miércoles, abril 15, 2009
Soy el hijo de todos, y el amante también
Después de liderar el Rock nacional con Sui Generis, La Máquina de hacer pájaros, y Seru Giran, Charly García, inició una carrera solista que terminó de consagrarlo como una de las figuras más importantes y talentosas, capaz de reinventarse con nuevos proyectos, sonidos y conceptos.
Desde que formó su primer grupo, CharIy García siempre tuvo un talento único para hablar en forma directa y sin vueltas de cuestiones comunes a todos, como el amor, la rebeldía, las frustraciones, el escepticismo y la esperanza. Muchas veces apeló a historias sencillas y metáforas originales, siempre imponiendo nuevas melodías y frases que enseguida pasaron a formar parte del argot popular, por ejemplo: Esas motos que van a mil sólo el viento te harán sentir, La grasa de las capitales no se banca más, Yendo de la cama al living, Esos raros peinados nuevos y La sal no sala y el azúcar no endulza.
La imagen de los últimos años lo muestra oscilando entre el mejor y el peor de los extremos. En apenas un par de días, pueda ser un anfitrión perfecto, un volcán a punto de estallar o un monstruo desatado. Ensaya y deja de ensayar. Duerme y teja de dormir. Pasa de un extremo a otro y logra recuperarse con una velocidad asombrosa, pero jamás suelta su teclado, su guitarra o su filmadora. No puede parar. En el comienzo de su etapa como solista, en 1982, todo parecía más calmo, ordenado y prolijo. Sin embargo, en esa época declaró en un reportaje que, yo sé que con todas las noticias que di este año mucha gente debe pensar que estoy loco. Yo quiero decirle a la gente que lo que hago no lo hago de loco sino de cuerdo. Increíble. Por entonces, Pedro Aznar había anunciado que se iba de Seru Giran y la banda se separó con un gran recital en el estadio Obras. Charly ya tenía pensado grabar un álbum como solista, haciéndose cargo de prácticamente todos los instrumentos, pero decidió encerrarse en un estudio de grabación cuando comenzó la Guerra de Malvinas. No es casualidad que ahí haya aparecido el tema No bombardeen Buenos Aires, con sus referencias directas a Galtieri, Thatcher y los gurkas. Otras canciones son Yendo de la cama al living y Peluca telefónica, más la banda de sonido de la película Pubis angelical.
Para presentar el disco se hizo un antológico show en la cancha de Ferro Carril Oeste, con más de 25 mil espectadores y una puesta de Renata Schussheim que culminó en un verdadero bombardeo a la escenografía de una ciudad. Como banda, ya había empezado una costumbre de armar ‘seleccionados” de lujo: Andrés Calamaro en los teclados, Gustavo Bazterrica en la guitarra, Cachorro López en el bajo y Willy Iturri en la batería. Todos llegaron a la cancha en un Cadillac rosa.
LOS OCHENTA
El siguiente paso fue aún más impresionante y logró cambiar el sonido de las bandas de rock en la Argentina: Clics modernos, un álbum realizado en Nueva York durante una larga estadía en un loft y con horas de grabación en los legendarios estudios de Jimi Hendrix, Electric Ladyland. Ahí surgieron No me dejan salir, Nos siguen pegando abajo y No soy un extraño.
De regreso en Buenos Aires, con el pelo más corto y una foto de tapa junto aun graffiti neoyorquino, Charly se puso a a armar un grupo para las actuaciones y esta vez llamó al trío GIT, Fito Páez, Daniel Melingo, Fabiana Cantilo y el Gonzo Palacios. Un lujo que resultó perfecto para otro concierto histórico en el Luna Park.
Durante los siguientes años la discografía de Charly fue impresionante, con hitos como Piano bar, Parte de la religión, Como conseguir chicas y el ingreso a los noventa con Filosofía barata y zapatos de goma. En forma paralela, también hubo un maxi para Antonio Gasalla, y el proyecto Tango, con Pedro Aznar.
LOS NOVENTA
Los clásicos shows en el Gran Rex culminaron en 1990 con una actuación ante más de 100 mil personas en la Avenida 9 de Julio. Después llegan Radio Pinti y Tango 4,grabado tras una internación de desintoxicación. La carrera solista se interrumpió por la reunión de SeruGiran,y se retomó en 1994 con su ambiciosa ópera-rock La hija de la lágrima. Otra internación, algunos escándalos y un nuevo proyecto paralelo: Cassandra Lange, basado en viejas canciones que escuchaba a fines de los sesenta.
Una actuación para la cadena MTV se convirtió en un disco Unplugged, de 1995,con su nueva banda en laque ya estaba María Gabriela Epumer en guitarra y haciéndose cargo de los coros que alguna vez hicieron Fabiana Cantilo e Hilda Lizarazu.
Un concepto nuevo, que bautizó Say No More, marcó sus siguientes trabajos, incluso un álbum con Mercedes Sosa y El aguante, de 1998. Su gran regreso a la masividad fue con Demasiado ego, grabado en vivo ante más de 250 mil personas que siguen celebrando su estilo y su talento únicos.
PLANETA CHARLY
Desde comienzos de la década del ochenta, la esquina de Coronel Díaz y Santa Fe es sinónimo del departamento de Charly García. Los fans estiran la mirada para ver si asoma de su balcón y cada tanto se dan cita en la vereda, por ejemplo para su cumpleaños.
Adentro, el amplio líving de paredes blancas y piano de cola se fue transformando en la habitación de un eterno adolescente,a pesar de que ya cumplió los 49. El desorden es casi absoluto. Ahí compone, planifica sus próximos movimientos, convoca a la prensa y hasta ensaya nuevos graffitis.
DIOS dice: Son bienvenidos datos acerca de ésta nota. Gracias.
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