miércoles, octubre 12, 2016

Charly vs García

Charly vs García: del progresivo de Serú al pop bailable de Clics Modernos

La crítica consagrada del rock se complace en convertir en ídolos a los músicos más conocidos e imponer una visión totalmente idílica de ellos. Parece que los artistas debieran ser dioses perfectos que siempre tuvieron en claro lo que piensan y nunca cambiaron sus opiniones. La historia se deja de lado para beneficiar a un “chupamedismo” que invisibiliza hechos incómodos y oculta el valor que tuvieron muchos rockeros a la hora de reconocer sus errores y enmendar su camino.

El caso de Charly García es emblemático. Se cuenta con la mano a los periodistas que se han animado a decir que el mítico bigote bicolor debe haber sufrido  una lucha interna en su mente a principios de los 80, por la cual se decidió a cambiar totalmente su estilo musical y su estética.  Pareciera que entre  Serú Girán y la época de Clics Modernos no hay ninguna diferencia: Charly queda como un saltimbanqui que cambió de piel sin inmutarse. En realidad, esta idea es sólo una comodidad de los periodistas que los exime de analizar cómo se dio la transición entre etapas. Un artificio que sirve para tapar algunas de las peores convicciones que caracterizaron a la ideología  del rock argentino contemporáneo a la última dictadura militar.


Entre 1976 y 1983,  el rock estaba circunscripto a una gama reducida de estilos. El progresivo, el jazz rock y la música acústica eran las tres variantes consagradas. Incluso el “rock pesado” ya estaba visto con recelo, tal como lo prueban las críticas desagradables que los periodistas vertieron sobre dos bandas excelentes de la época: Polifemo (liderada por David Lebón y Rinaldo Rafanelli) y Aeroblus (encabezada por Pappo y Alejandro Medina). Ni hablar sobre los nuevos géneros que aparecían en Estados Unidos y Europa: la revista Pelo llamaba a los punks “rebeldes sin causa “en  su edición de abril de 1978.  La periodista Gloria Guerrero  elogiaba en una revista Humor de 1981 la represión sufrida por Los Violadores en su primer recital. Pocos críticos, como Alfredo Rosso y  Juan Carlos Kreimer, se animaban a difundir las nuevas corrientes que revolucionaban a la música internacional.

Las primeras bandas que se animaron a traer los nuevos estilos no sólo fueron atacadas por la prensa de manera furibunda: también sufrieron “tomatazos “y “naranjazos” propinados por los hippies que escuchaban Serú Girán y Spinetta Jade. Miguel Cantilo era atacado con frutas en su recital de La Falda en que presentó a Punch, banda new wave autora del clásico A Donde Quiera que Voy. En el festival B. A Rock de 1982, los presuntos pacifistas atacaron al blues de  Memphis La Blusera, a  la new wave de  Zas,  al metal de V8,  a un Gustavo Montesano que había abandonado el progresivo que hacía en Crucis , y a la pionera electrónica de Los Encargados, banda que soportó un vendaval de treinta kilos de fruta.

Virus fue el blanco perfecto de periodistas y hippies. Su innovador estilo new wave  y la estética glamurosa y “homosexual” de Federico Moura eran intolerables.  Pero lo que más irritaba era su reivindicación del baile: el público de rock no podía entender que un tipo que se vestía bien y bailaba podía cantar al mismo tiempo letras de profunda elaboración y aguda crítica social.

Es que en el rock argentino estaba prohibido bailar. Los recitales debían apreciarse sentados. La música no era algo para divertise, sino sólo para reflexionar.  Los rockeros tomaron como enemigo a fines de los 70 a la música disco, la cual estaba estrechamente atada  al baile . Poco importaba que la hayan inventado afroamericanos, homosexuales y descendientes de italianos. Si una banda hacía que la gente bailase,  era automáticamente tildada de “frívola”, “pasatista” y funcional al sistema. La revista Expreso Imaginario, house organ oficial de la “contracultura” hippie argentina , publicó una tapa funesta en septiembre de 1978, en la cual se veía un montaje en el que John Travolta recibía un tomatazo. La publicación legitimaba la violencia dirigiéndola al protagonista de la película Fiebre de Sábado por La Noche,  un film que para los rockeros argentinos era la suma de todos los males.

Y  era imposible que Charly no fuese cómplice de estas opiniones. Su banda Serú Girán expresó como ninguna otra la ideología reaccionaria que predominaba en el rock argentino.  El contexto general de la dictadura y la situación particular del rock impedían que el genio pudiese tener una opinión más complaciente y menos conservadora. Pese a que él había sufrido numerosas críticas por comenzar a bailar en los últimos recitales de Sui Generis:

“A esta, altura la “persona pública” de Charly había entrado ya en el terreno de la polémica; desgraciadamente, de una polémica nacida no de un análisis racional de su obra sino de viejos prejuicios. Los abogados del rock “serio”, acostumbrados a la simplista falacia de asociar, rigidez escénica con autenticidad, y sobriedad en el vestuario con credibilidad artística, no podían comprender que a Charly García se le antojase bailar de un costado al otro del escenario, ser extrovertido con el público o ponerse una galera multicolor para tocar en el Luna Park. ¡Charly era un cirquero! En Argentina el músico no podía darse el lujo de disfrutar bailando sobre el escenario. Nuestro rock debía ser sufrimiento, parto con dolor…
Reconoce Charly: “En algún momento llegué a contenerme cuándo tenía ganas de bailar o hacer palmas con la gente. Pero lo pensé bien y me pareció estúpido cortar algo qué a mí me salía espontáneamente. A partir de allí no me preocupé más por lo que pudieran decirme…” (Rosso; julio de 1980)

García consideró sobre estos cuestionamientos :

“Hay otros que dicen que soy cirquero porque bailo o salto cuando toco. Pero yo nunca voy a dejar de hacer eso. No voy a permitir lo que siento para gustarle a unos cuantos tipos. Aquí hay una imagen del músico demasiado seria. Un músico tiene que subir y entregar todo lo que tiene. La música que hacemos nosotros tiene que ver con una cosa primaria, una comunicación superinstantánea, y me parece que sentarse al piano  duro y tocar duro para que le gente escuché duro, ¡es una dureza terrible! Hay una energía que tiene que ver con los intestinos y con los pies, y no solamente con la cabeza. Yo creo que siempre voy a tocar así ,  y   que cada vez me voy a largar más para afuera (Lernoud, Kleiman y Pistocchi; mayo de 1977).

Sin embargo, las letras de Serú Girán se acoplaron perfectamente a estos prejuicios dignos de un derechista prehistórico. La banda mencionaba a  la película Fiebre de Sábado por la Noche en la trágica canción Viernes 3 A.M (1979). La letra habla de una persona que se fue plegando a todas las modas y terminó suicidándose. “La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas.  Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres . La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas.” “Cambiaste de tiempo y de amor y de música y de ideas /Cambiaste de sexo y de Dios de color y de fronteras pero en sí, nada más cambiarás y un sensual abandono vendrá y el fin. /Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera /bang, bang, bang “ La inserción del título del film se utiliza para describir una vida inconstante y sin convicciones que termina desembocando en la misma muerte. Charly carga contra la felicidad que vivía el protagonista, tal como lo haría posteriormente en Mientras Miro las Nuevas Olas con el Mundo Feliz de la new wave. Lo acusa de haber adoptado una “vida peligrosa cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas. Te hace bien, tanto como hace mal.  Te hace odiar, tanto como querer y más “.

 Mencionamos unos párrafos atrás a Mientras Miro las Nuevas Olas. Esta canción del disco Bicicleta (1980) fustigaba desde su mismo título a la new wave. Charly comparaba al nuevo  estilo con “Jolly Land y la sonrisa del Club del Clan”, el peor insulto que se podía hacer dentro del rock “nacional” . La estética de las bandas nuevas era retratada  como “Corbatas y saco gris, flequillos hasta la nariz”.   Un soberbio García gritaba que la “historia prosigue, pero a mí me parece igual”  y aseveraba: “Mientras miro las nuevas olas yo ya soy parte del mar”.  La crítica también fue desarrollada en extenso por el ex Sui Generis en notas concedidas a la Expreso Imaginario ( Basabru y Kleiman; abril de 1979; Ichi y Lernoud; abril de 1980;  Pintos; julio de 2000); Pelo (Pelo; noviembre de 1980) ; y en un reportaje tardío de la Rolling Stone del año 2002 (Rolling Stone; junio de 2002). Y en el recital que Serú dio en un Canal 11 controlado por los militares,  Charly y Lebón no se privaron de criticar a la Nueva Ola, diciendo en plan Del Caño que la música del Club del Clan y la new wave “eran lo mismo” (San Martín; 2009).


Serú dedicó muchas más críticas al baile y a la disco.  En la canción Frecuencia Modulada (1980), se denunciaba a la música bailable transmitida en la radio por considerar que era una vía de escapismo al vacío emocional imperante en la sociedad.“Hoy que estás en penumbra, la radio sonando en un lugar. Tanta música absurda, es mejor que comencés a hablar”. “Si en la música que escuchas ya no hay vida, si la letra ya no tiene inspiración, si aunque aumentes el volumen ya no hay fuerza, son los tiempos que están huecos de emoción”. La música posee elementos de música disco, lo cual refuerza la sátira. El periodista Claudio Kleinmann, testigo de la grabación del tema, comentó: “Me asombró que David (Lebón) hiciera un tema de disco music. […] Un tema disco que se burlaba de la disco, con ese humor tan particular de Charly, que lo contagió a David. El formato de FM era medio novedoso en 1979, pero ya empezaba a estandarizarse como receptáculo de la música concheta que sería la característica de las FM”.” (Marchi; 2009)  Charly García consideró sobre este tema: “Me parece que lo que dice el LP es real, nadie puede discutir eso. Como el tema que dice que en la música que escucho… (Frecuencia Modulada). Es cierto. Hay muy poca vida en la música y es la gente la que tiene que hacer la música” (Ichi y Lernoud; abril de 1980)

En la letra de La Grasa de las Capitales (1979), la banda se coloca en oposición a distintos elementos de la sociedad argentina que considera frívolos, comerciales y “grasas”. “La TV gastadora”, las “chicas bien decoradas” y la “gente careta” son los blancos de la crítica.  Charly le pide al destinatario de la canción que “no transe más” y el coro le responde repitiendo varias veces la frase “Don ´ Stop Dancing” (“No pares de bailar”).  La propuesta liberadora es cantada por una sola voz y contrasta con una oración formulada en modo imperativo y recitada por un coro de tres voces, que obliga a no parar de bailar. Serú afirma de esta manera que la sociedad obliga a seguir bailando a quien intenta liberarse de la mundanidad y las convenciones. El baile es concebido como un instrumento de dominación del sistema. Charly  habló sobre la crítica de este tema en una entrevista concedida a Página 12: “La idea fue mía […] Estaba podrido de todas esas revistas tipo Gente, que eran tan caretas. Habíamos compuesto ese disco para ir al choque directamente. Las canciones eran más pesadas, más contestatarias. Había que salir de la grasa, de la mediocridad. Era una época en que el rock todavía estaba en contra de la música comercial: era nosotros contra el mundo […].” (Página 12;  2008) “Todo gira alrededor de la ‘Grasa de las capitales’, que es el nombre del álbum, y es una burla, una sátira, de la grasada institucionalizada aquí y en el mundo. La gente piensa, —y eso lo noté cuando volví de mis viajes al exterior— que en otros países no existe esta grasada. Y no es así, es algo internacionalizado, digamos. “Y grasada no significa en tanto que contraposición entre fino y mersa sino que tiene una connotación más densa; es decir, como que es más represión, decadencia, lo negativo en general. Hay una intención satírica en el álbum y por eso incluyo sonidos actuales como de discotecas de la televisión” (Pelo; junio de 1979)

Al anunciar el lanzamiento del disco, Charly dijo:  “Se va a llamar La Grasa de las Capitales y viene un poco a colación de todo lo que vi en Europa. Yo tenía muchas expectativas, pensaba que me iba a encontrar con un nivel impresionante y me di cuenta que en cuanto a música y arte es todo una grasa, quizá peor que acá. Por ahí hace unos años no era así. Pero ahora es una grasada impresionante. Grasa está usada no en el sentido de Landrú, sino como una cosa fea, horrible, así como grasa de una pizza que toca todo el mundo”  (Basabru y Kleiman; marzo de 1979).

En No Llores por Mí, Argentina (editada en el disco en vivo homónimo de 1982 y tocada por primera vez a fines de 1981) se alude irónicamente a la canción  del mismo nombre de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice (1976) para describir los dramas que se viven en el país. Se acusa a la patria de haber preferido escaparse mediante el baile y la lujuria del clima represivo reinante durante la dictadura: “Entre lujuria y represión bailaste los discos de moda”.  Además, la intro del tema es la misma que se utiliza en el tema My Sharona (1979), de la banda new wave The Knack

Cabe recordar que Charly García tuvo problemas al interpretar un tema de música disco bailable en el primer recital de Serú Girán. “[…] los testimonios sobre lo ocurrido aquel 3 de noviembre de  1978 en el estadio Obras señalaban que uno de los momentos más conflictivos del  show se dio cuando la banda interpretó la canción “Discoshock”. Se trataba de una  imitación paródica de la música disco, por entonces de moda. El grupo la había   grabado en Brasil, pero finalmente no la había incluido en su álbum debut .

(…) Charly anunció que “Vamos a hacer un tema disco for the  people of Argentina” y arrancaron con “Discoshock” (…). Tal  fue la incomunicación con el público que al final este pedía a  los gritos que Serú hiciera el “Blues del levante”… a lo que  Charly contestó “No vamos a hacer ninguno de los temas que piden” y la gente replicó gritando que “¡¡Charly nos cagó!!”.  Charly cerró la discusión y el recital replicando  terminantemente que “Ustedes se cagan solos “(Delgado; 2016; p. 24)


Se conserva el audio de esta interpretación de Discoshock (nicocabj12; 2007). Charly anuncia que van a tocar un tema “Disco music for the people of Argentina” La tribuna responde con abucheos y García alude a Fiebre de Sábado a la Noche: “Después de ver Sábado a la Noche, la película esa de la fiebre…” Los silbidos se redoblan y mientras tocan, se escuchan insultos en los que se acusa a los músicos de homosexuales. “Te voy a hacer el amor”, “a vos te la doy” . Otros claman por “Rock and Roll” y dos personas expresan su desdén al baile: “Que vuelva la murga” dice una,  mientras otra exclama irónicamente: “me voy al baile”. El punto máximo de repudio se genera durante el solo de guitarra, que posee un fuerte estilo disco. Cuando finaliza el tema, la gente empieza a cantar: “Que sos puto”, a lo que Charly responde: “Cuando era chiquito no… ¡pero ahora qué puto qué soy! “  Los asistentes piden que se toque el blues y García contesta: Lo llaman a el blues. Finalmente, el líder de Serú anuncia que como el próximo tema es serio se va a poner el saco y pide esperar que el grupo afine. Un miembro del grupo grita: “Afinate la cabeza, loco”.

La prensa especializada criticó al recital de Serú Girán de manera furibunda:

“ ´Vamos a hacer un tema disco for the people of Argentina´, para anunciar un tema tipo Sábado a la Noche. ´No vamos a hacer ninguno de los temas que piden´, informa Charly a la audiencia. ´¡Y Charly nos cagó! “. Surge potente de la popular. “¡Y Charly nos cagó”. “Ustedes se cagan solos ´, respondió el doble. No es verdad. El público no sabía  que iban a venir estos muñecos. Ellos pagaron por ver a Serú Girán, el nuevo grupo de García, con toda la polenta y el sentimiento que eso significa. Pero estos saltimbanquis pedantes y mecánicos no son un substituto adecuado. A lo mejor es por eso que se aplaude tanto a Luis Alberto, y le piden a Pseudo Charly que lo nombre. ´´ Un aplauso para Spinetta, y para mi mamá que puso un restaurant macrobiótico , es lo único que atina a decir el doble “(Lernoud; diciembre de 1978)

Discoshock era en realidad una parodia de la música disco. En sus dos primeros versos, criticaba la vestimenta de sus consumidores. “Usas camisas y zapatos de Gardel, me causa risa, sólo te falta el corset”. Una versión de estudio se conserva en el álbum Billy Bond And The Jets (1979), álbum  nunca reeditado en cd que conserva grabaciones de los músicos de Serú junto a Billy Bond.

En la década de los 80 Charly cambió su posición sobre el baile.  En los 70, tanto él como Spinetta mencionaban poco y nada la palabra “baile” en sus canciones:  “De todas las canciones que García grabó antes de Yendo de la cama al living solo ocho registran el uso de la palabra en cuestión (“El show de los muertos”, “El tuerto y los ciegos”, “Por probar el vino y el agua salada”, “Llorando en el espejo”, “Rock and roll”, “No llores por mí, Argentina” y “Cómo mata el viento norte”).  De todas las que grabó Spinetta  antes de Bajo Belgrano, solamente cuatro (“Nena boba”, “Cristálida”, “Que ves el cielo” y “Mestizo”, cuya letra pertenece en realidad a Molinari). Ninguna de ellas, además, conjuga el verbo en primera persona, aunque una – “Cómo mata el viento norte” – remite la acción a quien la dice por medio de un posesivo: “Mi pequeña almita baila de alegría”.(Miccio; 2016).  En los 80, las letras de ambos músicos se saturarían de referencias a esta expresión.

Es difícil marcar el momento en que este viraje comenzó a producirse dentro de la mente de Charly, pero puede trazarse una cronología tentativa. En la seguidilla de recitales del 25, 26 y 27 de diciembre de 1981, Serú Girán había presentado un tema nuevo llamado Pena en mi corazón, en el cual se mostraba una mirada reinvidicativa del movimiento y la alegría. Se estrenó con otra canción inédita hasta ese momento, No llores por mí, Argentina , en la cual se mantenía la mirada crítica sobre la danza pero utilizando una introducción de guitarra eléctrica que recuerda al tema new wave My Sharona (1979) de la banda estadounidense The Knack.   Pena en mi corazón fue finalmente editada en estudio en octubre de 1982. Integró el primer disco solista de Charly,  Yendo de la Cama al Living, y fue renombrada como Yo no quiero volverme tan loco. La letra permaneció intacta: en ella se  habla del “beat del tambor entre la desolación de una radio en la calle desierta” y se opone  el baile a la muerte y a la abulia de la dictadura. “Quisiera ver al mundo de fiesta”,  canta el mismo músico que en Mientras miro las Nuevas Olas,  contrastaba al mundo feliz con el  mundo que él quería (“Recordar las estrellas que hemos perdido  y pensar a suerte y verdad nuestro porvenir. ¿Será cómo yo lo imagino o será un mundo feliz? )“. “Yo quiero ver muchos más delirantes por ahí bailando en una calle cualquiera. En Buenos Aires se ve que ya no hay tiempo de más, la alegría no es solo brasilera”, sigue diciendo Yo no quiero volverme tan loco. Otra canción contenida en el mismo álbum, Superhéroes,  también defiende el baile: “Y entonces mírame a mí / tratando que se muevan estos pies / bajo la luz / tocando hasta el amanecer”; “No te quedes en casa,  porque el baile va a empezar. Quiero verte otra vez”.  Y en No Bombardeen Buenos Aires se menciona a  la banda punk The Clash (1976- 1986) para indicar que durante la guerra de Malvinas tanto argentinos como ingleses escuchaban la misma música:  “Los pibes de mi barrio se escondieron en los caños  espían al cielo , usan cascos,  curten mambos  escuchando a Clash”. Solo tres años antes de este tema, Charly criticaba al punk en una entrevista diciendo que “de musical no tenía nada”  (Basabru y Kleiman; abril de 1979)

Cabe destacar que en la versión de Pena en mi Corazón que hizo Serú el 27 de diciembre de 1981, Charly cantó “represión” en vez de “depresión” y  antes de comenzar el tema la banda interpretó una breve versión de “La Balsa” . García bromeó diciendo que iban a tocar un tema “modernísimo“. El dato no es ocioso: un tema que planteaba una renovación en el rock y la sociedad fue interpetado luego de tocar  el tema que es considerado como la piedra basal de nuestro rock (RarezasSNM; 2016)

 En la misma serie de conciertos, Charly mostró otro gesto que apuntaba a la renovación del rock argentino. Presentó en la mitad del concierto a Las Bay Biscuits, un grupo de cantantes mujeres que apostaban a combinar el rock con el teatro y la sátira.  La agrupación estaba conformada por Maico Castro Volpe, Fabiana Cantilo, Lisa Wackolook  y Viviana Tellas. El público de Serú abucheó duramente a las intérpretes, quienes realizaron una versión de Marcianita: una canción perteneciente a Billy Cafaro (nacido en 1936), unos de los pioneros del rock nacional despreciados por los rockeros argentinos (Jaironia ; 2010) El repudio se debía a que el grupo ofrecía una propuesta que incorporaba elementos ausentes y hasta rechazados en el rock local (la sátira y el movimiento teatral), reinvidicaba a músicos del pasado completamente rechazados (Billy Cafaro) y estaba conformado por mujeres, grandes ausentes del rock de los 70 (con notorias excepciones,  como María Rosa Yorio o Gabriela)  Al presentar a las artistas, Charly se adelantó a las críticas : “No es un número musical, no es un número, digamos, convencional. Es algo subterráneo. Digamos, no es profesional, quiero explicarles eso. [….] es otra cosa, es una alternativa. […] Este número es netamente nacional y representa el momento  en que estamos viviendo.  ¡Asi que no esperen oro!  (ob.cit)

Las Bay  Biscuits opinaron en una entrevista de 1982 sobre los abucheos :

”   ¿Y cómo reacciona el público ´casi bien´ argentino?

Fabiana: De formas muy diferentes: se enoja, se ríe, grita.

Viviana: la gente nos ha dado definiciones acerca de lo que hacemos ni nosotros sabíamos. Eso es genial y sale a pesar nuestro. Es ridículo definir lo que uno hace. No nos molesta que vengan y nos den interpretaciones. Nosotros lo hacemos y que la gente interprete lo que quiera. El arte moderno e s subjetivo.

¿Cómo salió lo de Serú Girán?

Viana: Nos fueron a ver a ´Danza Abierta´. Les gustó y nos propusieron actuar con ellos en el Coliseo. Charly asoció mucho uno de nuestros cuadros con su tema ´No llores por mí, Argentina´”

¿Se esperaban el poco amable recibimiento del público?

Viviana: Sí. Sabíamos lo que iba a pasar. El público de Serú  no era el nuestro. Visto de afuera podía ser todo un único espectáculo: las BB y el público gritando “buh….”, “buh..” Como experiencia fue muy positiva” Nos encantó.  ”  (Gasió; junio de 1982).

Las Bay Biscuits

García criticó a los hippies que asistieron al recital de la Falda (marzo de 1982)  y atacaron a  Los Abuelos de La Nada y a los propios Serú Girán. El músico cuestionó que la gente tirase monedas a su banda, mientras ésta tocaba un tema crítico con la dictadura (Inconsciente Colectivo, que recién se editaría en el primer disco solista de García)

“No los entiendo. El público no entiende nada. Conté por lo menos veinticinco monedazos, que me tiraron. Yo canto: hoy soñé con los muertos/ con los que están en prisión, y no escuchan. Canto Popotito y se deliran. Estos no entienden nada”  (Briante; marzo de 1982)

En el último recital que dio Serú antes de separarse (7 de marzo de 1982), Charly gritó “Viva Virus” mientras tocaba el tema.  Un detalle importantísimo que ningún historiador o periodista destaca: cuando Charly cierra la etapa de Serú Girán, decide gritar a favor de Virus apenas termina de tocar la canción que era una verdadera punta de lanza contra la new wave. El líder del grupo que representaba al progresivo argentino y el repudio a los nuevos géneros entierra en el mismo día al rock de los 70 y abre las puertas a la renovación de los 80.  El anuncio de la nueva etapa que vendría: Charly había vencido a García.

Pocos días después de este concierto,  concedió una entrevista a la revista Pelo en la que reinvidicó a la banda de La Plata y volvió a criticar a los hippies por los incidentes en los recitales

“Es una mano “paz y amor”, pero muy baja. Yo creo que Seru Giran tiene más que ver con Virus que con esa gente, por lo menos a nivel “civilizados”. Pienso que somos un grupo común, que no hacemos nada raro. Para mí, el tipo que tira una cosa al escenario está descalificado como ser pensante. No me interesa esa gente, por más que al año siguiente me aclamen. El primer día del festival me aclamaban y pedían que subiera a tocar con León y Raúl, y a los dos días me recibieron tirándome con cosas. Nosotros decidimos no ir a tocar más allí porque es una pérdida de tiempo. Pienso que es una cosa del lugar. Ellos quieren ver un héroe con su túnica, con el pelo súper largo y hablando de la paz y el amor. Parecería que ese es el nivel que curten y que no les da la cabeza para ver una cosa sutil.”

[..] claro, no tenés siempre que decir .”paz y amor” para decir paz y amor. Además, no hay por qué decir siempre paz y amor. Eso es una cosa que me raya. El rock es un canal de expresión libre. Para mí, Virus es tan válido como nosotros o como cualquiera? Esa negación a una cosa nueva es como una falta de humor, una mala onda. Los Abuelos de la Nada tocan bien, pero en La Falda les tiraron de todo porque Miguel se movía. Y eso es show, que no viene mal de vez en cuando…

“Un ejemplo es lo de La Falda: vos vas con buena onda y te encontrás con que esa gente es peor que un oficinista. (Pelo; marzo de 1982).

En el mismo reportaje, plantea que la música de Serú iba a ser más simple debido a la salida de Pedro Aznar. Cosa que no ocurrió, ya que la agrupación decidió separarse definitivamente:

“Pienso que Seru va a ser más directo, simplemente porque David y yo somos más directos en la forma de hacer música. Eso nos sale naturalmente, queremos divertirnos con la música.
-La forma de presentación va a ser menos intelectual…
-Sí, pero a la vez puede ser igual de intelectual porque con cosas más sencillas se puede decir lo mismo o más. Yo estoy muy interesado en plantear muchas cosas de otra forma pero con la misma intensidad. No quiero hacer una música que no diga nada, al contrario, quiero hacer una música con más melodía, con letras más pesadas” (ob.cit)

Charly se distanció del movimiento hippie y cambió su opinión sobre el baile y la alegría en tan solo un poco más de un año después de grabar Mientras miro las nuevas olas. ¿Qué es lo que pasó en tan poco tiempo para provocar semejante cambio?  Teniendo en cuenta que Yo no quiero volverme tan loco ya había sido compuesta en diciembre de 1981, se pueden señalar algunos acontecimientos que en ese año marcaron un cambio radical en el rock argentino:

1. El lanzamiento del primer disco de Virus
2. En lo que respecta al punk, se desarrollaron los primeros recitales de Los Violadores; se lanzó el primer disco de punk (el simple Desocupación/ Hippie Japa de la banda Alerta Roja, que contenía una denuncia de la situación económica y del hippismo) y se formaron  agrupaciones pioneras de este género, como Los Baraja y Trixy y Los Maniáticos
3. El debut de Zas como teloneros de Queen y la primera grabación oficial de un tema de ellos (Sólo tu amor es dinamita, editado en el compilado La Isla de la Música)
4. El regreso de Miguel Abuelo, quien fundó la banda de rock teatral Ring Club (Pérez; 2014) y creó una nueva formación de Los Abuelos de la Nada, cuyos demos de estilo new wave empezaron a difundirse en la radio a fines de 1981.
5. En lo que refiere al heavy metal, se editaron los dos primeros discos de Riff, se llevaron a cabo los primeros conciertos de V8 y se formó la banda Bloke.
6. Las primeras actuaciones de las Bay Biscuits
7. Los primeros recitales de Sumo.


El álbum siguiente a Yendo de la cama al living , Clics Modernos (1983),  representó un punto de quiebre.  Los cambios en el estilo musical de García fueron notorios. “La variación en los tempi es reemplazada por la conflictividad de la pulsación regular (a nivel máquina) con  desplazamientos provocados al interior de la métrica. La multiplicidad de recursos textural producidos por la diversidad de funciones que cada instrumentista aportaba en Serú Girán es reemplazada por una textura más austera en la que la ausencia de algún estrato modifica más fuertemente el arreglo. La lógica de los riffs como de los complejos sonoros de acompañamiento orquestales es reemplazada por bases rítmicas en loop y un distintivo movimiento de bajos” (Madoery 2008).

El viraje ideológico, estilístico y estético de Charly recibió críticas por parte del público y la prensa, los cuales seguían defendiendo el viejo punto de vista negativo sobre el baile. La estética complementaba a la nueva música: García recortó su pelo y empezó a usar su look más clásico, similar al del tecladista de la banda estadounidense Sparks.

“Yo pasé por etapas de testimoniar cosas, de experimentar para mí y que el público se te aleje. Etapas como con Clics.  Cuando yo traje Clics acá fui hipercriticado, que me había vendido .  Lo que yo consideraba que era mi obra maestra recibía unas críticas horribles,  un bajón (…) Antes todo estaba muy dividido, o eras roquero, o eras comercial, o eras escritor… el rock era demasiado dogmático. A mí  se me criticaba al principio porque bailaba en el escenario (Grinberg, 2008, 164)” (Rodríguez Lemos y Secul Giusti; 2011; p. 161)

“Pensar que la alegría está en el descubrimiento y no en la repetición. Y está en el cambio. O sea pienso que una cosa que nos hace falta –vamos a hablar como político, no?- es como tener predisposición al cambio, pero estamos acostumbrados a un cambio muy pequeño, que es el cambio de adaptarse a lo que la realidad nos dicta, y no adaptarnos a lo que realmente sentimos”( Albornoz y Rosso; 2008).

El periodista Sergio Pujol recuerda la recepción negativa que recibió Charly por su cambio:

“ […] Para nosotros, el rock no era una música bailable, era algo totalmente distinto a la música de los bailes de centro de estudiantes, era la música de los recitales, que había que sentarse a escuchar, los temas que nos gustaban tenían más de cuatro o cinco minutos con otra forma o extensión, tenían cambio de métrica, de armonía, de ritmo con letras  complejas que tenías que desentrañar, que a veces tenías que fijarte en las contratapas de los discos para saber de qué trataban y de pronto  aparece “Soy moderno, no fumo” de Virus o el propio Charly. Yo me acuerdo que  Clics Modernos  no me gustó nada en su momento, pero hoy me parece que es un gran disco. Sin embargo tardé bastante en entenderlo” ((Rodríguez Lemos y Secul Giusti; 2011; p. 162)

Una nota de El Periodista de Buenos Aires reflejó la opinión de seis jóvenes rockeros que repudiaban el cambio de García.

“Opinan que Charly García se comercializó demasiado, y en cambio Raúl Porchetto hace ´música para pensar y no para discotecas ´ Ninguno de ellos admite que le guste ir a bailar a una discoteca, más bien prefieren ir en grupo a recitales o reunirse en casa de amigos para intercambiar discos.” (El Periodista de Buenos Aires; septiembre de 1984)

En un reportaje, el ex líder de Serú afirmó:

“Creo que hay demasiado drama en el rock…pienso que hay que devolverle al rock la cuota de esparcimiento que antes tenía. Sería bueno que el rock incitara a algo, a bailar, a cantar y no sólo a compadecerse de los pobres que sufren en este país” (Vila: 1985: 113) (Ob.cit; p.161)

En otra entrevista, sostuvo que si el rock argentino no cambiaba su estilo y seguía pegado al hippismo, iba a convertirse en una música  perteneciente solo a una elite.

“[…] porque el espíritu del rock no es un jean o un hippie, eso ya es folklore. Si el rock no acepta cambiar se convierte en música de una élite, como pasó con el tango históricamente. Fue popular y luego se congeló. Y sin embargo algo queda en el espíritu” (El Periodista de Buenos Aires; septiembre de 1984).


En la canción Dos Cero Uno (Transas) contenida en Clics Modernos (1983), Charly respondió a quienes lo acusaban de “vendido”, refiriéndose a sí mismo en tercera persona. El verso que dice “El se cansó de hacer canciones de protesta  y se vendió a Fiorucci” refiere a las críticas que recibió por el patrocinio que efectuó la marca Fiorucci sobre Clics Modernos (Rodríguez Lemos y Secul Giusti; 2011; 162). La canción termina diciendo: “No se alquiló ni un guardaespaldas negro, se preguntó por qué sus hijos nunca lo invitaban al bar, un día volverá a las fuentes. No creo que pueda dejar de protestar. Anda preocupado, perdió algo de fama pero no le va mal”.  García opinó sobre esta letra:

“Mirá, si estás en un desierto y necesitás agua, y tenés una moneda, tenés que gastarla. También lo que apunta es a desmitificar como entendés, enemigos falsos que tenemos en nuestra cabeza. Pero lo que pasa es que, ¿entendés?, somos una generación de culposos y culpables. Entonces pienso que no hay tanta culpa. El tema lo que dice es por ejemplo: “Señores, me vendí a Fiorucci. ¿Qué pasa?” Por supuesto, yo no me vendí a Fiorucci. Es lo que la gente piensa de mí. Entonces es bueno decirles “Señores, sí, y… ¿Quién de ustedes no? Es asumir que es un símbolo más de algo. Yo no me creo más un genio, nunca me creí pero siempre hubo alguien que me decía que era un genio. Yo no me creo un genio y creo que muchos de los genios que tenemos acá no son genios y hay que asumir que no somos genios. Todo es un mito. Entonces vos vas a pensár lo que es la cultura y el arte y por qué la Mona Lisa y no otro cuadro… entendés? Si vos te pensás que vos creas. Es un poco que uno crea siempre sobre algo. Entonces, crear es más tomar decisiones y elegir. Y cuando elegís a veces tenés que necesitar un apoyo financiero para elegir hacer una ciudad y destruirla. Porque lo que yo quería mostrar era eso: que si bombardeaban Buenos Aires, iba a ser pesado. Entonces la mejor forma que tuve fue armar una ciudad de cartón y destruirla. Y la gente, por un momento, sintió miedo. Y yo sé de eso” (Albornoz y Rosso; 2008).

Charly se refirió a la defensa del baile y a la inclusión de nuevos sonidos que se realizó en este álbum:

“Me parece que los que dicen que nunca superé los LP de Sui Generis están locos: es que este es un país adolescente y se identifica con esos problemas, como si todo pasara por irse de casa o decir que todo está mal. Ahora hablo de la libertad, como siempre, incitando al baile, a lo que mueva: mi LP Clics Modernos tiene temas tangueros, pero no podemos ignorar que existen nuevos arreglos musicales, nuevos sonidos. No podemos ignorar la existencia de The Police y Michael Jackson, o Culture Club, y yo estoy tratando de hacer una música que suene internacional pero que sea argentina por sus letras y su modo de armonizar. No tengo miedo de la despersonalización porque cada vez soy más un actor, incorporo la plástica, el cine, la iluminación y el vestuario” (El Periodista de Buenos Aires; septiembre de 1984)

Poco antes del lanzamiento del disco, reinvidicaba a las nuevas bandas que surgían:

“[…] La nueva música está saliendo recién ahora. Por primera vez hay una fusión de diversos estilos. Van apareciendo canciones que expresan sentimientos auténticos, que corresponden al sentir de mucha gente.” (La Semana; agosto de 1983).

Otra muestra del cambio de opinión de Charly sobre el baile se puede apreciar en Alicia va a la disco (1984), instrumental que se encuentra en el maxi simple Terapia intensiva.  La pieza hace referencia al tema de Serú Alicia en el país de las maravillas (1980), el cual ha sido interpretado históricamente como una crítica a la última dictadura militar ;  el título formulado por Charly para nombrar a la canción del maxi traslada a un personaje de un tema doloroso, crítico y triste al ambiente festivo de la “disco”. En cuanto a la música, también se produce una recontextualización total: los principales leitmotivs de la obra original se reinterpretan en clave de  new wave. Cabe destacar que este maxi está totalmente inmerso en este estilo: todas las baterías son electrónicas y fueron programadas exclusivamente por García. Los demos del disco muestran que Charly seguía realizando sus composiciones en clave de jazz rock, para luego alterarlas y convertirlas en new wave (wwwwxxsaynomore; 2013). Muchos leitmotivs del disco fueron usados por Charly para componer canciones que se editaron en discos posteriores, entre las que se encuentran Rap de las Hormigas, Anhedonia, ZocaCola, y el inédito Ella Se Perdió.
En el año 1985,  García y Spinetta se propusieron grabar un disco en colaboración. El proyecto no llegó a concretarse, pero el efímero  dúo pudo grabar un simple: la canción Rezo por Vos, en la que se utilizó batería electrónica. En un momento del tema , se escucha a Charly pidiendo bajar el volumen de la batería. Spinetta regrabó el tema en su disco Privé, en una reversión que también incluyó batería electrónica. La versión de García (lanzada en Parte de la Religión de 1987) posee un sonido mucho menos “ochentoso” y new wave.


Por más que quienes debieran investigar estos temas oculten  los datos que hay disponibles ,  las pistas están a la vista de todos. En revistas, en letras de discos , videos y declaraciones perdidas. Si todo esto se puede encontrar con una simple googleada, mucho más se podría hallar con los vastos recursos económicos que ciertos periodistas poseen . Lamentablemente, parece que a pocos les interesa saber la historia del mayor round del rock argentino, que no fue Soda vs Los Redondos o Sumo vs Virus : fue Charly vs García

Bibliografía consultada:

Albornoz , Luis; y Rosso, Alfredo. Los clics modernos de Charly. 14 de abril de 2008.

Basabru, Fernando y Kleiman,  Claudio ; abril de 1979. Girando con Serú Girán. Revista Expreso Imaginario.

 Briante, Miguel. Marzo de 1982. Los chicos en la falda. Revista El Porteño.

Delgado, Julián.  2016 No se banca más: Serú Girán y las transformaciones musicales del rock en la Argentina dictatorial.  Revista Afuera, Estudios de Crítica Cultural.

Gasió, Marcelo. Junio de 1982.  Bay Biscuits. ¿Dónde están los varones? Revista Expreso Imaginario.

Ichi , Raúl B.; y Lernoud, Pipo. Abril de 1980. Desmenuzamos a Serú Girán. Revista Expreso Imaginario.

Lernoud, Pipo. Diciembre de 1978. Tratamos de ver a Serú Girán. Revista Expreso Imaginario.

Lernoud, Pipo; Kleiman, Claudio; y Pistocchi, Jorge.  Charly García: “No te Dejes Desanimar” Revista  Expreso imaginario.

Madoery, Diego. 2008. Clics Modernos. La trasgresión se convierte en canon.  Ponencia presentada en la XVIII Conferencia de la Asociación Argentina de Musicología y XIV JornadasArgentinas de Musicología. Santa Fe, 14 al 17 de agosto de 2008.

Marchi, Sergio. Un rayo en la oscuridad. Revista La Mano, julio de 2009.

Miccio, José. 2016. Notas sobre rock argentino en democracia (primera parte).

Página 12. Suplemento Radar del 28 de diciembre de 2008. Grasa de las Capitales.

Pérez, Martín. 27 de julio de 2014. El Hijo de la Palmera. Página 12.

Pintos, Víctor. 1981. La generación del 80. Revista Expreso Imaginario.

Revista El Periodista de Buenos Aires. Septiembre de 1984. El rock después de la Guerra.

Revista Pelo, junio de 1979. Serú Girán. Las dudas del gigante.

Revista Pelo. Marzo de 1982. Los grandes reportajes. Charly García.

Revista Pelo, noviembre de 1980. Charly García. La energía del amor.

Revista Rolling Stone. Charly García. 1 de junio de 2002.

Rodríguez Lemos, Federico; y Secul Giusti, Cristian. Agosto de 2011.  Si tienes voz, tienes palabras. Análisis discursivo de las líricas del rock argentino en la “primavera democrática” (1983- 1986). Tesis de grado de la licenciatura en comunicación social de la Universidad de La Plata, dirigida por Susana Souilla.

Rosso, Alfredo. Julio de 1980. Charly García y la increíble historia de un grabador que hizo ¡piff! Revista Hurra.

Sierra, Gustavo.  18 de agosto de 1983. New Charly. Revista La Semana.

Usuario de Youtube “Jaironia”. 2010. Las Bay Biscuits- “Marcianita” 1981- Teatro Coliseo- Con Serú Girán.

Usuario de Youtube “nicocabj12”. 2007. Serú Girán – Disco Shock.

Usuario de Youtube “San Martin”. 2009. Serú Girán, mientras miro las nuevas olas.

Usuario de Youtube “RarezasSNM”. 2016. Seru Girán en vivo Teatro Coliseo – Función no editada 27/12/1981

Usuario de Youtube wwwwxxsaynomore. 2013. Charly García- Terapia Intensiva (DEMOS)

Por Víctor Tapia

Fuente: Universo Epígrafe

El blog de Charly García (hecho por DIOS)