- ¿Cómo surgió “Encuentro Supremo?
- Eran canciones que yo tenía guardadas. Excepto el caso de Encuentro Supremo, el tema, que es nuevo. Pero el resto son canciones de la época de antes de Serú 92, por ejemplo del 87 cuando me fui a Miami, de los 12 años que viví en Mendoza, y también canciones de acá. Hice una mezcla, pero quedaron un montón en mi compu todavía.
- ¿Y qué te pasó cuando reinterpretaste estos temas? ¿Los reciclaste?
- Sí, aunque hoy las canciones tienen un pequeño cambio, pero es mínimo. Los chicos de la banda son muy respetuosos, yo no les digo en absoluto lo que tienen que hacer, por eso me quieren mucho, no les hincho las bolas (risas). De ahí sale también “encuentro supremo”, de encontrarme con ellos, y de encontrarme con mi señora, mi futura señora. Porque sabés que en un momento dado en mi vida me di cuenta que yo puedo estar amando en mi corazón sin estar amando a nadie, feliz…
- ¿Como un amor por la vida, por el prójimo?
- Exactamente. Estar vivo y darte cuenta que estás respirando y ser feliz por eso. Hay un dicho que dice “el diablo es diablo por viejo más que por sabio”, y yo a los 64 años ya aprendí muchísimas cosas, sobre todo humanas, y amo a la humanidad. Siempre busqué lo que nunca había perdido, que era mi amor. Siempre lo busqué afuera, en un auto, en una guitarra, en un equipo, en una familia. Pero en realidad el amor nace de mí, nace desde mí. Aunque por supuesto que es porque veo otra cosa que me hace sentir amor.
- Y esa búsqueda por el amor y por la paz que siempre caracterizó tus letras, ¿es la misma de siempre?
- No, ahora lo que estoy tratando de hacer es compartir esa experiencia con la gente que me quiere, con mis fans o no sé cómo llamarlo, porque nada es mío… Pero es mi segunda familia, esa que no conozco, pero que nos amamos porque amamos la misma música. Sabés que el otro día fui y me regalé una guitarra nueva, y me di cuenta que en realidad me la regaló la gente, porque lo que yo cobro, que tampoco es una locura, es realmente lo que paga la gente cuando va a comprar las entradas o el disco. En realidad la gente me viste, me compra la ropa, los instrumentos (risas).
- Y hablando de encuentros, ¿cuáles fueron los encuentros que más te marcaron en la vida?
- Uh, muchos… primero, el encuentro con el primer simple de los Beatles, que ahí fue cuando dije: “mamá, yo no sé lo que es esto, pero yo quiero ser esto”. Y bueno ella me decía “vamos a ver”, porque estábamos viajando a Estados Unidos, yo tenía que ir a la escuela y todo eso… Pero ella con el tiempo fue viendo que cuando estaba en la escuela la llamaban y le decían: “mirá, tu hijo no estudia, quiere cantar canciones”. Entonces bueno, un día me ayudó y compramos una guitarra…
- Fue una gran compañera tu mamá
- Muy buena. A pesar de que estuvo en la guerra, y es muy difícil encontrar una persona que haya estado en la guerra y tenga tanto amor. Aunque no sé, quizás no es tan difícil… depende como sea de carácter, yo he visto películas que hay tres tipos que vienen destrozados pero tienen mucho amor en el corazón por lo que vieron también, por los desastres y la muerte, y todas esas cagadas que suceden en la guerra.
- ¿Ella vivió de cerca la Segunda Guerra Mundial?
- No, ella estuvo en la guerra. En la Segunda Guerra mi mamá fue aliada de los ingleses, era paracaidista y espía. Y tiene esa marca en su vida muy fuerte. Tuvo, ella ya se fue a donde tenía que irse, a estar con papá, discutiendo como siempre (risas). Diciendo: “mirá, mirá tu chico, mirá lo que está haciendo”. Ojalá me los encuentre en el futuro, ojalá en el viaje que tenemos cuando nos vamos de acá, nos podamos encontrar otra vez.
- En este disco tenés una hermosa interpretación de “Laura va” (Spinetta), ¿qué te genera tocarla en vivo?
- No, me muero. La última vez me quebré. Cuando terminó la canción me agaché para saludar a la gente y empecé a llorar como un loco. Yo siento que Luis está adentro de mi corazón. Yo no creía en esas cosas, en eso de “te voy a llevar en mi corazón”. Y es verdad, ¿sabés que es verdad? No hay día que no pase que no hablemos de él, o que no llore una lagrimita porque lo extraño. A todos los demás los amo igual. Pero Luis tiene algo muy especial que me ha dejado, unos regalos increíbles humanos y lo adoro y siempre lo voy a recordar, siempre.
- ¿Y cómo es tu relación de hoy con Charly García?
- De primera. Siempre hablamos por teléfono, me invita a la casa, charlamos, nos divertimos, nos reímos… Me muestra sus discos de vinilo, como un chico, anda como un nene ahí, divirtiéndose.
- ¿Qué te pareció “Random”, su nuevo disco?
- Me encanta. Porque comparado a como estaba, que no podía ni cantar… ahora está caminando bien otra vez, me han dicho que está haciendo ejercicio de nuevo. Estaba muy mal con el tema de la cadera, tuvo una operación y estuvo bastante embromado. Pero mirá, yerba mala nunca muere. No es malo él, para nada, pero él quiere seguir. Su mente está intacta, si vos hablás con él te da vuelta tres veces. Lo único que el cuerpo, todo lo que consumió se lo dejó arruinado. Lo digo con todo respeto… pero él está peleando por ese cuerpo. Ya lo tiene, ya hizo el disco, ya firmó con Sony, y la verdad es que no me volvió a sorprender, sino que siempre me sigue sorprendiendo.
- De cara al show de este sábado en Rivadavia Rock, ¿qué nos podés adelantar?
- Mirá el show va a ser “Encuentro Supremo”, temas de Serú Girán, va a haber invitados… Va a estar buenísimo y nosotros por lo menos la vamos a pasar muy bien. Constantemente quiero regalarle a la gente algo nuevo, algo que pueda disfrutar. Y yo creo que todos los que estamos somos buenos músicos como para poder transmitirle a sus corazones lo que necesitan escuchar.
Por Natalia Sarramone
Fuente: Generación B
El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)
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