sábado, diciembre 14, 2013

A 35 años de Serú Girán, la superbanda argentina

Aunque no parezca, el tiempo pasa. En estos días se cumplieron los 35 años de "Serú Girán", el disco que abrió la breve pero tremenda trayectoria del grupo del mismo nombre, la primera superbanda argentina en llegar a todos los estratos sociales, algo que no habían conseguido otras anteriores, como Almendra por mencionar apenas una. Integrada por Charly García en la voz y los teclados, Pedro Aznar en el bajo, David Lebón en la viola y el ya legendario ex baterista de Los Gatos, Oscar Moro, "Serú"  -así, a secas, como se le decía por entonces- logró hacer masivo el rock del país, fusionando músicas y estilos, alcanzando récords de ventas y de espectadores.



Charly, que llegaba de la experiencia de Sui Géneris y La Máquina de Hacer Pájaros, andaba con ganas de formar un nuevo grupo con su amigo Lebón. Con plata recaudada en el Festival del Amor del Luna Park, se fueron a Brasil. A la vuelta, en un club nocturno, vieron a un pibe tocando el bajo como los dioses, se le acercaron y lo invitaron a viajar a San Pablo para redondear el proyecto. Se trataba de Pedro Aznar. "Cuando lo vi pelar el bajo, se me cayó la mandíbula hasta la rodilla", contó Lebón muchos años más tarde. No pasó demasiado tiempo y Moro ya se les sumó como batero. Las primeras presentaciones no fueron muy convincentes: una a bordo de un barco viejo en el Riachuelo, y otra en el Luna, con mal sonido, y la gente quejándose.



Mientras tanto preparaban el disco debut para noviembre-diciembre de 1978, grabado y mezclado entre San Pablo y Los Angeles. La presentación del vinilo "Serú Girán" fue en el viejo estadio de Obras, con una sección de cuerdas y vientos. Las críticas fueron feroces. La Opinión los acusó de ser "lo peor de la Argentina" y de "tener voces homosexuales". La dictadura militar hacía lo suyo en la campaña de desprestigio. "Eiti Leda" y "Seminare" eran dos de los temas de aquel disco ya mítico. El público, al comienzo un poco indiferente, con el tiempo se fue acoplando a la medida de esta superbanda que hacía cosas nunca realizadas en el país.



Así fueron llegando "La grasa de las capitales", "Bicicleta" y "Peperina" (los únicos tres discos de estudio) y la placa "en vivo" "No llores por mi, Argentina". El 6 y 7 de marzo de 1982, un mes antes de la Guerra de Malvinas, en Obras, por entonces la catedral del rock, dieron un recital memorable, épico. Fue el final. A partir de alli, cada uno de sus integrantes hicieron sus caminos por separados, y Oscar Moro falleció de una hemorragia en julio de 2006. Como ya comenzaba a ocurrir, en 1992 se produjo "el regreso" y otras reuniones parciales. De esa segunda época quedan "Serú 92", "En vivo I y II" y "Yo no quiero volverme tan loco". Pero esto, para no dejarnos llevar por una nostalgia absurda, ya es otra historia.

Fuente: La Razón

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)

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