María Gabriela Epumer |
"La muerte de María Gabriela Epumer (…) fue una falla en el sistema: si había alguien que por su modo de vida no podía morir, era ella. Buscaba la luz, el día, la claridad y la serenidad; era lo anti dark. No prolongaba las noches, no frecuentaba toxicidades y sin embargo tampoco era una santa. Sus costumbres eran muy sanas, de acuerdo, pero formaban parte de su credo personal y nunca criticaba a nadie por no seguirlas. Podía divertirse como cualquiera, y sus comentarios maliciosos eran la delicia de sus compañeros. Por eso, Charly García, que siempre la adoró y sintió muchísimo su muerte, la apodó Dead Mosquit. Ella a su vez lo bautizó El Niño, por los continuos desplantes de García, pero también por la corriente del mismo nombre que desataba huracanes, tempestades y arrasaba ciudades. Era apropiado".
Las palabras del periodista Sergio Marchi, escritas en una nota publicada en Página 12 cuando se cumplieron 10 años del fallecimiento de la artista, describieron un aspecto no muy conocido por el público.
Al contrario de lo que se ve en el mundo del rock -donde todo parece ser descontrol-, Epumer llevaba una vida tranquila y era cuidadosa de su salud. Lamentablemente murió muy joven. Desde un primer momento, las causas no fueron claras. Sin embargo, la autopsia determinó que había sufrido un edema pulmonar.
María Gabriela Epumer en tiempos de Rouge junto a Claudia Sinesi, Ana Croti y Andrea Álvarez. (Foto: Andrea Álvarez) |