miércoles, diciembre 02, 2009

Charly García: parte de la religión

Clarín compartió el backstage en el Luna Park Habló de que quiere sacar un disco en inglés. Y le propuso hacer una serie de dibujos animados a Adrián Suar.


Idolatrado Roberto Pettinato, como tantos a lo largo de la noche del luna, se acerca a saludar a García.

De aquel Mefisto indomable a este angelito con alas mojadas, ha pasado mucho más que internaciones, reposo bucólico en el lejano oeste, regresos más o menos apresurados. Este hombre es otro hombre, y ese otro hombre está feliz y sereno, pero, dice, un poco aburrido. Sentado en un rincón sombrío del backstage, le dice a Clarín que de algún modo su mente relaciona este premio a la Trayectoria con el de la Excelencia de los Grammy latinos que recibió en Las Vegas el mes pasado. "Me interesa también que esto sirva para mirar hacia el futuro... sino la cosa se vuelve medio fúnebre".

Vamos al futuro entonces. Las preocupaciones extramusicales van cediendo, y el cuento del artista que regresa de la muerte se transforma en clisé. "Sí, basta. Ahora estoy pensando en hacer cosas muy diferentes. Quizás saque finalmente Kill Gil, el disco que me subieron a Internet; quizá edite un disco todo cantado en inglés...".

¿Por qué en inglés?

Bueno, mis primeros canciones fueron en inglés, como las primeras canciones de Litto (Nebbia), de Luis (Spinetta) Y aparte... ¡quiero ir por el Grammy Grammy! Todo bien con el Grammy latino, pero es la puerta de servicio. Yo quiero penetrar en la mente del norteamericano medio".

Cuenta cuánto le gustaba Pescado Rabioso ("lo fui a ver varias veces... y eso que yo ya era Charly... o, mejor dicho, Charlie") y da cuenta de sus ganas de participar del concierto de Spinetta del viernes.

La ceremonia llega a su fin, García fuma como en un tango y uoops!... aparece Adrián Suar. "¡Maestro!", grita El Chueco y lo abraza. Charly le cuenta una idea en forma de pregunta: "¿Por qué no producís una serie de dibujitos animados con mi imagen?" . "¿Con tu vida?", replica Suar. "No, con la fantasía que tiene la gente de mi vida. Una cosa graciosa, entre los dibujitos de Los Beatles y Los Simpsons... Así, que venga un tipo y me agarre la nariz y mi nariz se estire...".

Suar se queda pensando.

A su manera, García disfruta de todo. Se acerca el Zorrito von Quintiero, habla de Boca, de voltear a Bianchi y "que venga Guillermo". Corre el champagne. Todos miran a Charly, todos quisieran saludarlo. Pocos se animan. Pablo Rago se anima. Maestro es la palabra que se repite en la reverencia.

El Maestro se va a su casa con dos premios: Figura de rock y Trayectoria. Aún ralentado, sedado, aplacado, García no pierde esa inteligencia cínica y feroz que fue su sello en los años de Mefisto. El brillo asoma como memoria emotiva. "¿Viste Rolling Stone? Estoy con Luis?". Nadie deja de mirarlo. Más: lo escudriñan. " Se preocupan mucho por mi vida. Pero no es mi vida. Es la fantasía que se hacen de mi vida".«

El sábado se presenta en el Hipódromo de Rosario. Será la última actuación de un año agitado. Invitados: Nito Mestre y Fito Páez.

Acto de justicia por Walter Domínguez
Pocos premios generaron tanta alegría y emoción como el que recibió Charly García por su trayectoria. Hay que explicarlo: es el único premio que no se somete a la decisión del jurado y lo elige "Clarín" directamente. Pero ese galardón es de una justicia absoluta. Si algo tiene Charly es trayectoria. Detrás suyo hay una obra (formada por canciones y canciones memorables) que lo respalda. Y el haber vuelto de la muerte como lo hizo, demostró su coraje. El mismo coraje que siempre tuvo al escribir, cuando no muchos se animaban a decir las cosas que pasaban en la Argentina. La ovación lo emocionó, pero más emocionó a los que lo aplaudieron.

Fuente: Clarin

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