domingo, agosto 30, 2015

A 40 años, Nito Mestre cuenta la intimidad del Adiós Sui Generis

Testimonio. Luna park, 05/09/'75: con dos recitales, Charly y Nito disolvían el dúo Sui Generis, que había llevado al rock nacional a la masividad. Mestre escribe para Viva sobre la separación.
Nito recuerda que en la noche de la despedida la terminó solo comiendo pizza / Diego Waldmann
A fines de 1974 me empecé a aburrir de Sui Generis.

La prueba se ve reflejada en unas carpetas que estaban perdidas y encontré, vía Facebook 40 años después. Ahí juntaba las notas de prensa, afiches y un poco de todo, y casualmente, quedaron registros solamente hasta noviembre de 1974. Ese año habíamos presentado La Biblia, un proyecto en el que habíamos invertido mucho tiempo y energía que le habíamos restado a Sui Generis.

En esa época lo que más queríamos era salir de una vez por todas a tocar al exterior porque hacíamos unas rondas que eran monótonas, siempre iguales: tocábamos en Rosario, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Mendoza, Buenos Aires, Gran Buenos Aires y los alrededores y luego, otra vez la misma vuelta. Una sola vez habíamos viajado a Chile y otra a Uruguay. Nada más.

Además, el sonido era otro problema, porque era muy malo. No había monitores. Nos pasó lo mismo que a Los Beatles: la gente cantaba más fuerte que nosotros y nosotros no nos escuchábamos. Artísticamente eso no era para nada bueno.

En marzo del 75 hicimos un Gran Rex. Con Charly nos veíamos muy poco. Solo los fines de semana para tocar. No pasaba nada nuevo y entonces, como último intento, planeamos hacer unos shows los domingos de julio, por la mañana, en el Teatro Astral, para que fueran a vernos los chicos a los que no dejaban salir de noche.

En el primer show salió todo mal. El sonido estuvo horrible, fue un día de lluvia y no vino mucha gente. Para colmo, a nuestro bajista, Rinaldo Rafanelli, se le rompieron dos cuerdas, algo que no pasa nunca. Ese fue el día en que, por fin, con Charly decidimos separarnos.

Cuando le avisamos a Jorge Alvarez, nuestro productor, él nos dijo: “Ustedes no pueden separarse así nomás”. Y de ahí salió la idea de un recital, disco, película, y el adiós. Todo en el estadio Luna Park, que nos parecía inalcanzable. Con este proyecto en la mira, nos empezamos a llevar mejor.

Tuvimos entre julio y septiembre para organizar todo y nos dijimos: ‘Vamos a tirar toda la carne al asador’. Ensayar, vernos más… Y llegó el día. Aquel 5 de septiembre de 1975. Jamás me hubiera imaginado cómo nos marcaría ese Adiós.

Todo salió mejor de lo esperado. Fue como renacer. Pero en realidad, Sui Generis no terminó en el Luna Park.

Tan así es, que Charly me dijo: “¿Y si seguimos?” Habíamos empezado a grabar otro disco y a tocar en otras ciudades pero “el de arriba” tenía otros planes.

Salimos en una gira que se había vendido de antemano. Fuimos al sur, tocamos en Comodoro y después en Caleta Olivia, en un gimnasio; un show muy frío, tirando a feo, en el que habría solo unas 300 personas.

Todo un presagio… Yendo para el aeropuerto, la camioneta con nuestros equipos tuvo un accidente y se hicieron bolsa un montón. Encima en el mismo aeropuerto, a Charly le robaron el Mini Moog. Fue una señal contundente. Teníamos más shows vendidos pero ya estábamos sin equipos y mal predispuestos. Parecía imposible. Así que se acabó.

viernes, agosto 21, 2015

Charly García está recuperando su salud y tiene planes muy próximos

El músico tuvo una operación de cadera que lo mantuvo internado por varios días, pero quiere brindar un recital.
Charly García quiere lanzar por fin el disco/película que registra sus célebres conciertos de 2013 en el Teatro Colón.

Charly García no deja de hacer planes mientras se recupera de su operación y de sus conocidos problemas de salud.

La leyenda del rock argentino fue operada de la cadera a mediados de julio y desde ese momento se encuentra en rehabilitación. Pese a que la cirugía estaba programada, se sumó a los problemas de salud que tuvo durante el último tiempo y que lo obligaron a estar internado varios días.

Sin embargo, está llevando la recuperación muy favorablemente y planea volver pronto a los escenarios: tiene intenciones de brindar un recital antes de fin de año.

Además, Charly García quiere lanzar por fin el disco/película que registra sus célebres conciertos de 2013 en el Teatro Colón.

lunes, agosto 10, 2015

La gran estrella fue la música

Haydeé Schvartz con Elías Gurevich, el trío formado por Juan Cruz de Urquiza, Sebastián de Urquiza y Hernán Jacinto, la cantante Lidia Borda acompañada por Daniel Godfrid y el Trío Aura se alternaron para rendir un tributo a Charly que conmovió al público.

Un concierto notable en el auditorio La Ballena Azul, del Centro Cultural Kirchner.
La música como el gran palimpsesto sobre el que a través del tiempo se han ido acumulando sucesivas escrituras sin que una supere a otra. Tal vez sea esa una de las más bellas ambiciones de cierto imaginario musical que, reafirmando una dimensión genética del sonido organizado y sus circunstancias, entiende la música como cultura. Desde los compositores del Renacimiento que componían misas a partir de canciones seculares hasta las más actuales posiciones de un jazzista ante un estándar, la idea de música compuesta sobre música atravesó el tiempo en puja con otra idea: la que amparaba la pureza original del acto creativo. Sin caer en aquello que en los umbrales del siglo XX sedujo a Ferruccio Busoni, de que toda música al final no es sino la transcripción de una anterior, sería útil en este caso recordar a Luciano Berio, que algunos años después reivindicó la transcripción como acto creativo original. El compositor italiano entendió que, inevitablemente, cualquier transcripción decía más del transcriptor que del transcripto.

Desde un lugar cercano a Berio, lo que se escuchó el sábado en el auditorio La Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner, en ocasión del tributo a Charly García en el marco del Festival Piano-Piano, puede considerarse un concierto notable. Músicos que no necesariamente tienen que ver con esa parte del espectro musical que las coordenadas de la industria y cierta pereza conceptual que condiciona el consumo musical ubican como “el rock”, rindieron homenaje a uno de los compositores más arraigados en el inconsciente sonoro de los argentinos: Charly García.

Haydeé Schvartz (piano) con Elías Gurevich (violín); el trío formado por Juan Cruz de Urquiza (trompeta), Sebastián de Urquiza (contrabajo y voz) y Hernán Jacinto (piano); la cantante Lidia Borda acompañada por Daniel Godfrid (piano) y el Trío Aura, que integran Popi Spatocco (piano), Facundo Guevara (percusión) y Ricardo Cánepa (contrabajao), se alternaron sobre el escenario para rendir tributo a la obra de García, según la inteligente curaduría de Diego Schi- ssi: hasta donde fue posible separar la obra del personaje creador, el del sábado fue un homenaje a la música de García. En ese rasgo se apoyó la solidez de la propuesta: el gran mérito de Schissi y los músicos convocados fue el de escuchar y proyectar al García músico.

Schvartz y Gurevich, destacados intérpretes de los repertorios que –otra vez la pereza conceptual– se suelen llamar clásico y contemporáneo, inauguraron el programa con una versión de Spatocco de “20 trajes verdes”. El Erik Satie –otro en el que se hace difícil separar el músico del personaje– que se insinúa en el título del tema se prolongó en el sonido y en el gesto preciso de una interpretación que sobre la mesurada quietud del piano de Shvartz dejaba brillar el violín de Gurevich. Eso de que la transcripción, la traducción, puede ser una obra en sí misma, rondó todo el concierto y tuvo su momento más evidente en la versión bartokiana de “Demoliendo hoteles”, un arreglo de Schissi que el dúo interpretó en su segunda entrada con solidez y sapiencia, además del regocijo que da la belleza de lo que evidentemente sentían como mucho más que una travesura.

martes, agosto 04, 2015

Aparecen videos inéditos de Serú Girán

Aparecen videos inéditos de Serú Girán grabando en Del Cielito en el '92

El creador del sello discográfico y estudios Del Cielito publicó en Internet un material invaluable: tres videos de Serú Girán grabando su último álbum, con un total de más de 17 minutos de imágenes.


Gustavo Gauvry, creador de los míticos estudios Del Cielito, que luego se convertirían en el sello discográfico que llevó el mismo nombre, publicó en la web un material realmente emocionante.