lunes, septiembre 29, 2008

Charly mejora y podría salir

Una orden judicial podría permitir que en muy poco tiempo Charly García abandone la clínica Avril, donde está internado desde el 31 de julio.

Sin embargo, aunque para alegría de muchos la externación es inminente podría hacerse efectiva a partir de la semana que viene y no a finales de ésta, como se especulaba ayer a la mañana. El núcleo más cercano al músico —entre los que están sus colegas Nito Mestre y León Gieco y otras cuatro personas— está esperando indicaciones precisas de la doctora Bossio sobre cuándo y dónde llevarlo.

"Charly está bien, logró recuperar algo de peso porque está comiendo bien —aunque no subió los 15 kilos de los que se hablaba— y terminó con un tratamiento odontológico que viene cumpliendo hace años", le aseguraron a Clarín fuentes cercanas al músico. Y coincidieron: "Lo que más necesita es tranquilidad. Por su bien y para que se pueda recuperar pronto, es necesario que todos se calmen, que se bajen las revoluciones sobre su salida que será absolutamente controlada. El está mejor y ya no hay razón para que permanezca en Avril, pero eso no significa que se pueda ir a su casa sin ningún tipo de control".

Entonces, ¿a dónde van a llevarlo? Según trascendió, una posibilidad es que el lugar elegido sea la quinta que Palito Ortega tiene en la localidad de Luján. Y no sería descabellado. Por un lado, Charly ya estuvo hospedado allí; por el otro, el lugar cuenta con un estudio de grabación, cosa que le permitiría pasar su tiempo haciendo lo que le gusta: música. Pero claro, teniendo en cuenta el hermetismo con que se está manejando el tema —aunque se entiende que sea para protegerlo, ya que hay un pacto de confidencialidad firmado en el juzgado—, es probable que busquen algún espacio que sea menos "cantado".

¿Cómo está pasando sus días el señor Say No More? Relajado, levantado y tocando su teclado, que se lo llevaron especialmente a la habitación.

Charly llegó a Avril, que es la misma clínica neuropsiquiátrica de Almagro donde alguna vez estuvo internado Diego Maradona por sus adicciones, desde el Sanatorio Güemes. Allí había ingresado con un cuadro febril agudo, que después se agravó por una neumonía.

Pero los problemas para él habían arrancado antes. En junio, en Mendoza, se peleó con uno de sus colaboradores y provocó destrozos en el hotel donde se estaba alojando. Después de ese episodio, Charly tuvo una crisis nerviosa y fue internado por orden judicial Después de un mes y medio en la clínica de salud mental Dharma, de Parque Patricios, Charly García siguió su tratamiento en Luján, en el campo/estudio de Palito. Y volvió a tener otra crisis.

En julio, durante una entrevista con Clarín, su compañero de Serú Girán, Pedro Aznar, contó: "Lo fui a ver y estaba sedado. Creo que va a llevar tiempo y esfuerzo. Esta vez fue bravo: un juez dijo 'hasta que este tipo no esté bien y no sea seguro dejarlo salir, no sale' Estos no son tratamientos de dos días".

Es evidente que éste no fue un año fácil para Charly, pero ojalá que todo el esfuerzo que está haciendo marque el inicio de una recuperación a largo plazo. Así lo desean sus fans, que hace pocas semanas armaron una suerte de "cadena" para mandarle energía a su ídolo y desearle una pronta mejoría. Entonces su colega y admirador, Fito Páez, tocaba en La Trastienda. Y le dedicó el recital a su amigo.-

Fuente: Clarin

viernes, septiembre 26, 2008

Charly está mucho mejor y tiene un nuevo "look"

El músico Charly García, quien se recupera por adicciones en una clínica psiquiátrica, experimentó una gran mejoría en su estado por lo que ahora espera una orden judicial que posibilite su traslado a la quinta de Ramón "Palito" Ortega, en la localidad bonaerense de Luján.

Allegados al intérprete revelaron a DyN que el músico ya "recuperó 15 kilos de peso", cuenta con un nuevo par de anteojos para mejorar su visión y cumplió un tratamiento estético de odontología".

Los voceros dijeron que el estado general de salud de García "mejoró notablemente" y señalaron que esa situación alienta su posible externación.

Además, resaltaron que un estilista le realizó un "nuevo y moderno corte de cabello".

García había sido alojado el 31 de julio en la clínica psiquiátrica Avril, en el barrio porteño de Almagro, por una orden judicial, tras permanecer internado por un "cuadro febril" en el sanatorio Güemes de esta ciudad.

La jueza María Rosa Bosio ordenó su traslado luego de evaluar un electroencefalograma y la resonancia magnética que le dieron detalles del estado de la salud "mental" del músico.

El centro de desintoxicación e internación psiquiátrica breve fue elegido por la jueza para sometar a García a una rehabilitación por su adicción a las drogas, según fuentes médicas consultadas por los motivos de su ingreso a la clínica.

García había provocado el 9 de junio varios incidentes en un hotel de Mendoza, luego de un concierto brindado en provincia.

Luego, fue internado en una clínica de esa ciudad por las lesiones sufridas, una herida cortante leve, al golpear a un colaborador y destruir parte de las instalaciones del hotel.

Además, en esa clínica se le diagnosticó neumonía. Recuperado de esa enfermedad pulmonar, el intérprete de "Say no more", fue trasladado el 12 de junio en un avión sanitario al hospital Argerich de Capital y se lo ubicó la sala Presidencial de internación.

Tras varios días de tratamiento, García dejó de ser sedado y su respuesta fueron amenazas con el fin de abandonar el hospital que derivaron en lesiones a su cuerpo e intentos de suicidio.

Eso motivó que autoridades de Argerich denunciarán a García ante la jueza Bosio, quien ordenó el 14 de junio la internación del músico en la clínica psiquiátrica Dharma.

Debido a la buena evolución y a pedido de familiares y amigos el juzgado ordenó, tras una evaluación médica, la externación de García a una quinta en Luján propiedad de Ortega.

Fuente: DyN

lunes, septiembre 15, 2008

Parte de la religión


Se te ve bien, García. ¿Estás bien realmente?

Sí, totalmente.

¿Qué te pasó? El año pasado estabas como terrible...

No pasó nada; hice el disco y puse ahi toda mi energía. Todo el proceso de hacerlo fue muy feliz; empezar a grabarlo acá fue muy lindo, aun con un poco de locura capitalina fue recreativo. Lo de Brasil fue genial porque grabábamos día por medio; así que íbamos a la playa y qué sé yo, y ahí pshhhl, paré un poco el nivel de cabeza, entramos en frecuencia brasilera... Y ahí ya estaba todo bien, los Paralamas... todas esas sesiones que eran como una responsabilidad se hicieron muy agradables, con mucha participación de todo el mundo. En New York siguió el placer máximo; ahí grabé casi todo de nuevo. Y la pasábamos muy bien; a veces nos mirábamos con Mario (Breuer) o con Fernando (Samalea) y decíamos “¡Uy, cuántos problemas!”, como diciendo “No tenemos ningún problema... qué hacemos ahora?” Y era así, está todo bien, todo bien, todo bien. Y el LP. terminó así, en una onda está todo bien.” Después volví a Brasil a hacer una presentación informal —que fue bastante formal— en un boliche, fue toda la prensa, los músicos, se repartieron cassettes... El LP. está saliendo allá simultáneamente que acá. Y bueno, por eso estoy como más relajado; sé que el disco está bien. Hubo un pequeño problema con el corte, que ya estamos arreglando porque la idea es que al pibe que lo compre se le vuele. la cabeza. Como está planeado que suceda.

Hace un tiempo comentaste que en toda la etapa creativa de “Piano bar” estuviste encanutado en tu casa, sin salir. ¿Cómo fue el proceso de “Parte de la religión”?

Supongo que fue igual. Ya que lo mencionás, sabés que estuve pensando en eso; el año pasado estuve igual, onda “no me sale nada”. Y de repente sale una cancion y después una atrás de la otra; parecería como que tengo ciertos procesos creativos de dos o tres meses en que salen cosas y otro tiempo en que me agarra como fiaca de escribir ¿no? Como que no tengo interés... Pero siempre hago una melodía que otra y se ve que eso queda grabado en el inconsciente después sale todo junto. Son como las estaciones: hay un otoño en el que no pasa nada, una primavera al mango, un verano...

“Y en invierno nos queremos morir...”

Sí (risas), No me gusta el invierno.

¿Sentís todavía esos raptos de omnipotencia de “No voy en tren”? Esa mano de no querer a nadie, no necesitar a nadie, me la banco solo...

Sí, todavía los tengo. Creo que los voy a tener toda mi vida. Es parte de la religión; también tengo mis grandes depresiones, para compensar. Ahora estoy en un momento más equilibrado; pero a veces la estupidez mía, o cuando veo la estupidez en los demás... bueno, un poco lo que dice el tema es eso ¿no? Que no me agarren, no me aten a la mediocridad, si yo puedo ir más rápido, puedo saber más. Es como aquel pibe en la escuela que está en 2° grado y podría estar en 4 ¿viste? Y siente que por acompañar a todos los demás se aburre, y tiene que hacer concesiones y eso. Cuando yo vi “Modern Clics” sentí eso; pensé que estaba todo bien, que era un LP. buenísimo, y llego acá y me empezaron a atacar... Eso me dio como.., no sé, mi contestación a eso fue:
“Ustedes son unos burros, no saben nada; ya van a ver que de acá a un año les va a parecer genial.” Lo que pasó es que yo era una especie de monstruo respetado; ¿cómo iba a hacer música bailable? A mí no me parecía tan ilógico, pero bueno, pasó eso. En esos momentos o me deprimo mucho y no salgo de mi casa o digo “Cállense, escuchen y no rompan las pelotas.”

¿En qué otros momentos sentiste eso, como que estabas tres pasos más adelante que el consenso general?

Nunca sentí que estaba más adelante; sí que tenía la posibilidad de expresar lo que me estaba pasando con mayor velocidad que otra gente. Se me ocurre una canción, voy y grabo un disco; por ahí a un tipo que está en su casa se le ocurre lo mismo y todavía no tiene un contrato de grabación. No me siento más adelantado, simplemente voy al día con lo que me pasa; y encima no tengo un compromiso “ideológico”, un cuarto en el que moverme y que si salís de ahí ya no sos vos. Tengo un compromiso conmigo y con la gente, pero no pasa porque de mí se espere música psicobolche, por ejemplo.

Bueno, eso lo estuvimos charlando en La Falda en relación a Tango. Yo te dije que me parecía una especie de bache no porque- de-vos-espere-algo-que-me- mate-sí-o-sí, sino por ponerlo junto a lo que viniste haciendo. Me dijiste “Y bueno, negro, soy humano.”

Sí, fue un delirio y ya pasó. De todas formas me sigue gustando “Pasajera en trance”; lo voy a tocar en vivo. Creo que Tango es un lindo L.P., lo que pasa es que si lo analizás con los otros tiene miles de cosas que van en contra; ya desde la base que es corto. Incluso vimos que había que venderlo a un precio intermedio entre un simple y un LP, pero como la compañía no tenía un catálogo para eso lo sacaron como LP. Eso también atentó contra la buena recepción del disco, por más que vendió bien. Tiene un par de temas buenos, pero estoy de acuerdo con que fue hecho medio de apuro.

“Tu amor me salva y me sirve”, decís en otro momento de “Parte”. ¿Qué pasa con el amor en esos momentos de omnipotencia de los que hablábamos? ¿Desaparece en tus momentos de delirio?


No... Yo cuido mucho a mis amigos, por ejemplo. Quizás al no tener una familia yo -que no vivo con mi mamá, estoy separado y no tengo una mujer y un hijo, mi novia, por decirlo así, vive en Brasil— creo que suplanto mucho de eso con el trabajo y los amigos. Pero hay veces que estás en momentos muy densos y lo único que te salva es una persona o un amor. En este caso no interesa quién sea, pero... ¿viste cuando decís “quiero ver a esta persona porque es la única que me puede entender”? ¿O la única persona con la cual estoy en una habitación y no siento que me perturbe? Porque muchas veces cuando estoy así no salgo a ver a mis amigos, ni nada, porque no soy ese tipo de persona que les guste ir “alquilando a los demás”, como dicen los brasileros. En general me gusta dar energía más que chuparla. La letra de ese tema salió compulsivamente; por ahí ahora entiendo lo que quiere decir.
Me parece piola la actitud de decir “necesito tu amor”. Es raro en mis letras decir “necesito”; tengo una que dice “Necesito alguien que me emparche un poco” (Vida, Sui Generis, 1972). Esta es la segunda vez que lo digo. Pero está bien, me parece maduro que si te estás ahogando pidas ayuda.

El contraste de ‘No voy en tren”.

Claro. Bueno, la letra de “No voy en tren” también salió compulsivamente. Incluso la última parte la compuse en New York, lo que de chico tocando el piano era un animal, o lo de la Cruz del Sur, que de alguna manera le da una onda romantica: sería de una persona que está en otro lado ¿no? Me agarró la onda de “Yo soy argentino, y la Cruz del Sur...” (risas). No es una cosa de asco, pero viste que a veces te levantás en Buenos Aires y está todo mal? El tachero está mal, todo mal, es una forma de decir “¡Váyanse a la puta que los parió! Yo quiero divertirme! Por qué me van a arruinar el día?”

Lo que te pasó con “Clics”.

Claro! Por qué tengo que estar todo serioo y hablando de los muertos, si ya hablé en su momento, cuando eso estaba pasando? Ahora está todo bien, todo el mundo se rie de... Buenísimo

Estaba todo mal y sacabas “Clics”; en plena euforia de la democracia sacás “Plano bar”, que es más bien abajo... ¿Por qué siempre vas en contra, pibe?

(Risas), No sé... ahora que lo decís, no sé. Este disco fue conscientemente para arriba, porque quizás pude haber estado un poco oscuro, necesitaba un poco de luminosidad y hacer un disco que le transmitiera eso a la gente. Pero hay algo típico en mí: muchas veces estoy conversando con alguien que no conozco y empiezo a discutir algunas cosas, aunque comparta lo que el tipo piensa, simplemente para ver qué va a pasar, adónde va la conversación. Eso genera una confusión, me gusta.

¿Estuviste en contra del pueblo con lo del golpe?

(Risas). Nooo! Estuve en la resistencia! (Más risas). Fui a la Plaza el jueves, estuvimos ahí un rato con un grupo de amigos, nos encontramos con Moura, charlamos, tomamos una sidrita por ahí... ese día era como que me preocupó mucho, después, cuando fui a la Plaza habiendo tomado un par de sidras, me parecia que era todo una payasada, que estaba todo bien. Después me preocupe de nuevo y sigo un poco preocupado. El domingo, cuando Alfonsín dijo que iba a buscar “el asunto” y volvía (pausa y risotadas) “iEspérenme que vuelvo!, Pero volvió y me encantó. A la noche fui a tocar a Barrancas de Belgrano, me divertí mucho: armamos una banda improvisada con Samalea, Lupano y Von Quintiero, Gaby, Laura e Hilda en coros. Ahí me dí cuenta que la gente tenía una onda conmigo muy buena, muy de respeto, y eso que había bastante gente mezclada ¿no? Pero me escucharon bien, no me tiraron nada, me aplaudieron muchísimo.

Como este año en La Falda ¿no? (Risas). Eso me sorprendió de vos, ves? De pronto este año tuviste mil motivos para rayarte y como que te cagaste de risa de todo. ¿Cómo va tu terapia?

(Risas). ¡intensiva! No, ya estoy curado... parece. No, tiene todo que ver. Hasta noviembre yo estaba muy denso: después empecé a componer y la vida empezó a ser maravillosa de nuevo. No iba a ir a La Falda, pero me levanté, vi lindo día, fui a Aeroparque, me tomé un avión, un coche y aparecí en el medio de Córdoba. Y quise tocar los tres días y no me dejaban: sabía que me tenían terror, porque los otros años cada vez que iba era un mano “Demoliendo todo” . Y cuando yo toqué me desenchufaron todo, los mismos tipos de ahí. No me dejaban tocar. Estaba tocando y me sacaban el micrófono. “¡No! iEl Anticristo!” Y la gente no escuchaba nada y lo tomó como una burla, como que me iba a cagar de risa de ellos: en realidad estaba cagándome de risa de mí y de todo lo que pasaba. Me pareció gracioso, en lugar de enroscarme en la de la gente... trataban de tirarme cosas. Fue muy divertido. Otro ángulo de la perfección.

¿Alguna vez te pudriste del rock’n roll? ¿Tuviste ganas de mandar todo al carajo y fuck off con la música y todo?

No, eso nunca. Bueno, eso es lo que dice el personaje de mi película. Ahora estoy haciendo una película en la que soy un enfermero que en sus horas libres toca, en un momento viene una enfermera y me dice “Y. ¿no tocás más? “No, dejame: esto es una porquería. Me aburrí” Pero rio, no me aburría para nada. Bueno, el año pasado estaba aburrido del rock y de todo... bah, de mí estaba aburrido. Pero largar todo.. 5’ yo largo esto no sé qué más hay. No sé qué es largar todo. Sobre todo cuando vos sabés que no te vas a morir de hambre en un par de años: largar todo significa no hacer nada, convertirte en un espectador. Y de hecho lo hice: el año pasado no hice nada, toqué una vez en Madrid, una en Ramos Mejía y otra en Porto Alegre. No es nada. A veces viene bien: cuando estás grabando y vienen amigos a tu casa y ponen un disco a todo volumen, los querés matar. Odiás el rock and roll, todo. Llega un punto en que una canción bonita se transforma en horrible, después de escucharla 50 veces. ¡¡¡Baaasta!!! Pero no hay nada que me interese más; quizás el cine. Pero todavía no sé cómo hacerlo ni nada. Me coparía hacer una película en algún momento.

¿En calidad de qué? ¿Actor?

No, como director; No creo tener talento para actuar. Hago esta película un poco por cope, porque el director me convenció de que era un papel para mí... Pero es algo muy determinado; no puedo hacer cosas como llorar o reírme, o cosas dramáticas, bien de actor. Pero sí creo que tengo talento para hacer cosas que tengan que ver con imagen y sonido. Tomalo con pinzas ¿no? Todavía no hice “el” disco, que me guste completamente, todavía no siento que haya hecho nada; me siento en carrera totalmente. Por ahí siempre digo “Este es mi mejor disco” porque siento que hice algo bien, o que va en ese camino ¿no?

Hace poco leí una nota de Pipo Lernoud en la que decía “la gente todavía no sabe muy bien quién es Charly García.” ¿Te parece que es así, que después de todo este tiempo la gente todavía no te conoce?

Algunos sí, otros no. Tampoco es muy importante. Me parece sí que conocen más de mí de lo que usualmente conocen de Federico Moura, o de Tarantini, como para nombrarte gente conocida. Lo que pasa es que por alguna razón yo en las letras pongo más de mis cosas, y me hice famoso, y tengo una historia al costado. No sé si la gente me conoce, pero sí me entiende. Por ahí en la época de “Clics modernos” te decía que... (piensa) pero era también porque yo estaba un pocó virando de rumbo y la gente iba en una. Bueno, en ese viraje hay confrontación.
Ayer, por ejemplo, yo estaba en un restaurante y viene una abuela y me dice: “Mi nieta te quiere conocer”. Y los que trabajaban eran toda una familia ¿no? Entonces la nieta aparece atrás, una adolescente de 17, 18 años ¿no? Estaba toda la familia, careta, la mina era un poquito más freak, y me dice toda nerviosa; “Me despierto con vos; me acuesto con vos.” (Risas). ¡Nos quedamos todos duros! Me pareció genial... “Me acuesto con vos..,” PUM! Silencio, y el padre la miraba y la arregló con algún comentario. Pero me pareció genial lo que dijo incluso lo voy a usar para alguna canción... No me lo roben! Lo robé yo primero!

Hace poco estábamos analizando una especie de fenómeno que hay actualmente, como que efectivamente “no tengo señales para guiarme”. ¿Sentís que estamos vacíos de pautas, de ejemplos, que todo eso ya venció?

Sí, totalmente. Incluso en el rock, el último ejemplo que fue el punk o el After, para mí ya no es ninguna señal para guiarme. La canción (“Necesito tu amor”) está escrita en un momento bastante oscuro, como que no tenía de dónde agarrarme. De todas formas se relaciona con eso, la escasez de puntos de referencia para poder juntarse con otra gente, puntos creíbles, reales. Bueno, esto que pasó el jueves fue un punto de referencia, se juntó todo el mundo. Pero a la vez sospechás que es todo una mascarada y no se entiende muy bien. Pero dentro de todo fue fuerte, sirvió para algo. Hay pocas cosas por las que la gente se junta para algo; sentí como un ambiente depresivo y disperso. La canción dice que el amor te salva de eso; si podés creer en algo. o tener fe en algo, alguna persona, te coloca por lo menos en el plano de querer estar vivo.


¿Y el “Karma de vivir al sur”? Porqué no te fuiste?

Y, porque justamente el karma es vivir en el sur y no poder irse, porque sos del sur. Si no, no habría karma. (Risas).

Lo que escuché a lo largo del disco fueron no cosas ya oídas, pero sí que me recordaron laburos tuyos anteriores. ¿“Parte” es una síntesis de tus últimos siete u ocho años?

Sí, puede ser que sea como un resumen de eso. O puede ser la reafirmación de un estilo que me empezó a gustar. Cuando hice “Salir de la melancolía” era algo que nunca había hecho; me acuerdo que lo estrenamos y ni uno aplaudió. O “Llorando en el espejo”. temas que no fueron hit, pero son muy García. Te diría que hasta hay cosas de “Instituciones”.

¿Con “las Ligas” qué pasó? Era un proyecto fuerte.

Pasó que Las Ligas se convirtieron en Fricción; Fricción fue Coleman, Coleman se hizo fuerte y yo planteé que eso iba a pasar. Se intentó seguir y no se pudo. Samalea decidió que le gustaba más tocar conmigo y Coleman decidió que quería hacer ese proyecto al mango. Seguimos todos amigos (risas) como debe ser, y todo bien. Pero evidentemente yo no quiero tener más grupos que sean de otros.

¿Y para “Parte” vas a formar una banda estable, un grupo de sesionistas en cierto sentido?

Es lo que pienso hacer ahora. Por eso me estoy tomando mi tiempo y no salgo a tocar mañana; la presentación acá está planeada para septiembre, después de un montón de fechas por Latinoamérica y España. Quiero que eso quede muy claro: como el disco sale por todos lados va a haber que tocar muchísimo, un año o dos, y no va a poder ser que cambie de banda otra vez. Quiero tener una banda fija que sea mía y chau. Tengo varios nombres, me llamaron muchos músicos; lo que pienso hacer es probar mucha gente, no tengo problema en tocar con gente nueva (Se abre la puerta y aparece la figurade Mario Breuer, técnico de aquéllos y socio de García en la producción del L. P.)

¿Qué finalidad tuvo grabar en tres ciudades distintas?

García: Yo no tenía demo del disco, así que me metí a grabar en Panda, donde terminé de componer. Después salió la idea de trabajar directamente sobre esa cinta.

Breuer: Un demo que se va metamorfoseando. El mismo pedazo de cinta ¿no? Lo que hoy es una batería eléctrica chiquita chi-pum chi-pum, la semana que viene va a ser más interesante y allá va a ser terrible. Esa era la idea.

¿Dejaste cosas sin tocar de ese demo?

García: Dejé cosas que vos escuchaste, muchas cosas, pianos, sintetizadores, algunos sonidos...

Breuer: Tuvieron mucho éxito los sonidos de batería; trabajamos con un diskette que tenía unos sonidos muy simpáticos. De hecho hay muchos temas en los que toca Samalea, pero disparando el sonido que traíamos de Buenos Aires

¿En el “Rap de las hormigas” dejaron la batería electrónica y la del batero de Os Paralamas?

García: A ese tema en Buenos Aires yo ya le había metido de todo; tenía dos bajos. efectos por todos lados.. Cuando llegaron Os Paralamas metimos la guitarra, otra parte le bajo (que toca la sequnda mitad del tema) y cuando llegó el momento de la batería nos dimos cuenta que nos quedaba un canal (Risas). Reacción tardia. ¿Qué hacemos? El pibe no había traído la hatería.

Breuer: Armamos una batería en el estudio y grabamos no sólo en un canal, sino con un solo micrófono. Lo pusimos a dos metros de la hatería y tocó todo el tema en la mezcla entra al final, como dando más polenta. Además se toca todo. Y de primera toma. Y ya se sabe qué pasa con algunas primeras tomas... (Risas)

García: Y después fue ir a New York con todo ese material, luego del proceso de desoxidación de neuronas en Río. Llegamos muy pichuchis, muy contentos, tostaditos.., Allá Joe ( Blaney) se hizo cargo de lo que venía haciendo Mario hasta el momento, toda la parte de ingeniería tecno. Hubo una semana en un estudio donde graban los tipos que hacen rap music. Me compré un bajo Rickenbaker y toqué...

Breuer: El dijo: “Yo algún temita que otro toco.” Y quien dice uno que otro dice “Bueno, yo hago un lado”, y quien dice un lado dice “Los dos lados”. Y excepto el Rap son todos bajos de él.

García: Y agregamos guitarras, unas Martin viejas que alquilamos a un muchacho que además traía efectos (risas)... De ahí fuimos a “Midi City”, que es el Emporio del Teclado, y grabamos teclados. Después grabamos la batería acústica con Fernando; compramos una Yamaha No Sé Cuánto, que es lo que usan los pibes ahora, y en dos días estuvo listo. Después agregamos voces, detalles y algunas letras.


García: Sí, llegué con una bola de letras sin terminar. Bueno, lo que de chiquito era un animal tocando el piano salió allá.


¿Y eras un anormal de chiquito?

García: No, tocaba super bien. (Risas) ¡Ahora soy un animal!


Fernando Samalea: Los tambores de García

El resto de la banda “estable” de Garcia en “Parte de la religión”, está compuesto por Fernando Samalea. Asomó tímidamente y nos sobraron diez minutos para sumario a la historia.

“Empecé en Panda; grabamos una referencia básica. Sentí una apertura muy grande de parte de Charly hacia mí. Me volví a sumar al disco después de Brasil, en New York; obviamente grabar con esas posibilidades técnicas es una diferencia enorme, aunque acá hay un nivel interesante. Fue la experiencia más impresionante de mi vida. No sólo por el estudio sino por el disco en sí; lo veo muy simple, muy de canciones, musical... La tecnología no la precisa tanto Charly para su tipo de expresión. Fue también dudar mucho, todo se iba haciendo sobre la marcha y pesaban mucho las opiniones de Mario y Joe. Pero todo en general se hizo sin problemas, muy controlado.

Con Charly hubo un intercambio muy fuerte: él confiaba en la nueva generación de músicos; supo aprovechar todo lo que venía y a la vez nos ayudó muchísimo a nosotros, sacarnos de la lucha del pub y poder disponer de todo... como debe ser cuando la música funciona.


Por Eduardo de la Puente y Sergio Marchi

viernes, septiembre 12, 2008

Yo toqué por los presos politicos


Charly García ya está grabando su nuevo disco, pero sigue hablando del concierto de Amnesty...

A las 4 de la mañana en los estudios ION, lo largo figura de Joe Blaney está desparramada en una banqueta. La mezcla de lo que será, quizás para Navidad, el nuevo disco de Charly García, se ha parado por un rato y la monada escucha entusiasmada los temas que ya empiezan a estar. El vino torrontés que ha traído Carlos García López —el último en llegar, porque se quedó dormido— se evapora de los vasos de plástico.

La monada son Alfi Martins, Charly vestido de rojo y más tranquilo que un alce, Fabián Von Quintiero, que baila como si estuviese en el escenario, Fernando Samalea, el negro García López. El cronista, que esa noche viene como de otro mundo, se despide cuando a escuchada ha terminado y dice que se siente un testigo indiscreto. Joe tiene una risa de hombre bueno todo el tiempo. Es un yanqui en la pampa, pero la pampa le revela secretos que le gustan.

Un poco antes, monólogo de Charly sobre su nuevo disco, en un alto de una noche más en un estudio clausurado para el resto del mundo, en que los instrumentos de la banda están armados como para tocar en vivo, con un aroma o Piano Bar flotando por el aire. Monológo que cortan las preguntas y que termino desbarrancado en Amnesty...

Es como ‘Piano Bar’, pero un poco más refiné. En “Piano Bar’ ni siquiera le pasé los acordes a los músicos. Fueron, una entrada a estudios, grabar, y listo, era ‘a lo que salga’. Acá grabamos doce canciones con la idea de que sea un disco de banda, no de solista. Cuando estoy solo hago discos solo, pero cuando estoy con un grupo y me gusta el grupo me siento como en familia y trabajo en conjunto. Entonces, la idea fue grabar todos juntos, sin que suene tan roquero o tan en vivo como ‘Piano Bar. O sea, una mezcla de ‘Piano Bar’ con ‘Modern Clics’ no? Usar instrumentos naturales y sólo algunos sintetizadores, pero que todo suene a disco, no a audición en vivo en un estudio. Estaba planeado hacer este disco este año, pero hace unos meses yo no estaba seguro de si lo iba a hacer o no, porque no me salía nada, no me salían canciones. La banda estaba trabajando bien, pero no salían canciones.

Entonces, como sé que trabajando baja presión hago las cosas bien, dije bueno, voy a contraer el compromiso, con una cierta condescendencia de la compañía en el sentido de que si no me gusta lo que estoy haciendo, o tiene que salir el año que viene, me dan bola. Hace un mes me empezaron a salir canciones, una detrás de otra. Músicas, más que letras. Rellené algunas músicas con letras en inglés, algo sanateadas, para no tener que cantar ‘la, la, la’ al grabarlas y para tener ideas de títulos. O sea, usé ese inglés ‘guareschol’, donde uno dice ‘ai laviu in de mornin guareschol’ y suena más de disco, porque el inglés uno lo tiene más metido en la cabeza, que si dice ‘te quiero en la mañana mi primor’.

Entonces, empezó a salir música-música-música y me dije: vamos a hablarle a Joe. Y Joe había terminado de grabar con Prince y estaba con Keith Richard. Y le dije ‘O.K., vamos a hacer nuestro disco de este año, porque venimos trabajando untos desde el ‘83, y él me contesto raro’. Entonces le digo ‘¿Y por qué no te venís por acá? Acá hay un estudio así o asá’, porque además quería que conociera el país y participaron por una vez desde el principio, y él aceptó.

Lo que pasa es que en ‘Modern Clics’ me dí cuenta que él me ayudaba muchísimo, poniéndome ciertos límites, dándome buenos consejos cuando se los pedí, respetándome como músico, y nada más que como músico, etc. Y bueno, se vino acá, bloqueamos el estudio y entre los demos que yo tenía y cosas que fueron saliendo acá mismo, empezamos la coproducción del disco. El es el co-director de esta película, y mata.

Grabo naturalmente, sin efectos, como si en lugar de grabar rock grabase una orquesta sinfónica. Y después, por supuesto, en Nueva York pondremos efectos, pero sin empezar con una cosa de sonido grandilocuente, Ahora él se va, graba a un grupo inglés, y nos juntamos en Nueva York el 15 de noviembre, al que espero llegar con las letras terminadas. Vamos a poner allá las voces y con suerte para Navidad el disco está listo.

—No va a quedar ninguna letra en inglés, ¿o si?

—Algunas que hice en inglés me gustaban, pero no es que me puse a hacer una letra en inglés pensando en el mercado americano. Me empezaron a salir cosas, y en vez de “guares-chalguaresnein” me salió “What you need is what you get”. Después, Joe me dio su opinión sobre las letras y me di cuenta que era un poco como si yo les estuviese hablando a los argentinos en inglés y que para alguien que habla inglés eso tenía otro sentido. “What you need is what you get” para un americano es básico, no es nada del otro mundo, y para nosotros es algo bastante utópica. Igual él quiere hacer algunos temas en inglés, para guardarlos aunque sea, pero el disco va a salir en castellano y... bueno, creo que va a triunfar la música sobre los letras. En definitiva, ocurrió que no me dejé trabar por la música, porque yo siempre hago las dos cosas juntas, es como la cáscara y el contenido, y en este caso digamos que perfeccioné la cáscara y sanateé el contenido.

—Pero ya tenés títulos, que de algún modo determinarán las letras...

—Sí, uno es “No me verás en el subte”, y toca Shankar, el violinista que vino con Peter Gabriel. Toca en dos temas del disco. En “No me verás”, grabamos él y yo solos, acá, el domingo, al día siguiente de Amnesty, contra-reloj porque él se iba a los 9 de la noche. Fue impresionante: vino con su doble violín, se tomó sus tecitos, grabamos, salió una cosa alucinante. No tengo la letra, pero tratará de dos colegiales que se hacen la rabona, desde el punto de vista de la chica, tienen un love-offaire en el subte y pasa algo que lo corta. Tambien está una que se llama “Just like a woman”.

—Como el tema de Dylan.

—Si “Ella es sólo una mujer”, que para Joe suena despectivo paro las mujeres y para mi es al contrario. Hay otro que se llama “Fantasy”, que un poco la idea es que “siempre estoy con gente que no conozco, estoy un poco perdido y a la vez estoy solo, porque vivo en un mundo de fantasía un poco eso. Después esta “Wbat you need is what you get”, o sea “Lo que tenes es lo que te merecés”, que voy a desarrollar en una obra larga, asi tipo Dylan, que cuenta una historia. Está también “Vampiro”, que es acerca de esa gente fisurada, que te arruino la noche, que aparece y te empieza a bajonear, que te chupa todo. Después titulos que no tengo la menor idea respecto a que van a ser, como “This Time” y “Ella me va a robar la plata”, y hay uno medio heavy que es “Estoy muerta”. La clave es que la idea ya está.

—Cuál es?

—En la tapa va a haber una foto con una chica y un, ramo de flores, y no dice nada. Ni Charly García ni nada. Es una tapa medio sesentona, setentita..., del ‘69 al ‘73, y el titulo es “Cómo conseguir chicas”. Por supuesto, no dice cómo... se supone que comprando el disco. Creo que además de tener la cosa de ejecución de “Piano Bar” y el trabajo de estudios de “Clics” presenta también una mano lírica tipo “Pubis Angelical”, uno mano romántica.

—Y la posibilidad de que toque Richard?

—Esta dando vueltas. Tiene que ver con las casualidades, con que él esté en Nueva York cuando yo vaya, etc. Pero él le dijo a Joe que si hay algún tema que le gusto se prende y mete la viola.

—Pero él no escuchó nada tuyo...

—No, nada, jamás. Por onda con Joe le dijo que si, que tocaría. Pero así como aparecería Richard, apareció Shankar, a sea un poco por azar y otro por onda.

—Y Joe qué dijo del Concierto de Amnesty y tu actuación?

—El se quedo loco cuando iba conmigo parlo calle y todo el mundo me conocía. No entiende nada... medio que no sabia muy bien qué represento yo acá y otra poco porque eso en Nueva York no pasa ¿no?, ni con Richard, ni con Jagger, ni con Lennon. El vivió un poco de cerca todos los inconvenientes que tuvimos para tocar, él vio como yo le explicaba a Gabriel mi problema, vio como yo tuve cierta simpatías de unos, rechazos de otros, el asunto de los managers, y... se quedó tieso con la reacción de los 75 mil monos cuando yo salí. Y yo salí con cinco líneas de cables, o sea hubo que sacarle micrófono a la batería para ponerle a la guitarra, una onda de salir medio por izquierda, o de pedir por favor, y cuando él vio que, pese a todo, salíamos con una polenta infernal se quedo alucinado. Le pareció increíble todo el circo de Amnesty.

—Vos mismo qué opinás sobre lo que hiciste en el concierto?

—Yo creí que iba a ser otra cosa. Creí que, como en el cartel era por orden alfabético y todos éramos iguales, lo mismo iba a ocurrir en el escenario. Y no me cabían dudas de que yo iba a tocar media hora y Bruce Springsteen dos, pero al menos en un plano de igualdad técnica. Nunca pensé que me quisieran serruchar la banda a último momento, por ejemplo. Pero tengo claro que no lo hicieron contra mí: mandaron un télex diciendo “no local artists”... por problemas de... no sé... Evidentemente, dentro de Amnesty hay gente que está más para cuidar los derechos o los intereses de su artista que de acuerdo con el verdadero objetivo de la gira, o el aparente objetivo, el asunto ideológico. Pasé por todo eso, que te desgasta y te hace mierda y salí a tocar igual al palo. Hubiese tocado con un acordeón, con un ukelele, con cualquier cosa. Yo estoy conforme con mi actitud. Y en el escenario no me escuchaba nada, no tenía retorno. Alfi tuvo que tocar haciendo mímica, porque el teclado de él no se escuchaba, estaba desconectado.

—Bueno, pero ocurre que el público no lo supo, y de lo mal que sonó el responsable pareciste ser vos.

—Es que yo sabía toda eso, que iba a ser así, y quise tocar igual. Los pibes de Amnesty de acá vinieron y me dijeron “Si vos no tocás, nos retiramos” y que sé yo y yo les dije “Ustedes hagan lo que quieran, yo ya estoy en este baile”. Me parece que no quería entrar en lo de llorón subdesarrollado. Sé que si no estaba mucha gente se iba a sentir defraudada e iba a cuestionar a Amnesty, etc. Y yo no cuestiono a Amnesty: cuestiono que Amnesty tenga un sponsor, que haya decenas de managers cagadores, etc. Para mi la experiencia fue lindísima, conocerlo o Gabriel, hablar con é!, que él me diese apoyo cuando se enteró de mi problema, que BilI Graham me ofreciera regalarme un pasaje de avión que me va a mandar para el próxima concierto de los Stones en San Francisco.

—Me parece que estás olvidando que, al menos por lo que se vio o escuchó desde el césped, tu show, en lo artístico, dejó muchísimo que desear.

—Bueno… es lo único que podía hacer. Yo nunca había tenido un escenario tan grande como ese. Entonces, me dije ¿qué hoy que hacer? Había que correr de un lado para el otro para que todo el mundo te viese y eso fue lo que hice. Me importaba mucho más que el hecho artístico, que en la televisión mundial se vea que hay un tipo acá que, en condiciones ridículas, puede mover a la gente. Mas bíen que si hubiésemos tocado con el equipo de Springsteen artísticamente hubiese sido mejor... ¿pero cómo podes sonar bien cuando ni te escuchas a vos mismo o tu tecladista no puede tocar, o la batería tiene un micrófono? Yo ya sabía, si llegué pensando que iba a tocar dos temas con un piano y un sintetizador.

Tengo claro que lo que se escuchó ahí no tiene nada que ver con lo que es un buen show mío pero quise suplantar lo que no tenía con entrega y con sentirme igual que los que venían. Al lado de las desventajas técnicas y bastó la mala educación de alguna gente, no los capos, sino los del medio y abajo, demostrar que soy acá para la gente que se las bancó todas O sea, me quedaban dos cosas: deprimirme y cuestionar. Pero, ¿qué tiene que ver el tipo que esta preso con mi problema técnico?. Creo que el final de la historia esta clara, Amnesty lucha para que salga un tipo, o dos tipos, o mil, de a cárcel, ¿Y qué iba a hacer yo... ? ¿No tocar por ese tipo o esa tipa porque no sonaba bien...? A mi me llamaron, fui, toque y puse toda la entrega del mundo. Si las cosas no estaban bien técnicamente para nosotros no fue responsabilidad mía. Además de todo, nosotros fuimos con nuestros equipos y no nos dejaron utilizar más que el 20 por ciento. Creo que la gente estuvo muy bien conmigo. Al final, cuando hacíamos todos juntos el tema de Marley, yo hacia así con la mano y la gente paraba, y yo sentía que Sting me miraba de costado y pensaba “epa” Mi enfoque es mirar esto desde el lado positivo, porque, sino, hacemos una polémica de una causa noble. Además los equipos son de ellos y punto. A lo mejor yo voy a tocar a Mendoza y un grupo under me pide todo el equipo y no se si se los doy. Lo que pasa es que no quiero echar culpas. Bill Graham me dijo una cosa, le creí, igual que al manager de Joni Mitchell. No podía creer que saliendo en esas condiciones nosotros hubiésemos logrado poner al palo a la gente. inclusive, BilI me pido disculpas por lo que le correspondía de culpa en eso. Hay tantas cosas… no sé, a mi me mandaron crudo a la conferencia de prensa y resulta que los quias de afuera tenían un speech preparado y León y yo no sabíamos qué decir. Me dijeron que Springsteen fue el que no quiso que yo tocara, porque él encontraba a la gente muy cansada, pero yo no sé... un poco prefiero guardar la imagen que tengo de él. No tuve onda con él, tuve con Gabriel y menos con Sting, que es medio distante. Pero la viví bien. Esto de Amnesty primero fue una gloria, después pasó a ser nada y ahora es una cosa balanceada, sin polémicas idiotas. Sé para adentro que había que hacerlo como fuera para ayudar de verdad al proyecto ideológico. No fue el concierto de mi vida, que quizás pudo haberlo sido, ni toqué todo lo que por ahí se esperaba, pero a cambio tengo claro que yo siempre tomé esto, que fue un regalo para mí, con un sentido concreto: actuaba por los presos políticos.

—Y León?

No... no sé que le pasó a él. El estaba bien. Pero no sé si bajó contento. Yo bajé chocho, diciéndome que había corrido con un Citroen contra un Masseratti y que había llegado a la meta.

—Pregunto porque me parece que él te dejó, al tocar sólo dos temas, una parte de su espacio

—Creo que él no tenía muchas ganas de tocar O, quizás, no había ensayado con su banda, no tenía repertorio... no sé. Pienso que también lo de él fue un acto de presencia simbólica, como la mía... pero nunca lo hablé con el. Si me dejó algo de espacio. Gracias, León. Leon es una persona que aprecio muchísimo... pero no me gusta su manager

—Por qué?

—Me echó del camarín porque tiré una botella de agua. Pero con León sentí que estábamos juntos en la mano y lo admire por lo que dijo en la conferencia de prensa, porque puntualizó muchas cosas que a mí se me hubiesen escapado. No se, veo que esto fue infinitamente más allá de lo musical. Lo musical fue para mí verlo a Peter Gabriel, y punto. Un espectáculo increíble y único. Pero el concierto no se hizo para eso, la gira no se hizo para eso. Amnesty junta firmas para liberar a presos políticos: eso avalé yo, eso fue lo que tuve claro al principio, por eso pasé lo del sonido y del maltrato. El buen trato, lo tuve de los capos de la gira, el mal trato de algún idiota de los que siempre hay en el medio.

Un poco después, la conversación con García ha terminado siendo redonda, con Alfie y Quintiero contando detalles increíbles de la trastienda. Blaney, caminando sobre los zapatos que Charly hizo famoso como el enfermero de lo que vendrá, toma apuntes sobre la mezcla, ordenando ahora su figura desparramada de flaco buen alumno de un colegio como la gente. En la cabina del estudio, suena el maravilloso violín de Shankar, un ataque de la viola de García López, el lirismo de los teclados, una música que empiezo a crecer desde abajo, poderosísima, como queriendo enterrar el pasado, sin saber tampoco si ya ha sido enterrado el futuro, todo sentimiento. Afuera, ya es cualquier hora, y amanece, y lo ciudad está durmiendo indiferente a todo

Carlos Polimeni

martes, septiembre 09, 2008

Revista Pelo - 1981 - Encuesta de la música contemporánea argentina



Gracias Canario!

Lanzan box-set de Sui Generis en estudio

Buenos Aires.- Bajo el título “Sui Generis en Estudio” lanzan esta semana un box set de 3 cds con sus álbumes de estudio: “Vida” (1972), “Confesiones de invierno” (1973) y “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones”(1974).

También se integran 3 bonus tracks: “Alto en la torre” (aquel simple de 1974), “Botas Locas” y “Juan Represión” (los temas censurados por la dictadura militar de su tercer trabajo ).

Luego de ver como les cerraban las puertas en la cara en varias discográficas, Charly García y Nito Mestre, graban su primer disco “Vida” (1972) para el sello Microfón de la mano de Jorge Alvarez con varios músicos de La Pesada del Rock and Roll como invitados: Jorge Pinchevsky en violín, Alejandro Medina en bajo y Claudio Gabis en guitarra.

“Canción para mi muerte”, “Necesito”, “Estación”, “Quizás, porqué”, “Mariel y el capitán”, “Amigo vuelve a casa pronto” y “Dime quien me lo robó”, son algunos de los temas que con el tiempo se convertirían en clásicos.
Luego de llenar el teatro Opera en el año '73 se publica este álbum “Confesiones de invierno” (1973) con nueve temas que bien se podría decir que fueron “nueve hits” en la etapa de “Sui...”.
Desde el comienzo reflexivo de “Cuando ya me empiece a quedar solo” pasando por “Bienvenidos al tren” o la dylaniana “Confesiones de invierno” o la crítica a la sociedad en “Aprendizaje” hasta un final épico con “Tribulaciones, lamentos y ocaso de un tonto rey imaginario o no”.
En esta placa participan, entre otros, David Lebón en guitarra, Rodolfo Mederos en bandoneón, y León Gieco en armónica.
“Pequeñas anécdotas sobre las instituciones” (1974), marca el tiempo de Sui Generis como una banda de rock con la participación de Rinaldo Rafanelli en bajo y Juan Rodríguez en batería, músicos que en el año 1976, formarían junto a David Lebón y Ciro Fogliatta, la rockera agrupación Polifemo.
Los nuevos instrumentos que Charly trae de Estados Unidos como el moog y el sintetizador de cuerdas le dan un nuevo color a sus composiciones.
También empieza a tener problemas con la censura de la época lo que le vale que tenga que reemplazar temas o cambiar sus letras como en “Instituciones”, “Las increíbles aventuras del Sr. Tijeras” o “ Para quien canto yo entonces”.
Tocan entre otros, David Lebón en guitarras, Carlos Cutaia en órgano, León Gieco en armónica, María Rosa Yorio en coros y Oscar Moro en batería. (Télam).-

Fuente: La Capital


Fans exigen ver a Charly pa' creer que vive

Pese a que se negó el rumor sobre la muerte del músico, sus hinchas están con la duda

Autoridades che le darán premio por su aporte cultural.

Mientras más crece la expectación por cachar cómo está la salud de Charly García, sus fanáticos tanto de Argentina como del resto del mundo pitean para verlo y comprobar que efectivamente está vivo y cargando sus pilas rockeras.
Este anhelo de los incondicionales del autor de "Yendo de la cama al living" cae de cajón luego de que en un blog argentino, llamado "charlygarciamurio", se publicó el rumor de que el bigotón habría pasado al patio de los callados, lo que fue negado por el mánager del músico.
Pipo Cipolatti, amigo del creador, afirmó que se había reunido con voceros de la Presidenta Cristina Fernández, y que toda la información que pudo obtener fue que "Charly se encuentra sedado vía venosa y su pronóstico no es favorable".

POLÍTICOS

Por otro litro, los políticos pibes, encabezados por el legislador de Buenos Aires Marcelo Meis, presentaron un proyecto para declarar a Charly García como "Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad".
"Los desafortunados avatares personales que Charly atraviesa por estas horas no pueden bajo ningún punto opacar su carrera artística", explicó el parlamentario che, a la espera de la ojalá pronta recuperación del creador de los grupos Sui Generis y Seru Girán.
Dicha autoridad argentina no paró en lanzarle flores al músico, el mismo que no quiere ver ni en pintura a Miguel García, su único hijo y que también se las oficia como intérprete: "A través de su música también asumió un gran compromiso con el sistema democrático. Otorgarle una distinción como personaje destacado de la cultura, va mucho más allá de rendir tributo a una producción tan formidable (...) Constituye fundamentalmente un acto de reparación de la memoria colectiva de diversas generaciones de argentinos".


Fuente: La Cuarta (Chile)

lunes, septiembre 08, 2008

Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad

El diputado porteño Marcelo Meis presentó un proyecto para declarar al músico Charly García, como “Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad”. “Los avatares personales que Charly García atraviesa no pueden opacar su carrera artística“, aseguró el legislador.

El legislador porteño Marcelo Meis presentó un proyecto para declarar a Charly García “Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad”. La iniciativa llega cuando el músico atraviesa uno de los peores momentos de su vida.

“Los desafortunados avatares personales que Charly atraviesa por estas horas no pueden bajo ningún punto de vista opacar su carrera artística, tratándose esta distinción de un acto de reparación de la memoria colectiva de varias generaciones de argentinos que encuentran en cada uno de sus temas un reflejo patente de su propia vida personal”, afirmó Meis en los fundamentos de su proyecto.

“Carlos Alberto García Moreno, conocido artística y popularmente como ´Charly García´, nació en la Ciudad de Buenos Aires el 23 de octubre de 1951 y a través de su música también asumió un gran compromiso con el sistema democrático. Otorgarle una distinción como personaje destacado de la cultura, va mucho más allá de rendir tributo a una producción tan formidable. Constituye fundamentalmente un acto de reparación de la memoria colectiva de diversas generaciones de argentinos que encuentran en todos y cada uno de los temas de Charly, un reflejo patente de su propia vida personal”, agregó el legislador.


Fuente: ADN Ciudad

viernes, septiembre 05, 2008

"Estuve recién con él y nos reímos juntos", dijo su manager

"El blog lo hizo un chico jugando, es una pavada total", así contestó Fernando Szereszeusky a los rumores sobre la muerte de Charly García. Es que el portal de noticias Minuto Uno se hizo eco de un blog que anunció que el músico había muerto, pero que tanto el Gobierno Nacional como el de la Ciudad ocultaban la noticia por "espulación mediática.

Ante los rumroes, Perfil.com se comunicó con el manager de Charly García. "Estuve recién con él y nos reimos juntos (de la falsa noticia)". Ante la pregunta de cómo estaba el músico, Szereszevsky señaló que "no se puede hablar de su estado de salud por una cuestión judicial, pero está mucho mejor".


Fuente: Perfil.com

lunes, septiembre 01, 2008

Charly Garcia - 22 de Diciembre de 1991 en Ferro


Es difícil imaginar dentro de la historia del rock argentino algún otro personaje más querible que García. No caben dudas que el muchacho también provoca odios intensos, pero a la hora de contar gente el afecto supera en mucho al de los odios que García debe haber cosechado en su carrera. Pero el oyente de rock, el que se pone la camiseta y la suda, sabe muy bien quién es García y los zapatos que calza. De alguna manera este concierto fue como una celebración de toda una carrera que, más allá de traspiés ocasionales, ha hecho feliz a miles de personas que han (hemos) crecido con sus canciones, su humor y su garra. Porque García es a punta del iceberg que cobija una directa línea de pensamiento, comprometida con el rock and roll, la libertad y el quiebre del caretismo nacional, ese que alguna vez hizo de García un trofeo de caza.

Y no pudieron atraparlo; el gran zorro siempre tuvo un reflejo instintivo que lo salvó de muchas trampas. Sólo que la más fuerte de todas era él mismo. Y supo verla, paró la pelota contra el suelo y se la guardó hasta el momento de entrar en la cancha para hacer los goles que todos le festejamos: los de la música.

Por eso no es de extrañar que Ferro haya estado lleno de bote a bote, desde horas muy tempranas y mezclando generaciones, aunque la de menos de 25 sea a más populosa. García no presentó un disco, ni anticipé uno nuevo, simplemente convocó a Ferro para celebrar con un gran concierto que el tren aún siga rodando y que el viaje todavía sea largo.

Un video en la onda cine mudo, presentando a Los Enfermeros y con un toque chaplinesco fue una buena manera de iniciar el show y tomarle un poco el pelo a su internación. La entrada de García en ambulancia y los músicos vestidos como para la fiesta del hospital pusieron la locomotora en marcha que rodó durante dos horas en un muy buen show que mantuvo al palo a toda la audiencia, que supo perdonar algún bajón en el sonido y en la voz de Charly, que suplió el defecto a base de polenta y carisma y a incondicional ayuda del público que cantó a los gritos casi todos los temas.

El show se largo con “Cerca de la revolución”, “Funky” y “Yendo de la cama al living”, seguidos por varios de los temas más populares de García y otros que fueron rescatados como “Nuevos trapos”, “Rap del exilio” en una demoledora versión que contó con la participación de los Illia Kuryaki, “Inconsciente colectivo” con Mercedes Sosa y “Peluca telefónica” con Fito Páez. Luego el clima bajó su ritmo para dar paso a una emotiva catarata de auténticos oldies como “Pubis angelical”, “Canción de 2 x 3” y un medley con “Boletos pases y abonos”, siguió con “El fantasma de Carterville” y remató con un pedazo de “Bubulina” Para ese entonces Los Enfermeros habían medido la presión ambiente y se largaron a fondo con una segunda parte que llevó al delirio a todos con “Necesito tu amor”, “Símbolo de paz”, “Parte de la religión”, “Rap de las hormigas” y otros que concluyeron en una aplastante ejecución de “Nos siguen pegando abajo”, momento en que gigantescas rosas brotaron del escenario.

La sección de los bises fue, en rigor de verdad, una tercera parte que se estiró por seis temas que se inició con “Filosofía barata y zapatos de goma” y después se transformó en puro rock and roll con “No voy en tren”, “No llores por mí, Argentina” (despertando los gritos de “Serú, Serú”) y finalizando con “Popotitos” al mango. Me olvido de mencionar temas como “Reloj de plastilina”, “No soy un extraño” y una interpretación hard del viejo Mr. Jones” de Sui Generis, pero los lectores habrán disculpar. Se sabe que estos recitales de Charly, suelen ser un desparramo de energía que no dejan resto para hacer una crítica coherente y ordenada.

Más allá de la emoción, Charly García regresó como un grande. Los tantos en contra fueron indudablemente el sonido, al que le faltó brillo, volumen y algún plano en su justo lugar; y un cierto aire desaforado del propio García con el que se reventó la garganta quizás innecesariamente. El resto estuvo a la altura de una noche que cierra con gloria una época en la música y la vida de Charly García, y permite aguardar con grandes expectativas lo que vendrá.

Por Sergio Marchi, para la revista Rock And Pop