Ilustración Pablo Lobato (Charly) MagiXL (Elton)
En mi columna de hace unos días sobre los rolingas, alguien dejó un comentario acerca del carácter casi sociológico que toman algunas de estas notas. Mi respuesta fue que, si incluía recuerdos personales (seguramente añejos), esa crónica era casi arqueológica…
Y sí: me hago cargo. Soy un hombre que ha vivido. Mucho. Bastante. No demasiado, espero… Pero lo cierto es que ya estoy en esa etapa de la vida en que tengo algunas historias para contar. Y la de hoy se remonta al año 1992…
Trabajaba para Telefé y eventualmente, me enviaban a distintas partes del mundo para participar de transmisiones de conciertos de estrellas del rock y el pop internacional. La idea del gerente de programación, el gran Gustavo Yankelevich, era que poner en pantalla un show de Sting desde Noruega vía satélite era interesante. Pero si en esa transmisión, además, había un tipo contándole al público, desde una perspectiva argentina lo que estaba pasando, la audiencia iba a sentirse más cerca de ese evento. E iba a tener más interés en verlo. Y, por supuesto, Gustavo tuvo razón… En aquel año fueron varios los conciertos que transmití desde distintos lugares, y siempre tuvieron buenos números de rating, superiores a lo que era el promedio acostumbrado para shows de esas características.
En ese contexto, fui citado a la oficina del señor Gerente, quien, sin dar muchas vueltas, me largó: “Te vas a Barcelona a transmitir un concierto de Elton John con Charly García.” CLANK! hizo la mandíbula contra el piso.TOING! hizo el elástico de las medias, que se cayeron al instante. Era demasiado… ¿A Barcelona? ¿Un show de Elton John? ¿¿¿Y con Charly??? Tras la sorpresa inicial, me presentaron a la que, en aquel entonces, era la representante de García, que me aseguró que Charly estaba entusiasmadísimo con la idea porque era fanático de Elton.
Pausa. Es curioso cómo se nos pasan algunas cosas muy obvias… En aquella etapa de mi vida, si había un músico nacional que yo había escuchado hasta el cansancio… ese era Charly. Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán, eran todos proyectos de García que habían formado parte, no sólo de mi formación musical, sino también de mi vida. Los primeros discos de mi discoteca habían sido de Charly… Mi primer concierto de rock nacional (les decíamos “recitales” en aquellos años), había sido uno de Serú… Era fanático! Sin embargo, hasta ese momento, nunca había reparado en la influencia que Elton John había ejercido en el estilo de componer y tocar del Sr. García Moreno. Como ejemplo, les propongo que escuchen esa vieja gema de Charly que es Desarma y sangra. Siempre me entretiene imaginar cómo sonaría esta canción en la voz y el piano del bueno de Elton…
Vuelvo al relato de aquel año ’92. Todo estaba acordado. El contingente se completaba con el genial Fabián “Zorrito” Vön Quintiero, en calidad de amigo y acompañante de Charly, y el camarógrafo y realizador Carlos Dell ‘Isola (rebautizado “Carlitos Frassoldati” por Charly en una rara referencia futbolera de un tipo poco futbolero).
Viajábamos a una Barcelona en plena efervescencia, porque el concierto de Elton John era parte de una serie de eventos culturales programados en el marco de los Juegos Olímpicos, que iban a comenzar en esa misma ciudad una semana después del show.
Tras una breve presentación en Ezeiza, mi primer contacto en serio con Charly fue al llegar a Madrid. Vos, ¿qué harías si se te da la posibilidad, en el marco de un compromiso laboral, de conocer a uno de los ídolos de toda tu vida? Yo me lo planteé… ¿Actúo como un perfecto profesional o le pido un autógrafo de movida? Ganó la postura “seria” y confié en que en la semana que íbamos a estar en España, no me faltarían oportunidades para cholulear un poco…
En Madrid teníamos que hacer combinación para llegar a Barcelona, y cuando nos dirigíamos a la escalerilla del avión, Charly se para en seco, me codea y abriendo grande los ojos me dice (con voz de Charly!): “Ese es Duck Dunn!“
Pausa. Esta parte de la historia nos pide a gritos que abramos una ventana. Todo comenzó en esa verdadera fábrica de comediantes de la televisión norteamericana que es Saturday Night Live. En serio, toda estrella de la comedia de los últimos 30 años en los Estados Unidos salió de ese programa de tele que todavía sigue en pantalla. En 1978, dos de las estrellas del programa eran los geniales Dan Aykroyd y John Belushi. Aykroyd fue el creador de un sketch en el que ambos interpretaban a los hermanos Jake y Elwood Blues, los Blues Brothers, dos hombres “con una misión divina”: revivir el soul y el blues. Aykroyd ya llevaba un par de años introduciendo a su amigo Belushi en el mundo del blues, por lo que al armar la banda que los acompañaría, se lo tomaron en serio: la Blues Brothers Band era un seleccionado que incluía a tipos de Booker T & the M.G.’s, Blood Sweat & Tears y la banda estable de Saturday Night Live. Todos monstruos…
Lo que empezó como un chiste, se convirtió en un éxito, por lo que en poco tiempo los Blues Brothers hicieron shows, grabaron discos y, sobre todo filmaron la legendaria película The Blues Brothers en 1980. La peli, además de incontables persecuciones en auto, explosiones, fuerzas de seguridad y nazis… incluía números musicales con Aretha Franklin, James Brown y Ray Charles, entre otros, lo que la convirtió en un clásico instantáneo.
Belushi murió de una sobredosis en 1982, en el pico de su popularidad, y se hizo leyenda. Durante muchos años se especuló sobre la posibilidad de una segunda parte de la película, algo que recién se concretó en el año 2000, con el majestuoso John Goodman como compañero de aventuras de Dan Aykroyd. Ahora sí, estamos listos para volver a Madrid y a 1992…
(Acá una voz en off dice… “Previously in RonnieArias.com…“)
Estábamos por subir a nuestro vuelo a Barcelona cuando Charly me señaló a alguien que estaba por embarcar junto con nosotros y, asombrado, me dijo que era Duck Dunn, de los Blues Brothers. Mientras buscábamos nuestros asientos en el avión, los vi… Ahí estaban! Donad “Duck” Dunn, el bajista, y los guitarristas Steve Cropper y Matt “Guitar” Murphy, entre otros… En aquellos años, tras la muerte de Belushi, los músicos que lo acompañaban salían de gira como la “Blues Brothers Band”. Así que ahí estaba yo: en un avión, con una de las más grandes estrellas del rock nacional y un puñado de legendarios músicos de sesión de soul y blues…
Durante el corto viaje, Charly cogoteó varias veces para mirar a la Blues Brothers Band. Eso me hizo pensar que, aunque seas una estrella por derecho propio, es probable que también tengas tus ídolos…
Ya en Barcelona, teníamos varios días para disfrutar de la ciudad antes del 21 de julio, el día del concierto. Se dice que los viajes unen a la gente, y eso fue exactamente lo que pasó con ese pequeño grupo de argentinos, que compartió jamones, cervezas (cañas!), pileta, paellas, más jamones, playa y algunas cervezas más…
Pausa. Ya les conté de mi histórico fanatismo por Charly. En aquella semana en España, casi sin darme cuenta, me relajé y pude disfrutar de un García encantador y entrañable. Tengo recuerdos maravillosos de aquellos días con Carlos el camarógrafo, el Zorrito (gran compañero de viaje) y nada más y nada menos que el ídolo de mi adolescencia, pero en una versión muy humana. Charly venía de pasar una temporada difícil en su vida, había salido hace algunas semanas de una rehabilitación, y estaba tranquilo y, sobre todo, contento. Ese es el Charly que nos regaló un mini show en el piano del lobby del Podium Hotel de Barcelona… El mismo con el que pasamos un fantástico día de playa en Sitges y con el que cenamos de cara al Mediterráneo… O aquel con el que nos quedamos hasta cualquier hora en un bar de artistas, músicos y travestis, charlando… de cosas nuestras. Un Charly al que, en los años que siguieron, no reconocí en el rock star de los escándalos y los saltos desde ventanas de hotel.
Barcelona en aquel entonces, como ahora, estaba llena de argentinos. Y caminar con Charly por la calle se convirtió en toda una experiencia…
Ese día, Charly hizo “montoncito” con los dedos (los dedos de Charly!!!) y me dijo:
“¿¿¿ Quién es Elton John ???“
No sólo se acercaban a saludarlo compatriotas, sino también fanáticos de diferentes lugares de Latinoamérica y hasta un estadounidense que, mientras le pedía un autógrafo, le contaba que tenía todos sus discos!
Una de esas noches en España, fui testigo de algo que después sería historia…
Tras una sobremesa larguísima, volvíamos caminando al hotel. Lo hacíamos por las típicas ramblas de la ciudad, muy concurridas habitualmente, pero casi desiertas a esa hora. Nos detuvimos en un típico kiosco barcelonés, y mientras mirábamos los diarios, las revistas y los souvenirs de Cataluña, a pocos metros detrás nuestro, empezaba a desarrollarse una verdadera telenovela… Eran dos chicas y un muchacho que discutían en voz alta. Bah… a los gritos… La pelea iba “in crescendo” y la cosa se puso medio violenta… El acento de los tres parecía ser andaluz. Una de las mujeres, con un zapato en la mano, intentaba pegarle a la otra mujer, mientras el hombre trataba de separarlas. La del zapato era, claramente, la ofendida o engañada. Y fue ella la que pronunció estas palabras…
“Tú a mí no me puedes lastimá… Tú a mí no me puedes hacer ná… Porque yo he sufrido musho… Porque yo… soy la hija de la lágrima!!!“
Inmediatamente, Charly se agarró la cabeza con las manos y esta vez el que gritó fue él: “Guau… La Hija de la Lágrima! Qué frase!!!“ Después de ese incidente, seguimos nuestro camino hacia el hotel, mientras García decía que tenía que componer una canción que llevara “ese” nombre…
A la mañana siguiente, en el desayuno, y a raíz de que la noche anterior no había podido comunicarse con su novia Zoca, Charly nos recitó unas líneas de algo que había escrito… y que terminó siendo “Fax U“…
El resto es historia conocida: dos años después se editó La Hija de la Lágrima, una ópera rock, uno de los proyectos más ambiciosos de la carrera de Charly.
Por supuesto, todavía teníamos que hacer la transmisión del concierto de Elton John. El show fue en el Mini Estadi del Barça, y fue todo lo que uno podía esperar de un músico del talento de Elton. Y Charly estaba feliz de estar ahí! De hecho, cuando escuchó los primeros acordes de I’m still standing, lo tomó como una referencia personal (“Todavía estoy de pie! Me habla a mí!!!”).
Las imágenes son del show de los 60 años de Elton, no pude encontrar en Internet nada de aquel show del ’92. Sé que tengo por ahí un VHS con la transmisión de Telefé, pero tengo que hacer arreglar la videocasettera…
Estábamos todos contentos: habíamos visto un gran show, la transmisión había sido un éxito y el trabajo estaba terminado.
Al día siguiente hicimos las valijas. Con mi cámara de video, nos grabé despidiéndonos en Madrid, ya que Charly y el Zorrito se iban a New York y nosotros nos volvíamos a casa.Después del concierto nos fuimos a buscar dónde cenar, mientra Charly y quien esto escribe, cantábamos canciones de Sandro a todo volúmen sacando la cabeza por las ventanillas del auto.
¿Y quieren saber algo más? Al final, me pareció que no estaba bien que le pidiera un autógrafo a García… No hubiera sido natural.
Pero, de todas maneras, tuve mi premio: Charly se había comprado una cámara Polaroid y un día me atacó por sorpresa cuando entraba a su habitación…Había sido una semana increíble. Que también había tenido momentos complicados… después de todo, Charly siempre fue Charly. Pero esas son historias que quedaron para nosotros…
Y ahí estoy yo, fotografiado por Charly. Y con su firma.
Por @BBSanso
Fuente: RonnieArias.com
1 comentario :
Gente, alguien tiene vínculos activos de los piratas de la máquina? Gracias
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