
Una zona mediterránea, dedicada a la producción de frutas, vinos, rica y pionera en explotación petrolera, algo industrial y poco turística –al menos en estos meses de invierno-.
Geográficamente una meseta fría, quebrada, de tierras pedregosas y arenas rojizas, escasa vegetación, surcada por ríos caudalosos que marcan valles fértiles. Toda esta introducción es para ambientarnos en un lugar que si bien tiene toda la influencia de la cultura urbana, pese al esfuerzo de productoras locales como Five y Fedorco, no se caracteriza por la llegada de grandes espectáculos. Por eso la llegada en los últimos meses de Sabina, Calamaro, Cerati o Arjona son eventos que reúnen a todos, no solo a los fans propios de cada artista.