Hilda Lizarazu lo toma con ternura del brazo y lo acompaña hasta el centro del estadio para observar uno de los trucos aéreos que habrá en el concierto del viernes. El "Zorri" -así de cariñoso, tal como llama Charly a Fabián Quintiero- intenta una y otra vez hacerlo reír, con bromas y con música también. El "Negro" García López lo abraza y toca los solos de su guitarra bien cerca de García y ofrece una desprejuiciada fraternalidad. Aquí están, éstos son "los enfermeros" que Charly volvió a elegir para que lo asistan en este momento, como lo hizo en 1989, cuando los convocó para formar la banda que grabó el disco Cómo conseguir chicas (por entonces también estaban en sus filas Fernando Samalea y Fernando Lupano) y como luego repetiría intermitentemente durante estas dos décadas.
"La banda suena bárbara -repite Charly una y otra vez-. Me complemento muy bien con el «Zorri» y se produce una mezcla de sonido muy buena, con los dos teclados en estéreo y, en el medio, las guitarras, el bajo y la batería."
"En Perú y en Chile, se jugó bien y se ganó", agrega Quintiero, en clave futbolera. "Se podría decir que Charly encontró el equipo", concluye el músico, y Charly le devuelve la pelota al pie: "El es el nexo entre la banda y yo".
Al principio, nos pasamos escuchando las canciones originales -recuerda el «Zorrito»-, teníamos casi todos sus temas en la compu y una vez que empezamos a ensayar en la sala, con él y con el «Negro», después vino Hilda, lo primero que hicimos fue tocar las versiones originales, que son, cómo decirlo... sagradas. Son una masa, las versiones originales, para nosotros los músicos, no sé para Charly, son sagradas, son la referencia. Como músico vos querés tocar todos los arreglos que hay ahí, porque están todos buenos. El también aprovechó para volver a escucharse y hasta limpiamos algunos temas, movimos algunas voces, simplificamos las armonías de algún acorde. En pocas palabras: volvimos a escuchar a Charly."
Fuente: La Nacion
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