sábado, marzo 24, 2012

Charly García y las canciones para sobrevivir a la dictadura

El músico fue quien alumbró –con sus canciones- gran parte de los años oscuros de nuestro país. En el Día de la Memoria, va esta columna para reconocer a un compositor que se animó a decir cosas cuando pocos lo hacían.


Hace 32 años, Serú Girán irrumpía en la sociedad argentina con un disco raro, excepcional, que con los años fue tomando otro valor. Tal vez, extremadamente distinto al sentido con que se concibió. Es que “Grasa de las capitales” era el material con el que Charly García, Oscar Moro, Pedro Aznar y David Lebón salían a contestar esa andanza de críticas que recibieron desde la prensa musical, que después de su debut los mató, en todo concepto.

También decidieron contestarle a gran parte del público que los dejó de lado y se sumó a las críticas, y por ello decidieron que la tapa del disco fuese una réplica de la revista Gente, síntesis informativa total de la época.

Pero lo mejor de todo esto era el contenido del disco. Fueron nueve canciones que, con el correr de los años, tomaron otra dimensión.

Ya en “La grasa…”, el cuarteto fantástico empezó a dar señales de lo que pasaba en el país. Y si no basta con leer la letra de Los sobrevivientes:

Estamos ciegos de ver
cansados de tanto andar
estamos hartos de huir
en la ciudad.
Nunca tendremos raíz
nunca tendremos hogar
y sin embargo, ya ves,
somos de acá.
Vibramos como las campanas
como iglesias que se acercan desde el sur
como vestidos negros que se quieren desvestir.
Yo siempre te he llevado
bajo mi bufanda azul
por las calles como Cristo a la cruz.




Pero la luz en la oscuridad la terminaría de dar el cuarteto un año después, cuando aparece “Bicicleta”, una joya de la música argentina contemporánea. Allí, entre esas 8 canciones la dictadura militar aparece en pleno, tapada, escondida, pero cruel, como realmente lo fue. Toda una generación empezó a descubrir que lo que estaba sucediendo no sólo era cosa de algunos, sino que afectaba a todos. Y Charly García –desde su excepcional rol de compositor- le dio forma a canciones que contaban esa tortura.

Cuenta el periodista Carlos Polimeni: “Escuchar el comienzo con palabras como ‘Esta oscuridad/esta noche de perros’ era para cualquier oyente de entonces un viaje directo hacia una realidad aterradora, que estaba del otro lado de las paredes, pero nunca en los medios de prensa. Una de las grandes preguntas para hacerse hoy es si la censura militar no entendió las letras como la de ‘Noche de perros’ o ‘Los sobrevivientes’ o ‘Viernes 3AM’ por citar sólo tres canciones de este disco o si las dejó pasar, pensando que censuradas sería peor, habida cuenta de la popularidad del grupo por entonces, o que se minimizara la inteligencia de su público”.

Y en “Bicicleta”, aparecen dos canciones claves para entender el momento, ambas salidas de la pluma de Charly: “Canción de Alicia en el país” y “Encuentro con el Diablo”.

En "Canción de Alicia en el país”, referiéndose al país de las maravillas, García acercaba esta canción a la novela de Lewis Carroll, y expresaba sus pensamientos en metáforas ambiguas para evitar la represión estatal. Los juegos de palabras y la aproximación a la nena inocente, que viaja por su propio mundo de sueños, ayudaron a que su canción no fuera censurada.



También cuenta la historia que durante esos años muchos de los artistas argentinos fueron invitados para "desayunar” con los generales. Ellos aprovechaban la "oportunidad" para interrogar a sus invitados sobre su opinión de la situación actual en el país. Pero, a la vez, les dejaban en claro los peligros, que podían suceder, aunque en forma velada, nunca en amenazas concretas.

En 1979 Charly García recibió su invitación. Temprano en la mañana se tenía que encontrar con Albano Harguindeguy, ministro del Interior de Videla. Por sus crueldades, en secreto lo llamaban "Diablo”. Un tiempo después, junto a David Lebón le dieron vida a  "Encuentro con el diablo”.




Deme dos, Miami, dólar barato, represión, censura y las playas del Brasil –entre otras cosas- eran postales de una dictadura sangrienta y a la que muchos no le veían fin. Y allí, una vez más, la inspiración de Charly le dio oxígeno a una juventud vapuleada con “Yo no quiero volverme tan loco”.

Sin dudas, Carlos Alberto García Moreno es mucho más de lo que se ve. Además de formidable y adelantado músico es un compositor excepcional que supo retratar una época (y otras también) de una manera tan especial que fue la inmensa compañía para miles de personas, a las que el dolor aún las acompaña.

Por Walter Gazzo

Fuente: MDZol

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