jueves, diciembre 18, 2008

Charly García: mucho más fuerte


Quién te ha visto y quién te ve. Hace seis meses, el rockero más popular de la Argentina parecía estar deshauciado por los medios. Hoy las fotos publicadas, las primeras después de mucho tiempo, dan cuenta de una asombrosa resurrección.
Las fotos dan cuenta del milagro. Se ve a un Charly García con mirada cristalina, pelo con corte moderno y prolijo, bigote pulcro y recortado, vestido de traje, y si bien la foto no lo muestra, debajo de la comisura de sus labios hay una sonrisa casi perfecta (afortunadamente sus arreglos odontológicos son sutiles y no dan idea del dracu-dracu). Ha recuperado peso, unos diez kilos aproximadamente. Está pintón, y nadie le daría 57 años de no ser porque es público que nació en 1951.

Sin embargo, seis meses atrás no se podía decir lo mismo, cuando lucía desbordado, en una camilla, trasladado a la fuerza de un hotel mendocino a un hospital, en un derrotero que lo llevó primero a una clínica cuyana, después a la habitación reservada a los presidentes en el Hospital Argerich de Buenos Aires, al día siguiente a la clínica Dharma, dos meses más tarde al campo de Palito Ortega en Luján, en cinco días al sanatorio Güemes, en 48 horas a la clínica Abril, y después, ya cercano a su cumpleaños, pudo ser dado de alta y establecerse con propiedad nuevamente en el campo de Luján.

¿Quién hubiese resistido tanto cambio en tan poco tiempo? Quizás sea difícil imaginarse la magnitud del infierno por el cual atravesó Charly García. Cambiar de clínica no es como mudarse de habitación de hotel. Es volver a empezar un circuito, a tener nuevos tratamientos, nuevos medicamentos, nuevas opiniones, explicar todo de vuelta. Es desgastante.

Sin embargo, henos aquí, hoy 18 de diciembre de 2008, hablando de él. Y hablando bien. Ya no es la misma retahila de quejas por escándalos, violencia y desilusiones. No, esto tiene otro color. Uno puede imaginarse un 2009 mejor para García, aunque más no sea porque ningún año podría ser peor que el 2008 para él. Pero tampoco es eso.

Uno puede ilusionarse con que, por fin, Charly García pueda encontrar su propia felicidad. Más allá de que vuelva a los escenarios, porque a los estudios ya ha vuelto, y hay cinco canciones grabadas a las que le faltan solo puntadas finales. García despertó mucha irritación con sus desplantes eternos durante casi dos décadas. Pero también es un artista que se ganó el cariño de todo el público, y salvo los moralistas de siempre, el que no lo quiere al menos respeta sus galardones musicales, que los tiene en abundancia y en toda regla.

A estas alturas, uno se conformaría con que el hombre que está detrás del artista sea feliz. Porque eso es lo principal para que las cosas prosperen. No hay que apurar conciertos, discos ni compromisos públicos. Él sabrá cuando se siente fuerte y al ciento por ciento, y cuando eso suceda, las cosas se darán naturalmente.

Pero para que la esperanza fuera algo más concreto que una expresión de deseos hacía falta una prueba tangible, y las fotos publicadas por la revista Gente, son esa prueba que tanto esperábamos, de que el queridísimo Charly García está recuperándose bien de un año que casi nos priva de él.

Sergio Marchi

Fuente: 10 Musica

No hay comentarios. :