jueves, marzo 02, 2017

La máquina de ser feliz

Los últimos años lo tuvieron resolviendo asuntos urgentes. Su salud oscila como un péndulo entre días de normalidad y otros con dolores de cadera o súbitas líneas de fiebre. Su creatividad sigue desbordante. Un torbellino de ideas musicales duermen en un ipad. Carlos, laboriosamente, graba guitarras, bajos y voces.

La misma noche que grabamos en Canal 7 el programa especial “Siempre es hoy”, dedicado a la música de Gustavo Cerati, nos quedamos conversando acerca del ipad y sus posibilidades musicales.

En la cena posterior en Bruni (el restaurante del Zorrito Von Quintiero), Charly sacó de un morral de cuero su ipad, le enchufó los auriculares y pronto me hizo escuchar sus nuevas grabaciones.

“La máquina de ser feliz”, como suele pasar con las grandes canciones, se perfilaba como un hit indiscutido a la primera escucha.

Cada tanto, el artista se ponía nuevamente los auriculares para ajustar algún volumen de los instrumentos o cambiar de canción. El ipad se convirtió en “su máquina de ser feliz” , allí instaló sus herramientas para hacer música, incluso los sonidos de sus teclados favoritos, desde pianos eléctricos, minimoogs a órganos Hammond.

El famoso “Garage Band” permite tener un estudio musical completo dentro del ipad (incluso de un iphone) . Provee de múltiples pistas de grabación, set de teclados y loops de batería que permiten plasmar ideas musicales en minutos. Aunque lo mejor de todo eso es la posibilidad de exportar los proyectos para finalizarlos en estudios profesionales y eventualmente, hacer un disco de eso.

Spinetta también uso el “Garage Band” (en la versión de Mac) cuando compuso las canciones del disco “Un mañana”. El Flaco utilizó este amigable software como compañero de trasnoches en la cocina-loft de su casa. Tener su propio estudio profesional a pocos metros (la Diosa Salvaje) no impidió que el Garage Band se convirtiera en su herramienta cotidiana.

Como suele suceder, la inspiración aparece de repente, es una sensación o una necesidad urgente de crear algo (darle forma concreta a una idea imaginaria). En este punto, tener un estudio completo en una Tablet es lo mejor que le puede pasar a un músico.

En el pasado, este mismo proceso implicaba entrar a un estudio, prender todos los aparatos, contar con un técnico de grabación, etc. Hoy es apretar un ícono en la pantalla.

A Charly le llevó un par de años almacenar en su Ipad la preproducción de su nuevo disco. La siguiente etapa consistió en exportar todo ese material (pistas, instrumentos virtuales, efectos) a un estudio profesional para poder así grabar a los músicos de su banda. El lugar indicado fue el estudio Los Pájaros, de Palito Ortega, en las cercanías de Luján. Por allí pasaron todos sus músicos: Fernando Samalea reemplazó buena parte de las baterías electrónicas por acústicas (tracción a sangre), el Zorrito grabó algunos bajos y teclados, Rosario Ortega desplegó un abanico de voces y coros fundamentales en varias canciones.

La mezcla final la hizo su amigo y escudero sonoro Joe Blaney, en Nueva York, y el mastering final Ted Jensen, en Sterling Sound, ambos garantías de máxima calidad en sonido. Las ilustraciones de Charly y las fotos de Nora Lezano completan un packaging exquisito.

A diferencia del largo proceso de producción, las negociaciones con Sony se encarrilaron rápidamente y en poco tiempo (un par de semanas), el disco fue lanzado en CD y en una lujosa versión en Vinilo bajo el titulo de “Random”.

El mismo Charly salió a las calles a regalar algunos discos firmados para sorpresa de fortuitos peatones de Callao y Corrientes, frente a la tradicional disquería Zivals bajo el rótulo “Acciones Random”. (¿Quién sabe cuáles serán las próximas?)

Sus canciones exploran sonoridades nuevas. Su voz ahora convive con la de Rosario Ortega y sus letras nos siguen hablando de los que les (y nos) pasa a todos.

Cuando se esperaba un material caótico, Charly vuelve a sorprender con un disco prolijo y bien tocado. Su creatividad emerge inexorablemente sobrepasando cualquier situación personal que le toque atravesar. Es un enorme artista. Es Charly García.

Como suele suceder en la Argentina siempre polémica, algunos personajes maliciosos le pedían a García, casi que le exigían, que compusiera temas nuevos (como si los 50 o 60 hits escritos anteriormente no bastaran para duplicar en cantidad y calidad a cualquier otro artista) y Charly los compuso.

Por Gillespi

Fuente La Razón

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Joe Blaney no mezcló el disco, solamente la primer canción. Averiguen quién trabajó realmente en el proyecto, hay mucha gente capaz y de perfil bajo en nuestro país.

Anónimo dijo...

Si. por ejemplo nelson pombal. hizo un gran trabajo