El show fue similar a aquella trilogía que el músico realizó un par de meses atrás en el Gran Rex junto a su banda The Prostitution. Incluso, quienes estuvieron presentes en alguna de esas presentaciones se habrán dado cuenta de que el video del comienzo del recital y la voz en off de Graciela Borges también formaron parte de la puesta en escena de aquellos recitales. Para los desprevenidos que no se habían dado cuenta el calibre que iba a tener la tarde Instituciones y Rezo por Vos dejaron claro que las próximas horas serían cargaditas, para que nadie se quede con las ganas.
Cerca de la Revolución, Alicia en el País y Demoliendo Hoteles fueron algunas de las canciones que sonaron durante la primera parte del show. En el intervalo volvió la voz de la Borges pero esta vez las imágenes estaban a cargo del artista plástico Salvador Dalí –gustos que pueden darse ciertos grandes de la música-. Tras los pocos minutos que duró la pausa, Charly y su banda volvieron al escenario de civil, sin los guardapolvos marrones que llevaban hasta ese entonces.
La segunda parte del show empezó con Popotitos, canción gratamente recibida por los más veteranos del público. Es que en este show, a diferencia de los otros que se realizaron en Arenabeach, una gran parte del público había pasado los cuarenta hace un ratito –o un rato largo-. Después se sumaron otros clásicos como No Llores por mí Argentina, Yendo de la Cama al Living, Fanky, El día que Apagaron la Luz y Rasguña las Piedras. Porque los shows de Charly son así, un éxito tras otro. ¿Qué otra cosa se puede esperar de un prócer del rock nacional que no para de componer desde hace 40 años?
En este amplio repaso por la carrera del señor del bigote bicolor también tuvieron lugar las canciones más recientes. Influencia, I’m not in Love y Tu Vicio ocuparon el setlist como exponentes de esa etapa de su discografía. Y con Me Siento Mucho Mejor y Eiti Leda retomó por el lado de las consagradas en el tiempo. “Una que sepamos todos”, deslizó Charly al mejor estilo fogón antes de que sonara Hablando a tu Corazón. Claro, las casi treinta canciones que había tocado antes no las había coreado nadie, no?
Para el cierre, la elección fue acertadísima: Rasguña las Piedras. Así, mientras todos rememoraban su adolescencia –porque no importa la edad que tengas, todos cantamos ese himno en algún momento de la secundaria- Charly se despidió de la gente. “Chau, muchas gracias fueron divinos”.
Por Chech Street
Fotos: Horacio Volpato
Fuente: FM Rock&Pop
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