de Fernando Lupano, Fernando Samalea, El Negro García López y el Zorrito Von Quintiero, único sobreviviente de aquella legión que secundó a Charly en otros tiempos.

Llegó "Cuchillos", con una ovacionada Negra Sosa en la pantalla gigante, y "No llores por mi, Argentina", con la gente en llamas, que no tardó en cantar "unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode", que se sumó al clásico cántico "Mauricio Macri, la puta que te parió", que sonó encendido en varias oportunidades.

Luego del telón y una larga espera, Charly volvió para hacer "Shisyastawuman". Cayó la cortina tan temida por última vez y no se levantó nunca más. Giuliano, de 10 años, que fue a ver el primer show de rock de su vida acompañado de su papá, dijo "me encantó igual", mientras lucía su remera de Say No More.

García no regresó al escenario. "Los médicos le sugirieron no seguir cantando después del primer break", dijo la producción, y lo cierto fue que García decidió continuar. Hasta que el cuerpo le pidió una pausa. "Yo tengo una emoción zarpada por verlo a Charly por primera vez, ya estoy hecho", dijo Guille, de 31 años, a la salida del show.

Charly sigue siendo uno de los últimos sobrevivientes del gran rock argentino que supimos conseguir. Y hay una certeza clarísima: aunque toque un rato, 14 temas o toda una noche, sus canciones son eternas.

Por Virginia Benedetto

Fuente: La Capital

El blog de Charly García (hecho por DIOS)