sábado, mayo 29, 2010

Charly, eres grande

El argentino tiene un dulce reencuentro con sus fanáticos tapatíos en una noche cargada de emociones en el Teatro Estudio Cavaret

GUADALAJARA, JALISCO (29/MAY/2010).- La vida está llena de decisiones. Ayer por la noche, Michelle, como miles de fanáticos, se encontró en una disyuntiva singular. “Me gusta mucho Diego 'El Cigala' (que se presentó a la misma hora en el Teatro Galerías), pero preferí ver a Charly García, me fascina y soy una fanática de su trabajo. Quiero ver si canta Pasajera en trance, que es mi canción favorita”.

Charly para todos

Lo de ayer en el Teatro Estudio Cavaret fue un ejercicio de memoria colectiva, donde la máxima leyenda de la música argentina –perdón Virus y Soda Stereo- demostró su esencia de icono imperecedero.

Guadalajara.- ¿Cuál es el máximo contraste de un concierto? Simplemente los signos faciales de las personas al escuchar su canción favorita, que los ha seguido a pesar de los avatares de su vida, y el momento justo cuando los coros colectivos se unen al unísono para corear el nombre de “Charly García”. Así ocurrió ayer en el Teatro Estudio Cavaret con las alrededor de mil 200 personas que rabiaron, abrazaron a su pareja o tomaron cerveza como si fuera agua: derrocharon contrastes eufóricos ante el gran Charly García.

En punto de las diez de la noche, la velada arrancó y el morbo se disparó por doquier. Muchos presentes bromeaban con aquello de “cinco canciones y nos vamos” o con el recuerdo del Charly poseído por el alcohol y las drogas trepado sobre el piano y gritando improperios a la multitud a punto del colapso, antes de retirarse a camerinos y no salir nunca más.

Pero no, desde el año pasado los puntuales internautas que siguen las noticias frescas vía web, sabían que García ofrece conciertos de más de treinta canciones con una entereza que no se puede creer cuando la carretera del exceso la ha recorrido de ida y vuelta a lo largo de su vida; y no sólo una ni dos veces, sino cientos.

Por otro lado, pocas ocasiones se encuentran las personas correctas en los conciertos: ayer no fue la excepción. La vieja guardia de Guadalajara, aquellos jóvenes que comieron del pastel de los ochenta con una satisfacción casi infantil, disfrutaron como poseídos la presencia de Charly. Arrancó en forma: “Demoliendo hoteles” que lo llevó directo al piano y mostró que la mímica de la vejez y las sustancias destructivas han cobrado su factura. Por momentos, Charly pareció un autómata al que poseyó la pasión sonora, con movimientos como robot de Kraftwerk.

Al contrario de otras épocas, se le vio enteramente lúcido y complaciente. Tras el arranque siguió “Promesas sobre el bidet”, “Rap del exilio”, “No soy un extraño” -donde por primera vez Charly dijo “buenas noches Guadalajara”-, “Cerca de la revolución” –con la insinuación al micrófono de que “Guadalajara rockea”- y la delicada “Filosofía barata y zapatos de goma”.

De aquí en adelante la cosa se puso nostálgica, con puros éxitos de antaño que tanto significaron para las generaciones de hace dos décadas en México: “Rezo por vos”, “Yendo de la cama al living” y “Nos siguen pegando abajo”, tres inolvidables melodías que pusieron a Charly en la zona de éxtasis tapatío. Enseguida arribaron “Pasajera en trance”, “Tu vicio” y la portentosa “No voy en tren” que fue cortada de manera abrupta para que Charly y sus músicos pusieran punto final a la noche después de 19 canciones donde fantasmas de blues, Jerry Lee Lewis (¿acaso “El amor espera” no es una hija bastarda del legendario pianista estadounidense?) y un tema nuevo “Deberían saber por qué”, colocaron la locura en los poros atiborrados de sudor. Al cierre de esta edición, la fogata se convertía en ceniza con “No toquen”, donde Charly incluso improvisó octavas y candenzas piradas al piano.

Así fue la noche: de locura y Charly no tuvo quebrantos, ni fallas ni excesos.

Por David Meléndez

Fuente: Milenio

Charly García hizo sentir toda su potencia en el escenario de Puebla

Puebla. Pue., 28 de mayo. ¡Oe, Oe, Oe, Charly, Charly!, se escuchó del colectivo empapado, luego de más de tres horas de espera para que el roquero argentino Charly García comenzara su concierto del pasado jueves, en la plaza del Complejo Cultural Universitario, dentro del 12 Festival Internacional de Puebla, que entró en su recta final. Algunos estuvieron más de tres horas bajo una lluvia que parecía interminable. A ellos, el autor de No voy en tren, voy en avión, dijo: ¡Gracias, México! En las primeras filas algunos elevaban una bandera de Argentina mojada, y otros apretaban sus cuerpos para darse calor.

Se había anunciado que Charly comenzaría a las siete de la noche y no a las ocho, como estaba programado, porque más o menos a la misma hora, pero en el auditorio techado, que esta enfrente de la plaza, estaría Miguel Bosé. Ni quién tomara en cuenta al español.

A las ocho de la noche, Charly y sus músicos subieron al escenario y pidieron al público que tuviera paciencia, que si habría concierto, tan pronto acabara de llover. Mereció aplausos. De las bocinas salía música de los Beatles, algunas de las canciones en voz de Paul McCartney, quien a esa hora se reventaba sus rolas en el Foro Sol. Charly había dicho dos días antes que estaba escuchando discos del cuarteto de Liverpool. Así, se cerraban algunos círculos.

Paró la lluvia y aparecieron los músicos, quienes sin piedad comenzaron con Demoliendo hoteles. El publicó cerró filas y algunos llegaron hasta adelante.

Pasadas las 10 de la noche, Charly estaba en toda su potencia, poco importaba tener los zapatos mojados, tiritar de frío. La tocada siguió con Zapatos de goma, Vía muerta, Funky, El amor espera, Rezo por vos, Yendo de la cama al living, Pecado mortal, Llorando en el espejo, Pasajera en trance; todas llevaron a los presentes a sentir la fuerza de un rock verdadero, sincero y bien hecho.

Valió la pena la espera, ¿no?, preguntó el del bigote bicolor. Se sentía que llegaba el final. Para no aflojar se escuchó Me siento mucho mejor, que condujo a la concurrencia de una emoción individual a una colectiva. El estruendo se abrió con Vicio, Estoy verde y No voy en tren, voy en avión, la cual no fue cantada, sino gritada.

Dos melodías para terminar: Deberías saber por qué (observación crítica al chauvinismo) y Canción para mí muerte, que marcó el final definitivo.

Charly se despidió diciendo salud con una chela en compañía de sus músicos: Fabián Quintero, teclado; Carlos García López, guitarra; Carlos González, bajo; Kiuje Hayashida, guitarra; Antonio Silva, batería, e Hilda Lizarazu, coros.

Por Arturo Cruz Bárcenas

Fuente: La Jornada

jueves, mayo 27, 2010

Charly García: "La música me salvó"

MEXICO (AP) - Con otro traje pero sin cambiar su esencia, Charly García ya está completamente rehabilitado de su adicción a las drogas y retoma su carrera con más fuerza que nunca con planes a largo plazo que incluyen un disco de duetos, y nuevas composiciones que superen sus trabajos anteriores.

Aunque reconoce su fama de hombre polémico, se declaró a favor de una unión verdadera de los pueblos latinoamericanos y manifestó su deseo de que la conmemoración de 200 años de independencia que comparten muchas naciones, no se quede en los festejos.

"Llegué a una etapa en la que me había chocado contra una pared nada más... Realmente me recuperé muy bien. Ahora es otra vida. De alguna manera es otro traje sin cambiar la esencia", dijo en una rueda de prensa en la capital mexicana donde presenta su disco "El concierto subacuático".

Durante más de un año en que estuvo internado tuvo que poner toda su "entereza" y al final "la música fue lo que me inspiró más... la música me abrazó y me llevo a donde yo tenía que estar", afirmó con una sonrisa que traslucía bajo su característico bigote.

El músico argentino reconoció que de sus extravagancias y exabruptos se arrepiente pero afirmó que a veces, para trascender "hay que romper los límites".

Para poder elegir con quién grabará los duetos que desea, reconoció que debe ponerse al día y escuchar mucha más música actual.

"Me gustaría hacer una fusión con artistas de Latinoamérica y por qué no, del mundo", indicó.

El legendario cantante argentino se mostró "muy preocupado y muy afligido" por su colega Gustavo Cerati operado luego de una isquemia cerebral que lo mantiene en estado de coma inducido.

"Yo creo que Gustavo tiene la fuerza como para salir adelante de ésta, o sea, es un amigo mío, es un gran músico y le deseo lo mejor", expresó.

Sobre la unión latinoamericana que soñó Simón Bolívar y que tanto se recuerda en las efemérides de los Bicentenarios de Independencia, García espera "que no todo termine en un festejo sino que realmente esa unión que la historia nos dejó sea un hecho y que realmente seamos mucho más unidos y que confiemos más unos en otros y seamos una súper potencia".

Amigo confeso de Diego Armando Maradona, técnico de la selección argentina, dijo confiar en su trabajo y en que "hará un buen papel" en el próximo Mundial.

Agradeció a su otro amigo y compatriota Fito Páez "las flores" que le echó al cuestionar el rumbo de la cultura en su país cuando cantantes como Ricardo Arjona tienen múltiples presentaciones en lugar de tenerlas músicos como el propio García, pero evadiendo una nueva polémica manifestó que hay "público para todo".

Su más reciente álbum "El concierto subacuático" se grabó en vivo en octubre del año pasado en el Estadio Vélez de Argentina y su nombre responde al "diluvio" que cayó esa noche y que rematado por un intenso frío, le hizo pensar que debía cancelarlo.

Sin embargo, la entrega de su público y el apoyo incondicional que le mostraron le permitió continuar.

"La lluvia fue un elemento dramático, pero terminó siendo a favor", relató.

Ahora el cantante se presenta en tres conciertos en tierras aztecas: Puebla, Guadalajara y la Ciudad de México en que será importante para él la compañía de su banda a la que calificó de "poderosa".

Aseguró que junto a ellos y tras su recuperación ahora puede entregar y disfrutar sus temas porque "antes quizás hasta cierto punto había yo menospreciado mis canciones y no les daba el lugar que se merecían. Ahora las siento y las puedo transmitir con la pasión que ellas se merecen".

Fuente: Yahoo New

lunes, mayo 24, 2010

Charly García llega en junio al Ruca Che

Neuquén > Actualmente de gira por diferentes ciudades de México, Charly García ya confirmó una nueva visita a la ciudad, cuando se presente el próximo 26 de junio en el estadio Ruca Che. Así lo confirmó Fedorco Producciones, productora local encargada de la organización del show del cantante “bicolor”.
Justamente, ante la supuesta demanda de tickets que habrá para ver a la “versión 2010” de Carlos García Moreno, la productora ya dispuso la venta de entradas anticipadas. El público que quiera asegurarse su localidad puede hacerlo comprando su ticket en Saturno Hogar y sucursales, Casino Magic o vía on line en el portal www.viaticket.com.ar
Leyenda viva de la historia del rock nacional, García arribará acompañado por los chilenos Kiuge Hayashida (guitarra), Carlos González (bajo) y Tonio Silva Peña (batería), Hilda Lizarazu (voz y coros), Fabián Von Quintiero (teclados) y García López (guitarra). Estos tres últimos músicos ya había tocado con el autor de “Demoliendo hoteles”, cuando participaron en “Como conseguir chicas”, disco editado en los ’90.
Entre las nuevas obras que viene realizado en sus conciertos los seguidores podrán escuchar “Deberías saber por qué” y “La medicina”, canciones que retratan el momento que atraviesa García.
García ya lanzó ''''El concierto subacuático'''', álbum en formato CD+DVD donde registra el recital que ofreció el 23 de octubre del pasado año en el estadio Vélez (Buenos Aires) ante 40 mil personas.
El pasado jueves 13 el músico ofreció, por primera vez, un concierto en Israel donde congregó a unas 3.500 personas.
Entre el set musical que viene desarrollando en vivo, García se despachó con "Demoliendo hoteles" -tema que sirve como apertura de sus shows- y cpntinuó con "Rap del exilio", camción incluida en su disco Piano Bar, edirado en 1984. En esa placa tuvo como músicos estables a Willy Iturri (batería), Pablo Guyot (bajo) y Afredo Thot (guitarra), quienes luego dieron vida a GIT, grupo que sobresalió en los ''80.
"Filosofía barata y zapatos de goma", "Fanky", "Influencia", "No voy en tren, voy en avión" y hasta "Canción para mi muerte" (Sui Generis") son otras de las gemas que el cantante viene realizando.

Fuente: La Mañana de Neuquén
Más acerca del estadio Ruca Che
Entradas en venta en Via Ticket

sábado, mayo 22, 2010

Amigo Cerati, “rezo por vos”: Charly García

El legendario rockero argentino, quien volverá a México tras ocho años de ausencia, platica de la pena por la situación de su compatriota, así como de los excesos del rock and roll

La última vez que Charly García habló con Gustavo Cerati fue hace algunos meses, después de un recital que el ex Soda Stereo realizó en la ciudad de Buenos Aires. Cuenta el veterano rockero que aquella noche después del show, lo visitó en su camerino y, como siempre, hablaron un largo rato.

Hoy el sentimiento que le produce a García el estado de salud que enfrenta su amigo y colega es de mucha preocupación y tristeza.

“Estoy muy acongojado y realmente triste por lo que le pasa, estoy rezando por él, y espero en verdad que todo salga bien, porque lo quiero mucho”, expresó el polémico músico, en entrevista telefónica con KIOSKO.

La relación de amistad entre Charly García y el ex Soda Stereo es por demás conocida: no sólo resalta la admiración que siempre le ha predicado Cerati al rockero del bigote bicolor (a quien se ha referido como una de sus máximas influencias sonoras), también han compartido músicos, como fue el caso del tecladista Fabián Vön Quintiero, quien trabajó para Soda Stereo y para el cantautor, y las múltiples ocasiones en las que ambos han estado sobre el mismo escenario. Hoy García se muestra optimista, y manda las mejores vibras para que el intérprete de “Puente” se recupere pronto.

Charly García regresará a la ciudad de México para ofrecer un concierto el 1 de junio en el Auditorio Nacional. Antes de ello se presentará el 25 de mayo en el foro Escénica de Monterrey; el 27 en la explanada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ; y un día después en el teatro Estudio Cabaret, de Guadalajara.

2009 representó el triunfal regreso a los escenarios de uno de los rockeros más queridos y respetados en América Latina, después de un largo proceso de rehabilitación en una clínica (y posteriormente en la finca de su amigo “Palito” Ortega), luego de que en 2008 una orden judicial determinó que el cantante debía permanecer ahí para cumplir un tratamiento completo de desintoxicación de sustancias.

El 19 de junio de 2008, García fue llevado a una clínica en la ciudad de Mendoza, después de pelearse con empleados de un hotel en el que estaba alojado. Tres días después fue trasladado al Hospital Argerich de Buenos Aires por intermediación de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pero luego terminó internado en una clínica neurosiquiátrica. En agosto del año pasado, Charly García quiso dejar atrás sus días escandalosos en los que destrozaba hoteles, rompía instrumentos en el escenario y agredía a fotógrafos y fans, y estrenó el tema “Deberías saber por qué”, que fue escuchada por 18 millones de personas simultáneamente en América Latina y España.

Durante la charla, el rockero nacido el 23 de octubre de 1951 en Buenos Aires, incluso reflexionó sobre los excesos que llevan en su vida los músicos de rock, y que ahora parecen ser adoptados por intérpretes de otros géneros, como la británica Amy Winehouse.

“Y creo que los rocanroleros en un punto han hecho eso antes (llevar una vida con excesos), y ya no necesitan más hacerlo, es un poco lógico que las estrellas pop, que son tan jóvenes y recién empiezan, vivan la vida del rock and roll”, opinó el compositor.

Hace unos días, Mick Jagger (The Rolling Stones) dijo en Cannes que cuando grabaron “Exile on Main Street” “éramos guapos, jóvenes y estúpidos. Ahora ya sólo somos estúpidos”, ¿tiene ese tipo de reflexiones cuando piensa en el pasado?

¡Ja, ja, ja, ja! Bueno... yo espero no ser estúpido, y yo creo que... es muy irónico lo que dijo él. ¡En verdad es un chiste muy bueno ese!

Pero ahora parece que tenemos a un “Charly García reloaded”, ¿cómo se siente en esta etapa de su vida?

Me siento bien, mucho más racional, me siento mucho más fuerte, y realmente estoy gozando de esta gira de conciertos.

En esta nueva etapa, dio un concierto en Tierra Santa, ¿cómo fue?

-Fue una cosa muy alucinante, yo no esperaba tener una respuesta así, y realmente tocamos en un lugar hermoso, es un anfiteatro romano, con una acústica increíble, lleno de gente que estaba con banderas, y estaba muy entusiasta, no esperé una cosa tan grande como aquella.

Regresa a México después de ocho años y en el marco de su gira por América Latina y promocional de su nuevo CD-DVD “El concierto subacuático”, ¿qué espera de esta visita?

Tengo muchas ganas de ir a México porque llevo un show muy bueno, muy profesional, y es lo que le debo a México, un show así, grande. Hace unos años hice unos shows que la verdad no me parecieron tan buenos.

¿Ni siquiera el que dio en la Plaza de la Constitución?

¡Ah, ese sí estuvo bueno!

¿Tiene entonces una especie de deuda con los fans mexicanos?

Se podría decir que sí.

Muchos de sus fans exigen que una calle en Argentina lleve su nombre, ¿a usted le gustaría?

¡Ja! Me parece... no sé, un disparate, pero bueno, ¡eso es cosa de ellos!

Sus fans le perdonan todo, ¿qué es lo que Charly García no le perdona a Charly García?

Y... no muchas cosas, pero haberme demandado un poco con mi vida, y salirme un poco del foco, y eso me costó bastante tiempo recuperarlo, o sea que hay una parte que la veo como negativa. Eso es.

¿Aún recuerda aquella ocasión, en 1988, cuando Bruce Springsteen vi sitó Argentina y usted le dijo “Aquí el Jefe soy yo”?

Esos fueron unos “speakers” que le pusieron mis asistentes en la combi, no sé, ¡ja, ja, ja! Bueno... no sé cómo reaccionó, pero me parece que se hubiera sorprendido mucho.

Fito Páez mencionó en alguna ocasión que “a sus cuarenta y tantos cada vez es menos enamoradizo”, ¿tiene usted la misma sensación?

No, no, para nada, en este momento estoy enamorado, y la llevo muy bien.

Siendo un cronista de la historia contemporánea argentina, ¿cómo ve su país en la actualidad?

Veo demasiada controversia, me parece que hace falta paz en Argentina.

Por Natalia Cano

Fuente: El Universal (México)

El poder de la cercanía - Charly García en México

El foro donde se anuncia a Charly García en Guadalajara (Jalisco, México) tiene capacidad para 3 mil personas: El Teatro Estudio Cavaret. A 600 kms al occidente del Distrito Federal mexicano. Una de las plazas cada vez más atractiva para la proyección del rock argentino en México.

A una semana del regreso a este país: Hay poca prensa para Charly (a excepción de algunos pocos y entre los que me cuento), las confirmaciones no han sido fehacientes por parte de los organizadores, un par de emisoras FM preanuncian la presentación de “El concierto subacuático”, no hay datos claros donde comprar las anticipadas (el costo es de 80 dólares).

Lo anecdótico es que se realizaron campañas de cartelería pública un mes antes. La imágen de los “espectaculares” lo mostraban compartiendo cartel con el anuncio de la fecha de Arjona (16 de mayo) en otro foro (qué pensará Paéz de este hecho) luego de la fecha del trovador guatemalteco los retiraron. Pero ésta estrategia de mercado, se devela cuando Impro, la empresa que administra el foro, prefiere manejar la fecha así, como si fuera un “íntimo”.

Algunos periodistas manifiestan “ojalá le den todo lo que pida”, pero a la luz de los hechos recientes, García está en otra etapa de madurez en su prolífica carrera, tiene mucho para dar.

Sucede que Charly es un artista de culto entre sus fans aquí en Guadalajara, los mismos que en el 2002 vieron como se “desvanecía” la gira que iba a darle el rodaje necesario con el gran público mexicano y comprendía esta ciudad.
Han pasado 8 años desde aquel momento y Guadalajara se presenta como una plaza atractiva para los artistas alternativos en el mismo idioma. Representa un conglomerado de 5 municipos en el que habitan 7 millones de personas.

El poder de la cercanía y la calidad artística de la banda que lo acompaña amerita mucho respeto y así está planteada la situación, pero en contradicción, a una semana del show, las expectativas han sido mesuradas en los medios de México. Una especie de “ver para creer”.

Asímismo sigue en pie la primera fecha en Monterrey, el jueves 27 de mayo (con situación calcada casi) pasando el viernes 28 por aquí (Guadalajara), hasta llegar el 1 de Junio al Auditorio Nacional (Distrito Federal).
Hasta esa fecha del 27, será inverosimil, pero no por ello maravilloso, ver a García Moreno cautivar un público al que hace tiempo debería haberlo visto en directo. Y donde aún planteado: “otro desafío”, según escribieron en Facebook la comitiva que recorrió Israel días atrás. La premisa es llevar su música en vivo a lugares donde no había estado nunca antes.

Contando que la presencia de un referente histórico del tan preciado rock argentino explique mucho más su trascendencia y su legado en el género.
Un paso más para su obra, un gran paso para su vigencia.

por Germán García Saavedra – Zapopan, Jalisco. México

Fuente: Rock.com.ar

martes, mayo 18, 2010

Dios, Charly Garcia y yo

Como ateo creo que la mayor creación del hombre -en plural- es la figura de Dios, síntesis de nuestra cultura, símbolo máximo de nuestra identidad, juez de nuestra vida y legislador de nuestros valores morales.

Pese a definirme como ateo, no puedo aislarme de la cultura que me rodea. Yo también pertenezco a una religión pequeñita.

La particularidad que mi Dios es humano y por tanto también un poco demonio. Como tal, a la vez que ha sido un liberador de almas, muchas veces ha jugado con la suya mucho más allá de lo que cualquier de nosotros nos atreveríamos. Una libertad absoluta que le ha permitido saltar todos los limites y exprimir su sensibilidad y expresividad.

Su dualidad nos mostró a Dios y al diablo convivir dentro del mismo cuerpo, expresar su lucha sin filtros al exterior. Un espejo frente al cual las vocecitas del bien y del mal que nos anidan a cada uno de nosotros parecen insignificantes.

Los adoradores del demonio deberán aceptar que ya no te tires desde un noveno piso y salgas nadando, que no subas con 30 gramos de cocaína encima a dar un show, que no demuelas hoteles. Quizás también debamos sacrificar algo de Dios, de esa sensibilidad absoluta, aceptar que la ley de la vida los años pasan y el cuerpo ya no es el mismo, las ideas no se renuevan tan vertiginosamente como antes, el sufrimiento que alimentó aquella creatividad quedó atrás.

Muchas enseñanzas de la vida nos llegan por la repetición de palabras, como lecciones escolares, pero las que nos penetran profundamente son las que llegan por las emociones, y la música y todo el arte son esa sangre que corre directo a nuestro corazón.

Hay dioses del miedo, de la culpa y el pecado, Charly es el Dios de libertad, lucho contra la represión política y lucho más aún contra esa represión que llevamos dentro.

Como toda religión hay una cuestión de fe imprescindible. Se cree o no se cree. Difícil es el mundo para los agnósticos que se quedan en la duda, mas aún para los ateos de toda religión.

Si no crees no podrás sentir esa imagen del hombre rezando con su mano apoyada en el muro. El Dios y el demonio juntos en una compleja transformación en un hombre común. No sabes la alegría que nos da verte así, viejo.

Buscando un padre, encontré un Dios que quiere convertirse en hombre, y me hice creyente.

Por Flavio Pigazzi

Para que Coronel Díaz se llame Charly García

Todo el mundo sabe que el histórico departamento de Charly García está ubicado en la esquina de Avenida Santa Fe con Avenida Coronel Díaz. Y también se sabe que Facebook da para cualquier clase de iniciativa. Por eso, desde hace unos días, en la popular red social se creó el grupo "A que junto 1 millón que quieren que Coronel Diaz se llame Charly García".

"Vamos a cortar por lo sano. Ni Felipe Pigna sabe quien fue el Coronel Diaz, mas todo el mundo sabe quien es Charly Garcia. Y como uno de los mayores genios musicales, patrimonio de nuestro país, merece una calle con su nombre. Sabemos que a Santa Fe no le van a cambiar el nombre jamás, es tan utópico como pedir que le cambien el nombre a la 9 de Julio por poco. En cambio el Coronel Diaz... ya la tiene adentro!", dice el "manifiesto" que propone que Say No More tenga su propia calle.

Hasta el momento de la publicación de esta nota, el grupo tiene 881 miembros, y se ignora cual es la opinión actual del propio García, pese que él mismo alguna vez manifestó que le gustaría que la esquina se llamara "Charly y García". ¿Vos qué opinás de esta iniciativa?

Fuente: Rolling Stone

domingo, mayo 16, 2010

A 28 años del Festival por la Solidaridad Americana

En el día de la fecha se conmemoran 28 años de el festival que reunió a una gran cantidad de artistas por una justa causa, vale el recuerdo y emoción de aquella época. A continuación la nota publicada a tal efecto por la revista PELO.
Que lo disfruten!
Ah! y a los demás Blogs que levantan lo que publicamos, tengan la delicadeza de mantener/citar los datos de las fuentes. Gracias!

DIOS





Mucho rock por algo de paz

Durante cuatro horas ininterrumpidas, y ante la abigarrada presencia de más de sesenta mil espectadores, el rock nacional sumó su aporte pacifista a la causa reivindicatoria de las islas australes. El dúo Fantasía, Ricardo Soulé, Cantilo-Durietz, Dulces 16, Rada, Moro-Satragni, Litto Nebbia, Tantor, Spinetta, Mestre, León Gieco, Antonio Tarrago Ros, Raúl Porchetto, Alfredo Toth, Charly García y David Lebón demostraron sobre el escenario del Estadio Obras el poder de convocatoria que el rock nacional tiene, y que el público volvió a legitimar una vez más como la única música moderna de auténtica raigambre popular y argentina.

Para algunos fue una sorpresa, pero ésos fueron los menos. Después de casi veinte años de existencia, casi nadie duda de la legitimidad de la música de rock local como expresión multitudinaria de la cultura argentina. Y esa identidad que le pertenece en forma inapelable fue refrendada por la presencia de más de sesenta mil personas que adhirieron al llamado al reconocimiento por la solidaridad latinoamericana hacia nuestro país. Los músicos respondieron con idéntico fervor sumándose a las actuaciones o simplemente acercándose al estadio para alentar a los colegas que lo hacían.



Por primera vez, la música de rock argentina contó con el apoyo irrestricto de los medios de difusión masivos. Luego de una intensa campaña de difusión radial y televisiva, el trascendental evento fue televisado en directo -y sin cortes publicitarios- a todo el país y por el canal 9. Dos emisoras radiales. Radio del Plata y Rivadavia transmitieron en frecuencia modulaba las alternativas del concierto. Esta apertura de los medios de comunicación habla de una toma de conciencia acerca de la identidad y la respuesta que tiene el rock argentino. Impulsado por la situación tan especial por la que el país atraviesa, y cuando se hace imperativo ejercer la soberanía que hace al ser nacional, el rock ha sabido responder con una expresión multitudinaria, masiva y con un contenido pacifista claramente explicitado.


La música de rock argentina, a través de su historia, supo sobrellevar y sobrevivir a los embates de las crisis económicas y los eventuales intentos de marginación de los sectores oscurantistas que siempre aparecen en toda estructura social. Cuando la crisis sea superada, y de la cual saldrá notoriamente fortalecido, el rock nacional habrá asumido en forma definitiva y total el papel que le corresponde dentro de ese enorme conglomerado que es la cultura argentina. Y ya nadie se sorprenderá del poder de convocatoria de esta música, porque para un país joven como es la Argentina no pueden quedar ignoradas las expresiones modernas y auténticamente locales. Una de las canciones que más enfervorizó a la audiencia multitudinaria fue "La gente del futuro". interpretada por Cantilo-Durietz. Este tema, que se ha transformado en un himno. Y allí, en esa multitud solidaria se encontraba la "gente del futuro", los que conforman las nuevas generaciones que surcarán el destino de este país.



EL EVENTO

La realización de este Homenaje a la Solidaridad Americana contó con el apoyo de entidades estatales y privadas. El espacio físico fue cedido por el club Obras, entidad fuertemente ligada al rock nacional, la que prestó en forma gratuita el predio que ocupan el campo de rugby y el de hockey, además de la infraestructura del personal y la vigilancia. Canal 9 transmitió el evento sin cortes publicitarios, mechando las actuaciones con reportajes a los protagonistas y visitantes. También Radio del Plata y Radio Rivadavia transmitieron en directo las actuaciones y reportajes, cuyos fragmentos fueron repetidos en los días siguientes.
Participaron en él los músicos Fantasía, Soulé, Cantilo-Durietz, Dulces 16, Rada, Moro-Satragni, Nebbia, Tantor, Spinetta, Mestre, Gieco, Porchetto, García y Lebón. El sonido estuvo a cargo de León Milrud y la iluminación fue de Quaranta. Todos los grupos cedieron sus asistentes para el traslado y recambio de los equipos, todo bajo la coordinación general de los managers Daniel Grinbank y Pitty Iñurrigaro, asistidos por Alberto Ohannian, Oscar López y otros productores que prestaron su colaboración. Absolutamente todos, desde los músicos al último asistente, trabajaron en forma gratuita. También la entrada al concierto tuvo un precio - si así puede llamárselo- muy especial: una prenda de abrigo, cigarrillos o alimentos.
Durante la semana previa al evento fue incesante el desfile del público que se acercó a Obras para retirar las entradas y dejar a cambio un donativo. Lo "recaudado" alcanzó para llenar cincuenta camiones, lo que demuestra una vez más el espíritu solidario de la gente joven.



LA MÚSICA

Con adecuada puntualidad, a las 17 horas comenzó el Festival de Solidaridad Americana. El primer acto estuvo a cargo del dúo Fantasía, quienes interpretaron tres canciones pertenecientes a su primer álbum. A pesar de cierta desprolijidad en las voces, el dúo transmitió su particular frescura.
Ricardo Soulé y su grupo, al que regresó Rodolfo Gorosito, fueron el número siguiente. Soulé tocó canciones pertenecientes a sus dos álbumes solistas, "De vuelta a casa" y "Romances de gesta". Luego vendría la primera emoción fuerte de la tarde: el dúo Cantilo-Durietz. Tocaron tres canciones de la nueva producción, cerrando el show con la "Gente del futuro". El tema levantó a la muchedumbre que coreó con entusiasmo el estribillo. Cantilo habló a la audiencia sobre la importancia de lograr la paz, recibiendo la categórica y unánime respuesta afirmativa del público.






DETRÁS DE LA ESCENA

El clima de unión y confraternidad que se vivió durante el festival al aire libre realizado en el club Obras Sanitarias no fue algo exclusivo del escenario o la platea. También en los camarines se respiró ese clima tan especial. Allí estuvieron la mayoría de los músicos de rock argentino (García, Mestre, Porchetto, Gieco, Spinetta, Soulé, Pappo, Medina, Piero, Baglietto, Durietz, Tordó, Dulces, Cantilo, Rada, Fantasía, Moro, Lebón, Satragni, Basoalto, Zas, Martínez, Rapoport, Sujatovich, Pesavento, Rafanelli. Mollo, Toth, Tantor y muchos más) compartiendo bromas, charlas y refrigerios.



Una anécdota -de las muchas que hubo- pinta el clima vivido: en un momento, Pappo y Spinetta bebían gaseosas de espaldas entre si. Desde una ventana, unos chicos les gritaron algo insinuando una supuesta enemistad. Pappo se dio vuelta, lo abrazó a Spinetta y les dijo a los chicos: "¿Ven que no pasa nada, que todos somos amigos?" Y ésa fue la clave de la reunión: la amistad entre todos los participantes. Los músicos tuvieron la posibilidad de estar juntos y no la desaprovecharon ya que bien saben que, por sus actividades, es difícil que se dé una oportunidad así. Por supuesto, las charlas giraron en su mayoría sobre música, instrumentos y equipos. También se intercambiaron opiniones sobre el evento y sobre futuras reuniones. Uno de los más conversadores fue Pappo, quien habló con varios músicos sobre la posibilidad de formar un supergrupo para tocar eventualmente. Alfredo Toth y Raúl Porchetto serían dos de los participantes del proyecto. Otro que lució de muy buen ánimo fue Nito Mestre, quien no se cansó de contar su reciente experiencia en el Uruguay.
Ante la imposibilidad de acercarse al escenario para ver el espectáculo, varios músicos se colgaron auriculares y escucharon la transmisión radial. Otros optaron por acercarse hasta un monitor ubicado bajo el tablado y ver la emisión televisiva.
Antes de subir al escenario, la mayoría de los participantes fueron entrevistados a un costado. Una vez concluida la fiesta, los músicos se quedaron largo rato en los camarines comentando la fascinante experiencia vivida.
La mayoría de los comentarios giraron sobre la verdadera multitud que se dio cita en Obras. Como era de esperar, a medida que se aflojaron las tensiones, las bromas le fueron dando otro color a las charlas y entonces se escucharon comentarios irónicos sobre supuestas desafinaciones, problemas de cartel, calidad de los temas y duración de las actuaciones. Por supuesto, nada de esto existió realmente, pero el rock tiene humor y ésta era una excelente oportunidad para aprovecharlo.
Los últimos en abandonar el estadio fueron Mestre, Gieco, Molinari, García, Fontana, Tarrago Ros y Claudio Martínez, quienes se quedaron presenciando una nueva demostración de las dotes histriónicas de David Lebón, quien contó a su manera todo lo vivido en la tarde e hizo nuevas versiones - cómicas, por supuesto- de los temas interpretados por los diferentes participantes del festival.
El negro Rada fue otro de los grandes animadores de la tarde. Presentó junto a su banda algunos temas de su producción. El ritmo y las armonías rioplatenses de su música despertaron la inmediata adhesión del público que, además aprovechó la oportunidad para testimoniar su afecto y solidaridad a un músico uruguayo, a un latinoamericano que está trabajando en la Argentina.




Oscar Moro y Alberto Satragni parecen dispuestos a concretar una de las rítmicas más poderosas del rock local. El proyecto pronto será registrado en los estudios. Mientras tanto, el dúo ofreció una interesante versión de su música con el agregado del guitarrista Ricardo Mollo, un muy buen instrumentista que aún no encontró la banda que le dé la posibilidad definitiva de trascender.
A pesar de que la pertinaz llovizna arreciaba y se convertía en densos chaparrones, el público soportó estoicamente sin abandonar sus lugares, agitando sus banderas y pancartas, en las que podían leerse consignas alusivas a la paz. A pesar de la inclemencia del tiempo, el fervor no disminuyó cuando apareció Litto Nebbia, quien interpretó un par de canciones de sus últimos discos, incluyendo "Zamba de mi país". Bastante esforzado en la parte vocal, Nebbia es uno de esos artistas que siempre consiguen transmitir sus sentimientos a la audiencia, aun en temas que no son de lo mejor de su producción.
El eléctrico Héctor Starc, contentísimo porque tenía la primera firma de un guitarrista argentino en su instrumento, nada menos que Pappo, provocó entusiasmo con sus solos, mientras que Cerviño, Torres y García aportaban el apoyo monolítico que caracteriza la nueva música de Tantor. De los dos temas interpretados, uno de ellos fue instrumental, y todos los músicos pudieron demostrar sus dotes técnicas.
Luis Alberto Spinetta actuó acompañado por los tecladistas Leo Sujatovich y Diego Rapoport. En un clima de profundo respeto interpretó dos canciones de su nuevo álbum solista, "Kamikaze". Con la eficaz apoyatura de los tecladistas, Spinetta recreó una atmósfera intimista y sobria. En su diálogo con el público pidió un aplauso para Javier Martínez, a quien consideraba el precursor de ese tipo de reuniones musicales.
Con la aparición de Nito Mestre comenzó a presagiarse el gran final. Acompañado en piano por Juan Carlos Fontana tocó dos canciones de "20-10", su último long play solista. Después de una cálida versión de "Hoy tiré viejas hojas", Mestre invitó a subir al escenario a León Gieco. Fue tal vez la ovación más fuerte de la noche; juntos interpretaron "La colina de la vida". Después, Gieco invitó a Antonio Tarragó Ros y el aire se llenó de semblanzas litoraleñas. El mismo León recibió afectuosamente a Raúl Porchetto, y juntos cantaron "En el fondo del cielo", una canción que Porchetto compuso para su pequeña hija. Otro tema de Porchetto fue elegido para la presentación de Charly García, David Lebón, Alfredo Toth y el propio Porchetto.
Luego de "Sentado en el umbral de Dios", sólo quedaron García y Lebón para tocar dos temas: "Música del alma" y "San Francisco y el lobo". Con el regreso a escena de Porchetto, Gieco y Mestre llegó el gran final. Con una emotividad y un fervor que subía desde la muchedumbre, músicos y público entonaron la canción de Porchetto, "Algo de paz". El adiós definitivo, y puntual, fue con una antigua y conocida melodía: "Rasguña las piedras". Y se terminó, lenta y ordenadamente la multitud fue abandonando el estadio. Afuera, todavía quedaban algunas de las casi veinte mil personas que pugnaron vanamente por entrar. Fueron cuatro horas de música en paz.



LAS OPINIONES

Raúl Porchetto: "Todo lo que se vivió en Obras fue algo impresionante. Me impactó mucho cuando la multitud cantaba a coro con nosotros 'Algo de paz' y 'Rasguña las piedras'. Confieso que en ese momento se me puso la piel de gallina. Pienso que el evento fue positivo para todos los argentinos."
León Gieco: "Esto superó todos los límites de la imaginación. Fue algo impresionante que le va a hacer mucho bien a todos y que se va a recordar por largo tiempo porque, como dije antes, superó los límites de la imaginación. Yo pensaba que iba a ser algo grande pero no tanto como lo que fue."
Claudio Martínez: "Lo que pasó aquí no me sorprendió en absoluto porque es lo que se vive en todos los recitales aunque en menor escala. Pienso que lo más positivo es que mucha gente que no sabía qué era el rock ahora se va a enterar y va a saber también cuál es el clima que se vive en un recital."
Antonio Tarrago Ros: "Este festival fue una muestra más de lo centrado y responsable que es el público de rock, y de lo profesionales y talentosos que son sus músicos. Además, fue una ratificación de lo abierto que es el rock ya que se escucharon variadas tendencias y todas fueron aplaudidas. Te confieso que cuando vi tanta gente junta sentí miedo, pero no pasó nada y ésa es una muestra contundente de lo ubicados que son todos los que están en esta música."
Nito Mestre: "En mi vida me voy a olvidar de lo que fue esto. Ver a toda esa gente reunida dispuesta a disfrutar de una tarde de música, paz y unión fue algo impresionante. Pienso que no tiene sentido hablar de quien tocó bien o quién tocó mal. Lo importante fue que estuvimos todos juntos y que la tarde fue una verdadera fiesta para todos."
Luis Viola: "Cuando subí al escenario y vi a toda esa gente allí reunida sentí ,una emoción terrible. Y cuando arrancamos con 'Corrientes esquina tango' y la gente cantaba con nosotros, sentí la satisfacción más grande de mi vida. Pienso que ésta fue la ratificación de lo positivo que es el rock en todos los órdenes."
Miguel Cantilo: "Cuando subí al escenario me temblaron las piernas al ver a toda esa gente reunida para participar de algo a lo que nadie debe estar ajeno: la paz. Creo que una de las cosas fundamentales de este evento fue el de demostrarle a todo el mundo que podemos reunimos a escuchar música y sabemos hacerlo todos juntos."
Beto Satragni: "Creo que lo importante del festival no fue sólo la música, sino el espectáculo que dio esa multitud. A la gente le gusta ver a los músicos juntos y sin dudas eso repercute en sus ánimos porque los motiva a unirse también. Ojalá este tipo de reuniones puedan hacerse seguido porque es una buena forma de pasarla bien todos juntos."
Rinaldo Rafanelli: "El festival fue la demostración bien concreta de todo lo que este movimiento viene proponiendo desde hace más de diez años. Con lo de Obras se demostró que el rock no es extranjerizante sino que es una fuerza popular muy importante y bien nacional. Es innegable que no hay ningún otro movimiento capaz de producir algo similar."
Gabriel Maccioco: "Ahora ya a nadie le pueden quedar dudas de que el rock es lo más grande que hay en la Argentina. Ninguna otra música es capaz de congregar tanta gente. Pienso que ése fue el éxito del recital."



EL PUBLICO

Desde hora temprana, una fervorosa multitud se acercó hasta las adyacencias del club Obras Sanitarias en silenciosas caravanas que obligaron a media tarde a desviar el tránsito de la Avenida del Libertador. Portando banderas, pancartas y carteles con leyendas alusivas a la paz, la multitud ocupó las canchas de hockey, rugby y cuanto espacio libre hubiera en el club. Incluso los balcones de edificios cercanos se poblaron también de espectadores ansiosos.
La primera reacción unánime del público fue cuando por los parlantes se escucharon las estrofas del Himno Nacional Argentino cantado a coro por una multitud de pie.
Los encargados de abrir el show fueron los integrantes de Fantasía, cuyo tema "Corrientes esquina tango" hizo que la gente empezara a olvidar el frío y la lluvia y desentumeciera sus brazos haciendo palmas. Sin incidentes graves -sólo algunas personas con sofocones y desmayos- el show prosiguió con el rock'n'roll de la banda Soulé y su invitación al baile. Y cuando Cantilo-Durietz entonaron "La gente del futuro", las palmas y el coro de miles de personas pusieron el toque emotivo del festival. Otra de las grandes muestras de afecto se produjo cuando los Dulces 16 invitaron a Pappo a tocar un tema con ellos. Allí los clásicos "¡Viva Pappo!" fueron más ensordecedores que nunca. Litto Nebbia y Luis Alberto Spinetta también recibieron idénticas muestras de fervor, arrancando ovaciones no bien pisaron el escenario.
La actuación de Nito Mestre obtuvo idénticas dosis de silencio respetuoso y gritos histéricos, ambos rubricados con calurosos aplausos al final de cada tema. Pero cuando se le unió León Gieco para hacer "La colina de la vida" la gritería fue infernal.
Y corroborando lo abierto que es el público de rock, cuando Gieco invitó al escenario a Antonio Tarrago Ros, la gente lo recibió de idéntica forma que al resto de los músicos.
Los aplausos aumentaron cuando Gieco llamó a Raúl Porchetto para hacer a dúo "En el fondo del cielo". Y cuando subieron Charly García, David Lebón y Alfredo Toth para hacer con Porchetto "Sentado en el umbral de Dios", comenzó el gran final de una gran tarde. García y Lebón hicieron cantar luego a todo el mundo con "San Francisco y el lobo" y "Música del alma". Pero el pico más emotivo del concierto se vivió al final con Lebón, Gieco, Porchetto, Mestre y García cantando a coro con la multitud un tema cuyo título fue la síntesis de la propuesta esgrimida en la reunión: "Algo de paz".
Pero el rock es el rock y tiene una norma: el bis. Y el bis hizo temblar de emoción a todos los presentes. La super banda atacó con "Rasguña las piedras" y nadie permaneció callado. De pie, cantando y encendiendo velas y fósforos, el público gozó del tema y puso el cierre digno para una gran fiesta.



Algunos videos/temas del festival



Fuente:
Magicas Ruinas - Revista Pelo - Mayo 1982
Los audios están disponibles en Aguante la Cofradía


Cd1:
01. El show de los destapados (Duo Fantasia)
02. Corrientes esquina tango (Duo Fantasia)
03. Carta a los que pueden cantar (Duo Fantasia)
04. lntro (Soulé/Molinari)
05. El dragón Furente (Soule/Molinari)
06. Cantar del juglar (Soule/Molinari)
07. No tengo destino (Soule/Molinari)
08. La legión interior (CantilofDurietz)
09. La gente del futuro (Cantilo/Durietz)
10. Para tocar rock and roll (Dulces 16)
11. La ley del rock and roll (Dulces 16)
12. Fiesta cervezal (Dulces 16 con Pappo)
13. Nube marrón (Moro/Satragni) 1
14. Pensando en el tiempo (Moro/Satragni)
15. La gente que no sabe lo que quiere (Lítto Nebbia)
16. Nueva zamba para mi tierra (Lítto Nebbia)
17. Solo se trata de vivir (Lítto Nebbia)
18. Oreja y vuelta al ruedo (Tantor) 1
19. Mágico y natural (Tantor)


Cd2:
01. Umbral (Spinetta)
02. Barro tal vez (Spinetta)
03. Ella tambien (Spinetta)
04. Distinto tiempo (Nito Mestre)
05. Hoy tire viejas hojas (Nito Mestre)
06. La colina de la vida (Mestre/Gieco)
07. Solo le pido a Dios (León Gieco)
08. Chamame (Gieco/Tarrago Ross)
09. El que pierde la inocencia (Gieco/Tarrago Ross)
10. En el fondo (Gieco/Porchetto)
11. Sentado en el umbral de Dios (Porchetto/Garcia/Lebon)
12. San Francisco y el lobo (Garcia/Lebon)
13. Musica del alma (Garcia/Lebon)
14. Algo de paz (Porchetto/Garcia/Lebon)
15. Rasgunia las piedras (Garcia/Mestre/Lebon/Porchetto/Greco)

sábado, mayo 15, 2010

Charly García en Israel: "Este show fue el mejor"

Exactamente un día después del show, Charly habló con Rolling Stone. En la combi rumbo a una zapada organizada para un día después del concierto, con la ansiedad de lo que vendrá, un García relajado pero entusiasmado contó sus impresiones. Del lugar, de su actualidad, de tocar fondo y de renacer en un abrazo que empezó siendo de pocos y alcanzó dimensiones inesperadas. Lágrimas en Tierra Santa, por ejemplo.

¿Por qué Israel?
Primero, porque nos llamaron pero después porque hubo cosas periféricas como que me iban a nombrar Embajador de la Paz. Nos contaron también cómo iba a ser el lugar para tocar y me pareció irresistible.

¿Habías hablado con otros artistas que habían tocado en Israel como Mercedes Sosa o León Gieco?
Mercedes siempre me decía que le iba bien y León también. No me contaron del anfiteatro. Nunca pensé ver en un coliseo romano en Israel banderas argentinas y de Say No More y creía que iba a haber un público más frío pero fue al revés. Me superó.

Tu visita funcionó como aglutinador de la comunidad argentina en Israel. Esto no es frecuente. ¿Pudiste sentir eso?
Sí, y yo creo que tiene que ver con todo lo que llevo a mis espaldas. Con que estoy arraigado en la cultura argentina y soy una especie de símbolo de no sé de qué.

¿Tuviste miedo de tocar en este país?
No, para nada. Ningún problema.

El público argentino en Israel hiberna. Explota en un mundial o cuando hay un recital de esta proporción. ¿Es un alivio no sentir acá aquello de la paja en el ojo ajeno?
Es verdad, acá no lo sentí. Creo que los que estuvieron, pudieron ver un show muy potente, me vieron muy contento. Hubo un ida y vuelta muy grosso. Y la acústica del lugar hizo que sonara todo increíble.

¿Te molesta el rotulo de Charly Nuevo / Charly Bueno?
No, no me jode porque tiene algo de verdad. Toqué fondo y me costó poner mucho huevo para estar como estoy ahora. Fue una cosa paulatina. Estoy orgulloso de cómo me siento y de darle a la gente un show como hace años que se lo debía.

¿Sentís que la gente te reconoce el esfuerzo o te sigue juzgando?
Desde mi parte, estoy dando lo mejor que tengo y venir del infierno y salir de eso es un poco una resurrección y la música fue el motivo-zanahoria que me impulsó a esta nueva etapa que es muy meticulosa. La banda está muy aceitada, hay muchísimos ensayos. Yo le estoy dando mucha importancia a la voz y el mensaje llega mucho más claro. Las habladurías siempre van a estar pero ya no me importa.

En muchas etapas de tu carrera se podía vincular tu música con el signo de los tiempos. El folk con Sui Generis, el rock progresivo con La Máquina de Hacer Pájaros, jazz fusión con Serú, la new wave, el funk. ¿Durante la grabación del disco qué te influyo además de tu situación personal?
No estoy escuchando más o menos nada (sic). Estoy muy imbuido en lo que estoy haciendo aunque alguna que otra cosa pesco, pero no tengo influencia tan grande como tenía en Serú con Steely Dan o en la Máquina con Yes. Es más personal lo que estoy haciendo ahora. Es neto García.

¿Y con otros artistas como Spinetta o Fito hay una sintonía como en otras épocas? ¿Escuchas lo que hacen?
Las carreras se tocan. Hay un gran respeto. Yo aprendí a escuchar un poco más lo que me dicen y es muy lindo lo que pasa con Pedro (Aznar), con David (Lebón)... Soy muy amigo de Juanse, cuando pinta Nito (Mestre) también hacemos algunas cositas... Al Flaco lo fui a ver y a (Gustavo) Cerati también. Y me gustaron. También voy al teatro y hace poco me divertí mucho con Enrique Pinti.

Hablando de Nito, él tocó en Israel 15 días antes que vos y le fue bien. Fue de algún modo un precalentamiento para tu show. ¿Hablaste con él?
No, no hablé pero estuve al tanto de todo lo que pasó.

¿Se puede suponer que sentiste más familiaridad en Israel que, por ejemplo, en Ecuador donde tocaron hace poco?
Puede ser, sí. Porque el público de Ecuador está más mezclado. En Ecuador el público generalmente es ecuatoriano (risas). Acá se notaba una necesidad de escucharme y de tenerme como elemento aglutinante. Y cuando canté el Himno fue "el momento". Encima, que me hayan nombrado Embajador de la Paz y la Música fue muy emocionante.

¿Sentías que lo merecías? La paz es un concepto un poco utópico en esta zona que vive en guerra desde hace tanto tiempo y vos que venís de tan lejos...
No me imaginé que el premio tenía la envergadura que tiene. Fui al Centro Peres de la Paz y me empapé un poco de lo que están haciendo y es plausible. Me sentí honrado de que esta gente se fijara en mí y me diera este reconocimiento. En Israel a una persona que viene de Argentina, tan lejano todo...

¿Creés en la paz como término, como hecho? El premio siempre es para alguien que tiene un compromiso...
Yo soy contestatario y cuestiono a la sociedad, pero creo que el fin del nudo es la paz y la tolerancia. En Argentina lo hice de alguna manera pero tengo mucho que aprender sobre eso. No sé si podría ser como Bono.

Tampoco hace falta tanto, ¿no?
Je je, tampoco hace falto tanto, verdad.

¿Seguís en relación con Amnesty o algún organismo pro derechos humanos o de lucha por la paz?
Sí, de Amnesty de vez en cuando me llaman y tenemos buenas charlas. Si alguna vez se hace otro Amnesty seguro estaré invitado.

El público local no puede comprar tus discos. ¿No te resulta extraño?
Sí, es raro y aparte me sorprendió muchísimo que conocieran las canciones nuevas.

¿Ya estás componiendo nuevo material? ¿La gira te inspira?
Estoy esperando un click. Empezar a hacer canciones desde otro punto de vista porque mi gran temor es repetirme. Todavía no tengo una línea y por supuesto que uno querría tener ya una dirección más clara, pero como me di tiempo para volver a tocar tampoco tengo que apurarme. Estoy ansioso y la estoy piloteando. Pero me siento muy contento con los shows en vivo y este de Israel fue el mejor desde que volvimos, porque hicimos una subida escalonada de calidad y me parece que durante muchos años no hice eso. Despreciaba un poco mi música y la bastardeaba. Ahora estoy haciendo justicia.

¿Hay un redescubrimiento propio?
Sí, y un respeto a la canción y a que la música llegue al público de la mejor manera posible. Estoy más interpretando que antes. Me paro a cantar las canciones.

¿Tiene que ver que estés absolutamente conectado con el piano y no con los teclados o la guitarra? Es volver a tu origen, en sincronía con lo que hablábamos de renacer...
Sí, quise volver a la canción pura. No quería distraerme con otros instrumentos porque el piano me ayuda a cantar y puesto en escena es muy evocativo. Balancea lo moderno con lo clásico. El piano es la base de todas las épocas, es la emoción de tener una canción en mi cabeza y poderla expresar. Antes, en la época Say No More, un poco estaba enojadísimo, cantaba las canciones por la mitad y este momento tiene que ver con un orden mental y del cuerpo que me hace sentir cómodo. Me siento bien y soy un propagador de sentimientos muy delicados, muy finos. Más mágicos.

¿Estás contento con tu banda?
Muy contento. Volví a trabajar con ellos porque son grandes músicos. El Negro García López, Hilda Lizarazu, el Zorrito Quintiero, los chilenos... Somos amigos, muy amigos y estamos todos juntos. En los momentos más duros no se borraron. Cuando empecé a programar temas, casi ni podía tocar y ellos vinieron a visitarme al estudio de Palito Ortega y grabamos algunas canciones. Me hicieron la gamba a morir, al igual que otros como Fernando Samalea. Me hacen sentir bien.

¿Volverías a Israel en cuánto tiempo?
Me parece que en un año estaría bien.

La zapada

La exposición pública de García en Israel terminó con una zapada en el club Barby de Tel Aviv -donde tocaron entre otros Calexico, José González y BRMC- para 350 personas que pagaron para tener un poco más y dilatar la partida.

Los músicos que acompañan a figuras tan dominantes como Charly siempre se quedan con ganas de tocar más. Y de eso se trató también la noche. Hubo un repertorio tradicional de músicos sesionistas: versiones de los Kinks, Black Crowes, Deep Purple, Stevie Wonder, Pappo, Led Zeppelin y más.

Hasta que García subió al escenario a cantar lo suyo a menos de un metro del público. "Tu vicio", "Me siento mucho mejor", "No voy en tren"... el Himno, un adiós calmo en la salida junto a los más fanáticos que con respeto lo saludaron, lo tocaron y le dijeron gracias.

Y él agradeció también, a los suyos y a la gente que lo fue a ver para quererlo sin pedirle nada más que sus goles. Sus canciones.

Por Mariano Man, desde Tel Aviv

Fuente: RollingStone

Charly García en Israel: buscando un símbolo de paz

En Tierra Santa el músico y su banda comandaron una ceremonia inolvidable para 3500 personas que de forma incondicional cantaron todas sus canciones. Fue nombrado Embajador de la Paz.

Un anfiteatro romano real no es para cualquiera. Es para alguien especialmente poderoso. Aunque el poder no venga de las armas sino de las canciones y de la fuerza de la interpretación. La historia misma del lugar, erigido casi cien años antes de Cristo enmarcaba la ceremonia.

El jueves 13 de mayo Charly García ofreció un emotivo concierto en el anfiteatro romano de Cesárea, un espacio construido para los emperadores y restaurado para shows masivos con el Mar Mediterráneo a 300 metros. Nada menos.

Tras una espectacular puesta de sol que terminó de dar la atmósfera de lo que vendría luego, Charly García salió al escenario a impactar con "Demoliendo hoteles". No podría haber empezado mejor a recorrer su carrera ante un público heterogéneo que coincidió en algo: juzgarlo no, amarlo sí. Inmediatamente después, "Promesas sobre el bidet" reguló el pulso de todos. Músicos y gente. "Rap del exilio" y "No soy un extraño".

Charly estaba de buen humor y el público también. El constante ida y vuelta sería la clave para que se despejara alguna desconfianza por parte de la gente respecto al "estado" del músico y de él ante un público que, si bien era casi todo argentino, se presentaba ante sus ojos como desconocido.

El rock volvió con "Cerca de la revolución" y el anfiteatro tembló. La banda estaba muy ajustada y atenta. Y tan sorprendida como Charly. Es que para los argentinos en Israel Charly García es como Diego Maradona. Es talento y polémica. Fin y resurrección. Sorpresa e inestabilidad. Es sinónimo de eternidad, de una figura que incluso cuando no esté permanecerá vigente por su obra y sus acciones.

"Filosofía barata y zapatos de goma", "Fanky", "Influencia"... García fue recorriendo con esfuerzo y pericia toda su carrera y mechó canciones más nuevas como "El amor espera" y "Deberías saber por qué". Después de más de 20 temas, se acercaba la coda. La falsa coda, en realidad. "No me dejan salir" y "No voy en tren" con una introducción en hebreo que decía "Rakevet, Matós" ("Tren, avión") fueron las últimas antes de que representantes del Centro Peres de la Paz le entregaran al músico el título de Embajador de la Paz y la Música delante del público que lo aplaudió de pie al grito de "Y Charly no se va".

García dejó el diploma y se acercó al centro del escenario. "No, cómo me voy a ir", jugueteó. Emocionado, lentamente caminó hacia el piano y sonaron los primeros acordes del Himno Nacional, el clímax del show. Enseguida, y como el mismo dijo, de yapa, unas estrofas de "Canción para mi muerte".

Los músicos saludaron y se fueron de escena. El "coliseo" coreó la histórica balada hasta el final. Hasta que se encendieron las luces y ya nada fue igual. La ilusión generalizada desde ese momento es "Charly, tengo que volverte a ver". El productor argentino Freddy Zyskrot, que también llevó a Casi ángeles a Israel, satisfecho, tomó nota.

Por Mariano Man, desde Tel Aviv

Fuente: RollingStone

viernes, mayo 14, 2010

Charly García: Misión Israel

A punto de subir otra vez a escena, esta vez en un pub de Tel Aviv, el Barbie, donde también tocan las estrellas locales, Charly García hace con Clarín su balance de esta visita que, confiesa, lo conmovió más de lo que esperaba. "Fue el lugar más alejado al que llegué en toda mi carrera para tocar, y la verdad es que me partió la cabeza, la onda de la gente, la emoción de los argentinos que viven acá, los lugares". ¿Te lo esperabas? "Me lo venían diciendo, y lo empecé a presentir cuando llegamos, pero una cosa es cómo te lo imaginás, y otra es cómo lo vivís. No te das cuenta hasta que no ves a tanta gente junta llorando en Israel cuando tocás el Himno, o Canción para mi muerte. Eso me conmovió muchísimo".

Asegura que el miedo por venir a un lugar de conflicto no jugó papel alguno en su decisión. "No, no tuve miedo en absoluto. Por televisión, en la Argentina se ve sólo lo malo, que es lo mismo que pasa con la Argentina, con cosas que se ven desde afuera y después cuando mirás más de cerca te das cuenta que no son tan así".

En general, los judíos suelen mamar desde chiquitos lo que simboliza el Muro de los Lamentos, y al verlo por primera vez se emocionan hasta las lágrimas. A Charly, sin ser judío, le pasó algo parecido, al punto de sorprender a la gente de su propio equipo. "Fue algo muy raro", intenta explicar ahora el cantante. "Sentí una emoción muy grande, es como que te das cuenta de un montón de cosas, la historia, la sabiduría, me movilizó la energía que tiene ese Muro, es algo que la gente que no lo vive no lo puede entender porque a cada persona le pega de modo único, y a mí me pasó algo que no me había ocurrido jamás en mi vida".

Desde afuera no pareció que lo hubiera conmovido tanto el premio honorífico que recibió, cuando el Centro Shimón Peres por la Paz lo nombró Embajador de la Paz por la Juventud. "Al contrario", responde. "Fue una de las razones que me hicieron sentir unas ganas tremendas de venir. Recibir un premio siempre es importante, porque es un reconocimiento que tiene que ver con las letras, con la historia musical de uno, y eso es siempre un orgullo. Más todavía si tiene que ver con los derechos humanos".

A nivel operativo, el cargo que acaba de asumir Charly lo va a llevar al intercambio de información sobre las actividades y proyectos del Centro Peres por la Paz, centrados en promover el entendimiento entre palestinos e israelíes con vistas a la paz. "Más allá de eso, quedamos en que cuando yo vaya a tocar a Miami, o a otros lugares donde el Centro tiene participación, me van a proponer hacer cosas juntos", detalla.

Viniste a Israel transformado y eso se notó en el escenario. ¿Te vas más transformado todavía?

No, bueno, la transformación es un proceso, uno va tratando todos los días un poquito más, de ir mejorando, aportando creatividad y conocimiento, creciendo. Me voy habiendo vivido una experiencia increíble y con muchas ganas de volver a Israel en el futuro.

SIEMPRE LOCAL. Charly canta para el delirio de sus fanáticos. En la platea pudieron verse banderas celestes y blancas y camisetas de la Selección Argentina. Anoche volvió a tocar en un pub.

Por: Marcelo Kisilevski

Verdadera y nostálgica fiesta, eso es lo que fue el show de García en el Anfiteatro Cesarea.

Un renovado Charly García subió al escenario en el Anfiteatro Cesarea en Israel el miércoles y casi no lo podía creer: cinco mil personas de tres generaciones, casi todos argentinos residentes en Israel, ovacionaron durante dos horas al que consideran su ídolo y un prócer del rock nacional, ése que los formó desde la adolescencia en el país que, en algún momento, decidieron abandonar.

El "Anfi" de Cesarea fue construido por el rey Herodes en el siglo 1 (AC) frente al Mar Mediterráneo. Hoy sirve de sala de conciertos para las mejores bandas, por su acústica incomparable. En Israel, es como llenar el Luna Park: el cantante que llena el "Anfi" sabe que ha llegado a la cima. Charly vino por primera vez a Israel, y lo llenó sin mayores esfuerzos.

El público disfrutó de un García recuperado, reconciliado, de buen humor. "No lo puedo creer, no esperaba este recibimiento. ¡Gracias Israel!", repetía. "No puedo creer que 'Say No More' haya llegado hasta acá", dijo, mientras desde la platea le enarbolaban una bandera con el logo. A la calidez del público, Charly retribuyó con un "¡Rakévet, matós!" ("¡Tren, avión!" en hebreo) repetido varias veces con Hilda Lizarazu antes del tema No voy en tren.

Contra las fantasías de algún veterano, que esperaba mucho Sui Generis, como máximo Serú Girán, Charly recorrió prácticamente toda su discografía, con temas como Demoliendo hoteles, Rap del exilio, Filosofía barata, Rezo por vos, Vicio y Yendo de la cama al living, entre otros. Incluso remató con Canción para mi muerte, solo él, el piano y el público, en un último bis de abrazo.

Para el empresario argentino israelí Freddy Zyskrot, que trajo a Charly García al país en impecable producción y marketing, "fue un orgullo a traer al número uno del rock nacional, dando la posibilidad a los argentinos, latinos y también israelíes, de ver sus recitales tal como los ofrece hoy en día en Argentina. El show fue una verdadera fiesta".

Antes de los bises, Charly fue nombrado formalmente Embajador de La Paz por la Juventud, por el Centro Shimón Peres por la Paz, que el cantante había visitado dos días antes. Se trata de una ONG israelí que realiza múltiples proyectos conjuntos israelo-palestinos para impulsar la paz entre ambos pueblos. Charly visitó también la Vía Dolorosa y el Santo Sepulcro en Jerusalén y el Mar Muerto, pero no pudo flotar en las aguas saladas debido a una fuerte tormenta de viento. Ayer actuaba por segunda y última vez en Barbie, un famoso pub telavivense.

Laila Malkus, una cantante argentina que hace carrera en Israel desde los '90 con su género "latino-israelí", dijo a Clarín luego del espectáculo que "Charly me alucinó, sigue siendo un grande como siempre, fue un show super profesional y dejó todo en el escenario. Charly es el símbolo de la época más linda de todos los que estamos acá. Cuando dejás la Argentina podés dejar el churro y el alfajor, pero a Charly te lo llevás con vos."

Kipá en el Muro de los Lamentos

La expectativa con la visita a Israel invadió a toda la banda de Charly. Al punto tal que decidieron llegar al país de la Biblia con algo que los distinguiera a ellos y que los uniera al lugar. De ahí a pensar en una kipá (solideo, el "gorrito" que se colocan los judíos en la cabeza) bordado con el logo de Say No More había un solo paso.

"Primero consultamos a rabinos en Israel para saber si no era ofensivo poner un logo en una kipá, y nos dijeron que no había problema. La hicimos, y fue muy loco ver a quince tipos, no precisamente judíos, en el Muro de los Lamentos con las kipót (kipá en plural) todas iguales, honrando el lugar", cuenta Fernando, el manager de García.

'Say no more' (No digas más) es una frase tomada de una película de los Beatles con la que Charly García se identificó, y pasó muy pronto de ser un chiste interno a un sello distintivo. La reminiscencia que el logo o su uso en un brazalete puede tener con el nazismo, hizo arquear más de un par de cejas en el Muro.

Por eso, podría resultar chocante la combinación del logo de Charly con uno de los símbolos más visibles del judaísmo. El propio García explicó más de una vez que su logo es justamente ese grito, que dice todo lo contrario: no al fascismo, no al nazismo.

Una señal de recogimiento

Estamos yendo hacia el lugar donde todo ocurrió", les dijo Charly con reverencia a sus músicos y colaboradores ya antes de llegar a Israel. Fernando Szereszevsky, su manager y amigo, describe a Charly como una persona sumamente culta, muy interesada en la historia, que consume con fruición libros y documentales.

Galim Producciones, la productora local, les organizó un itinerario completo, en especial por la Ciudad Vieja de Jerusalén, que incluyó la Vía Dolorosa, hoy en día una calle en el Barrio Cristiano, que conduce hacia la Iglesia del Santo Sepulcro, donde Charly reaccionó con gran interés y emoción, prestando suma atención a cada palabra del guía.

"Al llegar al Muro de los Lamentos, Charly se transformó", según relata Szereszevsky. "Lo acompañamos, y en un momento lo dejamos solo, como si nos lo hubiera pedido sin hablar. Se quedó como rezando, meditando, muy emocionado. Fue muy fuerte, como algo íntimo de él. Nosotros mismos nos sorprendimos".

"Pensá que para él todo esto es muy fuerte", continúa el manager, "en especial después de todo lo que le había pasado: volver al escenario, y que lo quieran, y lo que pasó en el show en Cesarea, que fue tan especial. Uno de los momentos culminantes fue ver a cinco mil personas llorando con él durante su versión del Himno Nacional. Charly está muy feliz".

Golpe al corazón

"Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad"... No en vano Charly terminó su primer show en Israel con las inoxidables estrofas de "Canción para mi muerte". Muchos de los que allí estaban recordaban, a través de su música, un tiempo en que fue hermoso y eran libres de verdad: su juventud en la Argentina. Luego se fueron por razones varias (económicas, profesionales, exilios). Pero Charly en general, y aquella canción en particular, había quedado en sus corazones.

Por: Walter Domínguez




Fuente: Clarín

jueves, mayo 13, 2010

¡Charly no se va! - ¡Larga vida al Rey!

Cuando 2040 años atrás, el Rey Herodes inició las obras de construcción del Anfiteatro de Cesarea en honor al Emperador Augusto, nunca se podría imaginar que llegaría un día en el cual 4000 argentinos, emocionados, eufóricos y delirantes, recibirían allí a su propio Rey.

La expectativa no fue en vano. Charly García nos entregó su buen rock en Cesarea. Fue un espectáculo repleto de nostalgia, magia y mucha música, teniendo como protagonista a un resucitado compositor e intérprete que demostró que su genialidad funciona e impresiona mucho más en su actual estado de sobriedad.

Porque si bien a Charly se le nota rejuvenecido y repleto de energía, ya no es el mismo de antes; es decir, ahora el músico no rompe instrumentos ni insulta a sus compañeros, por el contrario, goza de la fiesta con una alegría inédita en él, algo que era evidenciado por sus múltiples sonrisas y la emoción que sintió al recibir el calor de su incondicional público.

Ya no corre sobre el escenario, es cierto, pero no para de estar quieto entre su piano de cola y el micrófono instalado en el medio de su escenario.

Renovado, y con lo mejor de su propuesta rockera, apareció y ofreció un concierto memorable en medio de ovaciones y aplausos de miles de asistentes que llegaron de todos los rincones de Israel para encontrarse con su ídolo.

El Charly de hoy es otro; con un aspecto más saludable y hasta respetuoso con sus seguidores. Vital, feliz y con ganas de dar lo mejor de sí, el músico argentino demostró con su espectáculo que sigue siendo el más grande.

La gente disfrutó y cantó cada uno de sus clásicos. Se puede decir que su música ya pasó por varias generaciones y que es apta para todo público. Varios padres con sus hijos y nietos compartieron en el Anfiteatro la pasión por Charly.

En lo musical, García está intacto. Sus dedos siguen haciendo magia sobre el piano. Se lo vio de muy buen humor y hasta bromeó con la gente. Se destacó la muy buena puesta en escena que acompañó con cuidado cada canción que tocaba.

El músico repasó todos sus discos solistas con temas como: "Demoliendo hoteles", "Promesas sobre el bidet", "Rap del exilio", "Filosofia barata", "Rezo por vos", "Raros peinados nuevos", "Vicio", "Yendo de la cama al living", entre otros, todos coreados por la multitud. Además, sorprendió al público cuando inició el tema "No voy en tren" gritando varias veces junto a Hilda Lizarazu: "¡Rakevet, matós!" ("tren, avión" en hebreo); tenía que ser Charly.

Hay que destacar la tarea de su banda formada por Hilda Lizarazu (coros), Fabián Von Quintero (teclados), Carlos García López (guitarra), eternos compañeros de ruta, más la base chilena que viene tocando con García desde hace años, Kiuge Hayashida (guitarra rítmica y coros), Tonio Silva (batería) y Carlos González (bajo), todos excelentes músicos encargados de acompañarlo sobre el escenario.

Casi al final del espectáculo, el Centro Peres para la Paz lo nombró oficialmente "Embajador de la Paz para la Juventud". En ese momento pudimos ver a un Charly emocionado y conmovido, o como él mismo lo afirmó: "Esto es impresionante; es muy especial para mí; jamás me hubiera imaginado un recibimiento así; ¡Gracias Israel!". Y finalizó con todo el público entregado cantando su versión singular del Himno Nacional Argentino y gritando ¡Charly no se va!

Charly García pasó por Israel; los que lo vimos en Cesarea nos emocionamos con sus palabras: "¡Hasta donde llegó 'Say no more'; es increíble!", y fuimos testigos de un evento histórico más en el Anfiteatro del Rey Herodes.

¡Larga vida al Rey!


Por Alberto Mazor

Fuente: argentina.co.il