martes, marzo 30, 2010

Charly García en Israel

El músico Charly García tocará en el Anfiteatro de Cesarea el próximo 12 de mayo. ¡El show va a ser histórico, único! Quién no vivió esas épocas mágicas Sui Generis, La máquina de hacer pájaros, Seru Giran y esos años de solista en los cuales creo las canciones que forman parte de nosotros.
Para muchos ir a verlo con sus hijos será cerrar un círculo de vida, es quizás el músico más argentino que hay, el más grande y que dejó la marca más fuerte en todos aquellos que crecimos, cantamos, nos enamoramos y filosofamos con sus canciones.
El show será un paseo por la obra de Charly, que viene con su banda original de músicos, que nos estremecerán con los clásicos que todos queremos escuchar y cantar pero con sonido moderno y una calidad musical impresionante.
Luego de un retiro de más de un año y cuando todos pensaban que "se acabó" Charly volvió a los escenarios para demostrar que sigue siendo el número 1.
Las entradas se pueden comprar por internet o por teléfono en Hadran

Fuente: La Opinion

miércoles, marzo 24, 2010

El rock durante la dictadura

Aquel día negro de 1976 quedaría en la historia de nuestro país. La Junta Militar tomaba el control de todo y se comprometía a hacer "la reorganización nacional" al margen de la Constitución.

Tomaron el control de todo: decidían qué se podía leer, decir, hacer y qué música teníamos que escuchar. Se confeccionaron listas con las canciones que no podían ser pasadas por las radios. Muchos artistas fueron prohibidos y tuvieron que dejar el país. La lucha emprendida por el Proceso para disciplinar a los jóvenes sería lenta y estaría marcada por las razzias. Esta forma de persecución estaba a cargo de las fuerzas de seguridad.

El periodista Sergio Pujol, autor del libro Rock y Dictadura, fue testigo de esos años duros y recopiló la historia en la palabra de los protagonistas. Lo entrevistamos en www.tn.com.ar para que los jóvenes que hoy escuchan a estos artistas puedan entender el contexto de sus canciones.

"En la música en general, la dictadura estableció un vinculo de tensión y hostigamiento. Sobre algunos géneros más que con otros. Tuvo una relación cordial con el tango o con algunas figuras representativas del género y violenta con el folclore, especialmente con el llamado del nuevo cancionero como César Isella o Mercedes Sosa. Había una línea de compromiso político y muchos representantes se fueron del país".

En cambio, la relación fue distinta con el rock. Ser rockero era sinónimo de subversivo. Esto quedó registrado en el discurso que brindó el almirante Emilio Massera el 25 de noviembre en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador.

"El estremecimiento de la fe terrorista, derivación previsible de una escalada sensorial de nítido itinerario (...) continúa con el amor promiscuo, se prolonga en las drogas alucinógenas y en la ruptura de los últimos lazos con la realidad objetiva, común y desemboca al fin en la muerte, la ajena o en la propia, poco importa ya que la destrucción estará justificada por la redención social", sostenía Massera frente a los alumnos.

Pujol recordó estas palabras del almirante "ese famoso discurso es tenebroso, estaba colgado en la redacción de la revista Expreso Imaginario (revista de rock que nació en 1976) porque ahí hay una idea de persecución que va más allá del militante político. Por el sólo hecho de ser joven es objeto de sospecha y debe ser vigilado. El rock argentino de los ´70 y principios de los ´80 no era masivo, era un género seguido por la clase media y no ocupaba los titulares en los diarios y no había suplementos o recitales auspiciados por marcas de cervezas o celulares. No era marginal porque había revistas o discos, pero era un público minoritario".

Muchos músicos se tuvieron que ir: León Gieco o los integrantes del grupo Aquelarre (foto). Estados Unidos, México y Europa fueron algunos de los lugares donde los artistas comenzaron una nueva vida.

"León Gieco me contó que viviendo en el exterior, tomaron conciencia de lo que pasaba en la Argentina gracias a la información que manejaban los organismos de derechos humanos, principalmente en Europa. Los que volvieron, la mayoría de ellos antes del 83, lo hicieron con los temores que se habían ido y con una idea más firme de los que sucedía", completa Sergio Pujol.

El poder de prohibir

La Junta Militar armó una lista con las canciones que no se podían emitir en los medios de comunicación. Estas "listas negras" llegaron a las radios. Charly García optó por el sentido más poético y así logró la difusión de sus canciones.

Sobre el tema, Sergio Pujol agrega que "las letras de las canciones apelaban a las alegorías o metáfora y no al mensaje directo. Charly fue un gran crítico de costumbres, tuvo la valentía y la agudeza para traducir en sus canciones ese clima de la época de asfíxia. Uno escucha la letra de "Viernes 3 am" y experimenta una sensación de ahogo, lo mismo pasa con "Alicia en el país" y en otras canciones".

En esa época (1976-1983) los recitales de rock aparecen como un refugio, un lugar donde los jóvenes se juntaban en medio de tanto silencio, para oir música.

Como dice Luis Alberto Spinetta en la canción "Cantata de puentes amarillos": "Aunque me fuercen yo nunca voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor. ¡mañana es mejor!".


"La Máquina de Hacer Pájaros"


1 - Bubulina
2 - Cómo mata el viento norte
3 - Boletos, pases y abonos
4 - No puedo verme más
5 - Rock and roll
6 - Por probar el vino y el agua salada
7 - Ah, te vi entre las luces


Otros discos de entonces:

Alas: "Alas"
Alma y Vida: "Alma y Vida, vol 5"
Crucis: "Crucis"
Defilpo, Mirtha: "Canciones para perdedores"
El Reloj: "El Reloj, vol 2"
Espíritu: "Libre y natural"
Gieco León: "Fantasma de Canterville"
Haerle Rodlfo: "Situaciones"
Invisible: "El jardín de los presentes"
Malón: "Rebelión"
Melimelum: "Melimelum"
MIA: "Transparencias"
Nebbia, Litto: "Bazar de los milagros"
Opa: "Goldenwings"
Pappo´s Blues: "Pappo Blues, vol 6"
Pastoral: "Humanos"
Polifemo: "Polifemo"
Porchetto, Raúl: "Porchetto"
Porsuigieco: "Porsuigieco"
Rodolfo Mederos y Generación Cero: "Fuera de broma"
Suárez, Chany: "En caso de vida"
Trío Lluvia: "Trío lluvia, vol 2"
Vox Dei: "Ciegos de siglos"

Fuente: TN

domingo, marzo 21, 2010

Charly la rompìó y emocionó a todos en el Luna Park

Con una puesta escenográfica de pantallas, telas y sombras, una banda cada vez más afilada e invitados de la talla de Fito Páez y Pedro Aznar, Charly García ofreció anoche un concierto notable, en perfecta sintonía con el público y donde entregó una treintena de canciones en más de dos horas de show.

Todo comenzó pasadas las 22.10 cuando se apagaron las luces y resaltó delante del escenario la escenografía diseñada por Pichón Baldinú que la lluvia malogró en su regreso en Vélez y que se está viendo en estas presentaciones del Luna Park que arrancaron el miércoles pasado y finalizan el sábado 3 de abril.

El show de anoche arrancó con “Demoliendo hoteles”, con la imagen de una casa vieja que comienza a destruirse y edificios que se derrumban y un García que promete otra noche de encuentro y emoción con su gente.

A este clásico siguieron “Promesas sobre el bidet”, “Rap del exilio” y “No soy un extraño”, en el que Charly fue ascendido al cielo del Luna Park en un andamio que bajó primero y lo elevó después.

Acompañado por el trío chileno compuesto por Kiuge Hayashida en guitarra, Tonio Silva Peña en batería y Carlos González en bajo, junto a los aportes de Fabián von Quintiero en teclados, el “Negro” Carlos García López en guitarra e Hilda Lizarazu en voz y coros, la banda sonó con una fuerza arrolladora y permitió apreciar toda la belleza de las composiciones históricas de García.

Promediando el show, estrenó la canción “Medicina”, con un estribillo que dice “voy a tomar un poquito más de aquella medicina...”, acaso como una forma de poder conjurar los fantasmas asociados a la rehabilitación que transita.

Apenas terminado el tema nuevo sonaron los acordes de “Fanky” y el Luna Park pareció explotar de energía, envión que continuó cuando Fito Páez subió al escenario para sentarse al piano y acompañar desde allí a Charly en “Desarma y sangra”, en una versión largamente festejada por el público.

Una sucesión de temas fuertes con un público decididamente deleitado por el sonido de la banda y el regreso del cantante y compositor que marcó décadas de la cultura juvenil, se dio con canciones como “Rezo por vos”, “Yendo de la cama al living”, Influencia“ y ”Pasajera en trance“, donde la escenografía volvió a cobrar vuelo con unas acróbatas que hicieron telas en las sombras y sobre el público.

Anunciando el final, Charly arrancó con una versión de “No voy en tren” retirándose del escenario junto a los músicos en la mitad de la canción y dejando al Luna Park en un masivo canto colectivo con las luces apagadas.

Para el final llegaron “Deberías saber por qué” y, junto a Pedro Aznar, dos clásicos de Serú Giran: “Perro Andaluz” y “Seminare”, que pusieron a todos los pelos de punta de la emoción y la energía que llegaba desde el escenario.

Luego fue el turno de “Rock and roll yo” y “No toquen”, los músicos se retiraron y volvieron al escenario para una versión de “Mr. Jones”, con Juanse de invitado, un cierre con “Inconsciente colectivo” y, finalmente, saliendo otra vez de bambalinas, Charly solo en piano y voz entona “Canción para mi muerte”, retirándose en la mitad del tema y dejando que la gente lo concluya.

Fuente: Diario Panorama

sábado, marzo 20, 2010

Sueño de las últimas noches de verano

Las luces se apagaron, 9 minutos pasadas las 22:00hs el show arrancó. Absolutamente todo fue perfecto hasta el final. Sin pausas, sólo en los bises.

Antes de que transcurrieran 10 minutos del comienzo varias preguntas empezaron a comerme la cabeza: ¿será ese García? ¿Cómo puede aguantar? ¿Como mantiene el humor? ... (una hora después) ... ¿Cómo no tiene calor como ese saco puesto? La térmica en campo rondaría los 70°C y el tipo permanece estoico, canta, toca, baila... pero ¿Cómo? Hace más calor que en el mismo infierno!

La última afirmación tirada como al pasar quedó rebotando en mi cabeza.

Se prenden las luces, definitivamente Charly no va a volver a salir al escenario "El artista se ha retirado a sus aposentos..." se escuchó con su voz. Enfilé para el pasillo atormentado de preguntas, buscando entender lo inexplicable, parecía hacer un paso y retorceder dos. ¿Es acaso éste el pasillo más largo del mundo? Ya en la vereda miré atrás. No eran más de diez metros.

Llegué a mi casa y la historia de Robert Johnson era lo único que tenía en mente. Para quien no lo sepa RJ era un músico medio pelo del Sur de Misissippi que de la noche a la mañana logró convertirse en el mejor guitarrista del Delta, sus dedos demostraron un conocimiento que iba más allá de su edad y época. La leyenda cuenta que en la encrucijada de dos caminos, al sonar las campanadas de medianoche Robert Johnson le vendió su alma al diablo a cambio de su incomparable talento musical.

-Estás pensando pelotudeces! - me dije.

¿Cómo es? ¿Acaso en las cercanias de Luján existe algún edificio eclesiástico que repiquetee sus campanas a la medianoche? ¿Acaso aquel cruce de caminos vecinales ronda las cercanías del lugar donde García se recuperó? ¿Acaso su contrato firmado tiempo atrás perdió validez y ahora había firmado con el peor de todos un nuevo manifiesto? ¿Era ese su secreto? ¿Será todo éste delirio posible?

Lo de B. B. King está confirmadísimo, y encima en pocos días toca en el mismo lugar. El mismísimo James Brown lo documentó.

Es una pavada, todo ésto no tiene sentido. Charly García no renegoció ningún contrato con ningún señor oscuro y maligno. Él toca así porque su talento es natural y porque no, no importa cuanta mierda puede meterse uno adentro, la magia está intacta. Luego de estar perdido en la neblina más espesa que pueda existir, se recuperó, está de vuelta, y ya!

¿Acaso alguien puede pensar lo contrario?


por DIOS

Este es el aguante Charly

Luego de tocar más de tres horas el pasado miércoles, Charly García corroboró dos días después en el Luna Park, que una coma, como la del título, sólo puede cambiar la interpetación pero no la esencia; y que él, aunque no parezca, sigue siendo el mismo, se la aguanta y va por más.

Ese señor de traje marrón que se inclina ante la ovación, ese tan formal con camisa de jean debajo, algo excedido para bien luego de tantos excesos que casi lo llevan a la tumba, ese que ahora se inclina reverente está de vuelta como si nunca hubiera estado a punto de irse. “Charly está de vuelta loco, está desatado, volvió Charly loco, volvió Charly” afirma y vocifera un fan en cuero y sudado, escudo de Boca en el brazo y mirada cómplice en busca de interlocutores válidos. Y tiene razón, vaya si la tiene.

Porque luego de que un telón de seda blanco proyecte sombras de una mujer alada que cruza el escenario, luego de que los músicos se saquen unos disfraces blancos animalescos y de que suene el primer acorde de “Demoliendo Hoteles”, él , este Charly García versión 2010 comienza a desandar el camino de una noche memorable donde entregó, se entregó y ofreció un show acorde a la leyenda, esa que pese a ya en parte no ser, a no ser aquel desenfrenado ícono, lo coloca en el sitial que nunca perdió ni perderá para seguir siendo.

Y tras la coreada “Promesas en el bidet”, el bailadísimo por él mismo, “Rap del Exilio” y la ochentosa y revivalera “No soy un extraño” de quien conoce esta ciudad y “no es como en los diarios” después, “después vino una Revolución” y con Cerca de la... el estadio ya hervía subyugado bajo el sonido poderoso de una banda compacta que toca y sabe muy bien con quién.

Y ese quién es este Charly, el del dedo mefistofélico, cuasi fálico que apunta encorvado señalando el pasado, el presente y el futuro de lo que vendrá porque “la vanguardia es así” aunque el no lo diga.

Ahora es hora de hacer “Filosofía barata y zapatos de goma” y cautivar a una audiencia ya cautivada con eso de que estuvo a punto de quedar en “Vía muerta”, demodelor e impecable alegato en forma de balada que remite a la tortuosa rutina del reviente, esa que él parece haber dejado atrás para poder estar aquí bien arriba y adelante.

“Estoy vivo, eso está bueno” anuncia y encuentra el obvio eco antes de anunciar que “tengo una buena y una mala noticia, un tema nuevo” y ese es “La Medicina” con el cual suelta un primer título . “Mi medicina es la música” devela antes de arrancar con la novedad .

“Fanky” retrotrae a otras épocas aunque no deja sonar bailable y hacerle honor al género antes de la segunda gran ovación con la presencia de un amigo “Fito Páez”.

E irrumpe el rosarino, que aunque sólo ejecute piano para la impecable “Desarma y Sangra” se emociona y emociona cuando ambos sentados al piano se devuelven gentilezas en forma de sonrisas y Fito larga otro título - afirmación - profecía para la historia del rock nacional: “Charly García para siempre” anuncia Rodolfo y las lágrimas de muchos se confunden con ese sudor dulce que emana del calor de recital.

Recién van 10 de 30 temas y los momentos intensos se suceden sostenidos por una banda donde se lucen los chilenos en batería – “el terremoto de Chile” presentó en poco feliz comparación Charly al batero”, el bajista y el guitarrista. Y en la que se destaca la eterna, ochentosa, preciosa y genial Hilda Lizarazu y el también eterno “Negro” García López en guitarra.

Entonces sobreviene una lista pródiga de hits pero también de emotivos rescates, guiños a los Stones en “El amor espera”, la impresionante y ochentosa “Nuevos trapos” mechadas con clásicos como “Yendo de la cama al living”, “Pecado Mortal”, “Pasajera en trance”, “Raros peinados nuevos” , la confirmatoria “Me siento mucho mejor” , la recordatoria “Vicio”, “Estoy verde” y “No voy en tren”.

“Deberías saber porqué” el tema de la movida del retorno de Charly en 2009 preludia un final cargado de emociones, en el que Pedro Aznar, su reconocida maestría en el bajo en el rescate de “Perro Andaluz” de Serú Girán, “No toquen”, la hendrixniana “Rock&Roll Yo” y la fuera de lista “Mr. Jones” junto a Juanse, otro amigo que no desaprovechó sus cinco minutos de gloria para hacer alarde, rockear y recordar al capusottiano “Pomelo”, encontró a la banda toda haciendo el saludo de despedida, volviendo para que Charly se cope aún más con su gente a la que antes arengó para frenar los robos entre el público y conceda el tema pedido. “Esto está muy bueno y al que no le gusta, como dijo el Diego, que la siga chupando” arengó maradoniano. “Inconsciente colectivo” sirve para atrapar a los más veteranos y recuerda a su amada y desaparecida “Negra” Sosa antes del verdadero final que acomete cuando muchos ya estábamos afuera.

Bordea la una de la mañana de otro sábado de marzo y un sinfín de sensaciones, emociones, canciones e imágenes van quedando en el chip rocker que nos controla y descontrola.

Y también una certeza con doble lectura . “Este es el aguante, Charly” o “Este es él, aguante Charly”. Una coma aquí o allá, dos frases en sentido unívoco e inequívoco y una sentencia.

Volvió García, Charly está de vuelta. Está todo dicho y Say no More.

Por Sergio Corpacci

Fuente: 26 Noticias

El retorno del entorno

En tanto la versión 2010 de Charly parece reunir los atributos primordiales (salud, dinero y amor), cercanos y no tanto opinan sobre su verdadero estado emocional.

En vivo > De la Tierra al Luna

Anteayer, durante el primero de los tres recitales que tiene agendados para esta ronda, Charly García confirmó el idilio con el Luna Park; se entienden, se estiman y se regalan sus mejores momentos. Casi siempre sentado frente a su piano negro, empezó con una seguidilla de sus clásicos: demolió hoteles, le prometió al bidet y estuvo cerca de la revolución justo antes de decir que no era un extraño. ¿Los puntos altos? La crudeza de Llorando en el espejo, la fuerza de El fantasma de Canterville (con Gieco) y la perfección de Perro andaluz (con Aznar en el fretless). Aprovechó la velada para presentar La medicina, uno de sus temas nuevos, con guiños a su actualidad: "A veces con vivir no alcanza / ¡Voy a tomar un poco más / de aquella medicina del doctor!". Durante treinta temas, se apoyó en una banda ajustadísima y suelta aunque todavía necesita vuelo en las versiones power. Es cierto: sorprenden la calma y algunos movimientos toscos, pero está lúcido, cantando muy bien y con la musicalidad intacta. Al final, exhausto, trastabilló y quedó de rodillas. "¿Sabés para qué uno se cae?", le preguntó al Negro García López, indomable en sus punteos. "Para volverse a levantar". Cualquier similitud con la realidad, no es coincidencia.

Andrés Calamaro: "Existencial y armónico"
Charly está curiosamente feliz tranquilo.., pero no sé si se puede ser feliz de muchas maneras. Alguien aparentemente contento debería darse por satisfecho. Tampoco reniego la rabia, que es un motor como lo es el amor: va mi elogio para la tristeza también. Un día de estos van a hacer cuarenta años desde que Sui Generis grabó Vida, y treinta desde que nos conocemos, desde que somos compañeros músicos. Camaradas. Sin dudas, es una persona musical en permanente evolución y revolución. Existencial y armónico. Le deseo suerte en el Luna.

García López: "Se reencontró con el canto"
Lo vengo viendo muy seguido y la verdad está bárbaro, con su verdadera onda, despierto, componiendo. La demostración más concreta fue el show de Vélez se caía el cielo abajo por la lluvia y él no aflojó en ningún momento. Otra cosa importante es que se reencontró con el canto. Antes en los shows no cantaba, o cantaba poco. ¿Si es feliz? Yo creo que ahora, finalmente, sí. Ahora sí. Igual la gente siempre habla y yo creo que él lo tiene más que claro. Por eso está haciendo lo que está haciendo: tocar y trabajar mucho para que todo lo que haga salga bien.

Andrea Álvarez: "Los Ortega no me cierran"
Lo quiero un montón y tenemos una confianza especial. No lo vi tocar desde su regreso, pero a mí los Ortega no me cierran para nada. No me los fumo ni ahí. No me gusta para nada cómo los inflan los medios y los venden como que son cool. Todo eso de la quinta con los Ortega no me cierra por ningún lado. Prefiero irme a vivir a otro país antes que ir a la quinta de los Ortega. El tema no me cierra ni siquiera musicalmente. La última canción, que todos la inflan porque es de Charly, para mí es una porquería. Si la hubiera hecho otro y la escucho en la radio no la dejo ni un segundo.

Hilda Lizarazu: "Está reinventándose"
La música lo ayuda a seguir adelante, porque a veces en estos casos hay complicaciones y la persona se puede sentir débil. Tropezones, dudas y momentos de angustia puede haber. Yo estoy sobre todo acompañando ese proceso. Después de años de seguir diferentes patrones y rutinas, noto una diferencia grande en este Charly: está reinventándose y recreándose. Está luchando contra sí mismo. Es una persona súper creativa que pasó por varios años de locura pero esa misma locura se puede revertir. Es una cuestión de decisión. Y la tomó. O la tuvo que tomar.

Migue García: "Estoy muy fan de mi viejo"
Creo que hoy en día es la última estrella del rock, Además es un artista de la reconcha de la lora y tuvo que pelear mucho con sus propios problemas y contra la oscuridad que a veces tiene la gente. Me estoy haciendo muy tan de mi papá. Antes no era así, pero ahora salto en los recitales y hasta le hago preguntas de trivia sobre las canciones viejas. El otro día me cantó la historia de Anhedonia. Los que hablan alrededor son los crazy. ¿Cómo no va a ser feliz? ¿No le vieron la cara? No se preocupen, que la vida le está gustando. Además está con su novia y feliz.

Celeste Carballo: "El cambio lo está haciendo él"
Pienso que está en el momento de recuperación por excelencia y eso, además de bueno, es productivo. Estar en actividad supongo que ayuda muchísimo. Lo veo como un Charly intermedio entre lo que fue y lo que será. Pero este presente es un momento muy importante, bisagra. Creo que Charly es, más que nunca, feliz. Está disfrutando de la felicidad tranquila, no de la felicidad agitada. Y con mucha gente hablando a su alrededor debe estar más que feliz, porque a él no le gusta estar solo. La gente que tiene al lado es la misma; el cambio lo está haciendo él.

Palito Ortega: "Es la vida o el infierno"
La verdad que lo veo bien y sereno. Quiere terminar ese proceso sí o sí. Y todos sabemos que no es un tema que termine de un día para el otro. Los siete meses que estuvo conmigo en Luján se la pasaba relajado, pensando, en el estudio. Antes nunca paraba, entonces terminaba cayendo siempre en el mismo error. En este tiempo hablamos mucho que, si él tiene amigos que vamos a estar siempre a su lado, en el que sufre y pone el dolor, si cae, es él. Eso fue muy importante, porque se dio cuenta de que no quiere sufrir más. Es la vida o el infierno.

Pipo Cipolatti:
¿Cómo lo veo? La respuesta es muy sencilla: no lo veo. Ni en fotos. No sé qué carajo pasa con él desde hace por lo menos ocho, nueve meses. Nunca pregunté si me dejan o no me lo dejan visitar, pero me parece obvio: ustedes saben que no quieren que me vea. En Internet estoy considerado como el peor enemigo de Charly. Lo que puedo decir es que lo extraño mucho, demasiado. Hace mucho que no lo cruzo. No farandulizo con la salud o la situación de mi mejor amigo. Estoy un poco cansado de que los medios utilicen todo lo que digo para que repercuta.

Mecha Iñigo: "Mi ayuda fue estar"
Todo el proceso de internación y de cuando estuvo en lo de Palito lo viví muy de cerca. También había estado cuando lo internaron en Mendoza. Me había quedado una angustia tremenda en el corazón. Ahí dije a mí misma que iba a hacer todo lo posible para ayudarlo todo lo que pueda. A partir de ahí empecé a llamarlo mucho, a ver cómo estaba y fue así que formamos más nuestra relación. Mi ayuda fue estar. Me acerque de corazón mi destino es acompañarlo en lo que necesite. Yo lo veo feliz, muy seguro de sí mismo y de que quiere.

Zorrito: "Antes metía un poco de miedo"
Está continuando con mucha energía la etapa que empezó hace un año y medio. Sigue tratamiento y está haciendo una vida mucho más ordenada y relajada. Ahora el tema no tiene que ver tanto con la adicción en sí, sino con algunos temas neurológicos que está trabajando para mejorar. Está por cumplir 60, así que es un hombre más grande también. Hay una sensación general de que está como en otra frecuencia, más baja. Pero de ninguna manera perdió la lucidez. Es mucho más placentero tocar con él: antes era un tipo que metía un poco de miedo.

Fernando Szereszevsky (Manager): “Tiene un humor estable”
Es una persona totalmente diferente en algunas cosas con respecto al pasado, porque ahora tiene un humor estable, y se puede charlar, reír, compartir lindos momentos. Desde la etapa de la clínica hacia acá está cada vez mejor. Me dijo: "El hombre del oído absoluto se había quedado absolutamente sordo”. Antes había mucha gente hablando a su alrededor y él los sentía pero no los escuchaba ni le interesaba escucharlos. Ahora todo cambió.

Francisco Cerdán (Ex jefe de prensa): "Hace tiempo quiero verlo”
Trabajé como su jefe de prensa desde el ‘92, con el regreso de Seru, y seguí hasta la última vez que tocó en La Trastienda. Hace tiempo que quiero volver a verlo pero no lo logré. Pienso que porque está muy circunscripto a este nuevo grupo que lo contiene, que lo cuida, en el que están su manager, la empresa que produce sus shows, sus músicos. Llamé doscientas veces y la respuesta fue que no se podía. Tal vez simplemente él necesite estar con menos gente.

Monitor (Ex plomo) “Me comía microfonazos”
No lo veo desde hace un año y medio, desde el escándalo de Mendoza, cuando rompió todo me revoleó un matafuegos. Ese día, en realidad, se la agarró conmigo. No me sorprendió: yo era el que siempre me comía los microfonazos y guitarrazos. Todo su sistema nervioso estaba colapsado. Creo que ahora sí es feliz. Porque antes era feliz, pero adentro de su mundo; se peleaba con el hijo, con los productores, con todos. Por suerte eso nunca opacó su genio.

Gustavo Bazterrica (Ex La máquina de hacer...) “Recuperando la confianza”
Lo veo contenido, luchando, como si hubiera hecho una implosión. Todo el mundo dice que está "lelo” o dopado y no es así: lo que está haciendo es pensando cada una de sus palabras y cada uno de sus movimientos, porque nunca se había tomado ese tiempo en su vida. Durante muchos años se consumió. Creo que todavía se siente en deuda con él mismo a nivel creativo. Y pienso que fundamentalmente está recuperando la confianza en su ser.

José Palazzo (Productor) "No sabía qué iba a pasar”
Me encantó verlo así como está ahora. El concierto que dio en Cosquín fue memorable. Y hasta llegó puntual a la prueba de sonido y con la mayor prolijidad hizo todo en una hora y media. No lo había visto probar sonido en toda mi vida. Como productor sufría mucho porque nunca sabía qué iba a pasar. Abajo del escenario todavía parece un tipo raro. Pero arriba lo caga a palos al viejo Charly García. Estoy convencido de que ahora es feliz.

Por Nacho Girón

Fuente: Suplemento Sí de Clarín

viernes, marzo 19, 2010

Una noche con la magia del titiritero

En un concierto que significó un escalón superior a aquel Vélez subacuático, García comandó a una banda ajustadísima para una cabalgata que llegó casi a la treintena de temas, con apariciones estelares de Pedro Aznar y León Gieco.

Músicos: Charly García (piano y voz), Negro García López (guitarra), Fabián Von Quintiero (teclados y sintetizadores), Hilda Lizarazu (coros), Kiuge Hajashida (guitarra), Carlos González Vázquez (bajo) y Antonio Silva (batería).
Invitados: León Gieco y Pedro Aznar.
Público: 7000.
Duración: 2 horas 45 minutos.
Miércoles 17, estadio Luna Park (repite hoy y el sábado 3 de abril)

En un diálogo de The Notorious Bettie Page, la biopic sobre la modelo legendaria del pin up, una fotógrafa le precisa quiénes compran esas fotos suyas de corsets herméticos y tacos imponentes: "Gente con mucha presión, congresistas, médicos, abogados, gente que trabaja para que vivamos. Y si eso quieren, ¿qué hay de malo en hacerlos un poco más felices?". Aplicar lo mismo a Charly García da idéntico resultado. No importa qué sea (lo que toque, tome, deje o diga), es Charly, el compositor clave de esa música popular que, antes de él, simplemente era música, a secas. Nada nuevo leyó usted hasta aquí y técnicamente no es algo errado, porque nada nuevo se vio el miércoles en el Luna Park. Salvo la concreción (a la fuerza) de un modelo que García exploró bastante en las últimas décadas: el del Charly como director y espectador, a la vez, de su propia música, ese García siendo un Dr. Parnassus de las melodías, obligado a perpetuarlas sin ya poder –o querer, cada uno habrá de hacer sus conjeturas– ejecutarlas él.

Varios momentos del primero de sus shows en el Luna (repetirá hoy y el 3 de abril) dieron cuenta de que esta nueva versión de Los Enfermeros –en la que a Hilda Lizarazu en coros, el Negro García López en guitarra y Fabián Von Quintiero en teclas digitales se suma un power trío chileno– es posiblemente la mejor orquesta que pueda dirigir. En esos ratos, Charly se despegó del piano y cobró aura de titiritero: así como Zucchero, George Clinton o Tom Zé, paseó por el escenario, habló con el público, celebró a sus compañeros y manejó los hilos de una banda precisa, atronadora y con atisbos psicodélicos. Señalizar y apenas acompañar con acordes y barridos de teclas, pero mantener la batuta vocal, ésa parecer ser hoy la fórmula, buscada y a la fuerza, a la vez.

El show está dividido, básicamente, en tres decenas de canciones: las del primer Charly solista, las de Say No More y un ping-pong final que va de costa a costa de su discografía. Si los recitales pudieran reproducirse como chorizos y usted fuera esta noche al Luna Park, vería salir a García más o menos a las 22.10, luego de que una bailarina de De la Guarda se desquitase por el aluvión del show impermeable en Vélez que la dejó sin participar. Con proyección urbana de posguerra detrás, Charly empezaría con "Demoliendo hoteles", "Promesas sobre el bidet" y "Rap del exilio". Lo elevarían, sentado en una viga, durante "No soy un extraño". Vería, nuevamente al ras del escenario y tras su piano, cómo el Negro García López solea acostado en "Cerca de la revolución". Dialogaría con las eternizadas voces de Lizarazu en "Filosofía barata y zapatos de goma", pregonaría Viva Chile en "Vía muerta" y les dedicaría a los que quieren verlo muerto el estreno "La medicina", que no destaca pero muestra esa crítica caricaturesca propia de la luz del mejor García.

Ahí subiría León Gieco y los ocho músicos obsequiarían "Los Salieris de Charly". León querría irse pronto y Charly lo seguiría sobre el escenario, con el brazo derecho extendido (aunque ya sin brazalete de SNM), buscando su hombro. Le diría algo al oído y se dirigiría nuevamente al público: "Esta va fuera de lista, sin ensayo". En un gesto remunerativo, León y Charly entregarían la inesperada "El fantasma de Canterville". Diría aquello de "La canté acá cuando la mayoría de ustedes no había nacido" y algunos ya padres aplaudirían desde sus plateas (y desde su paternidad, inevitablemente).

Una primal "El amor espera", otra vez con Charly como maestre ceremonial, inauguraría la segunda parte del show, un entramado de algunas de sus mejores piezas: "Rezo por vos", "Yendo de la cama al living", "Nos siguen pegando abajo", "Influencia" y una canción hoy recargada de melancolías, fantasmas y sentidos: "Llorando en el espejo". Entonces, si todo hoy fuese como el miércoles, parecerá no haber mejor música para simbolizar aquel papel que buscaba el hábil jugador que la que toca esta banda: una metralla revitalizante, aunque amarga y desgarradora. Emociones idas cuando la línea blanca se terminó para Charly, pero recobradas en la música, la que en definitiva es su droga.

La aparición de la segunda bailarina para "Pasajera en trance", y su vuelo ascendente sobre el público (con un arnés, claro), darán en la tecla: podría ser el propio García elevándose para dar una tercera hora de show en ascenso directo, llevando la calidad a un pico cuando Pedro Aznar se haya sumado, si los invitados no cambian. Antes, y si es que va al Luna Park hoy, podrá oír "Raros peinados nuevos", "I Feel Much Better", "Vicio", "Nuevos trapos", "Estoy verde" y "No voy en tren". Difícilmente, eso sí, Charly quiera repetir el tropezón en escena durante "Deberías saber por qué" y ese chascarrillo hecho al Negro García López: "¿Sabés Negro por qué uno se cae? ¡Para levantarse!".

Ojalá usted tenga el placer de asistir a un final tan memorable como ése que sumó a Aznar para "Perro andaluz", una genial (cualquier otro adjetivo es impreciso) obra maestra en manos de Aznar, García, Lizarazu, el Negro y el Zorrito. Y ojalá no se pierda la inesperada "Seminare", anclada mucho más allá del 28º lugar de una lista de canciones, en miles de gargantas en combustión.

"No se va a llamar mi amor" y "Rock & Roll Yo" serán, entonces, algo así como el postre. Tal vez acompañadas de "No toquen". Solo "tal vez", porque el miércoles no la tocó. Tampoco hizo falta: el show, sobre todo en la segunda parte, subió escalones con talento y esfuerzo, ubicándose musicalmente bastante por encima del Concierto Subacuático. Tal vez por esa tranquilidad, García tan solo admitió la imposibilidad: "Chau, no doy más". Al costo que tuvo dar más, mejor así.

Por Luis Paz

Fuente: Página 12

Fotos del Luna Park 17/03/2010

Del show del día 17/03/2010 en el Luna Park las siguientes imágenes. El agradecimiento enorme al fotógrafo Facundo Gaisler para gigriders.com desde DigiReflex




















jueves, marzo 18, 2010

Charly García en el Luna Park: nuevos trapos

final de un ciclo. En lo que fue su mejor recital desde su regreso en Perú, Charly García volvió al Luna Park, quizás el lugar, junto con el estadio de Ferro y el Teatro Gran Rex, donde brindó sus shows más recordados y perfectos (desde el Adiós Sui Géneris hasta la presentación de Influencia, pasando por los estrenos de Clics modernos y Piano Bar). Un concierto memorable, con un Say No More de un humor brillante, más activo en escena, y con un grupo de apoyo aceitadísimo.

Ya en el inicio, el telón prometía sorpresas: figuras femeninas que se asomaban a contraluz en el aire, llevando al indoor la puesta en escena que Pichón Baldinú había planeado para Vélez Sarsfield, y que quedó malograda por la lluvia. Acto seguido, el telón que cayó, y todos los músicos enfrascados en sendos trajes plateados, que volaron en el preciso instante en el que el Bicolor salió al tablado. La lista de temas de García fue casi la misma, pero con variaciones en el orden. Así, la apertura fue con "Demoliendo hoteles" y no con "El amor espera", salió del set "Canción de 2 X 3" (una pena) y llegaron "Filosofía barata y zapatos de goma" y la olvidada "Nuevos trapos" ("Un tema de cuando era moderno"), y hasta hubo un estreno: "La medicina", puro soul nacional de la mano de un gran solo de Hammond del Zorrito Vön Quintiero.
Volviendo a la puesta en escena, un andamio elevó a García en "No soy un extraño" hacia los techos del Luna Park y, en "Pasajera en trance", dos bailarinas surcaron los aires del lugar sujetadas por arneses. Espectacularidad para un show que quiso trascender lo musical, y lo logró.
Además, los invitados. Tras una potente toma de "Fanky", León Gieco subió para hacer "Los Salieris de Charly" (luego del estribillo "Somos del grupo Los Salieris de Charly, le robamos melodías a él" un jocoso García se preguntaba "¿A mí?") y "El fantasma de Canterville" (fuera de programa, o como dijo Charly, "Me entusiasmé y esto es una zapada"). Y en los bises, tal como ocurrió en Mar del Plata, Pedro Aznar ("Uno de los Beatles argentinos") interpretó "Perro andaluz", y el fantasma de Serú Girán dijo presente en la noche.

Más allá de la lluvia, el estigma García de los últimos tiempos ("El próximo show lo vamos a hacer desde una gruta"), estos dos recitales en el Luna Park, tal como decíamos en un comienzo, son la última etapa al menos de esta gira de "regreso" de Charly. Ya no hay nada que probarle a nadie: todo esta muy bien encaminado, y no hay señales de despiste. ¿Cómo sigue el futuro? No lo sabemos. Quizás un nuevo disco, por ahí más recitales con otra lista para ganar más confianza. Lo que sí sabemos es que, después de este Luna Park, para Charly García todo parece ser para mejor. Say No More, vamos al corte comercial, y adelante estudios centrales.


Por Pablo Strozza
Fotos de Leo Vaca

Fuente: Rolling Stone

Charly García Volvió con Todo al Luna Park

Charly García volvió con todo al Luna Park. Casi tres horas de show, un set de 30 temas y una escenografía que no había podido mostrar en Vélez, fueron condimentos de una noche única para sus fans que acudieron a verlo en el mítico escenario porteño.Aquel Luna Park que lo vio despidiendo a Sui Géneris, ahora lo recibió como al hijo pródigo que siempre se espera. Unos 7.000 fans desafiaron una vez más la lluvia (muchos habían estado en aquel retorno pasado por agua en Vélez post rehabilitación) y entraron con demoras al estadio de Corrientes y Bouchard. Pero tuvieron premio con un García inspirado que repasó toda su historia musical.La ceremonia arrancó con clásicos de su etapa solista como Demoliendo Hoteles, Promesas sobre el Bidet, El Rap del Exilio, No Soy un Extraño y Cerca de la Revolución.
Siguiendo en esa tónica arremetió con Filosofía Barata y Zapatos de Goma, Vía Muerta, La Medicina y Funky. Luego fue el turno de León Gieco, que entró para compartir con su viejo compañero de ruta rockera Los Salieris de Charly.
Y la multitud deliró con las versiones 2010 de Adela en el Carrousel, El Amor Espera, Rezo por Vos y Yendo de la Cama al Living. Ya cuesta abajo, en el recital desfilaron los temas Pecado Mortal, Influencia, Llorando en el Espejo, Pasajera en Trance, Raros Peinados Nuevos y Me Siento Mucho Mejor, significativo título para el nuevo Charly.

El tramo final


Vicio, Nuevos Trapos, Estoy Verde y No Voy en Tren cerraron el recital, para luego poner broche de oro con los bises Deberías Saber Por qué, Perro Andaluz, No se va a Llamar tu Amor, Rocanrol Yo y No Toquen.

Un acierto fue la puesta en escena, con la escenografía a cargo del mismo profesional que trabaja con el grupo teatral De la Guarda. Esa que no pudo mostrar en Vélez por la intensa lluvia. Así, música, puesta y la inoxidable personalidad de Charly cerraron una noche inolvidable para la legión Say No More.

Fuente: http://www.popularonline.com.ar/nota.php?Nota=504629


miércoles, marzo 17, 2010

Siempre toqué en marcas importante

Desde que a mediados de los 80 Miguel Zabaleta, del grupo Sueter, lo rebautizó Vön Quintiero, su vida cambió para siempre. A los 19 años, en 1985, fue "el cuarto Soda Stereo"; dos años más tarde, Charly García lo sumó a su banda Los Enfermeros y luego, tras una década a las órdenes del bigote bicolor, pasó a formar parte de Ratones Paranoicos. "Siempre toqué en marcas importantes -dice- y quizás eso, en algún punto, me haya perjudicado en el momento de emprender un proyecto propio". Luego de una hora de charla en la que recordó lo difícil que fueron los primeros días tras la internación de Charly, de su tratamiento, de su recuperación y de los shows que ofrecerá García hoy y pasado mañana, en el Luna Park; luego de dialogar cómodamente de cocina, de fútbol, de rock y de televisión, Fabián Quintiero -desde hace tiempo conocido como "Zorrito" o "Zorro"- se anima a pensar su pasado.

"Toqué con mucha gente -sostiene-, pero no tengo... ehhh, cómo decirlo... no tengo acciones de algún negocio que me permita vivir solamente de la música".

-¿Por qué?

-A ver, repasemos: con Soda Stereo fui siempre un músico invitado, jamás iba a entrar al trío. El trío era hermético, para la imagen y para el negocio. Ellos lo tuvieron en claro y me lo transmitieron. Por eso también decidí irme a tocar con Charly. Además, quería aprender y cambiar, pero bueno, con Charly... las acciones las tiene él. Y si bien con los Ratones tuve una situación más de banda, yo me sumé a un grupo ya consagrado, no era mi historia.

-¿Nunca te lo propusiste?

-Yo creo que el hecho de no cantar me limitó bastante y reconozco que quizá me dispersé en muchas cosas en vez de hacer la mía. Además, al estar acostumbrado desde pendejo a tocar en marcas importantes, en escenarios grande y todo a lo grande, quizás haya sido difícil para mí tener que salir con la mía y arrancar de abajo. Cuando pude haber hecho algo, después de grabar el U nplugged con Charly, hice televisión (el programa Gustock , en MTV), abrí un bar (el primero de muchos, el Soul Café) y son cosas de las que también estoy muy orgulloso. Quizá no hice un disco, pero hice un restaurante que fue un lugar de encuentro para los rockeros. No toqué con Spinetta, pero el Flaco viene a comer a mi restaurante y me dice: "Ese pulpo que hacés no existe, me inspira". Y yo me vuelvo loco, no te voy a decir que sea como tocar con él, pero para mí es un honor y estoy contento. Esa es mi parte italiana, a la que le gusta comer y agasajar al amigo con una buena comida.

El regreso

En 2008, sin planes musicales a la vista, Charly García lo volvió a llamar para que se sumara al "operativo retorno", tras seis meses de internación. "Creo que me llamó a mí porque sabía hacer el trabajo de tecladista de Charly, porque lo había hecho, porque me gusta hacerlo. Tocar todos esos arreglos y esas armonías es un lindo laburo como tecladista."

-En todo este tiempo, ¿qué fue lo más difícil de esta nueva etapa junto a Charly?

-Lo más difícil fue al principio, la primera vez que fui a la clínica; entrar a un lugar donde pasás por tres puertas y las cierran con llave detrás tuyo, ¿entendés? Y cuando entré, Charly estaba en una pieza con rejas. Yo le llevé un teclado y quizá también ese hecho signifique mucho para entender por qué hoy estoy con él: le llevé un teclado que usaba en la época que tocaba con él y unos auriculares. Charly me abrazó, lo abracé y no nos dijimos nada. Lo primero que dijo fue: "Enchufalo". Se puso los auriculares y empezó a tocar. Ahí me mostró parte del tema "Deberías saber por qué". Fue un momento emocionalmente difícil. Después todo se acomodó y creo que aporté lo mío de la mejor manera que podía: armando un set de teclados que suena como él quiere.


-¿Van a grabar temas nuevos?

-Ya grabamos cosas en Luján, pero bueno, él habla de un disco nuevo porque sabe que es parte de lo que hace un artista. No es fácil, él mismo dice que es difícil porque tiene un standard muy alto de composición y no va a hacer cualquier cosa. Por eso no creo que grabar un disco sea lo más inmediato. Charly está más entusiasmado en viajar, que en grabar. Y está bien que así sea. Se merece un descanso después de 40 años regalándonos canciones.

Por Sebastián Ramos

El Luna Park, un clásico del rock argentino.

El "Zorrito" dice que en los shows del Luna Park "se va a poder mostrar completo el cuento que habíamos ideado para Vélez", que no se pudo ver debido a la tormenta. "Habíamos trabajado mucho para ese concierto. Hicimos 70 ensayos antes, incluyendo algunos con la puesta que finalmente no se pudo hacer. Por eso creo que con estos shows vamos a cerrar el círculo."

-¿Cómo está García?

-El ahora más que nunca es el director de la orquesta. Por cómo está en esta etapa de su vida, más tranquilo, menos eléctrico, digamos, va mucho de director. Incluso durante un tema hace un ademán de director de orquesta que me parece que lo pinta muy bien en este momento. Ahora escucha todo y nos dice qué es lo que quiere. Antes cada uno hacía lo que quería, porque Charly estaba en su propio viaje, pero ahora te escucha... Igual, es terco como él solo. Cuando tiene una idea es muy difícil que cambie de opinión. Con lo cual, lo que quiero decir también es que nosotros estamos bajo sus órdenes y no al revés, como muchos piensan. No se hace nada que él no quiera. Ni cosas del negocio ni la lista de temas ni los arreglos ni las ideas del show. Bueno, es Charly García y se impone. Tiene con qué ser terco.

-¿Después de estos conciertos, cuál será el próximo paso?

-Hay que ir despacio, él todavía está bajo tratamiento. No lo dejó ni se rebeló y eso también es nuevo para él. En el pasado ha probado tratamientos y se rebeló. Ahora, en la intimidad, jamás me dijo "sacame de acá, no quiero más esto". Es un tipo grande, de 58 años, y se dio cuenta de que tuvo ciertos excesos. Dejó la joda por completo, está con su pareja, va al cine, hace natación y llega al ensayo antes que nosotros. La verdad, no sé cómo sigue la historia. Lo único que te puedo decir es que estos conciertos son muy importantes para él.

-¿Y para vos?

-A mí lo que me mueve es que será la primera vez que toque en el Luna con Charly, un lugar en donde lo fui a ver muchísimas veces como público. De hecho, cuando tocamos el año pasado yo prefería hacer cuatro shows en el Luna que uno solo en Vélez. El estadio es eyaculación precoz. Yo me quedo toda la vida con ir cuatro veces al Luna, estacionar el auto, bajar a los camarines, cambiarme, escuchar a la gente cuando se apagan las luces, subir, tocar, terminar e irme a comer una pizza por Corrientes. Eso es un clásico del rock argentino.

Ayer y hoy, los tres enfermeros de Charly

"El primer día estuve solo con Charly y comenzamos a ver qué era lo que quería hacer después de la internación en la clínica; al otro día llegó el "Negro" García López y al día siguiente se sumó Hilda [Lizarazu]. Revisamos los temas, limpiamos los originales y lo ayudamos en todo lo que podíamos", recuerda Quintiero sobre los orígenes de esta nueva banda, que acompaña a García desde mediados del año pasado.

-¿Y cómo funciona el ensamble con el trío de músicos chilenos?

-Charly siempre quiso juntar esas dos situaciones: la banda con la que tocó antes de la internación [Kiuge Hayashida en guitarra, Carlos González en bajo y Tonio Silva Peña en batería] y nosotros, que habíamos sido la banda con la que más años tocó. Yo al principio no lo veía, pero Charly siempre defendió la idea de juntarnos. Son dos bandas mezcladas, distintas, que sólo Charly puede dirigir juntas.

-¿Cuáles son las mayores diferencias entre este reencuentro y aquella primera formación de Los Enfermeros, de 1986?

-En esa época yo recién empezaba, tenía 20 años y tocar con él era todo ilusión, aprendizaje total. También era una época en que nos veíamos mucho más fuera del escenario, íbamos mucho a su casa, íbamos a comer, salíamos todas las noches, íbamos a Prix D´ami, curtíamos más juntos la vida en general. Hoy las cosas son distintas, estamos más grandes y cada uno puede tener su historia aparte. Además, aunque lo sigo respetando como siempre, ya no le tengo el miedo que le tenía en aquellos años. Cuando arranqué, su palabra era lo único que valía. Por ahí tenía que salir con alguien, ir al cine o lo que sea y no te dejaba ir del ensayo. Nadie se animaba a decirle nada, ni se discutía. Ahora te escucha más. Además, otra diferencia importante es que en aquella época estaba [Fernando] Samalea. A todos nos hubiera gustado que él tocara la batería, pero ya estaba comprometido con Cerati.

Fuente: La Nación

domingo, marzo 14, 2010

Charly se presenta en mayo en Israel

Embajador. O algo así. Esta etapa de "vuelta" de Charly García rebasó los límites de Latinoamérica y lo tendrá presentándose en Israel. Charly tocará el 12 y el 13 de mayo en el espectacular Anfiteatro Caesarea, de Haifa. Ojo, que es descubierto. Que no te llueva esta vez como en Vélez, García. Igual, el bicolor tiene puesta la cabeza en otro lado: después de cerrar la décima edición del Cosquín Rock ante más de 17.000 personas (en febrero), hará dos Luna Parks. Ya lo sabían: tocará allí el 17 y el 19 de marzo, a las 22. En Israel, se supo, se dedicará a repasar los clásicos de su carrera. En el Luna, en cambio, mostrará un tema nuevo y se presentará junto con algunos músicos invitados.






Fuente: Clarin

sábado, marzo 13, 2010

Charly García con Gillespi

Finalmente en el día de ayer, viernes 12/03/2010 salió al aire el programa especial de "Falso Impostor" de FM Rock&Pop acerca de Charly García, repasando todas las etapas del músico y acompañando cada una de ellas con una entrevista de la época.


Fuente: DIOS

jueves, marzo 11, 2010

Charly vuelve a tocar

Luego de su exitosa presentación en la 10ª edición del Cosquín Rock, el genial intérprete y compositor Charly García volverá a reencontrarse con sus seguidores los días 17 y 19 de marzo, a las 22, en el mítico Estadio Luna Park.

En estos shows, el multifacético artista tendrá una sorpresa para sus fans ya que aquellos que presenten su entrada los días de los conciertos podrán llevarse una tarjeta musical con cinco temas del Concierto Subacuático.

Según se adelantó, en el Palacio de los Deportes García sorprenderá con un repertorio diferente ya que no sólo estarán los clásicos de siempre sino que además estrenará en exclusivo una nueva canción y contará con la compañía de grandes figuras invitadas.

Además el público podrá ver la sensacional puesta en escena y los efectos creados por Pichón Baldinu que no pudieron realizarse en Vélez, en el mes de octubre pasado, debido al mal tiempo.

Por Carolina Croci

Fuente: Infobae

viernes, marzo 05, 2010

Esta noche en el programa de radio "Falso Impostor", Charly García

El conductor del programa y trompetista "Gillespi" - quien compartió con Charly García innumerables zapadas - ayer le grabó una nota que hoy comenzará a reproducir en el espacio que posee en la emisora de FM "Rock & Pop". La cita es a las 19 horas en el 95.9 del dial.
Para escucharlo online ingresa al site de la radio o bajalo mañana del blog "Lo mejor de los Medios".













Fuente: cinemaveritesnm

A 28 años de 'Adiós, Serú Girán'

Hace 28 años Serú Giran, una de la bandas de rock más importante de la escena argentina, comenzaba a despedirse de los escenarios con 2 conciertos en el estadio de Obras. Fueron los días 6 y 7 de marzo de 1982 en los que Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro brindaron el espectáculo 'Adiós, Serú Giran'.

Para recordar a Serú Girán dejamos 3 canciones: 'Peperina', 'Cinema varieté' y 'Esperando nacer'.







Fuente: Nota completa, post de hace 1 año

martes, marzo 02, 2010

Charly García dio "El batacazo"

Este fin de semana Charly García dio "El Batacazo". El músico fue a ver la obra protagonizada por Mauricio Dayub y Osqui Guzmán que sigue llenando la sala del Chacarerean Teatre, en Palermo Hollywood.
Ambientada en las cercanías de un Parque de Diversiones, los personajes se enfrentan a un complejo juego de azar, intentando atraer el imán de la suerte. Una mágica noche en la que Cobra y el Nene, intentarán dar "El Batacazo".





Fuente: Laubfal