sábado, enero 24, 2015

Oscar Moro, la leyenda de un grande

Fue una de las voces principales en la gestación de lo que llamamos rock nacional por varios motivos. Formó parte del primer éxito comercial del rock nacional con “La Balsa”. (Los Gatos, 1967).
Esta situación transformó de raíz la demanda de ese estilo musical que lo tuvo como baterista preciso, versátil y de gran musicalidad.
Posteriormente luego de su experiencia en New York, no solamente volvió con la primera Ludwig de doble bombo que hubo en el país, sino que incorporó vivencias y conceptos que transformaron naturalmente su paso del beat al rock progresivo.
Potenció sus virtudes y a ese pulso solido que tenía naturalmente le agregó potencia y mayor consistencia interpretativa.

-Con Litto Nebbia en "Los Gatos", Edelmiro Molinari en "Color Humano", Charly García en "La Maquina de Hacer Pájaros" y "Serú Girán”. "Riff" y una gran variedad de reconocidos artistas, hablan de impronta, personalidad y un sonido fundador que marcó un antes y un después en lo que llamamos Rock Nacional.

-Dos de los compositores más emblemáticos, como es el caso de Litto Nebbia y Charly García. Dos creadores que sembraron y moldearon un rock con características propias, lo tuvieron como baterista en una etapa muy importante de sus carreras, de ahí su carácter fundacional y hoy día trasformado en el ADN de todo baterista rockero.

-A los cuatro años tomaba prestadas las cacerolas de su madre, llenándolas de botones y monedas, golpeando con palitos de plumero, imitando el redoble del tambor de los granaderos en los desfiles frente la monumento a la bandera en su Rosario natal, a dos cuadras de su casa. A los doce años conoce y traba amistad con otro nene de su misma edad en el "Colegio Nacional Nicolás Avellaneda" y en la academia "Pitman" de Rosario, un tal Félix Nebbia.

-A los trece años de edad y luego de haberse reunido con cuanto músico podía conocer en su ciudad, incluido un viejo pianista a quien acompañaba tocando en cabarets, forma con amigos de mayor edad, sus primeros grupos barriales con los que tocaron con un cierto reconocimiento: "Los Vampiros" y "Los Halcones". Uno de esos amigos era Cayetano “Kay Galiffi” compañero de colegio y amigo de la primera infancia, quien años después fuera guitarrista de Los Gatos.

-Disueltos "Los Gatos Salvajes", Litto Nebbia y Ciro Fogliatta repararon en el y le ofrecieron unirse a la banda que estaban armando. Fue entonces cuando Oscar decidió abandonar el trabajo de florista junto a su tío y venirse a Buenos Aires.

-Con 17 años decide probar suerte con una banda de la que formaba parte llamada "Los Malditos". Sus padres no querían que se dedicara a la música y nunca lo apoyaron. Recuerda la despedida en la estación de tren con ellos llorando y el con su bolsito y su batería "BSB" (Uruguaya), bombo 18”, tambor y tom (todo con parches de cuero), 1 platillo, hi-hat y palillos finitos. Después un largo año la historia empezó a cambiar.

1966-1968: Los Gatos

-Fue uno de los primeros grupos en cantar en español y con la transgresión que eso implicaba. En esos años era como "nadar contra la corriente", por eso motivo, en toda la primera etapa les resulto muy difícil abrirse camino. Fueron dos años de pasar hambre viviendo seis personas en una habitación del hotel "Impala" sobre la calle Libertad y Arenales allí por 1968.

-Cambió todo radicalmente después de grabar "La Balsa" que se transformó en el primer hit de la llamada música beat, vendiendo mas de 250 mil simples. Los éxitos continuaron uno tras otro con otros temas: "Viento dile a la lluvia", "El Rey lloró”, "Seremos amigos", y el grupo llegó a realizar entre 5 y 6 presentaciones por noche, arrasando en los carnavales.

-En 1968 Los Gatos se disolvieron, Litto Nebbia comienza a proyectar su carrera solista: graba el single "Rosemary" (con Moro como baterista), y debuta como actor en "El extraño del pelo largo".

-New York
-En 1969 disuelto Los Gatos Moro tenía 21 años, dinero en sus bolsillo y muchos sueños que realizar, uno de ellos ir a New York con sus amigos.

“Fuimos en barco con Alfredo Toth y Ciro Fogliatta, y el viaje duró un mes. Estuvimos un año. Vimos a Procol Harum, Jimmy Hendrix, Frank Zappa, Muddy Waters, Albert King y a otros más que no me acuerdo. En medio de todo eso se arma Woodstock. Ciro era el hombre serio, no quería ir porque tenia miedo. Nos quedamos en New York esos días y en el Greenwich Village no había nadie. A los dos meses se estrenó la película y la fuimos a ver. Cuando salí le dije a Ciro: ¡mejor no te digo lo que pienso ...! Me vi Woodstock en el cine en New York casi al mismo tiempo que había pasado. ¡Todavía no lo puedo creer!”.

-Moro intentó brevemente una carrera en Estados Unidos junto a Ciro y Alfredo pero el trío volvió a instancias del músico y manager Billy Bond, quien les ofrece reunir a "Los Gatos" con una importante oferta económica y con Norberto "Pappo" Napolitano en guitarra. En esa época de "vacas flacas", ellos habían canjeado trabajo en una librería del Greenwich por hospedaje. Nada especial, solo un lugar en el altillo para tener donde dormir.

-Los Gatos (etapa con Pappo)
-El músico y periodista Claudio Kleiman es quién lo define perfectamente:
"Si me preguntan por un baterista que simbolice esa entelequia conocida como "rock nacional", tendría que nombrar a Oscar Moro, un músico con un apellido tan pertinente que pasó a convertirse en su nombre".

-Con Los Gatos grabarían dos discos más que están dentro de "Lo mejor" que nos dio el rock nacional: "Beat N°1" (1969) y "Rock de la mujer perdida" (1970). Con Pappo en reemplazo de Kay y Moro con una espectacular Ludwtg de doble bombo, el sonido era totalmente novedoso: rockero, potente y muy diferente de la etapa anterior. Moro deja plasmada sus inspiradas interpretaciones en el instrumental "Invasión" y "Fuera de la ley", en el que demostró un cambio conceptual y de intensión en su forma de acompañar.

-Separación de Los Gatos.
-Cuando Los Gatos se separan Moro queda literalmente a la deriva. Años de la Cueva de Pueyrredón y desayunos en La Perla, en donde iban rotando por distintas mesas para que les paguen el café. Para sobrevivir consigue trabajo de chofer escolar para niños descapacitados, y cuenta la leyenda que las veces que no podía ir, lo reemplazaba a su gran amigo Juan Rodríguez.

-1971: Huinca / Nebbias Band / Acuarium
-Posteriormente es invitado por Litto Nebbia, para integrar del grupo Huinca con el que dejan grabado un muy lindo álbum.

-Junto a sus compañeros de Huinca, Gabriel Ranelli (teclados) y Cacho Lafalce (bajo), forman el trío Acuarium con el graban en vivo (finalmente no editado) en el teatro Olimpia de la calle Sarmiento donde fui unos de los pocos que asistieron. La música de Acuarium tenía influencias de otro trío innovador en aquellos tiempos: Emerson, Like & Palmer.

-Londres.
-En 1971 su aventura continúa con un largo mes atravesando el Atlántico para desembarcar en los bares de Londres.
Comparte con Pappo esos sueños que le quedaban pendientes viviendo una experiencia que le abrió "la cabeza definitivamente", en donde ven a The Who tres veces entre otros grupos, hasta que se quedan sin efectivo. Recién ahí emprenden el retorno.

-1972-1974/1995: Color Humano
-Edelmiro Molinari lo convoca en reemplazo de David Lebón (que deja el proyecto para sumarse a Pescado Rabioso como bajista). Color Humano era trío experimental tipo Cream en donde el ex guitarrista de Almendra muestra una faceta muy original y creativa, de complicados arreglos que encontraron en Moro una química inmediata. "Me gustaba ensayar porque yo era enemigo de tocar boludeces, y eso era exigente. Con Edelmiro aprendí muchísimo ", recordaba en una entrevista con Ezequiel Abalos.

-1974: León Gieco y "la Banda de los Caballos Cansados"
-Que integra junto a con Rodolfo Gorosito (ex Carolina), Alfredo Toth (ex Los Gatos), Luis Borda (ex Ave Rock), Willy Campins, Oski Amante, y Dino Saluzzi entre otros músicos. Esta etapa toca con la CAF negra que le había comprado León poco después de que le robaran la Ludwig de la sala de ensayo. Con León también graba en "El fantasma de Canterville".


-1976-1977: La Maquina de Hacer Pájaros.
-A través de León Gieco, conoció a Charly García quien le propone integrar el ambicioso proyecto de fusión/rock progresivo "La Máquina de Hacer Pájaros", junto Gustavo Bazterrica (Guitarra), Carlos Cutaia (Organo Hammond, ex Pescado Rabioso), y José Luis "la hormiga" Fernández en bajo.
En el pudo desarrollar su interés por ritmos latinos y mas intrincados dentro del jazz rock y progresivo que modelaban las nuevas composiciones de Charly, con el que editó dos discos.

-Los medios especializados señalaban que era una de las propuestas mas elaboradas de la época.

-En 1976 participa en dos temas de la grabación del disco "Humanos" del dúo Pastoral con Alejandro De Michele y Miguel Angel Erausquin. Con Pastoral participa también en la presentación del disco "Atrapados en el cielo", antes de incorporarse a Serú Girán.


-1978-1982/1992-1993: Serú Girán
-"Con Serú logró la consagración definitiva. Moro había sido tan eficaz en su paso por "La Máquina", que fue el único sobreviviente de esa banda en la siguiente aventura de García. El grupo que a través de cuatro álbumes de estudio y uno en vivo marcó para siempre el sonido del rock nacional. Los "Beatles argentinos" señalaron un apogeo difícil de superar en la carrera de Moro (y también en la de David Lebón, y el propio Charly)", describe Claudio Kleiman

-En la primera etapa la popularidad de Serú Girán se vio confirmada en las encuestas de la clásica revista Pelo. Hicieron masivo al rock. Fue la primera superbanda en la historia de la música popular argentina, en alcanzar y mantener la popularidad en todas las clases sociales de su país. Con récords de ventas y espectadores.

-Entusiasmó mucho el primer disco y la prensa especializada que le brinda mucha importancia porque era un sonido nuevo entre jazz rock y música brasilera. Sin embargo, en la presentación oficial en el estadio Obras, las críticas de los medios y la indiferencia del público no resultaron las esperadas.

-En el álbum siguiente, "La grasa de las capitales" las canciones fueron más directas y las letras con temática de crítica social. Eso catapultó a Serú Girán como uno de los grupos más populares de la época que a fuerza de recitales y tenacidad, logró revertir las opiniones de la crítica y del público.

-"Bicicleta", en 1980, es el disco que marca el despegue definitivo, en donde Serú Girán comenzó con sus grandes shows. Ese mismo año, en agosto, se presentaron en el "Monterrey Jazz Festival", en Río de Janeiro. En ese evento se produce el contacto entre Pedro y Pat Metheny por medio de un cassette en donde Pedro le obsequia con algunos de sus temas.

-El 30 de diciembre de 1980, Serú brindó en La Rural un histórico recital gratuito, a cargo del canal estatal ATC. Serú Girán reunió más de 60.000 personas, siendo el primer grupo argentino que convocó esa cantidad de público.

-Reafirma su consagración con "Peperina", el cuarto disco muy bien recibido por medios y público por sus excelentes composiciones.

-El disco "No llores por mí, Argentina" (1982) terminó siendo una recopilación en vivo de los éxitos más importantes de la banda, con solo dos temas nuevos, el que le da el título al álbum y "el cover de Popotitos".

-Separación.
-La separación de Serú fue debido a la decisión de Pedro Aznar de continuar su carrera tocando junto al Pat Metheny Group. Esta situación los tomó por sorpresa a todos porque estaban en el mejor momento humano y musical. En un principio se baraja la posibilidad de continuar como trío con Lebón en la doble función de guitarrista y bajista, o buscar algún reemplazante para las presentaciones en vivo (Beto Satragni), que fue lo propuesto por Moro. Finalmente la falta de motivación fue determinante para que el proyecto quedara descartado.

-A manera de despedida, el 16 de mayo de 1982, Serú participa del Festival de la Solidaridad Latinoamericana, organizado ante 60.000 personas en el campo de hockey de Obras.

-La vuelta de Serú en el 92.
-Desde mediados de 1991 se comenzó a manejar la posibilidad del retorno de Serú, que se ve demorada por impedimentos legales en la utilización del nombre, porque no estaba registrada a nombre de la banda sino del manager.

-Moro estaba en "La Primera Piedra" junto a Gringi Herrera (ex Porchetto/Abuelos de la Nada) y Claudio Martínez (ex Espíritu/ GIT) tocando bastante, incluso en el festival de La Falda y en programas de TV.

-Una vez superados esos inconvenientes, ensayaron durante dos meses en el estudio "Del Cielito", preparando lo que terminó siendo un éxito comercial, con ventas que superaron las 200.000 copias y multitudinarios shows en Rosario, Córdoba y dos en el estadio de River Plate. Estos últimos ante más de 50.000 personas en cada uno, los cuales fueron editados en dos nuevos discos. El regreso de Serú marcaba un record impensado tiempo atrás: una banda argentina llenando River!

-Los Serú no querían convertir su retorno en un negocio y menos para otros (fueron a porcentaje). Esa situación generó muchas desprolijidades en donde Oscar resultó el mas perjudicado porque fue el único que no puso a una persona que le defienda su parte en el momento de las liquidaciones, porque aparecían facturas de todo tipo y color de gastos monumentales.

-En 1995 se editó la recopilación "Oro", aprovechando el lanzamiento de la película Peperina, en el 2000, se editó un disco doble en vivo llamado "Yo no quiero volverme tan loco", con un registro de 20 canciones, grabado en el Teatro Coliseo en la Navidad de 1981. Como curiosidad, esta grabación fue presentada a Oscar Moro (en 1999) por un fan en un encuentro fortuito en Parque Centenario, que la tenía registrada en cassette.

-En una de las funciones que García brindó en el Teatro Gran Rex, de la serie titulada "Adiós Charly García" ("Don't cry for me, Argentina") en diciembre de 2002, invitó al escenario a Pedro Aznar y Oscar Moro. Con ellos realizó un set de varios temas.

-Recuerda Moro: "El negocio fue de la gran cantidad de intermediarios que hubo. Nos cagaron. Cuando nos ofrecieron ir a porcentaje le dije a Charly: "Pidamos un fijo. No sé puede controlar todo". Fuimos a porcentaje, y pasó lo que pasó"

-¿Por qué no fue bueno aquel regreso de Serú Girán?

-"Para mí estuvo bien. Lo que ocurrió es que fue todo muy apresurado. En dos meses tuvimos que ensayar los temas viejos, grabar el disco nuevo, hacer prensa... Yo igual tengo la grabación original de los conciertos, y es muchos mejor que lo que salió editado".

-Moro - Satragni

-Tras la separación de Serú en 1983 arman un grupo junto al bajista uruguayo y amigo Beto Satragni (ex Tren Plateado/Spinetta Jade) y su primera presentación en vivo fue durante le festival de la primavera en el "Circuito KDT" de ese mismo año.

-El disco se realiza debido a que la compañía que tenía los derechos de Serú, les debía la grabación de un disco, a raíz de eso producen un disco solista de cada uno de ellos.

-Este álbum con ocho temas cuenta en su mayoría con composiciones de Satragni, con el aporte de Charly y Spinetta con un tema cada uno. Con Diego Rapoport y Lito Epumer mas Spinetta, Charly García y David Lebón, dejan un buen disco, pero el proyecto no prospera.

-Entre el año 1983 y el ingreso a Riff, graba el primer disco de Celeste Carballo "Me vuelvo cada día más Loca", Fabiana Cantilo "Detectives" y integra la banda de Lerner con quien graba "Todo a Pulmón", al que acompaña casi dos años, y un poco mas adelante el primer disco solista de Gustavo Bazterrica "El joven Blando" entre los mas conocidos.

-Riff
-A fines de 1985, se suma a la segunda etapa de "Riff", agrupación que contaba con un joven y desconocido JAF y el ya emblemático Vitico, con la que grabaron dos discazos en donde Moro es coautor de tres temas.

-Es evidente el cambio de estilo con esta formación, más cercano al Hard Rock en "Riff Vil", lanzado en octubre de aquél año, álbum en el cual descollaban la espectacular voz de JAF, la poderosa base rítmica de Vitico-Moro, y unos inspirados temas de Pappo. En diciembre de ese año presentan el disco en Obras, y a fines de abril y principios de mayo de 1986 realizan cinco conciertos en días corridos en "Paladium", un reducto rockero de Buenos Aires. Las presentaciones fueron grabadas y parte del material fue incluido en el disco en vivo "Riff 'n Roll" editado en 1986. Fueron 8 meses que recuerda como uno de los momentos mas felices de su vida. "Con Pappo se llevaban muy bien desde la época de Los Gatos", nos comenta su hijo Juanito.

-Siguió muy activo pero sin tanta repercusión, porque Serú fue a decir de mucha gente, fue la banda mas importante del Rock Nacional.

-Integra la banda de Rubén Rada por un tiempo. En 1994 comienza la etapa del "Roxy" de Congreso y el "Samovar de Rasputín" de La Boca en donde se la pasó rockeando en madrugadas eternas, sobre todo en el primero que contaba con un sello discográfico y con el que editaron varios discos: Primero con el negro García López haciendo un tributo a Jimmy Hendrix; otro con Pappo y Alejandro Medina como "power trio". "Pico y Pala" con Ray James y Pascuali, eso deriva en otros proyectos junto a otro trío con Rino Raffanelli, y posteriormente otro con Alfredo Toth. Con Celeste Carballo graba "live en el Roxy" junto a Guillermo Vadala y Bernardo Baraj. El retorno de "Color Humano" se gesta allí. Con Edelmiro recien llegado, hacen algunos shows y posteriormente el disco. También junto a David Lebón en su regreso a Buenos Aires.

-A partir del 2000 empieza a rearmarse humanamente, y su lucha contra el alcohol. Esos años sus ingresos eran acotados a algunos derechos de autor, algunas clases, y algunos shows junto a la banda de Lalo de los Santos hasta que Lalo fallece producto de una larga enfermedad en el 2001.

-En esos tiempos el contacto con la música era visitar a uno de sus mas grandes amigos de toda la vida, Juan Rodríguez (Sui Generis/Polifemo), que le exigía que toque, de hecho lo hacían en algunas oportunidades a dos baterías en las salas que Juan tiene en la zona de Pacifico.

-Revolver.
-En el 2002 presentó su última banda "Revólver" integrada por Nasif (voz y segunda guitarra), Emma Heslop (voz y teclados), Chino Pérez (bajo), y Ariel Rodríguez (guitarra líder). Con ellos tenían algunos temas terminados para un eventual futuro disco con produción de sus amigos Alfredo Toth y Pablo Guyot. Arrancaron bien y tocaron un tiempo, presentando en "Niceto", hicieron una movida que finalmente se diluyó. Como anecdotário solo agregar que Oscar me ofrece formar parte del armado de ese grupo con dos baterías, que por compromisos de horarios tomados en ese momento lamento no haber aceptado.

-Ese año graba con Jairo y en el disco de Pedro Aznar "Cuerpo y Alma" y con Fabi Cantilo "Sol en Cinco".

-En los últimos años solo zapaba con Pappo un par de veces por semana en la casa del "corcho" Rodríguez.

-Sus instrumentos
-"La Ludwig de esa etapa de 12 cuerpos, la había traído Frank Sinatra en su visita al país. El que se la vendió le dijo que Buddy Rich enseñaba con esa batería en la escuela que el tenía".

-"La Ludwing que tengo yo también de bombo de 24 x 14. Esa me la regaló y la otra la heredé". Nos comenta su único hijo Juanito.

-Cuando le preguntaron a Moro ¿porque pensaba que lo llamaron tanto ?

-"No sé si soy un batero brillante. A veces pienso que me llaman de todos lados porque no jodo a nadie. Creo que mi mejor virtud musical es ser buen tipo".

-Durante ese año 2006 estuvo recluido y sin actividad musical y fallece el 11 de julio en su casa del barrio de Palermo. Quedan vivos en el recuerdo su bastísima obra como miembro fundacional de rock nacional y de varios hitos, sonido, tremendo beat, versátil, originalidad y solvencia interpretativa. Por su espectacular discografía por participar en grupos que hicieron historia, lo que generó en los músicos con los que compartió y la ofrenda a esos millones de personas que tuvieron la oportunidad de disfrutarlo en vivo. Los que lo conocimos y compartimos su amistad sabemos sobre su bonhomía y humijdad. Su obra crece con el paso de los años y su aporte ya lo transforma en LEYENDA!.

Agradecimientos: Claudio Kleiman (Revista Rolling Stone) - Fernando Garriga - Mariano del Mazo (Clarín) - Santiago Viller - Guillermo Romani Carlos Reyna, su hijo Juanito, amigos y conocidos pudimos intentar recomponer su historia.

Por Daniel Volpini



Opinan

-Charly García:
"Un dia me juzgaron, alegando que no 'pelaba' temas para el grupo (SERU GIRAN).
Estabamos en El Cielito, y nos dejaron a los 2 solos. Prendimos la maquina de grabación y salieron "TRANSFORMACION" y "FAX U". Con toda la bronca por la injusta posición de los demás. Se imaginaran que al otro día, no voló una mosca..."
Moro tenia una manera muy particular de lograr el Backbeat: Entre él y Pedro Aznar tocaban una maraña de notas que se definía por la confección de la canción y el pulso rítmico de la guitarra y el piano.
Ah! El backbeat es el alma del Rockandroll, ya lo dijo Chuck Berry.
Tienes que tener Backbeat para ser blusero, de cualquier forma que lo uses. Tienes que ser Rockanroll si queres bailar conmigo.
No hace falta tocar heavy metal para lograr el backbeat. Solo hay que acentuar el 2do y el 4to tiempo de un compás de 4/4.
GRACIAS MORO.


-Edelmiro Molinari
1-UN RECUERDO: Cuando "COLOR HUMANO" Necesitó de un baterista el corazón me desbordaba porque sabía que Moro estaba libre, y lo admiraba tanto que no me atrevía a llamarlo (en esa época era como un sí o un no en un casamiento). Por suerte me animé y aceptó. Ese fue el comienzo de nuestro vínculo y el resto ...es historia.
2-UNA ANÉCDOTA: Moro tenía una energía y una fuerza tremenda en sus manos, sin embargo era un tipo tranquilo, introvertido, humilde y hasta podría decir tímido. Un día le pedí si quería tocar los bongo en un tema y me remoloneo varias veces negativamente y no le insistí. Después de unos días le pregunté porque no quiso tocar los bongo en ese tema y me contestó:... "Porque me da vergüenza...", y ambos estallamos en una carcajada. Claro, ahí me di cuenta que un tipo tan imponente se sentía raro con dos tamborcitos chiquitos entre sus piernas. ÉL EXPLOTABA LA BATERÍA!
3-UN ENIGMA QUE NOS DEJO: Moro fue una persona muy querida por los músicos de nuestro país, y sin embargo ninguno de nosotros pudo penetrar esa soledad en la que se había encerrado y se lo llevó a otra vida.
TODO EL AMOR PARA EL, REGINA Y JUANITO.


-Lito Nebbia
He pasado gran parte de mi vida tocando con Oscar Moro. Simplemente Moro. Sencillamente Morito. Cuando eramos casi niños, compartíamos el 3er. grado del Colegio Sarmiento, ubicado por el centro de Rosario. Los dos somos del 48'.

A mis 15 años yo entré a Los Gatos Salvajes y Moro tocaba con Los Halcones. Ahí también revistaba Kay Galifi en guitarra eléctrica. La historia sabe que cuando nos pusimos con Ciro Fogliatta a reorganizar el Proyecto Gatos, sin pensarlo convocamos a Moro y Galifi. Puedo definir a Moro con una sola frase: un auténtico romántico. Ingenuo, gracioso, confiado, nobleza de persona, intuitivo, arisco, justiciero, y dentro de su estilo, el Mejor Baterista de Rock que haya cruzado estas pampas y aledaños. Dentro del estilo Rocker, un baterista que conceptualmente es muy parecido a Osvaldo Fattoruso. Estos tipos que escuchan el tema que van a tocar, al segundo comienzan a darle a los parches y aparece una especie de arreglo de la canción. Un instrumentista que luego de zapar una hora sobre un motivo de "jam", en solitario te caza una violita española y silbando te pasa una melodía que está escribiendo para una enamorada. Qué Personaje. Anduvimos mucho con Moro. Al margen de la etapa más conocida con Los Gatos. Luego tocamos en Huinca, también está en un par de tracks de la Nebbia's Band. Llegó a participar de "Muerte en la Catedral" y finalmente está presente gloriosamente en el disco en Vivo con Los Músicos del Centro, "En Vivo en Obras 1983".

-Donde no tocó Moro? Imposible olvidarlo. Su presencia siempre fue de una dinámica notoria. Un Tempo exquisito, sumado a un Beat con una garra incomparable. Un exceso de buen gusto en el tema más heavy, hasta en lo más melódico. Así deberían ser todos los bateristas. Comprender la canción. Interactuar sabiendo lo que está ejecutando su compañero. Gracias a Dios hace varios años se ha implementado en muchos lados internacionalmente, en la carrera de Drums & Percussion, la inclusión del conocimiento de piano o keyboards para el batero. Esto es fundamental. Que cada músico de una banda sepa lo que está pasando armónicamente a su alrededor. Por supuesto que todo esto ocurría con Moro, pero era pura intuición. Uno de los pocos privilegiados que sin estudiar una nota pudo captar la esencia. Nuestro país y el mundo, está llenos de bateristas grandiosos. Muchos de ellos solo están esperando entrar en la banda adecuada para lucirse. Argentina y Uruguay están plagadas de notables bateros. Tenemos en la Historia del Jazz de los años 60', a Norberto Minichillo, Osvaldo López, Néstor Astarita, Júnior Cesari, Eduardo Casalla, Pocho Lapouble y docenas más. Un poquito antes que ellos y antes que se escapara a Italia, el gran Pichi Mazzei. La actualidad no descansa, y tenes a Quintino Cinalli (dentro de su estilo y mi humilde gusto para mi, el Mejor), Jorge Araujo es buenísimo, Oscar Giunta, Gabriel Pedernera... son docenas. La Raza de Bateros es algo que no para en estos lugares. Pero si querés oir una canción acompañada de una manera tan tremenda que parecer que es la mitad del grupo lo que suena, lo harás con Oscar Moro, Osvaldo Fattoruso, Rodolfo García, Daniel Colombres y esta onda de personajes. Querido Moro: Estoy piloteando escribir sobre Vos, para hablar de los Bateros, de la Batería. Es que la batería es el Alma del Grupo. Es el tempo, el ritmo del caminar, el latido del Corazón. Tantas veces me siguen preguntando ¿Cómo hacían para que los discos de Los Gatos sonaran así? Con mucha calma les respondo... "es que teníamos en la cabeza dibujado lo que queríamos.... Cuando grabamos en el viejo TNT original de la calle Santa Fé, ni los técnicos sabían lo que podíamos hacer, pero no porque no supieran su labor. Sino porque era algo nuevo que se inventaba mientras se hacía. El Músico aportaba su opinión, el técnico comprendía y aportaba lo que sabía y así. Nadie era una estrella. Hoy se me hace, que algunas cosas están para el cachetazo... jajaja. En cuantos lugares compartimos copas y copas bordeando la posibilidad de llegar a la violencia y siempre terminamos hablando de música. Eso es lo que elegimos y lo que somos: Músicos de Alma.

-Te acordas Moro que cuando hablábamos de nuestra "viejas" se nos caían las lágrimas a veces?. Cómo no vamos a tocar bien después...?
-De cualquier manera uno siempre está junto a los que quiere...


-Daniel Ripoll (Creador y dueño de Revista Pelo, organizó los multitudinarios festivales BA Rock)
Para recordar a Oscar Moro, yo prefiero recopilar su lado humano. Lo conocí en el Hotel Impala, en la esquina de Libertad y Arenales. Corría 1968, y Los Gatos estaban disfrutando del incipiente y creciente éxito del simple "La Balsa". El manager artístico, Fabián Ross, los había puesto en ese hotel, como punto de concentración y partida para las numerosas actuaciones que les había generado el éxito.

-Por esa época comenzaron a tener ropas nuevas y, seguramente, a comer todos los días. Ya habían dejado atrás la pensión Santa Rosa, en el barrio de Once. Sin embargo, Oscar Moro, para todos, seguía siendo "El hombre del traje de madera".

-El título engarzaba con una anécdota que contaron Litto Nebbia y Ciro, en el taller del pintor de Pérez Celis, en la Boca. Ese día hicimos un reportaje allí y una producción fotográfica muy larga, con un gran fotógrafo, Oscar Bony, una figura del DI Telia y un artista plástico renovador de fines de los sesenta (esas fotos están publicadas en las revistas Pinap y Pelo). Como estuvimos casi todo el día trabajando (y como los gatos, hasta hicimos tomas por los techos), entre foto y foto surgió el cuento... Ocurre que Oscar se había venido de Rosario con nada; prácticamente con lo puesto. Su guardarropa constaba de un único traje, que lo usaba para la vida diaria, para tocar, para los ensayos, absolutamente para todo. Como él era un gigantón, el saco le quedaba un poco chico, y los pantalones, finitos, un poco cortos. Pero por sobre todo eso, por el uso, el traje (marrón) estaba totalmente rígido. Por esa razón, sus compañeros de banda lo gastaban con el mote de "El hombre del traje de madera".

-Una vez me dijo, estando en trío con Edelmiro Molinari, que quería que alguien le compusieran un blues llamado "El hombre del traje de madera". Moro era un grandote más bien tímido y del estilo "el bonachón del barrio".

-Recuerdo que Oscar, en las buenas y en las malas, siempre se daba una vuelta por las primeras redacciones de la revista Pelo, sobre todo en los años setenta. No sólo para hacer notas, también venía a tomar un cafecito y a leer periódicos y revistas extranjeras de música, además de intercambiar data de lo que ocurría en el rock. Hoy, en los archivos de la Revista Pelo (que guardan tesoros del Rock Nacional) está toda su carrera en fotos. Debe haber alrededor de 300 imágenes que recorren su vida con Los Gatos, con aquel gran trío Color Humano, y con todas las grandes bandas posteriores que integró.

-Para mi Oscar Moro, fue un gran baterista de las décadas del setenta y ochenta, pero por sobre todas las cosas, fue uno de los tipos más amables y respetuosos que conocí en el largo y sinuoso camino del Rock Nacional.


-Rodolfo Garcia:
Conocí a Oscar Moro en mi condición de seguidor y admirador de Los Gatos, un grupo fantástico de los comienzos de nuestro rock (beat, se le decía en aquel momento), que supo mostrar con elocuencia el camino del rock en español. Junto a sus compañeros formaban un bloque compacto, sostenido por una base contundente integrada precisamente por él y Alfredo Toth. Los disfrutábamos con devoción y entusiasmo, mientras intuíamos el despegue de muchas de las bandas que veníamos detrás y del rock argentino en general. Luego de aquella primera experiencia tuvo fundamental participación en otras grandes bandas del rock argentino como Nebbia's Band, Huinca, Color Humano, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán y tantísimos otros grandes proyectos. Seguramente se trata del músico de rock que ha participado de mayor cantidad de grupos trascendentes del género. Me tocó compartir escenarios con él infinidad de veces, tanto con nuestros respectivos grupos en festivales y conciertos, como en encuentros de baterístas y demás actividades. Sorprendía siempre con recursos técnicos de su propia cosecha. Como músico creó un estilo personal y de gran versatilidad. Lo demostró largamente en cada una de las bandas en las que estuvo. Podía tocar con la misma solvencia arreglos simples o de gran complejidad rítmica. Potencia y seguridad creo que fueron sus principales atributos. Como persona era un tipo sencillo, de gran humildad, solidario, bajo perfil, como suele decirse. Muy querido por todos sus colegas, algo infrecuente en alguien con tantos años de trayectoria. A casi 8 años de su partida me da gusto recordar a Morito; gran tipo, amigo entrañable y batero imprescindible para la historia de nuestra música.


-Black Amaya:
A Oscar Moro lo conocí personalmente en los comienzos de los años 70 cuando estaba tocando en un pub en Mar del Plata y el estaba con Los Gatos tocando en la ciudad. Terminado el show nos venieron a ver Pappo, Enrique Angelossi y Moro. Recuerdo haberle comentado si me dejaba verlo tocar con sus dos bombos y me dijo: ..."venite mañana a tal hora, esperame en la puerta y entras conmigo", no lo podia creer!. Estaba lleno de gente, el se acomodó en su Ludwig de doble bombo y me hizo sentar sobre un cajón de gaseosas detrás de el, para que vea bien sus pies, Cada tanto giraba y se reía al verme ahí sentado... A partir de ese momento lo quise como a mi idolo, persona y como músico baterista, Cada vez que presentaba una banda mía, el venía siempre y me alentaba. Me regalaba palillos usados, parches, hasta un crash Zildjian de 16" que usé en el disco Pescado 2. Cuando podíamos vernos hablábamos mucho sobre amigos en común, música y bateros, pero siempre con la alegría de vernos y riéndonos. Así como Spinetta es el máximo exponente del Rock Argentino, Moro para mi es baterista del Rock Argentino, sin dudas.


-Billy Bond
-Los bateristas son obviamente la base de cualquier banda. Las grandes bandas caso Rolling Stone y The Beatles, tuvieron un gran baterista. LOS GATOS y SERÚ GIRÁN TUVIERON A MORO !.
-Sin comparar sobre quienes son mejores o peores y podría nombras a muchos, son como los pilares de un edificio y en donde se apoya una banda. Moro lo fue siempre.
-El no hablaba demasiado, simplemente tocaba. Conviví con el un período corto pero intenso: toda la gestación y producción del primer Serú Girán viviendo en Sao Paulo y grabando "EITI LEDA", con Charly, David, Pedro y Moro.
-Era pacato, simple, opinaba con su mirada, aprobaba o no. Con Charly, David o Pedro en la batuta, el siempre cuidando sus retaguardias, con calma y aplomo, creando una base solida para las armonías y melodías.
-Moro estas dentro del corazón de mucha gente, seguro que nos veremos para tomamos unas copas mas.


-Rinaldo Raffanelli
Estando de vacaciones junto a David Lebón en MdQ fuimos a escuchar a Los Gatos al boliche "Leche Fresca" de Camet, Tocaban con Pappo y quedamos petrificados. Que músicos!. Pappo! Ciro!, al ver tocar a Moro a dos metros de distancia me provocó un feeling inolvidable, era un terremoto!. Años después, cuando David emigró, Edelmiro y yo no tuvimos ninguna duda que el reemplazante tenía que ser Oscar Moro.

Con su llegada se consolidó el trío y empezamos a sonar como una orquesta del futuro de Saturno. A pesar de lo buen músico que es David, Moro nos dio algo que no poseen todos los bateros: era tremendamente poderoso en sus golpes de bombo y tambor, además lo tocaba a mil por hora. Sentía que antes del show entraba en una espacie de trance donde sus brazos y su música fluían libremente con la fuerza de un toro. Resumiendo, Oscar era una síntesis de técnica, fuerza, feeling y un gran conocimiento de los Blues. Un grande sin dudas!


-Daniel Irigoyen
-Cuando empezó a tocar con la Ludwig de doble bombo que se había traído de los USA, algunos de los que andábamos por ahí nos dimos cuenta de que la mitad de la banda era él, con ese sonido y dinámica perfecta de expresión en el que los demás miembros se apoyaban con total libertad. No tocaba para impresionar, sino que se adaptaba instintivamente por esa musicalidad natural que tenía para interpretar las canciones que se presentaban. Por eso fue un baterista admirado, además de bancarse la locura de los otros, sabía de que la música en definitiva era lo importante. Posiblemente haya sido el baterista ideal para el ego de los compositores con los que compartió escenarios y estudios de grabación, alguien generoso que podía tocar cualquier estilo con sonido propio si lo dejaban y sin hacerse nunca el artista agrandado con nadie.


-Machi Rufino
-A Moro lo conocí siendo público de Los Gatos, incluso me gustaban tanto que los seguía por provincia de Buenos Aires. Me acuerdo de ir a tomar el tren en Pacífico porque tocaban en Caseros o San Miguel. Sin bien nunca tuvimos la oportunidad de tocar juntos siempre tuvimos una corriente de simpatía y admiración mutua, porque recuerdo cuando se hacían esas encuestas de fin de año y los músicos votábamos a sus preferidos el siempre me votaba a mí como su bajista preferido.
-En alguna oportunidad estuve haciendo sonido con los equipos de Héctor Starc a Serú Girán en obras cuando tocaron con orquesta y recuerdo cada momento.
-De las cualidades musicales de Moro no hay mucho que decir. En la onda de los bateros que no buscan sobresalir a través del virtuosismo. Para mi tocar bien es con buen tempo, buen sonido es parte del virtuosismo que el lo tenía naturalmente. Tocas las cosas que escuché de el siempre fueron muy buenas.
-En la última etapa fijate que curioso, "Pagina 12" nos convoca cuando había fallecido Pappo para que habláramos de él. Esa fue la última vez que estuve con Oscar. Después en la calle nos quedamos hablando en una esquina y lo vi bien. Siempre lo voy a recordar como uno de los grandes bateros argentinos.


-Claudio Kleinman (Miembro fundador de Expreso Imaginario & actual Redactor Especial de la revista Rolling Stone)
- Fue el baterista en la grabación del primer gran hit del rock nacional: "La Balsa" (Los Gatos, 1967). Su pulso sólido y su sensibilidad melódica lo convertirían en un instrumentista ideal para los requerimientos de la música beat. Su carácter inquieto e investigador lo llevó a hacer de manera muy natural la transición entre el beat y el rock progresivo; cuando viajó a los Estados Unidos con algunos integrantes de Los Gatos luego de una transitoria separación del grupo, volvió con una Ludwig de dos bombos, la primera que se escuchó sobre un escenario argentino.


Opiniones sobre Oscar Moro

-Carlos Riganti: Moro fue un baterista excepcional. Tuve la oportunidad de ver a Los Gatos en vivo cuando era adolescente y fue una experiencia imborrable. La banda sonaba con una energía y una solidez que solo un capo como Moro podía generar. La batería no se amplificaba en esos años, y había que empatar el sonido de un twin reverb, un bassman, un hammond, y la voz. Y no era cuestión de volumen sino de intensidad, nitidez y proyección de tu sonido. Moro era un maestro en lograr todos esos aspectos con un tempo infeccioso y constante. Brillaba cocinando con la base y en los filis proyectaba con claridad, potencia y convicción. Escuchábamos sus discos una y otra vez y él fue la versión nacional de Ringo, “todos aprendíamos de él”. Nos dejó un legado maravilloso en su posterior evolución con Serú, y se ha convertido sin duda en un icono de la batería de nuestro país.


-Luis Cerabolo: Estuve mucho con Moro en la época de Serú, iba a los conciertos, a las pruebas de sonido y después nos íbamos a comer. Moro era muy exigente con su sonido y a menudo no estaba del todo conforme con el sonido del redo. Como se pueden imaginar, sonaba impresionante. Yo le decía que sonaba muy bien, muy grosso y que él, sentado en la bata, tenía un audio diferente al que teníamos nosotros en la sala, que lo único que tenía que hacer era encontrar una afinación, una tensión del parche que le resultara cómoda para tocar y que no se preocupara por el sonido para afuera. Moro siempre sonó bien. Fue un músico extraordinario por su creatividad, tempo, fuerza, sonido y musicalidad. Pero además, la otra parte que yo conocí y sentí fue su cariño, su sensibilidad, su amistad. Creo y espero haberle hecho sentir lo mismo. Muchos domingos con Ale y Regina, nuestras mujeres, nos juntábamos a comer en un bolichito cerca de Juan B. Justo y la pasábamos muy bien Moro fue un grande y lo recordaremos siempre con muchísimo cariño.


-Daniel Columbres: Moro como músico siempre fue buscando porque le hacía bien a la música. Tenía criterio. Tocaba poco cuando era necesario y si había que "pelar" ahí estaba el. Su sonido era inconfundible, aun en diferentes discos de otros artistas. Su afinación. Dentro del movimiento de rock fue el maestro a seguir para muchos de nosotros por todas esta cantidad de virtudes que hablando con el, ni sabia lo que había generado en más de 4 generaciones: LOS GATOS, HUINCA, COLOR HUMANO, LA MAQUINA DE HACER PAJAROS, SERU GIRAN y toda una cantidad de grabaciones que hizo durante todos esos años. Entre tantas anécdotas que puedo contar hay una muy importante en el año 1985. Era una etapa que estábamos mucho tiempo juntos. Me consideraba un par suyo por compartir cenas, reuniones, shows compartidos. Ese mismo año nace mi hijo y yo estaba llegando de una gira con David Lebón. Resulta que mi hijo nació a las 14 hs y yo llegue a las 15 hs al hospital Rivadavia y con quien me encuentro cuando llego corriendo al hospital... ? Mi amigo Oscar Moro esperándome y pegarme un abrazo!. Ese era Moro... ademas de un gran músico un gran tipo. El tipo estuvo en el momento mas importante de mi vida. Gracias Morito, siempre te recuerdo!


-Jorge Araujo: Cuando tenia 11 años aprox. solía concurrir con el director de una revista de música a muchos conciertos de rock, la despedida de Crucis en el Luna Park, seguido por Alas en el coliseo, varios conciertos de M.I.A, etc. Estaba completamente asombrado por como tocaban los músicos de esas bandas, entonces empece a tocar influenciado por todos esos bateristas. Recuerdo gastar de forma insistente un simple de La Máquina de hacer Pájaros, su baterista Oscar Moro era para mi una influencia muy grande, pero nunca lo había visto tocar en vivo. Un par de años después fuimos con mis amigos a ver solos la banda que armo Charly despues de La Máquina, Serú Girán. Imaginte ver a Moro por primera vez en la presentación de Bicicleta, batería con muchos cascos, estadio Obras Sanitarias lleno y un sonido que no se podía creer!!! Paso el tiempo y en unos de esos shows que toque con Rubén Goldin, ya en la decada del 80, subían muchos músicos (Baglieto, Paez, etc) quien viene a tocar de invitado? Oscar Moro mi bateria, me baje del escenario para escuchar como sonaba y parecía otro instrumento ja, yo no sonaba nada al lado de el, lo miraba, su manera de tocar era relajada y contundente a la vez, el sonido lo tenia el, independientemente de donde tocara o que instrumento, eso fue una gran enseñanza. Por otro lado era de una humildad increíble, lo que hizo que me animara a preguntarle cosas que fueron en ese momento fundamentales para sacarme ciertas dudas. Pasaron los años y en una de las reuniones de bateristas que armaste, había tres baterías en el escenario y me encuentro tocando 4 y 4 con Jota Morelli de un lado y Oscar Moro del otro. Fue un momento muy emocionante e inolvidable.


-Sebastián Peycere: Lo escuché por primera vez cuando tenía 5 años con los Gatos, con en tema "Rock de la Mujer Perdida", después con La Máquina de Hacer Pájaros y con Serú…, en esa época todo el mundo escuchaba a Serú Girán. El golpe que tenía era impactante para mí. Su buen gusto y musicalidad lo hicieron un baterista único... Fue el que acompañó las mejores canciones del Rock Nacional. Cuando estaba por grabar mi primer disco con Los Dulces en Panda, el estaba grabando el disco Moro-Satragni en el mismo estudio. Tenía una Ludwing Octaplus color madera impresionante y sin conocerme me la ofreció. Eso no lo hace cualquiera, habla de como era como ser humano. Sentía mucho aprecio por mi y le gustaba mi forma de tocar y por eso me trajo a su hijo Juanito para que le de clases y me decía que le enseñe a leer. Era fana de Billy Cobham como yo y le gustaban todos los buenos bateros. Llegamos a tener muy buena onda, por eso en su última etapa compartimos muchas noches imborrables hablando de la vida.


-Colo Belmonte: Será por que nació en Rosario, o porque de muy chico comencé a tocar sobre los discos de Los Gatos, o porque me hizo entender rápidamente como se acompaña una canción con la grandeza y humildad de un Ringo local?. El tema es que siempre admiré a este grande y cercano Oscar Moro. Pasó el tiempo y mucho después en una sala de ensayo de Almagro se acercó a tocar como invitado de Moris (otro grande) y tuve la fortuna de compartir la misma bata con él. Verdaderamente me hizo flotar, desde su groove empujado hacia adelante como un tractor, su buen gusto, sonido y volumen para tocar rock, hasta sus ideas originales a la hora de combinar los sonidos para hacer un "fill" me llenaron el corazón de música y es algo que no olvidaré jamás. Gracias nuevamente Maestro!.


-Marcelo Mira: Lo conocía de Los Gatos. Cuando un amigo me hizo escuchar el primer disco de La Máquina, enseguida presté atención a ese sonido de bata y esos fills tan de él que hacían que toda la música que se escuchaba tuviera una coherencia terrible. Después vino Serú y sobran las palabras. Me encantaban los temas que tocó en el disco de PorSuiGieco. Si no me equivoco también tocó con Lerner, iluminando todo a su paso. Creo que a veces las palabras sobran y la música lo dice todo. Tuve la suerte de conocerlo personalmente cuando estaba tocando en "El 60", nada más y nada menos que con Héctor Starc y Beto Satragni, con el cual Oscar grabó un disco muy bueno y difícil de encontrar. Lo recuerdo como un tipo siempre de buen humor y como un batero de aquellos. Por siempre Moro.


-Topo Raiman: Oscar Moro fue una de mis primeras y mas importantes influencias. Cuando fue mi primer clase de batería con Oscar D'auria lo primero que le dije fue: quiero ser como Moro. Escuchaba "La Grasa de las Capitales" y me volvía loco el pase gigante que hace en la mitad del tema. Casi 30 años después sigo intentando meter ese pase en algún tema mío sin lograrlo. Me parece que es un gran homenaje que el día del baterista sea por el.


-Sebastián Cavalleti: Aun tengo presente esa sensación que sentí al escuchar por primer vez a Oscar Moro. Su sonido, su forma artística y creativa de completar la canción. Sus hermosos fills!. Para mí, su firma indiscutida y un preset en mi banco de recursos. Días dedicados a entenderlos y poder tocarlos. Sus decisiones creativas originales. Me hubiese gustado conocerlo personalmente... pero eso lo dejaré para la próxima gira. Por ahora disfruto de sus grabaciones y vídeos... esos vhs! donde uno por fin podía ver a su ídolo. En una era donde conseguir vídeos implicaba una logística (a veces no tan fácil) para poder conseguirlo, una vez en casa, era un disfrute enorme verlo tocar al gran Oscar Moro.


-Fito Mesina: Hay personajes a lo largo de la vida que nos marcan rumbos y formas. Con Oscar me pasó eso mismo. Yo era chico y hacía muy poco tiempo que tocaba. Recuerdo que mi profe me llevó a un show donde tocaban varias bandas, todas con bateros que la rompían, pero en un momento se subió uno que era distinto al resto. Sonaba compacto, ajustado, musical, pero fundamentalmente con un tempo y un audio increíbles. Y ahí estaba Moro, con su back beat demoledor. Cuando nos fuimos, mi profe me preguntó quien me había gustado, y sin dudarlo le dije "Moro; quiero ese audio". Y ese fué un camino que perseguí a lo largo de toda mi carrera, un buen audio con personalidad propia. El audio de Moro era inconfundible, bastaba con escuchar una grabación para saber que estaba él en la batería, aún desconociendo quién tocaba. El groove tenía una impronta distintiva muy marcada. En esa época, nuestros ídolos eran Moro y Pomo. Yo descubrí primero a Oscar y me marcó indudablemente. Tiempo después lo escuché a Pomo y me voló la cabeza. Ambos fueron los pilares rockeros de la generación baterística de rock/pop que hoy promedia los cincuenta, sin ninguna duda. Recuerdo el primer groove que intenté sacar de Oscar, cuando ya algo tocaba. Era de un tema de Color Humano, titulado "Sangre de sol". Un groove que hoy en día sigue vigente y de un gusto increíble. Con los años, pude cultivar una amistad con un gran músico, pero sobre todas las cosas, una buen tipo, humilde, siempre con buena onda y muy querido por mi y todos mis colegas. Incluso, tuve el gusto de compartir escenario y participar en varios eventos baterísticos junto a Moro y Daniel Volpini. En otra oportunidad, junto a Jota Morelli. Un recuerdo invaluable.


-Ricky “Griego” Alonso: Oscar Moro, ídolo, referente, meta, dueño de un tremendo groove, su estilo era el buen gusto, creo que todos en algún momento quisimos sonar como él, era el tipo que tocaba lo que la música necesitaba para llegarte, ni más ni menos, siempre con una afinación y un sonidazo tremendo que lo identificaba, no hay más que escuchar un poco de Los Gatos, Color Humano, La Máquina de Hacer Pájaros, y ni hablar de Serú Girán, el exquisito dúo que armaron junto con Beto Satragni, Riff, y tantísimos artistas más, sinónimo de calidad, si estaba Moro seguro estaba bueno. Tuve la suerte de conocerlo, incluso vino a casa un par de veces, simpático, humilde, un tipo de barrio, un copado, cierro con una "Morofrase" que tomé prestada de la página del amigo Roberto Becker, "11 de julio día del baterista argentino"; "Yo no se si soy un batero brillante, a veces pienso que me llaman de todos lados porque no jodo a nadie, creo que mi mayor virtud musical es ser buen tipo..."


-Gustavo Meli: Conocí a Oscar Moro, gracias a Serú Girán, eso representó para mi una analogía Argentina respecto a los grandes iconos del rock progresivo y sinfónico como Rush, Yes, Génesis y otros grandes de la música. Lo descubrí cuando comenzó mi relación con el instrumento allá por el 88. En esa etapa Mendoza estaba todavía muy lejos de Bs.As., en todo sentido. Me llamó poderosamente la atención el sonido de sus tones agudos (estimo sin parches resonantes) y sus "largos rulos". Fue en un momento quien guió mis ideas cuando estaba armando mi primera banda. Creo que Oscar mostró a lo largo de su carrera la genialidad acuariana, la inteligencia y vanguardia típica de estos nativos para ser solicitado y querido por artistas emblemáticos del rock y la música popular Argentina"


-Edy Rodriguez: (Secretario de revistas Expreso Imaginario y Mordisco)
De La Balsa a Peperina
-A diferencia de otros instrumentistas Oscar Moro era como el Ringo Starr de The Beatles. El batero ideal para cualquier grupo de rock. Donde lo que se requería no eran los servicios de un virtuoso y descollante instrumentista sino mas bien alguien que tocara lo suyo acompañando perfectamente a una banda.

-Siendo el Secretario de Redacción de “Expreso Imaginario” y “Mordisco” recuerdo que por nuestra redacción pasaban muchos músicos diariamente, como así también íbamos con varios miembros del “Expreso Imaginario” como Pipo Lernoud, Jorge Pistocchi, el negro Fontova, Claudio Kleiman y yo, a cubrir los recitales en vivo que daban las distintas bandas del momento caso León Gieco, PorSuiGieco, Crucis, Alas, Madre Atómica, o Invisible. La Máquina de Hacer Pájaros era una maravillosa banda compuesta por cinco excelentes músicos eran como grupo, de lo mejorcito de aquellos días.

-Con una musicalidad mas elaborada a nivel grupal, por la formación musical no solo de Charly sino de sus cinco integrantes, la función de Moro en los tambores seguía “in crescendo” ya que como banda se notaba una riqueza y un vuelo experimental digno de ver y escuchar. Los shows en vivo de la banda eran realmente excelentes. Sus dos discos de estudio (en vinilo) pese a la tecnología de la época, fueron grabados en forma exquisita, cuidadosamente trabajados, con un sonido limpio y una audición clara.

-Oscar Moro, el batero que tocó con todos, dejó su impronta dentro del rock nacional, con su perfil bajo, pero con una marca indeleble que transmitió por todos los grupos por los que pasó.
Mas allá de haber sido un muy buen batero, fue también una excelente persona que tuve el gusto de conocer por afinidad por los tambores y címbalos.


-Alfredo Roso: (Miembro fundador de Expreso Imaginario & Periodista especializado)
A Moro lo vi por primera vez arriba del escenario del Luna Park. Fue un día de junio de 1970 y, aunque parezca mentira, en aquel recital tocaban casi todos los grandes grupos de nuestro rock de entonces: Almendra, Manal, Los Gatos y Vox Dei, en la ilustre compañía de Los Mentales, Facundo Cabral y -si no recuerdo mal- Engranaje también. Me imagino que, por deferencia o por respeto, todos se pusieron de acuerdo en que Los Gatos debían cerrar la noche. Y allí estaba el querido Moro, sosteniendo a palo limpio a la versión más rockera del grupo, ya con Pappo en su alineación y con Ciro Fogliatta tocando un flamante órgano Hammond. Lo que más recuerdo es una encendida versión de “Fuera de la ley”, del álbum Beat #1, que debe haber durando más de veinte minutos. Litto Nebbia impecable voceando la letra del marginal protagonista, solos de Pappo, solos de Ciro, y Alfredo Toth y Moro sosteniendo todo con una base impecable.

Pasaron unos años y lo volví a ver en el Teatro Coliseo, formando parte de la majestuosa Máquina de Hacer Pájaros de Charly.

Una música sofisticada y rica, con Charly y Carlos Cutaia dibujando arabescos en los teclados; la guitarra virtuosa de Gustavo Bazterrica y José Luis Fernández, esta vez, completando el tándem rítmico con Oscar. La Máquina estrenaba el álbum Películas, que no solo era un paso evolutivo gigante para nuestro rock desde lo musical, sino que además García se atrevía, con sus letras punzantes, a delatar y desafiar el mensaje oscurantista del proceso militar en temas como “No te dejes desanimar” y “Hipercandombe”.

Después, la figura de Moro se me volvió costumbre, simplemente porque vi montones de veces a Serú Girán, desde su debut en el Luna Park en el ’78, hasta sus últimos recitales en Obras en el ’82. Serú, Charly, David, Pedro y Oscar, fue la banda argentina más impresionante que vi sobre un escenario. Por la musicalidad, por las delicadas armonías vocales, por los arreglos, por la potencia, por la personalidad de sus compositores, Serú fue un grupo único. Y Moro estuvo allí, una vez más, con la solidez de su ritmo, y la sutileza de sus fills, para engalanar aún más esa gran maquinaria musical.

Después del retorno fugaz de Serú Girán en 1992 le fue perdiendo el rastro a Moro. En mi fantasía lo imaginaba alguna vez liderando una “big band”, al estilo de la Airforce de Ginger Baker o las aventuras jazzeras de Charlie Watts. No pudo ser, la vida se metió en el camino, con sus costados menos gratos. Pero siempre me va quedar el recuerdo de un músico fantástico y de un tipo amigable y gentil, que jamás perdió la sencillez del muchacho de barrio. Cuando pienso en él se me dibuja una sonrisa!

Fuente: Revista Baterística Nro. 5

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)

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