miércoles, diciembre 27, 2017

El día que Charly García bombardeó Buenos Aires

El poster del histórico show de Charly García en Ferro, en 1982.
Aún estábamos bajo la dictadura militar, pero en su versión post-Malvinas y en inminente retirada para preparar el retorno a la democracia del año siguiente. En ese contexto, escuchar prácticamente el estreno de Los dinosaurios de boca de Charly García fue tan emotivo como valiente. Sabíamos que no había nada más grotesco y patético que imaginar a los dinosaurios (uniformados) en la cama.

Yo tenía 18 años y acababa de terminar quinto año, así que el plan de seguir festejando junto a compañeros era más que tentador. Éramos unos diez chicos y chicas, muchos de ellos asistiendo por primera vez a un recital, y nos sentíamos en un clima de libertad digno de Woodstock, con la cancha llena de fans dispuestos a cantar los temas de Yendo de la cama al living a viva voz en una calurosa noche de verano.

Vale recordar que por entonces no era nada habitual ir a recitales en canchas de fútbol. Quizás había habido un puñado en la última década (Santana, Queen y poco más), así que el evento era todo un acontecimiento. Charly, provocador como siempre, aparecía en el ticket de entrada con una foto dentro de un televisor y junto a una marca tipo Fiorucci, hecho que escandalizó al tan prejuicioso mundo rockero de la época, y que provocó su posterior letra en Dos cero uno: “Él se cansó de hacer canciones de protesta y se vendió a Fiorucci”… Semejante show no podía ser un recital más, y por eso no faltaron invitados de lujo como Nito Mestre (que deslumbró a todos al completar el 50% de Sui Generis para hacer Bienvenidos al tren en el bis y Superhéroes antes), Mercedes Sosa (que reiteró su famosa versión de Cuando ya me empiece a quedar solo de su inmortal disco en vivo) y Pedro Aznar (sumando la necesaria cuota Serú Girán y también el humor de Peluca telefónica).


Los temas se fueron sucediendo sin dar respiro a la capacidad de asombro, pero lo verdaderamente espectacular llegó al final, cuando los efectos especiales de Trentuno bombardearon con fuegos artificiales –literalmente- a la escenografía de fondo realizada por Renata Schussheim, que parecía reproducir edificios de Buenos Aires. Había cables que atravesaban la cancha desde el fondo y pasaban por encima de nuestras cabezas, y ahí se deslizaban los “disparos” luminosos, exorcizando los años de terror azul y la absurda guerra donde murieron jóvenes de nuestra misma edad.

Charly García, una vez más, consiguió con sus canciones y hasta un detalle visual, sintonizar a la perfección con el inconciente colectivo y nos regaló dos horas de felicidad pura, para bailar y cantar sobre los escombros de un país triste que quería recuperar la alegría.

Por Marcelo Fernández Bitar

Fuente: Clarín 

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)

Charly García: a 35 años de un concierto histórico

El 26 de diciembre de 1982 el músico presentó en Ferro "Yendo de la cama al living". Repaso de aquel mítico día.

Día histórico. Charly, en Ferro, se despachó  con 22 temas y un concierto épico.
Era 1982. Serú Girán se estaba separando y a Charly García le había llegado el momento de encarar su carrera en solitario. Esa que muchos destacan por sobre sus bandas Sui Generis e incluso Serú.

Tumultuosa época para proyectar, para trabajar, e incluso para estar lúcido dentro de un contexto bélico. Mientras Argentina estaba en guerra con Gran Bretaña por las Islas Malvinas, el hombre del bigote bicolor cocinó su primer álbum "oficial" dentro de su camino en solitario: el laureado Yendo de la cama al living y lo presentó con bombos y platillos el 26 de diciembre de 1982, en el estadio de Ferro Carril Oeste, en Caballito, su barrio natal.

Y fue épico. Era el primer show del rock argentino en un estadio grande, de fútbol.

Es verdad que en ese año García había dado el puntapié inicial en su proyecto solista cuando Raúl de la Torre le encargó la banda de sonido de su película Pubis Angelical, disco homónimo con 15 canciones, que se grabaron junto a Ernesto Zoca entre mayo y junio de 1982 en Hollywood Paradise Studios, de Estados Unidos (y luego terminó haciendo la mezcla final junto a Amílcar Gelabert, en los Estudios Ion). Pero Yendo de la cama al living fue el gran comienzo. Y en simultáneo con Pubis Angelical el músico comenzó a preparar su disco debut -en el que toca la mayoría de los instrumentos- finalmente editado en agosto de 1982.



La canción que le dio título al disco fue su primer tema. Ese del ritmo aletargado que generaba un clima asfixiante, elocuente para describir la época en la que se vivía. Pero claro, Yendo de la cama al living no fue el único hit. Luis Alberto Spinetta, Pedro Aznar, Nito Mestre y León Gieco, los grandes invitados del disco, colaboraron para que la seguidilla de temas sean letales. Superhéroes (con la voz de Mestre); No bombardeen Buenos Aires; Vos también estabas verde; Yo no quiero volverme tan loco (con la voz de Gieco); Canción de dos por tres (y los solos de guitarra de Luis Alberto Spinetta); Peluca telefónica (mención aparte las impecables zapadas de Spinetta/Aznar) y la magnífica Inconsciente colectivo, completaron el debut solista de García, considerado uno de los mejores de la música argentina.

Ante 25 mil personas, acompañado por una banda integrada por Andrés Calamaro (teclados), Willy Iturri en la batería (con quien luego presentaría su próximo disco Clics modernos en vivo, junto a Pablo Guyot y Alfredo Toth), Cachorro López (bajo) y Gustavo Bazterrica (guitarra), Charly García brindó uno de los recitales más recordados del rock nacional.

Los músicos llegaron en un Cadillac rosa y antes de la presentación de García tocaron Los Abuelos de la Nada -producidos por Charly- y Suéter -a los que no les fue muy bien-. "Luis Alberto (Spinetta) estaba entre la gente, iba a subir al escenario, pero no pudo llegar entre tantos autógrafos", contó el propio García unos días después del show. "Lo habíamos hablado antes", había agregado.

Además de repasar cada uno de los temas que integró Yendo de la cama al living, García compartió algunas canciones de su paso por Sui Generis, Porsuigieco, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán.

Arrancó con Pubis angelical y entre medio de cada una de las canciones de Yendo de la cama al living, siguieron No llores por mí, Argentina, Viernes 3 A.M, Desarma y sangra y Cinema verité (Serú); Marilyn, la Cenicienta y las Mujeres, No te dejes desanimar e Hipercandombe (La Máquina de hacer pájaros) además de Antes de gira (Porsuigieco); Quizás porqué, Cuando yo me empiece a quedar solo y Bienvenidos al tren (Sui Generis), Los dinosaurios (que luego lo incluiría en Clics Modernos, de 1983) y Cómo me gustaría ser negro (una extraña canción que García grabó en el '83 como invitado para el disco Moro-Satragni de Oscar Moro y Beto Satragni).

Si bien fue un impecable concierto de 22 temas en total, el momento épico y más recordado de aquella noche del 26 de diciembre de 1982 se produjo cuando sobre el final de No bombardeen Buenos Aires una lluvia de proyectiles de utilería cayó sobre la escenografía, a cargo de la artista plástica Renata Schussheim.



Por Martín Muti

Fuente: Clarín

El blog de Charly Garcia (hecho por DIOS)