En tanto la versión 2010 de Charly parece reunir los atributos primordiales (salud, dinero y amor), cercanos y no tanto opinan sobre su verdadero estado emocional.
En vivo > De la Tierra al Luna
Anteayer, durante el primero de los tres recitales que tiene agendados para esta ronda, Charly García confirmó el idilio con el Luna Park; se entienden, se estiman y se regalan sus mejores momentos. Casi siempre sentado frente a su piano negro, empezó con una seguidilla de sus clásicos: demolió hoteles, le prometió al bidet y estuvo cerca de la revolución justo antes de decir que no era un extraño. ¿Los puntos altos? La crudeza de Llorando en el espejo, la fuerza de El fantasma de Canterville (con Gieco) y la perfección de Perro andaluz (con Aznar en el fretless). Aprovechó la velada para presentar La medicina, uno de sus temas nuevos, con guiños a su actualidad: "A veces con vivir no alcanza / ¡Voy a tomar un poco más / de aquella medicina del doctor!". Durante treinta temas, se apoyó en una banda ajustadísima y suelta aunque todavía necesita vuelo en las versiones power. Es cierto: sorprenden la calma y algunos movimientos toscos, pero está lúcido, cantando muy bien y con la musicalidad intacta. Al final, exhausto, trastabilló y quedó de rodillas. "¿Sabés para qué uno se cae?", le preguntó al Negro García López, indomable en sus punteos. "Para volverse a levantar". Cualquier similitud con la realidad, no es coincidencia.
Andrés Calamaro: "Existencial y armónico"
Charly está curiosamente feliz tranquilo.., pero no sé si se puede ser feliz de muchas maneras. Alguien aparentemente contento debería darse por satisfecho. Tampoco reniego la rabia, que es un motor como lo es el amor: va mi elogio para la tristeza también. Un día de estos van a hacer cuarenta años desde que Sui Generis grabó Vida, y treinta desde que nos conocemos, desde que somos compañeros músicos. Camaradas. Sin dudas, es una persona musical en permanente evolución y revolución. Existencial y armónico. Le deseo suerte en el Luna.
García López: "Se reencontró con el canto"
Lo vengo viendo muy seguido y la verdad está bárbaro, con su verdadera onda, despierto, componiendo. La demostración más concreta fue el show de Vélez se caía el cielo abajo por la lluvia y él no aflojó en ningún momento. Otra cosa importante es que se reencontró con el canto. Antes en los shows no cantaba, o cantaba poco. ¿Si es feliz? Yo creo que ahora, finalmente, sí. Ahora sí. Igual la gente siempre habla y yo creo que él lo tiene más que claro. Por eso está haciendo lo que está haciendo: tocar y trabajar mucho para que todo lo que haga salga bien.
Andrea Álvarez: "Los Ortega no me cierran"
Lo quiero un montón y tenemos una confianza especial. No lo vi tocar desde su regreso, pero a mí los Ortega no me cierran para nada. No me los fumo ni ahí. No me gusta para nada cómo los inflan los medios y los venden como que son cool. Todo eso de la quinta con los Ortega no me cierra por ningún lado. Prefiero irme a vivir a otro país antes que ir a la quinta de los Ortega. El tema no me cierra ni siquiera musicalmente. La última canción, que todos la inflan porque es de Charly, para mí es una porquería. Si la hubiera hecho otro y la escucho en la radio no la dejo ni un segundo.
Hilda Lizarazu: "Está reinventándose"
La música lo ayuda a seguir adelante, porque a veces en estos casos hay complicaciones y la persona se puede sentir débil. Tropezones, dudas y momentos de angustia puede haber. Yo estoy sobre todo acompañando ese proceso. Después de años de seguir diferentes patrones y rutinas, noto una diferencia grande en este Charly: está reinventándose y recreándose. Está luchando contra sí mismo. Es una persona súper creativa que pasó por varios años de locura pero esa misma locura se puede revertir. Es una cuestión de decisión. Y la tomó. O la tuvo que tomar.
Migue García: "Estoy muy fan de mi viejo"
Creo que hoy en día es la última estrella del rock, Además es un artista de la reconcha de la lora y tuvo que pelear mucho con sus propios problemas y contra la oscuridad que a veces tiene la gente. Me estoy haciendo muy tan de mi papá. Antes no era así, pero ahora salto en los recitales y hasta le hago preguntas de trivia sobre las canciones viejas. El otro día me cantó la historia de Anhedonia. Los que hablan alrededor son los crazy. ¿Cómo no va a ser feliz? ¿No le vieron la cara? No se preocupen, que la vida le está gustando. Además está con su novia y feliz.
Celeste Carballo: "El cambio lo está haciendo él"
Pienso que está en el momento de recuperación por excelencia y eso, además de bueno, es productivo. Estar en actividad supongo que ayuda muchísimo. Lo veo como un Charly intermedio entre lo que fue y lo que será. Pero este presente es un momento muy importante, bisagra. Creo que Charly es, más que nunca, feliz. Está disfrutando de la felicidad tranquila, no de la felicidad agitada. Y con mucha gente hablando a su alrededor debe estar más que feliz, porque a él no le gusta estar solo. La gente que tiene al lado es la misma; el cambio lo está haciendo él.
Palito Ortega: "Es la vida o el infierno"
La verdad que lo veo bien y sereno. Quiere terminar ese proceso sí o sí. Y todos sabemos que no es un tema que termine de un día para el otro. Los siete meses que estuvo conmigo en Luján se la pasaba relajado, pensando, en el estudio. Antes nunca paraba, entonces terminaba cayendo siempre en el mismo error. En este tiempo hablamos mucho que, si él tiene amigos que vamos a estar siempre a su lado, en el que sufre y pone el dolor, si cae, es él. Eso fue muy importante, porque se dio cuenta de que no quiere sufrir más. Es la vida o el infierno.
Pipo Cipolatti:
¿Cómo lo veo? La respuesta es muy sencilla: no lo veo. Ni en fotos. No sé qué carajo pasa con él desde hace por lo menos ocho, nueve meses. Nunca pregunté si me dejan o no me lo dejan visitar, pero me parece obvio: ustedes saben que no quieren que me vea. En Internet estoy considerado como el peor enemigo de Charly. Lo que puedo decir es que lo extraño mucho, demasiado. Hace mucho que no lo cruzo. No farandulizo con la salud o la situación de mi mejor amigo. Estoy un poco cansado de que los medios utilicen todo lo que digo para que repercuta.
Mecha Iñigo: "Mi ayuda fue estar"
Todo el proceso de internación y de cuando estuvo en lo de Palito lo viví muy de cerca. También había estado cuando lo internaron en Mendoza. Me había quedado una angustia tremenda en el corazón. Ahí dije a mí misma que iba a hacer todo lo posible para ayudarlo todo lo que pueda. A partir de ahí empecé a llamarlo mucho, a ver cómo estaba y fue así que formamos más nuestra relación. Mi ayuda fue estar. Me acerque de corazón mi destino es acompañarlo en lo que necesite. Yo lo veo feliz, muy seguro de sí mismo y de que quiere.
Zorrito: "Antes metía un poco de miedo"
Está continuando con mucha energía la etapa que empezó hace un año y medio. Sigue tratamiento y está haciendo una vida mucho más ordenada y relajada. Ahora el tema no tiene que ver tanto con la adicción en sí, sino con algunos temas neurológicos que está trabajando para mejorar. Está por cumplir 60, así que es un hombre más grande también. Hay una sensación general de que está como en otra frecuencia, más baja. Pero de ninguna manera perdió la lucidez. Es mucho más placentero tocar con él: antes era un tipo que metía un poco de miedo.
Fernando Szereszevsky (Manager): “Tiene un humor estable”
Es una persona totalmente diferente en algunas cosas con respecto al pasado, porque ahora tiene un humor estable, y se puede charlar, reír, compartir lindos momentos. Desde la etapa de la clínica hacia acá está cada vez mejor. Me dijo: "El hombre del oído absoluto se había quedado absolutamente sordo”. Antes había mucha gente hablando a su alrededor y él los sentía pero no los escuchaba ni le interesaba escucharlos. Ahora todo cambió.
Francisco Cerdán (Ex jefe de prensa): "Hace tiempo quiero verlo”
Trabajé como su jefe de prensa desde el ‘92, con el regreso de Seru, y seguí hasta la última vez que tocó en La Trastienda. Hace tiempo que quiero volver a verlo pero no lo logré. Pienso que porque está muy circunscripto a este nuevo grupo que lo contiene, que lo cuida, en el que están su manager, la empresa que produce sus shows, sus músicos. Llamé doscientas veces y la respuesta fue que no se podía. Tal vez simplemente él necesite estar con menos gente.
Monitor (Ex plomo) “Me comía microfonazos”
No lo veo desde hace un año y medio, desde el escándalo de Mendoza, cuando rompió todo me revoleó un matafuegos. Ese día, en realidad, se la agarró conmigo. No me sorprendió: yo era el que siempre me comía los microfonazos y guitarrazos. Todo su sistema nervioso estaba colapsado. Creo que ahora sí es feliz. Porque antes era feliz, pero adentro de su mundo; se peleaba con el hijo, con los productores, con todos. Por suerte eso nunca opacó su genio.
Gustavo Bazterrica (Ex La máquina de hacer...) “Recuperando la confianza”
Lo veo contenido, luchando, como si hubiera hecho una implosión. Todo el mundo dice que está "lelo” o dopado y no es así: lo que está haciendo es pensando cada una de sus palabras y cada uno de sus movimientos, porque nunca se había tomado ese tiempo en su vida. Durante muchos años se consumió. Creo que todavía se siente en deuda con él mismo a nivel creativo. Y pienso que fundamentalmente está recuperando la confianza en su ser.
José Palazzo (Productor) "No sabía qué iba a pasar”
Me encantó verlo así como está ahora. El concierto que dio en Cosquín fue memorable. Y hasta llegó puntual a la prueba de sonido y con la mayor prolijidad hizo todo en una hora y media. No lo había visto probar sonido en toda mi vida. Como productor sufría mucho porque nunca sabía qué iba a pasar. Abajo del escenario todavía parece un tipo raro. Pero arriba lo caga a palos al viejo Charly García. Estoy convencido de que ahora es feliz.
Por Nacho Girón
Fuente: Suplemento Sí de Clarín
sábado, marzo 20, 2010
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