viernes, mayo 31, 2019

El día en que los Beatles salvaron a Charly García

En 1964, el joven Carlitos García, entonces un prodigioso estudiante de piano que detestaba la música popular, escuchó a una banda que, confesó años más tarde, cambió su vida: los Beatles. Su gusto por la obra del grupo le ha llevado a grabar algunos covers, incorporar algunas de sus técnicas, e incluso se dio el gusto de tocar con Tony Sheridan, quien tuvo a los de Liverpool como banda de acompañamiento antes de la fama.

“Siento desconsuelo. O sea, cuando me enteré estuve llorando casi todo el día. Al principio no sabía por qué estaba llorando, y después a medida que estaba dando cuenta de lo que había pasado… John Lennon para mí fue como un padre musical, un padre espiritual alguien que me indujo a hacer música, que me mostró un camino, alguien que reconocía sus errores, alguien que tenía la cabeza más adelantada que la gente de su época. Él fue lo más grande que hubo en música desde hace mucho tiempo”. Con estas palabras, Charly García manifestó a la TV pública de Argentina su impresión cuando se enteró del asesinato del Beatle a manos de Mark David Chapman, en 1980.

Para el creador de “Nos siguen pegando abajo”, no se trataba de cualquier muerte. Según detalla Sergio Marchi en su biografía No digas nada: Una vida de Charly García (1997, Debolsillo), el de Liverpool era su ídolo. Más aún, el descubrimiento de su banda madre, The Beatles, en 1964, marcó la vida del joven estudiante de piano Carlos García; lo sacó del camino de los serios salones del Conservatorio, para explorar la música popular, de la que no se separó nunca más.

“Lo primero que escuché de ellos fue ‘There’s a Place’ [tema incluido en el álbum debut Please, Please, Me]”, detalla el músico en el texto mencionado. “Me volví loco: pensaba que era música marciana. Música clásica de Marte (…) Me dí cuenta de lo que pasaba con las cuartas -un intervalo de cuatro notas- y un par de cosas interesantes mas. Y ahí, ¡kabooom!, acabó mi carrera de músico clásico (…) Yo tocaba música clásica todo el día, y la música popular me daba asco, no entendía nada “, agrega.

A un nivel más profundo, lo que sucedió es que los Beatles le dieron a García la respuesta para una inquietud muy personal.  En sus años de joven prodigio del piano, el trasandino tenía aspiraciones como compositor, pero debió guardárselas a sugerencia de su profesora.

“Comencé a componer cuando cumplí nueve años (…) más tarde quise hacerlo en serio, pero mi maestra, que era una divina aunque muy aferrada al catolicismo y a la música clásica, me hizo sentir que no había lugar para mí en eso (lo clásico). Que podía, sí, ser un buen concertista, pero no un creador. Y es ahí cuando llegan los Beatles”, detalla el ex Seru Girán en el volumen citado.

Al conocer al cuarteto, él entendió que sí, podía ser un creador. “Enseguida comprendí el mensaje: ‘tocamos nuestros instrumentos hacemos nuestras canciones y somos jóvenes’. Para mi época y mi formación, eso era muy raro”, se explaya en la biografía.

“Los escuchaba donde podía, porque para mí era como imposible tener un disco de los Beatles”, contó años más tarde a Rolling Stone. “Escuchaba sólo lo que había en casa, discos de 78 y long plays, que hacía muy poco que habían aparecido. Y el primer simple que me compré no fue un simple sino un doble. Tenía ‘Twist y gritos’, ‘There’s a Place’ y dos más. Fui a la disquería y dije: ‘Déme un disco de los Beatles’, y me dieron ése. Cualquiera que me hubieran dado lo hubiera comprado”, detalló.

Consultado por los periodistas de la dicha revista si en la época quiso imitar el clásico look de los ingleses -los boots, el corte de pelo, etc-, el ex Sui Generis, afirmó: “Sí, y me costaba un huevo porque las botas eran dificilísimas de conseguir. Vi unas en el Once que eran como tres números más chicas y me las compré igual, y sufrí como una madre”.



viernes, mayo 17, 2019

Charly García vuelve a Chile


Con una carrera llena de hitos, parte de agrupaciones históricas como Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán, y millones de discos vendidos en todo el mundo, Charly García es una leyenda viviente del rock argentino y este 2019 tendrá su esperado regreso a nuestro país.

La vuelta ocurre después de seis años con fecha programada para el 13 de junio en Movistar Arena.

«La Torre de Tesla» es el nombre del espectáculo de Charly García que saldrá por primera vez de Argentina, para presentarse en tierras nacionales y que incorpora todos los éxitos que lo han posicionado como el genio de la región.

La banda con la que llega la componen el trío de chilenos Kiuge Hayashida (guitarra), Carlos González (bajo) y Antonio Silva (baterista), junto a Rosario Ortega en voz y Fabián Zorrito Quintiero en teclados.

Los éxitos que podrás escuchar
Charly García es responsable de un cancionero sin par en la música latina. Ejemplos de esto son “Demoliendo hoteles”, “Nos Siguen Pegando Abajo”, “Yo No Quiero Volverme Tan Loco”, “Promesas sobre el bidet”, “Los Dinosaurios”, “Yendo de la cama al living”, “Cerca de la revolución”, “No Voy en Tren”, “Hablando a tu corazón”, “Tu Amor”, “Buscando Un Símbolo De Paz” y “Rezo por vos”.

Su set ofrecerá una selección de algunas de sus grandes canciones y material más recientes, como su último trabajo discográfico “Random” (2017), con el destacado sencillo  “La máquina de ser feliz”.


Venta de entradas
Las entradas para la histórica vuelta de Charly García a los escenarios chilenos estarán disponibles, para venta general, desde el mediodía del viernes 17 de mayo, por Puntoticket y puntos de venta físicos en Tiendas Hites y Cinemark habilitados de todo Chile.

Para los clientes de Banco de Chile habrá una preventa exclusiva el miércoles 15 de mayo.
• 20% de descuento pagando con tarjetas del Chile 3, 9 ó 12 cuotas sin interés. Máximo 6 entradas por cliente.
• Paga hasta un 25% del valor total con Dólares-Premio.
• Hasta agotar stock de 4 mil tickets.



Fuente: Rock and Pop

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)

miércoles, mayo 08, 2019

Charly García deslumbró a sus fans en otra noche histórica en el Gran Rex

Ph: Chule Valerga
Ya llega aquel examen del bien y el mal,
ya llegan las noticias cruzando el mar…
¿No ves?, que el mundo gira al revés,
mientras miras esos ojos de videotape…

La tentación de transcribir completa la letra de "Ojos de videotape" está latente. Las ganas de volverla a cantar con todas las fuerzas también. Es que este tema del exitoso Clics Modernos (1983) es uno de los más lindos de toda la carrera de Charly García. Uno de los que más gusta y de los más pegadizos.

Sepan disculpar si el periodista se emociona cuando escribe estas líneas. Pero créame si no estuvo en el Gran Rex: fue un momento mágico que hizo que se le ponga la piel de gallina a más de uno.

El ex Sui Géneris volvió a presentar "La torre de Tesla" y desató la locura de sus fans con un show que duró una hora y media. Acompañado -como de costumbre- por Kiuge Hayashida, en guitarra; Carlos González, en bajo; Toño Silva, en batería; Fabián "El Zorrito" Quintiero, en teclados, y Rosario Ortega, en coros; dejó todo en otra noche mágica, inolvidable e histórica.

El show comenzó a las 20:50 con "De mí", canción que viene interpretando en sus últimos conciertos con guitarra eléctrica en mano. Luego llegó el turno de intercalar los temas "históricos" con los de Random, su último álbum. Es por eso que "La máquina de ser feliz" rápidamente se hizo lugar para posteriormente darle paso a la primera gran ovación de la noche.

"Buenas noches Argentina", lanzó el protagonista de la velada y el público explotó con un contundente: "Olé, olé, olé, olé… Charly, Charly". "Dios bendiga la rivalidad", expresó el artista segundos antes de cantar otra pieza de su último disco: "Rivalidad".

Luego llegó el turno de un clásico que desató la segunda ovación de la jornada: "Yendo de la cama al living". Como respuesta a estos nuevos aplausos, el músico agradeció en francés: "Merci beaucoup". A esa altura de la noche, el clima era de fiesta en el teatro y todo lo que se expresaba arriba del escenario impactaba con alegría en un público dispuesto a disfrutar de otro encuentro con su héroe.

"Sos el mejor del mundo Charly", gritó un fanático desde la platea y el ex Serú Girán no demoró en contestar: "Ya sé". Otra ovación más. Se notaba que la estaba pasando muy bien.

Una soberbia interpretación de "In the city" hizo que el propio García se preguntara y respondiera: "¿Les gustó? Está bueno". Inmediatamente llegó el turno de "Cerca de la revolución" y ya no quedó ningún espectador sentado en su asiento. La locura era total.

Con el correr de los minutos, era evidente que la noche pintaba para ser más larga que las anteriores en las que el músico se había presentado en el último tiempo. Daba la sensación que no estaba cansado y su buen humor ayudaba seguramente para que se sienta bien y cómodo frente a su teclado.

"Salud", manifestó Charly antes de tomarse un respiro y un poco de agua. "Y… ahora una canción que le dicen 'King Kong'. Pobrecito, se enamoró de una enana así", dijo haciendo el gesto de "chiquitita" con su mano. Otra vez risas en el público.

Con la idea de seguir intercalando canciones nuevas con las más antiguas, apareció "Lluvia", uno de los éxitos de Random. Sin embargo, en este recital -a diferencia de otros-, el artista se inclinó por hacer más temas "viejos".

Es por eso que siguió una seguidilla de clásicos de todos los tiempos: "Parte de la religión", "No llores por mí Argentina", "Cuchillos", "Canción de 2×3" (otro momento alto de la noche), "El aguante" ("Este es el aguante. Esto es rock and roll", disparó), "Rezo por vos", "Demoliendo hoteles" y "Nos siguen pegando abajo".

Hasta ahí se había cumplido una hora exacta de show. A las 21:50 Charly dijo: "Buenas noches, feliz Navidad. Dios los bendiga". Y se corrió el telón. Las dudas sobre si iba a continuar -teniendo en cuenta los antecedentes- estaban instaladas pero rápidamente quedaron atrás. A las 22:00 se abrió la cortina nuevamente y el hombre del bigote bicolor apareció junto a Roberto Pettinato para hacer "Happy and real".

"Dale Petti", le dijo en el medio de la canción para alentar al saxofonista y desató las carcajadas de la gente. Se notó algunos desacoples entre ambos pero fueron subsanados con humor y elegancia.

Luego Charly se puso "heavy" y, con guitarra en mano de nuevo, hizo "Break it up", un rock pesado del disco Kill Gil (2010). "La última canción que hice", expresó, aunque sabemos que en estos nueve años compuso más temas.

Después cantó "El día que apagaron la luz" e hizo un pedido especial: "Tenemos que grabar a la gente". A Charly lo conmovió el cariño del público y no pudo disimular su emoción. Pero aún faltaba más: "I'm not in love", "Asesíname", "Ojos de videotape" y "Total interferencia" fueron los últimos cuatro temas hasta que se corrió definitivamente el telón.

Un párrafo aparte merece "Ojos de videotape", mencionada al comienzo. Fue una interpretación conmovedora de un tema conmovedor que no suele tocar en vivo últimamente. Y por eso emocionó. En tiempos donde vemos que "el mundo gira al revés", el gran Charly "lo enderezó" por un rato con su arte y nos regaló otra noche mágica que quedará en la historia.

Por Gastón Calvo

Fuente: Infobae

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)