domingo, enero 15, 2012

Charly García: "Mi apuesta es vanguardista"

Charly García promete un show apoteótico para la apertura de Cosquín. Además, asegura no ser un “chupamedias de Cristina” y considera “una tremenda injusticia de Dios” lo que padece Luis Alberto Spinetta.



Charly García quiere desafiar el lugar común festivalero de tocar "rocanroles rápidos" con un concierto apoteótico que sintetice su vasta trayectoria. En rigor, el músico, de 60 octubres recién cumplidos, repondrá en la jornada inaugural de Cosquín Rock el mismo show que estrenó en diciembre en el porteño teatro Gran Rex. Se trata del espectáculo separado en tres partes (Detrás de las paredes, La vanguardia es así, El ángel vigía) y que, además de banda, tuvo detalles como bandoneón, trío de cuerdas y vibráfono.
Al menos esa es la pretensión que blanquea por teléfono desde su hogar palermitano, un espacio señorial donde, dicen, el genio se organiza artística y administrativamente para trabajar una expansión continental. En la tarea lo ayuda su pareja, Mecha Iñigo, quien García desposaría de buena gana. Pero primero está Cosquín, los recientes 60, el Himno con Cristina (¿o el Himno para Cristina?) y reflexiones sobre su propia vulnerabilidad disparadas por padecimientos de compañeros y amigos.

-¿Y? ¿Qué onda eso de ser sexagenario?
-Tener 60 me gusta más que tener 59. No hay cambios sustanciales, a decir verdad. Me gustan los 60 porque me gustan los años 60. Por algo le puse a mi disco 60 por 60. La verdad es que me gustan los números redondos.

-Pero Los Redondos no te gustaban tanto.
-Nunca fui fan, pero tampoco me disgustaban.

-¿Acaso había una competencia velada con Indio para ver quién era el mejor simbolista, el más genio?
-Para nada. Son cosas distintas. Distintas categorías.

-Querés traer a Cosquín el mismo show del Gran Rex. Pero aquí no habrá teatro sino cielo abierto, y delante tendrás una multitud. ¿Cómo vas a organizar tanta información en ese contexto?
-Estoy tranquilo porque llevamos toda la escenografía, todas las luces. Habrá una puesta especial. Por eso tocamos el primer día, para disponer del día anterior para ajustar absolutamente todo. Yo también me hice este cuestionamiento. De hecho, ya hice tres listas de temas diferentes y no me decido por ninguna. Pero voy a apostar por la música. No creo que porque haya más gente o sea un festival tenga que hacer rocanroles rápidos ni nada de eso. Van a tener buena música, la mejor que yo pueda dar. Y con mis compañeros estamos muy afiatados. Hemos ensayado mucho y vamos a tener un trato especial para Cosquín. Vamos a cambiar un poquito el lugar común del show festivalero. Voy a apostar al buen gusto de la gente, a exigirles atención de buena manera, tocando canciones que no son tan hits.

-Dame un ejemplo.
-Canción del 2 x 3. Instituciones también nos sale bárbaro. Vamos a solucionar las dificultades que plantea el uso a cielo abierto de bandoneón, violines y el vibráfono, instrumentos que suenan bajito y tienen que competir con Marshall de 200 watts. Eso, al aire libre, puede ser jodido, pero tenemos un ingeniero de sonido genial. Ojalá que no llueva.

-Se supone que los Dioses están de tu lado.
-No siempre. ¡¡¡No rain, please!!!

-Una de las partes de tu nuevo espectáculo es "La vanguardia es así". La expresión está planteada de modo categórico. Vamos al detalle. ¿Así cómo?
-Cuando grabé Say No More, lo grabé en España y mi amiga Mónica, que era un poco la productora porque ella bancó todo, cuando venía alguien a discutirle algo que yo hacía, ella le decía "la vanguardia es así". Se convirtió en un chiste interno. La vanguardia era cualquier cosa que yo hacía. Lo curioso es que ahora no sé muy bien qué es. Los Beatles eran vanguardistas y tocaban una música que no era Stravinsky. El tiempo dirá, hermano.

-Pero sos un músico exquisito al alcance del pueblo. Lírica elaborada, música sofisticada pero al alcance del pueblo. Un genio masivo. La vanguardia no tiene por qué estar vedada a una sola clase.
-Tal cual. Por eso considero vanguardista esta apuesta de música clásica por los violines, de tango por el bandoneón y de fusión por cómo se ensambla todo. Nunca escuché algo así por acá, menos en un festival multitudinario. Sí escuché tango electrónico, en todo caso. Y digo tango porque muchas de mis canciones tienen un gran aire de tango. Si les cambias el ritmo... Canción de 2 x 3 es un tango. Cuando me empiece a quedar solo, también. Un tango a mi manera, claro. Siempre me gustó el tango, pero me gustaba como idea, no como sonido a interpretar. Casi todos los tangos, los más conocidos, tienen una profundidad de letra, una filosofía. Fue difícil de encontrar eso en la música popular con el correr de los años.

-"Las cosas ya no son como las ves", reza "Canción de 2 x 3"...
-Es que rara vez son como las ves. Estoy hablando de una cosa humana, de lo difícil que es juzgar. Es como empiezo Say No More, que hubo un incendio y al tipo le preguntan cómo se inició pero responde no sé, "estaba en llamas cuando me acosté". Si es difícil juzgarnos a nosotros mismos, cómo podemos juzgar a los demás. Tiene que ver con la tolerancia y tener una mente abierta.

-Veamos entonces cómo te sentiste tocando el Himno en la asunción de Cristina.
-En principio me sentí honrado. No te voy a decir que soy su amigo, ni mucho menos, pero en un par de ocasiones me prestó el avión para algunos shows. Me llamó para mi cumpleaños, siempre me tiró buena onda. Y veo que su gestión va sin sobresaltos. Va bastante bien, no te digo que no haya defectos, pero me sorprendió cómo llevó a la Argentina, y cómo la está llevando. Cuando tocamos bailó un poquito, me levantó la mano en señal de triunfo. Lo que vi en el público es que no fue una fiesta partidaria. Había mucha gente sin carteles... Sentí apoyo, alegría. No lo hice para chuparle las medias al gobierno. Lo hice, en definitiva, porque Cristina me parece un buen ser humano y me hizo favores. Además, tocar el Himno siempre me gusta...

-¿Y cómo interpretamos tu otra aproximación a un presidente? Hablo del disco "Charly & Charly en Olivos". Ahí tocaste para Carlos Saúl Menem...
-¡¡¡No lo nombres, por favor!!! Méndez, decile Méndez.

-OK, ¿fue un gesto concesivo?
-Realmente, aparte de que me llamó 10 veces para que fuera... Me convenció. E hice un repertorio especial para cantarle en el salón de la quinta de Olivos. Yo quería saber si era humano. Y quería decirle mis inquietudes... Porque pocas veces uno tiene la posibilidad de estar frente a un presidente y decirle cosas. Aparte, había estado con Yoko Ono y le planteé que iba a hablar con el gobierno y qué se yo, y ella me dijo que el gobierno era demasiado importante para dejárselo a los gobernantes, así que tenía que ir y representar a la gente que, supuestamente, yo represento. Fue una movida completamente distinta. Como sea, el presidente mostró su humanidad, porque cuando toqué Los dinosaurios se puso a llorar. Fue un juego demente, en realidad. Sabía a lo que me exponía.

-Leí que te querés casar. Y por la iglesia, incluso. ¿Es un delirio de revistas mundanas?
-Lo he dicho en algún momento, sí. Si me casara, lo haría por la iglesia. Me gusta ese ritual. No sé si pasaría por el registro civil. Y estoy muy bien con mi compañera, Mecha, me ayuda en lo que es trámites, hablar con productores. Lo hace muy bien. Porque si hablo con productores, me da pudor ponerme un precio. ¿Entendés?

-¿Y con respecto a tu vulnerabilidad cómo estás? Te lo pregunto porque, en su momento, te afectó lo de Gustavo Cerati y ahora es Spinetta el que atraviesa un momento delicado de salud.
-De salud estoy fenómeno. Me hice unos chequeos hace poco y estoy bien. No me siento vulnerable. Y todas estas cosas... No sé, en el subconsciente uno siempre dice la crueldad "mejor que no me pasó a mí". Lo de Gustavo me hizo pelota. Lo fui a visitar y todo... Se lo ve bien, sólo que no reacciona. Esto de Luis Alberto me parece una injusticia de Dios, si es que Dios existe. Si alguien no se merece que le pase eso, es Luis. Le estoy escribiendo una carta, que espero que le llegue, en la que le doy todo mi apoyo y le digo que lo amo. Y que va salir adelante. Las pestes, los cánceres y todas esas cosas están por todos lados, según parece. Me asombra y me da impotencia.

Soy tu fan
Hace un par de semanas, Charly García fue invitado por Roger McGuinn para que toque en su concierto porteño. McGuinn, líder de The Byrds, es un héroe para García y como testimonio está la versión en español que el ex Serú hizo de I'll feel a whole lot better.
"McGuinn es un héroe para mí -confirma García-. Cuando era chico escuchaba los Beatles y los Byrds, y en ambos encontraba la misma sensación. Cuando nos encontramos en un asado, él empezó a tocar la guitarra, nos miramos, y le hice unos pianos. Desde el primer momento hubo conexión. Creo que él se dio cuenta de que yo era un fan en serio. Que interpretaba en el teclado sus canciones con pasión... Y bueno, fue el sueño del pibe, fue algo increíble".

Cosquín Rock
Charly García tocará en la apertura de Cosquín Rock, que se producirá el viernes 10 de febrero en el aeródromo de Santa María de Punilla. Ese día también tocarán Calle 13 e IKV. Para más información, chequear www.cosquinrock.com.

Por Germán Arrascaeta
Fuente: La Voz


1 comentario :

Mauricio Milano dijo...

Me encanta leerlo tan lúcido. Aguante Charly!